Calamidad o Amor
Sinopsis: "Las cosas raras que me pasan... ¡¿Son por ese Dios de la Calamidad?!"Después de salvar a ese tipo, el cuerpo y mente de Iki Hiyori se han envuelto en muchos problemas, problemas como enamorarse de un Dios, un Dios asesino, un Dios de la Calamidad... "¡¿En que estaba pensando?!"
NOTAS: Ok, aquí va la explicación, esto es un tipo de AU donde Yato sigue matando y se vuelve famoso por eso... (seeeh), y en uno de sus "trabajos" Hiyori lo salva del camión como en la historia original, pero Yato ni la ayuda porque SI tiene cosas que hacer (asesinar...seeeeh) , aun así Hiyori se las arregla para encontrarlo, Yukine si está en la historia y sigue siendo el Shinki de Yato, aunque no es un Hafuri (ya verán), y todos odian a Yato! Yeyyy, excepto Kazuma, esa historia sigue igual. Ya paro, empiezo con la historia.
Capítulo 1: ¡¿Y mi cuerpo?!
"Yukine"
"¿Qué pasa, maestro?"
"Tenemos trabajo"
*Hiyori's POV*
Mi nombre es Iki Hiyori, soy una estudiante de preparatoria, bueno, todavía no, voy en camino para inscribirme.
Tengo una vida bastante normal, vivo sola en mi apartamento, a veces voy a visitar a mis padres, aunque están divorciados, papá vive en otra ciudad con su nueva esposa y su hijastra, la "señorita perfección".
Mi abuela murió hace unos años, aun la extraño, pero lo que más me sorprende es lo que me dijo antes de morir: "¿No los ves? Qué bueno, mi querida Hiyori, tu sí que vivirás en paz..."
¿Qué se supone que debo ver? ¿O que no se supone que debo ver? Tal vez nunca lo sabré, Abuela ya no está aquí para decírmelo.
Mamá me contó que la abuela tenía un don para ver cosas que los demás no ven, aunque después de unos años no me lo creí, después de todo, pensaba que sólo era un cuento que le contaban a los niños pequeños.
"¿Tú también puedes verlos, mamá?"
"Creo que la abuela es la única que puede, querida."
Seguro mamá pensaba que su madre estaba loca, aunque después de todo lo que ha pasado, puedo asegurar que no estaba loca, ella sí que los veía, esos seres extraños.
*Normal POV*
La calle llena de tiendas llevaba a la escuela, era un camino largo pero Hiyori no tenía un medio de transporte el cuál usar. Una vez soñó ver a una mujer de largos cabellos dorados montar sobre un león volador, ¿raro? Lo sé, pero parecía tan real, aunque no lo suficiente para saber que solo era un sueño, ¿verdad?
Llevaba una chaqueta bastante abrigadora, el invierno estaba llegando y no quería tener un resfriado.
Ante sus ojos pasó un chico de ojos azules vestido en una yukata, ¿en esta época del año? Pero más importante... ¿De dónde salió? No lo había visto llegar por ningún lado, el chico cruzó la calle, Hiyori volteo a verlo un poco sorprendida por su repentina aparición, más adelante ya al otro lado de la calle había un chico de cabellos rubios también vestido en una yukata, ¿pero él también estivo hay todo el tiempo?
Mientras el chico cruzaba la calle, un camión se iba aproximando sin ganas de parar, como si no estuviera viendo al joven de negros cabellos.
"¡Cuidado!"
La chica saltó empujando al joven fuera del camino del camión que seguía como si el chico no estuviera allí.
"¡Que te pasa! ¿Por qué no ves a los dos lados antes de cruzar? ¿Y ese camión qué? ¿Acaso no te vio?"
"Chica... Creo que deberías voltear atrás."
"¿Eh?"
Ahí se encontraba, su cuerpo inerte en medio de la calle, con el camionero viéndola aterrorizado y una mujer llamando a una ambulancia, los coches de atrás pitaban mientras otros sólo miraban la escena en silencio, con la sirena de la ambulancia sonando a lo lejos, pero... si ella estaba tirada en el suelo... ¿Cómo estaba viendo todo esto?
Negro.
