Alma dorada

El show, la vida, que se le había dado no eran suyos.

Él era una máquina; diseñadó para remplazar por un periodo al original. Una vez que ese arco estuviera terminado era su fin como personaje.

Aún así, Kintoki quería ser el personaje principal. Permanecer.

Únicamente tenía que deshacerse del original para que su historia continuará, para seguir viviendo al lado de Kagura, Shinpashi, los que lo habían mandado construir. Seguir conociendo cada episodio a nuevas personas que lo aceptarían en sus vidas sin miramientos.

Borró a Gintoki de los recuerdos de los demás, suplantando el sucio plateado con el brillante dorado, de esa forma podría continuar la historia cómo si él siempre hubiera sido el original.

Cuando el original volvió, Kintoki temió por su existencia que siempre había sido la de un relleno. Aún así permaneció al margen, vigilando cómo el original enloquecía cada segundo más.

Pero, conforme paso el tiempo se volvió más evidente que una máquina perfeccionista cómo él era incapaz de pertenecer a una serie tan burda como Gintama, por mucho que cambiará los recuerdos de las personas jamás podría cambiar el mundo que reclamaba a su insulso protagonista de vuelta.

Era una serie que rechazaba a Kintoki: icluso Kagura y Shinpashi se volvían en su contra, motivados por los remanentes de recuerdos que Kintoki creyó haber regrabado.

Kintoki creó para si mismo una serie dónde el podría ser el protagonista, uno perfecto. Imborrable.

Cuando volvió a la realidad del mundo de Gintama descubrió que su show no era sino una ilusión programada por Tama. Estaba inseguro si un robot cómo él podía sentirse capaz de odiar, antes se imaginaba sus acciones como una simple directiva "se el personaje principal", todas sus acciones justificados para llegar a ese objetivo, sin embargo cuando el filo de ser borrado se asomaba sospechaba que esa directiva no era era la Real.

Cuando Gintoki puso el destino de Kintoki en las manos de Tama, en ese momento Kintoki se dio cuenta de que el únicamente quería vivir.

Kagura, Shinpashi y Gintoki eran débiles, incapaces de darle final al enemigo del arco. Eso debería de ser motivo de burla y una muestra de cuánto el original no merecía seguir existiendo. Pero, Kintoki estaba agradecido de que se le permitiría existir.

" Alteraste los corazones de los demás, pero ellos también alteraron el tuyo" Tama dijo antes de retirarse, su trenza verde moviéndose con elegancia con cada paso. Los otros tres la esperaron y cuándo ell los alcanzó se retiraron.

Kintoki los vio marcharse, ellos eran imperfectos y decían que en conjunto todos eran "el personaje perfecto".

Reflexionó, la serie era una broma con pizcas de acción, muchas personas imperfectas la amaban tanto que los episodios y el manga continuaron haciéndose hasta que el mismo Kintoki fue concebido.

Si se aman cosas imperfectas, entonces el amor es imperfecto. El hecho de amar vuelve a una persona imperfecta. Kintoki pensó.

Y Kintoki aceptó su imperfección, pues a pesar de todo amaba a Kagura y a Shinpashi, ellos probablemente lo amaban también, por ese lazo que nadie podría romper, ni siquiera él.

O quizás estaba equivocado.

De cualquier forma, sentía que necesitaba ser pulido más, quería volver a mostrarse a ellos con una mejor alma.


FIn.