Disclaimer: Naruto le pertenece a Masashi Kishimoto.

Prompt: #032 - "I came to say goodbye." [200 Writing Prompts; tumblr]

Bueh, no pude entregarlo a tiempo, pero me alegra que al fin haya escrito algo después de bastaaaaante tiempo. En serio, tenía unas ganas inmensas de volver a escribir aunque sea algo. Y pues nada, vengo con un drabble con personajes y una temática que nunca he usado antes y es...me pareció muy relajante :') Así que sí, me gusta que este fic haya sido con el que volviera a escribir después de ya más de un año. Espero disfruten!

Nota: Originalmente iba a participar en el Reto de Protagonismo de Enero...pero ya ven XD. Ya para la próxima será UvU.


Echó un vistazo a la única vela encendida que iluminaba en la penumbra de la habitación. Flameante, cálida, sacudida por el viento.

—Hiashi —dijo, apartando la vista hacia el hombre que yacía sentado frente a la mesita del salón. No obtuvo más que un asentimiento de cabeza—. Vine a despedirme.

Su hermano se volteó para verlo bruscamente, llamando su atención por completo esta vez.

— ¿Cómo? ¿Qué estás diciendo?

—El día de las negociaciones se acerca, es hora de cumplir con nuestro deber —declaró solemne.

—No. —El patriarca se puso de pie para encararlo—. Hizashi, si estás hablando de lo que creo que estás hablando…

—No tenemos elección —dijo, y pudo jurar el haber escuchado dientes rechinando.—Debemos hacer lo que sea mejor para el clan. Tú debes continuar como el líder de los Hyūga, y yo–

—¡Me importa muy poco lo que eso ancianos del Consejo puedan o no decir! —Un golpe contra la mesa hizo eco en la habitación—. Pensé que ya habíamos hablado de esto, Hizashi. Yo cumpliría con mi parte del trato, y tú–

—El asunto es, Hiashi, que no fue del Consejo la idea. —Sorpresa fue lo primero que vio reflejado en esos ojos iguales a los suyos, seguido de consternación y negación. Frunció el entrecejo al tiempo en que cerraba los ojos, resuelto—. Las ramas están hablando, hermano. Nunca en la historia de los Hyūga se ha visto a un miembro de la rama secundaria como patriarca. Además, y peor aún, rumores sobre un posible cambio de poderes debido al asesinato del líder se esparcen demasiado rápido; un altercado, una guerra que expondría totalmente los secretos del Byakugan.

Y eso era lo que menos podían permitirse en tiempos como esos, tiempos donde la agitación y el desconcierto no pararían hasta dar por seguro la presencia de un líder. Cosa que no podría ser si su hermano decidía, en efecto, seguir el acuerdo con Kumogakure al pie de la letra. Pero no podía dejarlo, no debía dejarlo.

Para poteger a su hermano, para finalmente hacer algo por su propia voluntad y sin tener nada que ver con el sello maldito, para forjar su propio destino, él…

—Es lo que debe hacerse. Y lo sabes. —Un silencio sepulcral le siguió, uno en donde ambos querían decirse muchas cosas, pero guardándose todo para el final. Hizashi miró a su hermano por el rabillo del ojo, entonces.

—Entonces...entonces no lo acepto —dijo Hiashi cabizbajo, voz amortiguada, contenida. Él suspiró resignado, a sabiendas de que diría eso.

—Lo sé —admitió, para luego, de un solo golpe, noquear a su hermano al instante. Y antes de que este perdiera la conciencia completamente, le dijo: —Por favor, cuida de Neji. —Y antes de salir por la puerta corrediza volteó en su dirección. —Adiós, hermano.

Y la vela se apagó.