Disclaimer: Naruto no me pertenece, es una obra Masashi Kishimoto, Bleach no me pertenece, es una obra de Tite Kubo... Pero la historia es original de mi persona.
Como dato adicional, este fic toma lugar despues del epilogo de ambas obras, dicho eso, espero disfruten de mi primer cross-over :)
Extraños
El Sereitei se encontraba en tranquilidad, había transcurrido mucho tiempo desde que una gran amenaza se había alzado, lo cual significaba un largo periodo de inactividad y aburrimiento para Kurotsuchi Mayuri. Si bien la mente inquieta del excéntrico científico siempre encontraba algo en que ocuparse: un objeto de estudio para diseccionar, un nuevo artilugio o invento a desarrollar. No cambiaba el hecho que se encontraba aburrido y más irritable que de costumbre. Anhelaba el estallido de alguna guerra por lo pronto, y no porque las amara al estilo Zaraki, no; las guerras siempre traían acertijos a resolver, desafíos a sobrepasar, y sobretodo… hermosos especímenes para estudiar.
Era temprano en la mañana y el comandante el doceavo escuadrón se encontraba en medio de su ritual matutino aplicando su maquillaje, momento en el cual aborrece ser interrumpido. Ya casi terminando sus preparativos la puerta su habitación se abrió de golpe y una niña de no más de diez años y altura promedio entró apresurada y gritando.
—¡Mayuri-sama, Mayuri-sama! —el capitán estuvo a punto de alcanzar lo primero a mano y lanzarlo contra la pequeña, sin embargo un pequeño brote de paciencia lo hizo contenerse mientras su mano sufría de pequeñas convulsiones.
—¡Con un demonio! —vociferó el capitán encarando a la pequeña niña que corría en su dirección sin detenerse. Suspiró y negó con la cabeza—, Nemu, te he dicho que no me interrumpas en las mañanas…
—¡Al menos que sea algo importante! ¡Lo sé, Mayuri-sama, pero esto es importante, muy importante, Mayuri-sama! —volvió a gritar la pequeña agitando sus manos en el aire. Mayuri volvió a suspirar, era agradable tener de vuelta a su Nemu, pero el cambio drástico en su personalidad y apariencia se mantenía en un aire de misterio que seguía sin poder descifrar. Por lo menos tenía que aceptar que era una variable que animaba un poco su día a día entre tanta monotonía y tranquilidad.
Al capitán no lo quedo de otra más que ceder al llamado de su pequeña hija y seguirla, después de todo ya estaba listo. Fue escoltado hasta el salón principal donde en su enorme órgano/computador se visualizaba algo que su hija parafraseó mal: No era importante lo que se mostraba en la pantalla, sino "interesante". Tan interesante era aquello, que Mayuri terminó por mostrar una enorme sonrisa como pocas veces había hecho.
—¿Qué tenemos aquí…? —enunció excitado mientras se adelantaba a su hija y sentaba frente al órgano para observar con detenimiento aquellos datos.
Un túnel o canal se había abierto en el precipicio de los mundos y este no parecía ser afectado las paredes del mismo o por el nuevo Kototsu, solo se encontraba ahí y ya. El científico solicitó a su hija cualquier dato que hubiera recolectado, pero aquello no fue necesario; ya Nemu se encontraba a su lado cargando una montaña de papeles del doble del tamaño de su pequeño cuerpo.
Nemu había enviado varias sondas en secreto a explorar dicha entrada, el túnel en sí conducía a un mundo "muerto"… en parte, ya que dicho mundo conducía a otras decenas de más siendo uno en particular el que no solo se encontraba habitado en sí… sino que los datos de este eran mucho más que interesantes.
