Notas de la autora: Este es el cuarto de los treinta vicios (¿Cuatro? Si sólo has escrito tres) pero el cuarto resultó cubierto por "Una Mezcla Peligrosa" Bien, este corresponde al número 28. También es mi primer AU, así que alabanzas y tomatazos son bienvenidos.
LA CONQUISTA DEL CORAZÓN
Prólogo: El baile
El salón donde se realizaba la fiesta era completamente blanco, las paredes blancas casi se confundían con el mármol blanco del piso y los enormes candelabros de oro irradiaban la luz dorada que hacía lucir todo como si se tratara de un sueño.
Una chica de cabello rosado y largo estaba al fondo del salón, conversando con algunos invitados. Su largo vestido celeste de corte sencillo contrastaba con los elaborados vestidos que todas las chicas llevaban, pero esa había sido su decisión, no aparentaría algo que no era. Había sido muy amable con todos los que se presentaba, así que todos sabían ya su nombre: Mayura Daidouji.
Muy cerca de allí, una despampanante rubia con un vestido púrpura acaparaba la atención de todos los invitados jóvenes y solteros. Era la más bella del salón pero a todos los rechazaba con desdén. No le había dicho a nadie su nombre pero sabían que la única chica de toda la región con tal belleza sólo podía ser Freya, a quien llamaban "La diosa de la belleza".
La música sonaba en el fondo, invitando a bailar, pero nadie se atrevía.
La puerta del salón se abrió lentamente revelando dos figuras tras de ella, dos jóvenes. El primero tenía el cabello largo y recogido y un traje inglés de color oscuro, llevaba gafas frente a sus ojos azul verdoso. Detrás de él venía quien parecía ser su señor, un joven vestido únicamente con un pantalón negro y una camisa de seda de manga larga. Su cabello castaño bailaba con cada movimiento de su cabeza y sus ojos verdes examinaban cada rincón del salón.
Caminó con decisión hacia un rincón pasando por las miradas embelezadas de todas las chicas del salón hasta que su paso fue cortado por Freya que dio un paso al frente.
– Así que finalmente llegaste, Loki –dijo ella saludando.
– Hola, Freya. Siempre tan radiante y hermosa –le dijo con una galantería que era usual en él.
– Gracias, Loki. ¿Te gustaría ir a bailar conmigo?
– Erm… –Loki observó hacia donde se dirigía y no encontró a quien buscaba. No se había dado cuenta que mientras Freya le hablaba, un joven castaño de ojos azules se había acercado a la amable pelirosada y la había invitado a bailar.
– ¡Vamos! –dijo Freya arrastrándolo a la pista de baile y Loki no hizo mucho por evitarlo, sin embargo le dirigió una mirada a su acompañante, su fiel mayordomo Yamino Ryuusuke, quien entendió de inmediato la señal de su amo.
Se dirigió hacia el anfitrión de la fiesta que se trataba de Baldur, hijo de Odín, el personaje más poderoso de la región. Baldur había insistido en hacer la fiesta para que todos lo admiraran por su invencibilidad en los deportes. Practicaba casi todos los deportes conocidos y nadie había podido igualar su fuerza.
Yamino le expresó a Baldur los respetos de su amo y le sugirió dar un discurso a lo que el heredero de Odín no pudo resistirse y de inmediato hizo callar la música.
Todos prestaron atención a Baldur, excepto Loki que con lentitud y sigilo se alejó de Freya y se acercó a donde Mayura había permanecido de pie.
– Buenas noches –le susurró al oido asustando a la chica que volteó de pronto para encontrarse con el cercano rostro de su interlocutor. Ella se sonrojó pero no podía apartar la mirada de esos profundos ojos verdes que encantaban a todas las chicas.
Él se alejó un poco para poder continuar la conversación.
– Eh… buenas noches –respondió ella recuperándose de la sorpresa inicial.
– ¿Le gustaría ir a tomar un poco de aire? Baldur seguramente tardará su discurso y siempre dice lo mismo.
– Disculpe, pero no creo que sea educado dejar al anfitrión en medio de su discurso.
¿Qué era eso que había notado en su voz¿Era desprecio? Nunca una chica lo había despreciado antes.
– Lo lamento. No quería molestarla –dijo él con una seductora sonrisa –¿podría al menos decirme su nombre?
– Mucho gusto, soy Mayura Daidouji.
– Yo soy…
– Loki Laufeyjarson, lo sé bien, me han hablado mucho de usted.
– ¿Ah sí?
– Usted es conocido por ser el rey del engaño. Un seductor de primera. Creí que estaba muy a gusto con Freya¿por qué no regresa con ella?
– Nunca te había visto por aquí, quería conocerte.
– Pues bien, ya sabe quien soy. Si me disculpa, me gustaría saber que es lo que tiene que decir Baldur.
«No me rendiré… Nunca nadie me había rechazado. Haré que te arrepientas de eso, Mayura Daidouji»
N.a: A pesar que esto nació como un vicio… de pronto me dí cuenta que podía llegar a ser una historia más larga. Así que volví este pequeño vicio en el prólogo de mi primer AU y hay algunos otros vicios que puedo aplicar a la historia. ¿Debería continuarlo?