La habitación se encontraba iluminaba, molestando sus ojos que sólo veían borroso, se sentía mareada... ¿Dónde estaba? El olor de rosas inundaba su nariz, lo bueno es que no es alérgica al polen, lo primero que vio es una ventana, al lado de... ¿Una bolsa de suero? ¿Estaba en el hospital?
"¡HIYORI! Mi niña... ¡Qué bueno que estás bien!"
Los ojos de su madre se veían llorosos, estaba a punto de llorar, o tal vez ya había llorado. Su padre entro justo después de su madre, acompañado de la señorita perfección, Chiharu, su cara era una combinación de asco y aburrimiento, seguro que no quería estar ahí, al igual que Hiyori que preferiría no ver la cara de su hermanastra ni en pintura.
"¿Mamá? ¿Qué ha pasado? Y papá... ¿Desde cuándo estás aquí?" Quería preguntar donde estaban, pero se notaba de sobra que era una habitación de hospital, lo menos que quería era quedar como tonta en frente de Chiharu.
"Ajá ajá, ¿Cómo puedes fingir no saber nada después de intentar suicidarte?" Las palabras de Chiharu la sorprendieron, ella no intento suicidarse, ni si quiera recordaba por qué estaba ahí en primer lugar.
"Mi hija... ¡¿Qué hicimos mal?! ¿Por qué...? ¿Tú...?" Su madre estaba a punto de explotar en lágrimas, su padre tenía una expresión de vergüenza, no sabía de qué estaban hablando, todo este asunto la tenía un poco consternada.
"¿De qué hablan? ¡Yo no me intente suicidar!" La expresión de todos cambió al escuchar las palabras de Hiyori, ¿en serio pensaban que había hecho una cosa tan estúpida? Ella apreciaba su vida, había cosas malas, ella lo sabía, pero también cosas buenas, además de que apreciaba su vida... ¡La vida es una, no hay que desperdiciarla!
"¿Y lo que dijo ese camionero? ¿Tú no saltaste enfrente del camión?" La voz de su padre era fría, le daba miedo, como si no le creyese... Un momento, ¿un camión? ¡Claro! Salvó a ese chico de ser atropellado, ¿qué habrá sido de él?
"¡Pero si casi atropella a ese pobre chico! Y yo... intenté salvarlo..." Una acción heroica, eso era, pero en ojos de sus padres era algo estúpido, preferir la vida de un desconocido antes que la suya... ¡Será retrasada! Aunque la expresión de sorpresa de sus padres fue aun más grande al oír la existencia de ese supuesto "chico".
"¿Un...chico? El camionero no menciono a ningún chico..."
"Hiyori, ¿segura de que ahí había algún chico?"
"¡Sí! Era un chico de cabellos negros y ojos azules" Y bastante guapo, si era sincera, pero eso no se lo iba a decir a sus padres.
La cara de determinación de Hiyori y el brillo de sus ojos, lo confirmaban, no estaba mintiendo, la expresión de sus padres se suavizo, aliviados de que su hija no se quería suicidar, aunque todavía tenían una preocupación más grande, el chico... ¿Era real? ¿O sólo la imaginación de Hiyori?
Chiharu no parecía nada convencida de lo que Hiyori decía, seguro pensaba que ella si se intento suicidar y estaba justificándose.
"La Srta. Iki está bien física y mentalmente, no sufrió daños severos a pesar de haber sido atropellada."
La conversación de sus padres con el doctor se escuchaba desde su cama, todavía no estaba recuperada al cien por cien, así que tenía que quedarse más tiempo.
Ella sabía que sus padres pensaban que el chico era parte de su imaginación, era un poco triste ver que sus padres no confiaran en ella, seguro no era cuestión de confianza, pero sí se sentía como una apuñalada por la espalada, hecha por tu propia familia. Pero en parte estaba aliviada, así tal vez le creerían que el chico estaba ahí.
Por la tarde llego su hermano mayor, solamente la saludo y luego se fue, no quería pasar demasiado tiempo con su padre, después de todo el no quiso trabajar con él en el hospital en la ciudad donde vivía.
Y así paso el resto del día, recibiendo visitas de amigos y algunos otros familiares, todos llegaban con cara de decepción y se iban más aliviados, todos ellos también pensaban que ella intentó quitarse la vida... ¡Qué poca fe me tienen!
