Traducción de la historia de Happymood "Ask me out".

Disclaimer: Hetalia y todos sus personajes pertenecen al señor Himaruya. Esta historia tampoco es mía, sino de la genial autora Happymood, que muy amablemente me ha concedido su permiso para traducirla.

He decidido que publicaré un capi de esta historia cada jueves, así que... ¡disfrutad la lectura!


Pídeme salir


Capítulo 1

Francia no podía entender por qué todas sus aventuras empezaban con una fiesta. Tenía la ligera sospecha de que el alcohol jugaba un rol principal pero nunca recordaba lo suficiente al día siguiente como para culparlo realmente. Era imposible, sin embargo, que unas cuantas bebidas pudieran conducir a situaciones comprometedoras como… bueno, quizás no debería entrar en demasiados detalles.

Francia suponía que la mayor parte de todo la jugaban la bastante dudosa inteligencia de sus mejores amigos, no que estuviera dando a entender que fueran estúpidos, por supuesto. Simplemente mentalmente inestables.

"Como si tú fueras mejor, imbécil." Exclamó Inglaterra. Francia le lanzó una mirada.

Como él estaba diciendo, sus amigos tenían ideas bastante creativas, que mezcladas con el alcohol, los conducían la mayor parte del tiempo a llamar a Alemania o a Italia (que a su vez llamaría a Alemania) para sacarlos de la cárcel. Francia tenía que admitir que se divertían, así que no encontró nada en particular contra lo siguiente que iban a proponer.

Todo empezó con él (qué irónico) tomando un sorbito de champagne y despotricando sobre lo idiota que era Inglaterra.

"Sólo está celoso de mi fabuloso look, por supuesto." Exclamó, "¡Por eso es tan idiota, porque nació con un par de orugas en lugar de cejas!"

España se rio, asintió incluso y bebió algo de vino.

"¡Yo creo-!" hipó Prusia, riéndose entonces de su propia idea, "¡Yo creo!" repitió otra vez y antes de que Francia pudiera hacer un comentario sarcástico, continuó: "¡Yo creo que sigues quejándote de él porque no importa cuánto lo intentes, no te puedes meter en sus pantalones!"

"¿No te metiste?" dijo España, curioso de repente, con los ojos un poco llorosos por todo el alcohol en su organismo. "Creí que vosotros dos…"

"¡Oh, por favor!" dijo Prusia arrastrando las palabras, "¿Crees que Francia se quejaría tanto sobre él si se lo hubiera llevado a la cama al menos una vez?"

Francia se sorbió la nariz.

"Como si quisiera."

"¡Oh, por favor!" exclamó Prusia otra vez, apuntándolo con su botella de cerveza medio vacía, "¡Estás molesto porque puedes conseguir a cualquiera menos a él!"

"¡Yo-!" exclamó Francia, preparado para replicar, pero España lo cortó de inmediato, volviéndose de nuevo a Prusia.

"¿Estás seguro de que estás hablando sobre Francia?" preguntó España, "No es que tú estés en una posición mejor para ir predicando."

"¿De qué estás hablando?" dijo Prusia, a la defensiva de pronto. "¡Si yo tuviera mis ojos puestos en Inglaterra-! Añadió, "¡-me habría rogado ir por el mal camino conmigo hace eones!"

"¿Crees que Inglaterra es tan fácil?" exclamó Francia, incrédulo. Prusia se rio entre dientes.

"Simplemente no sabes qué botones apretar, es por eso." Alardeó Prusia. "¡Mientras que yo-! "

"No creo que pudieras hacer un buen…" España hipó, "… buen trabajo con Inglaterra considerando que no pudiste llevarte a la cama a ninguna de las naciones a las que les habías puesto el ojo encima."

Prusia resopló, sus mejillas se volvieron ligeramente rojas.

"¡España, yo hice-!"

"No que yo sepa, no." Continuó España, totalmente indiferente por la actitud ligeramente más agresiva de Prusia. Entonces levantó la mano y tocó su dedo índice: "Austria, por ejemplo, y luego Elizabeta… pero ambos sabemos que no tenías ninguna oportunidad con ella…"

"¡Austria!" exclamó Francia, decidiendo deshacerse del vaso y beber su alcohol directamente de la botella. "¿De verdad?"

"¡Sólo fue una fase!"

"Y ahora ese extraño tipo de nombre…" España siguió divagando, "… ¿quién es?"

"¡No!" la sonrisa de Francia era enorme, "¿Canadá?"

"Cállate." Prusia apretó los dientes.

"Yo lo crie." Dijo Francia, "No debería ser muy difícil."

"¿Estás dando a entender que eres un tipo fácil?" exclamó Prusia, riendo y pensando que se la devolvería a Francia con eso. Francia simplemente se encogió de hombros.

"Por lo menos yo me divertí."

Prusia resopló por la nariz y se bebió de un trago el resto de su cerveza.

"¿… y no tuviste algo por Polonia una vez también?" siguió diciendo España cuando de pronto una mano lo calla.

"¡Como si tú fueras mejor!" exclamó Prusia mientras España trataba de apartar su mano. "¿Debería recordarte que estás coladito por una de las naciones más difíciles del mundo?"

Romano no es tan difícil!"

"¡Hah!" se rieron Prusia y Francia, botellas vacías de alcohol rodaban por el suelo.

"Sólo tiene problemas con el compromiso." Intentó añadir España.

"Yo resolvería esos problemas en nada de tiempo." Dijo Francia, elevando una fina ceja sugerentemente.

"¡Romano nunca…!" exclamó España.

"Oh, confía en mí. Estoy seguro de que no le importaría."

"¿De verdad?" Prusia se mostró interesado. "¿Así que estás diciendo que Romano es más fácil que Inglaterra? Quiero ver eso."

"¡Cállate!" exclamó España de repente, volviéndose a mirar a Prusia, "Romano sólo es un poco obstinado. ¡Seguro que va a pedirme salir algún día! Deberías preguntarte por qué… tú… bueno, el chico que te gusta ahora… ¡no se entrega a ti!"

"¿Crees que él preferiría salir contigo en lugar de conmigo?" Prusia estaba asombrado.

"Creo que él preferiría salir con cualquiera en este momento". Comentó sarcásticamente Francia.

"¡Oh!" Prusia levantó las cejas. "¡Esa es buena! Bueno, apuesto a que Inglaterra aceptará una cita conmigo antes de que puedas organizar una con el "obstinado" Romano!", dijo con voz sarcástica y arrastrando las palabras.

"¡Considérate un perdedor ya!" dijo Francia. "¡Porque apuesto que incluso España conseguirá salir con Canadá…" ignoró el '¿quién?' pronunciado por el español, "… más rápido de lo que tú conseguirás hacer rogar a Inglaterra!"

"Yo también lo creo." Dijo España, sonriéndole a Francia, "Pero no me vengas llorando cuando Romano te mande al infierno a patadas."

"Ya lo veremos, cariño." Dijo Francia y se bebió el último trago de su champagne. "¡Nos apostamos una cita y ellos tienen que ser los que nos lo pidan!" añadió, riendo un poco, "Oh, Prusia. Te vas a divertir mucho."

"Confía en mí, lo haré." Dijo Prusia, levantándose y estrechando las manos de Francia y España. "Y, España… buena suerte con Canadá. Sé que te darás cuenta de que tú eres el único con un problema después de esto."

"Dijo el hombre con un ego enorme." Murmuró España y luego se desmayó sobre la mesa.