Disclamer: Los personajes de Tinkerbell que aparecen en las películas, libros no son de mi propiedad, pertenecen a Disney.
Lo imposible
Capítulo 1: Un día imperfecto.
[Parte 1 - El secreto de las alas]
Ese día fue algo así como el mejor de mi vida, lo pasé en grande en Invierno y conocí al hada más maravillosa que existe, todo sería perfecto si no fuera por este insoportable frío.
El frío era lo que más sentía en aquel momento y lo que menos ganas tenía de sentir. Era ya de noche y pese a haber encendido una hoguera, el frío se me clavaba en mí constantemente como si fueran mil agujas, cada vez más y más fuerte. No seguiría soportando tal tortura si no fuera por ella.
Ya habíamos terminado de cenar agradablemente juntas, sin sus amigas, y sabía que la hora de volver al lado cálido se estaba acercando.
"Me gustaría... poder ver tu mundo..." dijo ella, sentada en el borde de su casa, mirando al horizonte pensativa a la luz de la luna. Si me fijaba bien, podía ver las estrellas tiritando, reflejadas en sus ojos azulados. Tal era su encanto, que esa no era la única vez que me quedaba mirándola, contemplando hasta el más mínimo detalle para no olvidar su rostro "¿Tink?"
·¿Eh? ¿Qué decías?· su cálida sonrisa me hizo reír.
"Nada" se levantó y seguí sus pasos "Me alegro de haberte conocido, de veras" dijo al darse la vuelta cerca del fuego.
·¿Soy yo o esto ha sonado a despedida?· se rió al haberla pillado, pero es que ya llevábamos unas cuantas veces leyéndonos la mente.
Me cogió de las manos, recordándome el frío que hacía, y no pude ocultar el frío que tenía.
"Estás tiritando, deberías volver antes de que baje más la temperatura"
·Yo también me alegro de haberte conocido, y no tengo tanto frío como piensas· dije ocultando mis manos, pero en realidad sí que lo tenía, estaba a un paso de sentarme encima de la hoguera para combatirlo.
"No quiero que se te rompan las alas..." comentó, acercándose y posando su mano en mi tórax "Si te doy un abrazo, ¿me prometes que no te vas a congelar?" su ricura me deshizo por dentro. La abracé como si abrazara a la joya más frágil y valiosa del mundo.
·Ojalá pudiera quedarme toda la noche contigo· me abrazó con más fuerza unos segundos más hasta que nos despegamos.
"Ojalá..." y ahora venía el momento en el que me iba tras una despedida, pero no tenía ganas de irme aún y dejarla con esa cara entristecida.
·¿Hacemos un dibujo?· le propuse, yéndome a la pared donde contamos la infinita cantidad de cosas que teníamos en común.
"Tink..." sin hacerle mucho caso, cogí la pluma y le hice un retrato con todo lujo de detalles en un abrir y cerrar de ojos.
"Wow... No pensé que fueras a dibujarme tan bien"
·Ya te lo dije, mis manos son prodigiosas. Ahora tú·
"¿Yo?"
·Sí, dibújame·
"Pero yo no sé dibujar, y paso de hacer una bola con dos rayas al lado de tu obra de arte" al decir eso, agregué a mi lista mental hacerle un enorme dibujo a color.
·Venga ya, pero si es muy fácil· le di la pluma y orienté a Peri de cara al hielo cogiéndola de los hombros ·Para empezar, debes coger bien la herramienta· le puse los dedos como debían estar y le llevé su mano hasta la pared, quedándome por detrás de ella ·Bien, y ahora viene lo más fácil·
Me acerqué un poco más a su cuerpo, quedándonos en contacto para que, cogiendo su mano como si fuera la mía, empezáramos a dibujar.
·¿Ves? Sí que sabes dibujar. Relaja un poco más la mano...· estaba un poco nerviosa, supongo que por querer hacer un buen dibujo.
"S-sí..." no quedó tan bien como el mío, pero me gustó el resultado. Al terminar, le dio el toque de ternura que le faltaba al rodearnos por un corazón. En ese momento pasó de ser un dibujo, a ser el dibujo.
·¿Ves? Te ha quedado perfecto·
"No voy a borrar esto jamás" la abracé por la espalda al ver que seguía mirando el dibujo con una sonrisa, y me cogió de los brazos para que no la soltara. Se había convertido en el hada más importante para mí sin darme cuenta "¿Mañana volverás?"
·¿Qué pregunta es esa? Claro que volveré, vendré cada día sin falta para verte, te lo prometo· se dio la vuelta entre mis brazos y se apoyó en mí para regalarme un beso en la mejilla.
"Gracias... Ahora deberías volver antes de que te congeles de verdad" no quería separarme de ella, pero iba a tener serios problemas si seguía más tiempo allí.
·Sí...· no obstante, seguí abrazándola ·Pero dentro de cinco minutos· no podía perderme otra de sus sonrisas.
"Eres asombrosa..." apoyé mi frente contra la suya para fijar sus ojos con los míos.
·Y tú mi hada favorita· su brillo reflejaba mis ojos y guardé ese momento en lo más profundo de mi corazón.
