Disclaimers: Ninguno de los personajes me pertenece, los personajes originales son de Sir Arthur Conan Doyle, y esto está basado en la Serie "Sherlock" de la BBC. No gano nada haciéndolo. Letra y música de Manuel García ("Un rey y un diez" - Acuario)
Advertencias: Pensamientos de índole homosexual.
"Temprano el mismo organillo en la entrada del callejón,
hizo volar la canción que en invierno nos despertó,
y al escucharla di vuelta la página treinta y dos,
del libro donde pusiste los pétalos de una flor."
Siempre desde lejos. Cinco años admirándolo, cinco años acudiendo a él cuando más lo necesitamos en Scotland Yard, acudiendo a él cuando Yo lo necesitaba, cinco años aguantando... esperándolo.
Pero de repente aparece un doctor de baja estatura y cabellos rubio ceniza que, de la noche a la mañana se convierte en su compañero, en su mano derecha, en su "blogger"... en su amigo y amante.
"Y cuando los vi, algo brillo , algo de ti,
que había olvidado
Y cuando los vi, algo brillo, algo de ti,
que había olvidado"
Yo, un simple humano, un idiota más esperando que el gran Sherlock Holmes me tome en cuenta, que me de importancia, que me considere. Pero soy un idiota más.
Ellos, el detective consultor y el doctor se miran, y todos podemos ver el brillo en sus ojos. Nosotros somos los espectadores y ellos los protagonistas de una dolorosa obra. Yo soy el del corazón herido; el soñador.
Allí están; se hablan en código, se entiende, se complementan. ¿en cuanto tiempo? ¿en un año y medio? ¿Y YO?... cinco años siendo un don nadie. Lo necesito, es doloroso. No solo en los casos policiales, no. Lo necesito a él. Que sus largos y delgados dedos acaricien mi piel, que invada mi espacio personal y su aliento choque contra el mio, que sus definidos y rosados labios demanden los míos con pasión y que sus ojos brillen al pronunciar MI nombre y no el del doctor.
"De noche el viento que sopla escondido en el corredor,
hizo volar unos naipes que había en el velador,
y al ordenarlos de nuevo y dejarlos junto al reloj,
aparecieron los signos que el tiempo ha guardado."
Caminan, conversan, salen a comer, sonríen, pelean. Son ellos contra el mundo. Son ellos viviendo en un mundo en donde la gente es prácticamente invisible. Donde yo soy invisible pero presente.
¿Por qué sufrir?... es inevitable... pero a veces siento que entiende. Acude a mi cuando "está aburrido", pero aunque yo no fuera el Detective Inspector, él acudiría a otro, pero el no puede acudir a otro "blogger". Él necesita a John.
Ellos me recuerdan a los naipes. Sherlock el Rey y John... una sota, un diez, él va detrás de él y lo protege pero yo, yo soy el caballo, soy quien lleva más tiempo con él y a pesar de que siquiera sabe mi nombre, soy el de mayor rango.
Un tablero de ajedrez. Sherlock sigue siendo el rey, él siempre será el Rey. John el alfil, protegiendo al rey y yo, el peón protegiéndolos a ellos antes que a nada, porque si el Alfil está bien el rey lo estará también.
"Y ví un corazón un rey y un diez,
y me acorde de esta historia de amor,
y ví un corazón un rey y un diez,
y me acorde de esta historia de amor."
No me queda más que mirar, idolatrar y estar feliz de que por fin, ese que tanto amo en secreto sea feliz con su compañero de piso. Pero el lo sabe, estoy seguro que sabe que cuando su blogger decida continuar su vida allí estaré yo, él único que lo necesita, él simple once que no recibe la importancia que merece pero que es siempre fiel.
Lo había bosquejado hace mucho tiempo pero no me había dignado a concretarlo, pero e lo aquí.
Gracias por leer! :)
