Los Jovenes Titanes al igual que sus respectivos personajes no me pertenecen.
La que era Raven
A caído otra noche llena de desesperación y angustia.
Hoy al igual que siempre me mantengo junto a él. Me duele verlo así, trato de entender lo que paso, me trato de explicar cómo todo paso tan rápido y porque le pasan estas cosas a él. Siempre acabo con la conclusión de que todo es culpa mía. Lo único que agradezco es que puedo estar al lado de él, tratar de apoyarlo tanto como yo pueda.
Tengo la esperanza de que algún día pueda estar bien salir de este lugar y ser feliz, como lo éramos nosotros antes de que todo pasara.
Veo como comienza a gritar, se empieza a descontrolar de nuevo, los doctores entran a la habitación completamente blanca, en la cual el único acceso es una puerta que se pierde al ser del mismo material que el resto de la habitación.
Veo como le inyectan un tranquilizante mientras grita mi nombre y me voltea a ver con esa mirada que me da a entender que está harto de todo esto.
Yo le susurró al oído que tiene que entender que es por su bien. Que me tiene que olvidar aunque eso nos duela a los dos y aunque yo no quiera me tiene que dejar ir para que él se pueda recuperar y salir de este lugar.
Veo cómo se va quedando dormido y los doctores salen de esta silenciosa habitación pasándome de largo, pero, ¿Qué más quería que hicieran si para ellos yo ya no existo, yo ya me fui de este mundo? Para ellos yo ya solo formo parte de un recuerdo, de una leyenda. Yo ya solo soy la que habita en la cabeza de Chico Bestia y la causa por la que él está sufriendo. Por la que él está en este manicomio. Yo solo soy la que era Raven.