"Ahora en serio, vete antes de que te pase algo" realmente se preocupaba por mí, y no tuve más remedio que hacerle caso.
·Está bien, pero sólo por que me lo dices tú· le di un beso en la frente y andé lentamente hacia atrás, sin soltar sus manos ·Nos veremos por la mañana·
"Procura darte un baño bien calentito" retrocedí.
·Eso haré· di otro pequeño paso más.
"Gracias por todo Tink" y otro.
·No tienes por qué dármelas, lo he pasado genial contigo· y otro...
"Yo también" hasta que, cerca del borde, escuchamos un fuerte crujido.
·¿Qué ha sido eso?· dije alertándome.
"Oh no..." no me dio tiempo a darme cuenta de que el suelo se estaba rompiendo, cuando ya estaba cayendo. Intenté usar mis alas pero las tenía dentro de mi abrigo.
·¡No puedo volar!· seguí cayendo, intentando quitarme el abrigo, pero no pude, y Peri no llegó a tiempo para cogerme.
Por suerte y gracias a la nieve, la caída no fue muy dolorosa.
"¡Sal de ahí!" pero no vi el bloque de hielo que iba a caer sobre mí "¡TINK!" cerré los ojos con fuerza y sentí un gran dolor por todo el cuerpo.
Todo se volvió oscuro en ese momento. Perdí el conocimiento por completo y ese maravilloso día, se convirtió en toda una tragedia.
·¿Peri...?· fue lo primero que dije, aún atontada por el golpe. Mi vista se aclaró, y el rostro que esperaba se convirtió en Vidia.
"Menos mal..." parecía estar en el lado cálido, ya de día, con todas mis amigas rodeando esa cama en la que descansaba.
·¿Qué ha pasado?·
"Te ha aplastado una casa entera" dijo Fawn de buenas a primeras.
"¡Fawn!" le reprocharon las demás. Entonces lo recordé inmediatamente, tenía que volver cuanto antes.
"Has sufrido un..." el hada sanadora me dijo un montón de cosas pero ni la escuché, sólo podía pensar en Peri, en lo que debió de haber pasado después de eso y en cómo salir de ahí cuanto antes "...¿de acuerdo? ¿Alguna pregunta?"
·Eh... sí, ¿Cuando podré irme?· las demás se rieron por alguna razón.
"Te... te lo acabo de decir, deberás estar un par de días en reposo, te has dado un buen golpe"
·Ya veo...· no había reposo que valiese, tenía que volver a Invierno, se lo había prometido.
Después de dejarme el hada sanadora con las chicas, les conté a toda prisa la situación y les pedí ayuda para salir de ahí, pero la respuesta que recibí no fue ni de lejos la esperada.
"Pero Tink... está prohibido, y ahora más que nunca. Podrías haber muerto ahí" dijo Vidia.
"O algo peor" añadió Silvermist.
·Chicas, tengo que hacerlo sí o sí, con o sin vuestra ayuda. Necesito volver a verla, es mi hermana·
"Yo paso de desobedecer a la reina" dijo Rosetta.
"Y yo..." se sumó Iridessa.
"Tink, lo que no puede ser, no puede ser" dijo finalmente Sil.
·¿Fawn?·
"Te ayudaría, pero ya tengo suficientes problemas con los scouts..." me decepcionaron, todas, o más bien, casi todas.
·Vid...·
"Te... acompañaré a la frontera si quieres, pero sin cruzar, ni siquiera un poco"
·Gracias... Ayúdame a ponerme en pie·
"Espera, ¿quieres ir ahora?"
·Claro, ¿cuándo si no?·
"Está bien, como quieras pero con cuidado" y así, con la ayuda de Vidia, conseguí escaquearme de la enfermería.
Me dolía todo el cuerpo, pero cualquier dolor se aminoraba al pensar en ella. Volé casi tan rápido como Vidia y en un momento llegamos a la frontera, donde vi a Peri con sus amigas, esperándome.
·¡PERI!· pegó un salto del susto cuando grité su nombre y crucé para llegar hasta ella. Su cara de miedo y de preocupación se desvaneció al abrazarla.
"Tink... lo he pasado fatal" dijo poniéndose a llorar "Pensé... p-pensé que... Lo siento, lo siento mucho"
·Peri... fue un accidente, no fue culpa tuya·
"Ya pero..." me separé de ella para verle la cara y secarle las lágrimas con los dedos.
·Estoy bien, no me ha pasado nada, no tienes de qué preocuparte·
"¿Y todas esas vendas?"
·Rasguños. De veras, estoy bien. No pongas esa cara, ¿donde tienes guardadas tus sonrisas de ayer?· conseguí sacarle media sonrisa y entonces apoyó su cabeza en mi pecho, a lo que le acaricié el pelo con los ojos cerrados ·Todo saldrá bien... ya lo verás·
Por desgracia, ese tierno momento sólo duró unos segundos.
"Tortolitos, tenéis a la reina detrás" dijo Spike, estuve a punto de responderle 'pues que espere', pero era la reina. Nos dimos la vuelta y la vimos acercarse, hasta el borde de Otoño.
