Dos semanas después de que Voldemort recuperó su cuerpo Albus Dumbledore, Severus Snape, Sirius Black, Remus Lupin, Molly y Arthur Weasley, Bill Weasley, Alastor Moody, Nymphadora Tonks, Kingsley Scrabosh y Minerva McGonagalls estaban reunidos alrededor de la mesa de la cocina de la casa familiar Black, discutiendo asuntos de la Orden del Fénix cuando la puerta se abrió golpeando estrepitosamente contra la pared.

Todos dieron un brinco de sorpresa y más de uno se dispuso a sacar la varita cuando Ron y Hermione corrieron al interior exaltados.

-¡¿Pero se puede saber que os pasa?!- gritó Molly furiosa.

-Calla mamá, esto es serio- la cortó Ron cuando vio que su madre abría la boca para seguir gritando.

-Profesor,- Hermione miró al director- Es Harry.

La tensión cubrió el lugar en un segundo y Sirius se adelantó.

-¿Que ha pasado con Harry?

-Ha escrito- respondió Ron. Detrás de él el resto de sus hermanos llegaron- y es muy importante.

-¿Que es, señorita Granger?- habló Dumbledore

-Yo... no puedo decirle a menos que sea en privado señor- dijo un poco avergonzada.

-Pero tiene que ser ahora, director- se apresuró el pelirrojo- Es muy importante.

-Pues yo también voy a escucharlo- protestó Sirius. Sin embargo los amigos habían descubierto sus varitas y se tensaron ligeramente.

-Lo siento Sirius- dijo la niña- las ordenes de Harry fueron claras: solo el profesor Dumbledore sabrá el contenido de la carta. Y si tengo que petrificarte, lo haré.

-Y a cualquiera que intenté quitarnos la carta- agregó Ron ignorando el grito de su madre y la incredulidad de los demás. Hizo una seña a los gemelos y Ginny, que al entenderlo, también sacaron las varitas.

-Bien- dijo Dumbledore, deteniendo la discusión y observando al grupo detenidamente- ¿Pueden entregarme la carta?

-Sí, señor- dijo Hermione. De su bolsillo sacó un pergamino y se lo alcanzó al Director.

Hermione

¿Cómo estás? quería agradecerte por mi regalo de cumpleaños,

aunque aún falta; no me había imaginado nunca que

El Código DaVincci sería una de las mejores obras

que leyera. Comentaselo a Ron, estoy seguro que descubrirá

lo importante. Por cierto, ¿Sabeis algo de Dumbledore? Necesito

hablar con él. Me olvidaba, te escribo los números

que me pediste la semana pasada, son las respuestas

al trabajo de Aritmancia que tu no podías encontrar.

Saludos a todos, con cariño

Harry.

PD: Con Hedwig tres giros son necesarios.

Debajo habían anotados una serie números de cuatro cifras cada uno. Pero lo que más le llamó la atención fue que la carta estaba horriblemente redactada.

Con el ceño ligeramente fruncido miró a Ron y Hermione.

-La carta está referida a usted señorita Granger, no a mi.

-Ese es el punto, director- respondió ella con los ojos brillando- Yo aún no le envío a Harry su regalo. Y jamás le mencioné El Código DaVincci.

-Se lo envió a Hermione porque sabía que eso le llamaría la atención- siguió Ron, ignorando las miradas de toda la orden y su familia- y que ella me lo mencionaría como Harry le pidió.

-Y que Ron preguntaría por esa obra Muggle. Le expliqué que se trata de una historia basada en una serie de códigos ocultos a simple vista.

-Y Hermione se sorprendió por el desastre que es la carta...

-Harry no escribe normalmente así.

- Si bueno, el punto es que no solo está mal redactada,- continuó el pelirrojo- Si no contamos la primera y las últimas dos líneas solo quedan nueve renglones...

-... y cada renglón está compuesto por nueve palabras, que si las contamos por letras tenemos mas de diez.

- Ahí entran en juego los números, señor- Ron siguió- Cada número tiene cuatro cifras: una por cada linea, otra por cada palabra y las dos últimas por la letra.

-Es un código señor- terminó la niña.

Dumbledore, y todos estaban increíblemente sorprendidos. Examinó la carta más cuidadosamente notando lo recién marcado.

-¿Que significa la última línea?

-Es la prueba de que es suya señor- respondió Ron.

-En nuestro tercer año, cuando Harry yo usamos el giratiempo para salvar a Sirius- ignoró los gemidos de incredulidad y siguió- usted me dijo "Tres vueltas son necesarias". Ron estaba inconsciente y solo lo escuchamos Harry y yo.

-Ya veo- miro a los niños- ¿Tradujeron el código?

-Sí, señor- respondieron ambos. Ron sacó otro pedazo de pergamino de su bolsillo y se lo entregó evitando que todos lo vieran.

Solo había dos líneas escritas con distintas letras.

Se como matarlo

avisad a Dumbledore.

Contuvo el aliento y se quedó mirando el papel, luego alzó los ojos a los dos niños.

-¿Y ahora?

Hermione le tendió la mano y él entregó ambos pergaminos, la niña movió a varita y susurró unas palabras reduciendolos a cenizas.

-Ahora usted debe ir a ver a Harry, señor- dijo Ron.

-Y tiene que ser hoy- agregó ella.