Hooola

Este es un pequeño one-shot que estuvo rondando mi mente un tiempo hasta que lo dejé salir.

No me pertenece Flash ni sus personajes

Sin más ¡Disfrútenlo!


Hubo un momento en mi vida que realmente me sentía confundida respecto a las cosas que sucedían. Siempre me había considerado una buena persona, sin hacer daño a nadie pero eso pareció no importar cuando me enteré que no podría ser madre cuando era joven.

Siempre huía de las relaciones serias por esta razón. Porque sabía que nunca sería capaz de darle una familia a esa persona.

Hace casi cinco años terminé con Ronnie, el que pensé era el amor de mi vida. Recuerdo claramente esa noche, nuestro restaurante favorito. Él de rodillas frente a mi, un anillo en su mano.

Sabía que ese día llegaría pero solo deseaba que se retrasara un poco. Sé que el dolor por el que pasé me lo merecía, al no ser honesta con él y esperar este momento para ser capaz de contárselo.

Después de esa noche, él se distanció de mi pero no por la razón más obvia sino porque no habérselo dicho antes, al menos eso me dijo una semana después antes de contarme que iría a realizar su doctorado fuera del país.

Hace cuatro años conocí a Barry Allen. Comenzó a trabajar en Star labs como sustituto de un compañero que tuvo que renunciar.

Desde el primer momento que lo vi me pareció realmente lindo. Esos ojos verdes cautivadores junto con esa sonrisa que haría que a cualquier chicha le tiemblen las rodillas.

No pasó mucho tiempo hasta que él y Cisco se hicieron mejores amigo y por lo tanto también mi mejor amigo. El fue uno de los pocos que pudo notar que no sonreía mucho y él fue el primero que me hizo doblar de la risa por primera vez luego tantos meses sin siquiera sonreír.

Me rehusaba totalmente a ilusionarme y quedar destrozada como la última vez así que procuré mantener mi distancia con él pero a cada paso que retrocedía el parecía dar dos hacia mi.

En una salida nocturna de los tres a un bar. Cisco tuvo que ir temprano a casa ya que su pequeño hijo estaba enfermo y Linda lo necesitaba así que solo nos quedamos Barry y yo.

Después de mi tercer cerveza todo el ambiente se alegró notoriamente hasta llegar al punto de obligar a Barry a cantar conmigo, él cantó realmente bien y bueno yo yo hice mi mejor intento.

Al salir del bar, Barry quiso acompañarme hacia mi departamento para asegurarse de que llegara sana e ignorando mis protestas así lo hizo.

Puedo culpar fácilmente al alcohol por lo que sucedió en la puerta de mi departamento pero siempre he sido una persona responsable aún cuando estaba bebida así que el beso que le di a Barry fue totalmente consciente.

El día después o más bien la semana completa fue muy muy incómoda. Cada intento que hacia Barry para hablarme yo lo ignoraba y huía del lugar con cualquier excusa.

Hasta un día que bajé a la bodega para buscar una caja de archivos, no había notado que Barry me había seguido hasta que escuché como la puerta se cerraba. Como siempre trate de huir del lugar lo que fue inútil ya que Barry se había asegurado de trancar bien la puerta.

Fue inevitable tener LA CHARLA con él. La mayoría del tiempo miré hacia mis manos mientras mi cara cambiaba de tonos de sonrojo. Al final Barry me invitó a la que fue nuestra primera cita.

Sabía que debía hablar a Barry con la verdad así que cuando cumplimos cinco meses de enamorados le invité a mi departamento a una noche de películas donde le conté todo de mi situación.

Muy al contrarió de lo que esperaba Barry me agradeció que sea sincera con él y me juro que no sería un problema para nosotros, prometió que cuando llegáramos a ese puente lo cruzaríamos juntos.

Así pasó el tiempo hasta cuando Barry me llevó a un día de campo fuera de la ciudad y en el atardecer se arrodilló y me pidió matrimonio a lo que respondí con lágrimas, un sí.