·Reina Clarion...·
"Tink, acércate" dijo pausadamente. Me agarré a Peri como si me la quisieran quitar y negué con la cabeza. Lo único que conseguí fue que la reina se acercara a nosotras "Chicas... Os entiendo perfectamente, y sé que ahora mismo, queréis estar juntas sin importar qué, pero, por el bien de las dos, tenéis que permanecer en vuestras estaciones" vi que el resto de mis amigas aparecieron por ahí también.
·No. ¿Por qué? No hacemos nada malo·
"Todas las normas tienen un por qué, y ésta está para protegeros. Si queréis que la otra esté a salvo, debéis permanecer separadas. El accidente que tuviste no es la primera desgracia que ocurre por querer estar donde uno no debe. Terminad con esto ahora que podéis, o va a ser más duro de lo que pensáis"
·¡No voy a separarme de ella, ¿estás loca?! ¡Es mi hermana!·
"No voy a permitir que corráis peligro. Insisto que la norma está para protegeros-"
·¿Qué más da la norma del señor del Invierno? Yo quiero estar con ella·
"En primer lugar, yo impuse esta norma, y en segundo... lugar... si comprendierais..." su mirada se perdió por Invierno y nos giramos al ver que llegaba un búho.
La presencia de Lord Milori nos puso a todos en silencio.
"Veo que llego tarde. Reina Clarion" saludó, con un mínimo gesto de cabeza "Periwinkle, ven aquí" me soltó con la decepción en su cara, pero la cogí con fuerza cuando se dispuso a ir.
·No lo hagas Peri, no me hagas esto·
"No tenemos otra opción... ¿no?" mi corazón se agrietó, haciendo que perdiera fuerza y viendo como se distanciaba de mí.
"Bien hecho... Volved al centro, es peligroso que estéis aquí" Peri se giró lo suficiente como para verme de reojo.
·¡Peri!· y se fue, volando rápidamente seguida por sus amigas. Tenía que ir detrás de ella, por lo que no dudé en ponerme a volar para alcanzarla, pero entonces mis alas se escarcharon impidiéndome volar ·¡EH!·
"Vuelve a tu sitio Tinkerbell, hazlo por el bien de tu hermana"
·¡No! ¡Quítame esto!·
"Se te quitará con el calor. Vamos, deja que te acompañe" su tranquilidad en sus palabras me sacaba de quicio. Me intenté sacar la escarcha yo misma, frustrándome aún más por no conseguirlo.
·¡Argh! ¡Os odio!· terminé cediendo y volviendo al lado cálido, para esperar a que pudiera volar e ir a casa de Peri de nuevo.
"Has hecho lo correcto. Con el tiempo, lo entenderás" dijo Clarion, ahora a mi lado "Me encargaré de ella Lord Milori, no te preocupes"
"Bien..." me cogió de la mano y me llevó tranquilamente hacia el árbol de polvo de hada mientras me hablaba de los peligros que tienen las hadas cálidas en Invierno.
Al llegar a su sala de estar, me contó que hace mucho tiempo, dos hermanos se encontraron en la misma situación que yo, pero en ese momento no había ninguna norma que les prohibiera estar separados.
Las primeras semanas fueron geniales para ellos dos, pero cada vez querían pasar más y más tiempo juntos, por lo que empezaron a tomar riesgos soportando peligrosas temperaturas, hasta que el duende del Invierno, perdió un ala a causa del calor.
El hada del lado cálido, llegó a la conclusión de que debían terminar con su relación pero no sin antes pasar una noche inolvidable en Invierno con los peligros que aquello comportaba. Le salió caro ya que desde entonces, no ha podido andar bien y ahora, siempre piensa en él cuando pone un pie en el suelo.
·Cielos... No quiero quedarme sin piernas· al principio quería ignorar las palabras de Clarion, pero conociéndome, terminaría pasándome días enteros en Invierno.
"Exacto, por eso insistimos en que lo hacemos por vuestro bien"
·Ya... Pero aún así, quiero estar con ella, es mi hermana y... la quiero...·
"Con el tiempo aprenderás a vivir con ello, estoy segura" nunca antes mi mente y mi corazón habían estado tan en desacuerdo. Todo lo que tenía en mi pecho era Peri y mis ganas de estar con ella, pero mi cabeza decía que tenía que hacer lo correcto, ahora más que nunca.
·Está bien... Sí, supongo que tienes razón·
"Bien..."
·¿Puedo preguntarte algo? ¿Quién eran esos dos hermanos? Me gustaría poder hablar con ellos·
"Lo acabas de hacer. Ahora, vuelve con las hadas sanadoras, estoy segura de que necesitas descansar"
·Oh... ... entiendo· me acompañó hasta la salida y se tomó la molestia de llevarme hasta la enfermería, mientras le daba vueltas al tema.
"Procura descansar"
·Sí...· me tumbé en la cama y al relajar el cuerpo, recordé todos los dolores musculares, de cabeza y de las heridas que tenía. Un hada sanadora se encargó de darme unos calmantes después de la comida y me quedé bien dormida hasta la mañana siguiente.
