Hola gente!!! Espero que todos se encuentren bien, les presento el prólogo de mi primera historia. Sean bondadosos y es una obra en progreso, así que si tienen alguna idea, compartanla!

Este fic es SLASH! Albus/Emrys(Merlin), el ultimo, completamente OC de mi parte. Han sido advertidos, si no les gusta, no lean!

Aviso: Harry Potter no me pertenece!


1945. Avalon.

El viento azotó la plateada cabellera en su rostro, ocultando brevemente la vista del acantilado que se encontraba a sus pies. Una frágil mano se alzó, apartando el cabello y colocándolo detrás de una delicada y puntiaguda oreja, y ojos posados en un rostro demasiado joven, y en cuyas profundidades turquesa danzaban las sombras de los años, fijaron la mirada en el horizonte, allá donde el sol moría entre la niebla que ocultaba la isla de los mortales. Contemplando, recordando una eternidad de atardeceres observados en aquel mismo lugar, y otros miles, vistos con los ojos de su juventud.

-El viento está cambiando – susurró su voz melodiosa, acongojada- se puede oler la sangre en la brisa y escuchar el llanto de los infantes en el rugido del mar. Madre, ¿qué le ocurre a mi pueblo? ¿qué perversión del hombre ha caído a tus pies?-.

El viento arremetió nuevamente, y el crujido de los árboles resonó a sus espaldas. El murmullo de la tierra se dejó escuchar.

-Emrys,- la Madre cantó a su oído- es momento de volver. Las costas de Ynys Witrin ya no pueden entregar consuelo a tu ser-.

-Pero Madre,- Emrys gimió- no hay más que dolor entre los mortales-.

-Hay dolor, pero también hay esperanza. En la sonrisa de un niño, en la caricia de un amante...- la Madre le refutó, como hablándole a un pequeño travieso.

Emrys apartó la mirada del sol agonizante.

-Pero incluso en la sonrisa de un niño y en la caricia de un amante hay dolor, todos mueren, todos se van, y yo sigo aquí, sintiendo su partida- su voz se apagó, las últimas silabas arrastradas por el viento.

-Emrys, te espera más que dolor en la civilización de aquellos que esgrimen varitas, la esperanza realmente reside ahí, solo debes buscar-.

El pecho de Emrys se contrajo y se llevó las manos hacia su corazón, como para tratar de aliviar algo de la presión. Parecía imposible que después de todos los siglos que habían pasado, pudiera encontrar algo para él en aquel lugar que hace tanto tiempo le abandonara, lugar donde la traición yace en lugares inimaginables, en los brazos de seres queridos. Ahora su memoria en Bretaña se encontraría distorsionada por el tiempo, parte de leyenda pasada de voz en voz y ya cayendo en el olvido. Pero su Madre nunca se había equivocado, y aún más, nunca le había mentido, siempre se encontrada a su lado, compañera y consejera en la aparente eternidad.

-No sé si sea lo suficientemente fuerte para poder volver a pasar por todo eso, Madre. Aquí hay paz, tranquilidad, lo que siempre he querido, sin aquel dolor que desgarre por dentro-. El susurró de su voz llevaba el peso de tormentos hace largo tiempo ocurridos, pero nunca olvidados.

-Pero es tu corazón el que pide por más, y lo encontraras. Ve, hijo mío. Vuelve a sentir-.