Mañana es el día de nuestra boda y estoy realmente nerviosa. Me parece imposible creer que esto sea real. La única cosa que me asegura que esto es cierto es el pequeño bultito en mi vientre.

Hace unos cinco meses Barry y yo comenzamos a ir a doctores averiguar el estado de mi problema. El tercer doctor al que visitamos nos dio una pequeña esperanza. Un nuevo método que podría funcionar.

Con Barry seguimos todo el proceso al pie de la raya y el día en que la prueba de embarazo dio positivo pude sentir que era la mujer más feliz de este mundo. Tenía todo lo que un día creí imposible.

Nunca, nunca la vida te da más de lo que puedas soportar y sí todo es difícil es porque aun no es el final del camino. Solo aguanta un poco más, ¡no te rindas!

...

Cerré mi blog, apagué la computadora, salí de la biblioteca y fui hacia la habitación. Estaba preparando la maleta que me llevaría a casa de Iris cuando sentí unos brazos envolver mi cintura.

- No quiero que vayas- me susurró Barry en mi cuello mientras me apretaba hacia él.

- Preferiría quedarme aquí contigo amor mil veces pero si no voy Iris y Felicity se van a enojar de por vida - le respondí triste envolviendo mis brazos sobre los suyos.

- Lo sé - me dijo mientras me daba la vuelta quedando de frente. Me quedé
simplemente mirándolo, sus rasgos al pasar de los años se han ido acentuando de a poco. Ya no tiene esas fracciones juveniles de cuando lo conocí, se lo notaba más maduro pero sus ojos y su sonrisa seguía siendo las mismas.

Esos hermosos ojos verdes que me cautivaron seguían manteniendo su brillo. Soy dichosa al disfrutar con Barry esos momentos cuando más han brillado sus ojos, el día que acepté casarme con él y el día que me di cuenta que estaba embarazada.

-Una moneda por tus pensamientos - me susurró en voz baja apoyando su frente en la mía.

- Solo pienso en lo afortunada que soy, Sr. Allen - le respondí honestamente poniendo mis manos a cada lado de su rostro.

- Yo pienso que soy el afortunado Dr. Allen - me respondió con una sonrisa en los labios - eres una mujer maravillosa y eres completamente mía.

- Tú también eres mio, amor - le susurré antes de besarle. Nos quedamos un par de minutos así, nos separamos al escuchar el claxon de un auto afuera.

- Esa es Iris - le murmuré poniendo mi cabeza en su pecho inhalando su aroma. Afuera volvió a sonar el claxon del auto insistentemente.

- Debes ir antes que entre aquí y me mate por retenerte - me dijo Barry con resignación pero sonriendo.

Cogió mi maleta y me acompaño. Antes de abrir la puerta me acerqué a él y le di un profundo beso.

- Te amo - le susurré mientras lo abrazaba fuertemente - espero que mañana estés en la iglesia cuando llegue, ¡eh!

- También te amo amor y sabes que así será- me respondió juguetonamente dándome otro beso -seré el primero en llegar.

- Ya sabes, voy a ser la de blanco - le dije con un guiño antes de abrir la puerta para que salgamos.

Llegamos al auto y antes de entrar Barry me atrajo hacia él.

- No olvides que te amo, mejor dicho que los amo- me susurró antes de poner un beso en mi frente y poner delicadamente su mano en mi vientre

- También te amo mucho mucho. Mejor dicho te amamos - le respondí con una sonrisa a punto de llorar.

- Cuídalas Iris - le dijo a Iris que estaba en el auto la cual solo sonrió e inclinó la cabeza en respuesta.

Entre al auto y no pude evitar sentirme muy afortunada. Tenía al mejor hombre del mundo a mi lado que pronto será mi esposo y en mi vientre a un lindo y pequeño milagro.


¿Qué tal les pareció? Sí les gustó déjenmelo saber y si no, también C:

Con cariño

Wolfmoon7