10:30 P.M. La luz de la luna entraba por la ventana de su habitación, le relajaba, cerró sus ojos, en esos momentos sentía mucha paz en su interior, la hermosa vista de la ciudad con las estrellas de fondo era algo maravilloso, así sintió como el sueño le empezaba a ganar.
*Puf*
La paz se esfumo, todo lo bello de la vida se esfumo, ahí estaba ese chico en sima de ella, mirándola con una cara picara, un poco tétrica...
"¡Aaaah!"
La chica salió de un salto cual gato de la cama, el chico solo la observo mientras se sentaba en la cama.
"Hola~"
"¡Tú! ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?"
"Mi nombre y por qué estoy aquí no lo necesitas saber, sólo quería asegurarme de que estuvieras bien, después de todo eres la primera humana que me ~salva~." Él... ¿No es humano? Hiyori fingió que no le importaba y le contestó.
"P-pues... ¡Mira! E-estoy bien." Abrió sus brazos y dio una vuelta rápida, una risita salió de la boca del pelinegro.
"No estoy tan seguro...Mira por aquí..." El chico levanto la sábana, descubriendo su cuerpo que seguía acostado en la cama.
"¿Cómooo? Pero si yo... ¡Estoy aquí!" Un pensamiento catastrófico paso por la mente de la chica, "¿Estoy muerta?"
"Jajaja, claro que no, solamente tu espíritu se separo de tu cuerpo"
"¡Pues arréglalo!" ¿Quién se creía esa chica para hablarle así a un Dios? O bien, ella no lo sabía, él fue el que no se lo dijo.
"... ¿Qué?"
"¡Es tu culpa que mi cuerpo este así! Así que arréglalo."
"Escucha niña, yo no puedo hacer eso... ¿Acaso no sabes quién soy?"
"No me quisiste decir..." Es verdad, eso le pasa por intentar actuar misterioso frente a las nenas, nota mental, no volver a hacerlo, después le faltan el respeto.
"B-bueno, soy Yato, un Dios de la Calamidad." Ese nombre le sonaba, estaba siendo muy escuchado desde hace unos meses, se dice que un Dios puede hacer que la persona que le pidas muera.
"¿H-hablas de ese Y-yato?"
"No me gusta el término ese Yato, pero sí, soy yo." Genial, un Dios asesino estaba en su habitación con su cuerpo inconsciente y su espirito sin forma de regresar, si no estaba soñando seguramente ya estaba loca.
" P-pero... ¿Qué hago? ¿Me quedaré así para siempre?"
"No lo sé, bueno, me tengo que ir, ¡Nos vemos!"
"¡Espera!" Yato abrió la ventana y salió por ella. Hiyori corrió para ver si lo podía seguir con la mirada, ahí estaba, podría alcanzarlo, pero si saltaba por la ventana, ahora sí que estaba loca, pero si intentaba salir del edificio lo perdería.
Bueno, técnicamente estoy medio muerta.
Ahora estaba segura, perdió un tornillo. Agarró vuelo y salió por la ventana, su cuerpo era bastante ligero en esa forma, en ese momento se dio cuenta de que tenía una cola de gato color morado. Llego al edificio de al lado, el paisaje era el mismo que hace unos momentos las luces de la ciudad con las estrellas de fondo, sólo que con monstruos coloridas de todas las formas y tamaños,
"¡Ehhh! ¿Qué es eso?"
Encontró a Yato con la mirada, empezó a seguirlo, su cuerpo era mucho más ágil así, por lo que no le sería problema seguirle el paso. Era peligroso seguir a un Dios asesino, pero necesitaba respuestas, ese Dios no le dijo todo.
Le siguió evitando a los monstruos de la ciudad, daban bastante miedo, llegaron a una casa, donde Yato entro y cerro, era una casa vieja, tenía un pequeño patio y un árbol de sakura en él.
¡Muy bien! ¡Ya estoy aquí! ¡Hora de obtener respuestas!
NOTAS: ¿Qué les pareció? Sé que mi estilo es super diferente a Noragami, pero aun así espero que les haya gustado. ¡Dejen su Review, es gratis! Y ya se... la historia es muy diferente y la personalidad de los personajes también, es el primer capítulo, ¡ya encontraran al Yato y Hiyoti que tanto amamos! (va a haber Yatori, de eso se trata ggggg). (Don´t Worry, Yato se enamora primero de Hiyori )
