Capítulo 1
Son las 6:15 am y el puto despertador me despierta con una alarma insoportable. Me levanto de la cama y me voy a dar lo que se suponía que era una ducha rápida,(tarde unos 30 minutos)
Me vestí con una remera roja de tirantes, unos shorts negros, mi collar de BFF que tengo con mi mejor amiga, unas zapatillas/botas grises hasta las rodillas y unos guantes de cuero negros que dejaba libre los dedos.
Fui a la cocina donde se encontraba mi madre leyendo el periódico y tomando una taza con café.
-Buenos días, ma- Dije saludandola con la mano.
-Buenos días, Miyuki- Me saludo extendiendome una taza con te y unas galletas.
Comí mi desayuno muy apurada, pues llegaba tarde al instituto.
-Ya me voy, llego tarde. Adiós- Dije tomando mi mochila y saliendo a la velocidad de la luz.
No me presenté, Hola!
Me llamo Miyuki, tengo 17 años y voy al instituto Sweet Amoris. Mido 1,64. Tengo el cabello castaño oscuro, hasta la mitad de la espalda y varios rizos. Ojos marrones oscuros, casi negros, y una piel no tan blanca pero no muy oscura, digamos término medio.
Amo el anime, manga, el género GORE, los video juegos y cantar.
Odio salir a boliches, a los cuales mi mejor amiga me obliga a ir, sociabilizar con arpías y un poco, solo un poco, vestirme de forma femenina.
Llegue al instituto con unos 3 minutos de retraso, no sólo mental.
Lo malo era que venía la vieja por el pasillo justo cuando yo iba a mi clase y me la encontré ¡FRENTE AMI! ¡MIERDA!
-Señorita Miyuki, ¿Puedo saber que esta haciendo aquí en lugar de estar en clases?- Me dijo intentando no perder la calma.
-Etto... Si le digo no me creerá- Le respondí con una sonrisa. Me gustaba molestar a los profesores, más a la vieja.
-DEJE DE HACERSE LA GRACIOSA- Me gritó la vieja enfadada.-SI SIGUE CON ESA ACTITUD, SEÑORITA, SE GANARÁ UN CASTIGO DE 2 HS. POR DÍA DURANTE UNA SEMANA.-
-Es ta bien viej... digo Directora. Por favor, le pido disculpas por mi mal comportamiento- Dije fingiendo sentirme arrepentida. La verdad estaba satisfecha.
-Muy bien, vaya a sus clases. Ahora!- Me respondió dando media vuelta para ir a su despacho.
-Esa vieja es todo un caso- Susurre divertida, me encantaba sacarla de quicio.
Iba a irme a mi salón, pero justo sonó el timbre del receso.
-EL KARMA- Grite levantando los brazos y dirigiéndome a mi taquilla a dejar mis libros y buscar mi dinero.
Los alumnos empezaron, de a poco, a salir de sus salones para ir al patio o a la cafetería. Luego veo que sale una chica rubia, de ojos marrones claros. Vestía un vestido, hasta un poco más arriba de las rodillas, floreado y unos zapatos blancos de tacón.
Se llama Yui, es menor que yo por un mes y mide 1,59. La conozco desde los 5 años, desde allí, nos convertimos en mejores amigas.
-YUUIII!-Grite corriendo a abrazarla. Me encantaba tenerla cerca.
-Buenos días, Miyu. ¿Tarde otra vez?- Me saludo con una sonrisa
-No me llames Miyu, sabes que no me gusta.- Dije hacuendo puchero- Y si, tarde media hora bañadome, pero ya estoy aquí.-
-Buenos días, planita- Me dijo Castiel tocandome el hombro. El era mi mejor amigo, aunque no se llevaba bien con Yui. Su relación es mas bien bipolar.
-Hola nalguitas- Lo salude dándome la vuelta como una Ninja.
-¿Que haces aquí, Castiel?- Le pregunto Yui con el ceño fruncido, al pelirrojo.
-Vengo a ver a mi amiga, ¿Y tu que haces aquí, niña? Lo siento, esto no es una guarderia- Se burló Castiel con su típica sonrisa.
Oh oh, alguien va a morir allí.
-¿C - Cómo me llamaste?- Dijo Yui acercándosele lentamente mientras le daba un tic en un ojo.
-Ustedes no tienen remedio- Suspire- Nos vemos luego, no quiero presenciar una muerte- Dije llendo hacia el pasillo.
No quise pasar por la sala de delegados. Digamos que el delegado y yo no nos llevábamos demasiado bien. Desde aquel entonces, cuando me dijo que estaba saliendo con la zorra de Melody, sentí que mi corazón se rompía en mil pedazos, que solo el tiempo va a poder recomponer. Mientras menos lo vea, mejor para mi.
El me gustaba mucho cuando entre al Sweet Amoris, sus ojos dorados me hipnotizaban y me quedaba paralizada.
Luego de que me rompió mi corazón, me prometí a mi misma no volver a enamorarme nunca mas.
Fui por el otro pasillo a la cafetería, me senté en una mesa esperando a mis dos amigos, y pensando en una forma de que sean más cercanos.
Quizás necesiten tiempo juntos, sin mi. Podría encerrarlos en un cuarto oscuro y no dejarlos salir hasta que se lleven bien. O podría formar equipo con alguien mas, como Lysandro y obligarlos a hacer trabajos en grupo juntos...
Mis pensamientos fueron interrumpidos por una voz desconocida. Alce la vista y vi a un chico pelinegro con unos ojos azules como diamantes. A su lado, un chico igual a el, con cabello azul y ojos rosas. Vestía de una manera rara y... colorida.
-Hey, chica, ¿Nos estas escuchando?- Me pregunto el de cabello azul.
-Eh.. Ah, perdón, estaba pérdida en mis pensamientos. ¿Que decían?- Les respondí volviendo a la realidad.
-Te preguntábamos si nos podemos sentar aquí- Me explico el peli - azul.
-Em.. Claro- Dije sentandome como una persona civilizada.
-Y, cual es tu nombre?-Me pregunto el pelinegro.
-Yo me llamo Miyuki. WOW, parece las oraciones que nos hacían hacer en primaria.- Les respondí divertida.
-Yo soy Alexy, y el es mi hermano gemelo, Armin- Dijo señalando a su hermano que estaba sentado jugando con su PSP. -Perdona a mi hermano, siempre está jugando a sus video juegos.-Se disculpo apenado.
-No pasa nada, yo soy igual con el anime, manga o GORE!- Le dije emocionada.
-¡¿TE GUSTA EL GORE?!- Me pregunto un sorprendido Armin.
-Lo A M O- Le respondí.
-Genial, eres la primera chica que conozco que le gusta el Gore- Me dijo entusiasmado.
-Dudo que conozcas a otras chicas- Le aseguró Alexy negando con la cabeza.
A Alexy y a mi nos entró un ataque de risa, mientras que a Armin no le parecía dar gracia.