Tuvo que relamerse los labios con todos los tipos de Reiatsu que había en ese mundo, cada uno distinto del otro, cada uno más apetecible que el anterior. No podía reportar aquello, si informaba a Kyooraku de la existencia de esos mundos probablemente le ordenaría encontrar la forma de cerrar dicha entrada ya que podría dañar o perturbar el flujo de almas entre el mundo mortal y el espiritual, o incluso hacia el hueco mundo. ¡No! definitivamente no lo haría, no informaría nada sino después de hacerse de al menos unas diez o veinte docenas de especímenes para sus estudios. Miró de reojo y su hija que ya no estaba presente, la buscó sin mayor preocupación para encontrarla para junto a un Senkaimon personal.
—¡Está listo, está listo Mayuri-sama! —sonrió complacido, lo que Nemu había ganado de escandalosa, también lo consiguió en eficiencia.
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Eran pasadas de las cinco de la tarde y el sol se encontraba en una posición que incomodaría la vista a quien fuera, de no ser que los árboles de aquel bosque en los límites de la nación del fuego que bloqueaban parte de los rayos de este. Y aun así, Karin debía usar su mano cada cuanto para escudar sus ojos, causándole gracia a Orochimaru quien viajaba a su lado con un sombrero de paja.
—Conste que te ofrecí uno —siseó burlón el hombre, consiguiendo un chasquido molesto de parte de su acompañante.
—Como si me fuera a poner uno de esos —Orochimaru soltó una nueva risa burlona ante la contestación. Karin miró de reojo a sus espaldas para seguidamente fruncir el ceño— ¿De verdad que no se cansa de seguirnos? ¡Ni siquiera lo turnan! —inmediatamente regresó su mirada al frente—, me da algo de lastima por él.
—Su tarea es cuidar a su padre, no creo que le moleste.
—¡Oh! No sabía que lo consideraba su hijo Orochimaru-sama. Debería decírselo, a ver si le procura un regalo, ¡o mejor! ¡Un nieto! —pronunció la pelirroja, palabras que llegaron a los oídos de su silente vigilante estremeciéndolo hasta la medula. Karin sintió el chakra de Yamato agitarse a lo lejos ante lo cual soltó una risa sonora.
—No es que tenga de otra o pueda hacerse de una vida como tal, hay una muy alta probabilidad de que Yamato sea estéril —y las risas de Karin cesaron ante dicho comentario—, un posible efecto secundario de los experimentos a lo que lo sometí buscando recrear los poderes del primero.
Todo sentimiento de burla en la pelirroja fue remplazado por uno de duelo y empatía, no es que fuera esteril como tal, pero su condición de criminal y de estricta vigilancia no es que le permitiera conseguir pareja así como así, por lo menos por ese lado comprendía a Yamato. Respiró hondo mirando sobre su hombro.
—Quizás deba… —y sus palabras, así como el andar de la pelirroja se interrumpieron cuando una opresión como ninguna que hubiera sentido invadió su pecho. Sus parpados se abrieron por completo y sus rodillas fallaron forzándola al suelo sobre las mismas. El golpe seco hizo que Orochimaru se detuviera solo para girar encontrara a Karin sobre sus rodillas, temblando y con su mirada perdida.
»—Algo se acerca —pronunció en hilo fantasmal levantando su mirada a Orochimaru— algo se acerca… —repitió una vez más y otra y otra vez mientras se colocaba de pie, corriendo hacia el moreno pidiéndole que escaparán lo más pronto posible de aquel lugar.
Orochimaru se mantenía tan calmo como podía, tarea difícil contemplando a su protegida invadida por el terror. Después de todo por lo que Karin había vivido, ¿Qué podía ser tan atroz y aterrador como para espantarla de esa manera? Sin mencionar lo que se había referido aquello como "algo" y no "alguien"
Los ojos rubís de Karin se abrieron en su totalidad y señalaron detrás de Orochimaru, este giró de golpe para encontrar lo que parecía ser las puertas deslizantes de una casa de japonesa que había aparecido de la nada. Las mismas se abrieron deslizándose a ambos lados liberando un enorme resplandor blanco. Lo primero que salió fue una mariposa negra, seguida por dos individuos que él jamás había visto: Una niña de diez años vistiendo un kimono negro, acompañada de un hombre alto vistiendo un kimono negro y haori blanco, su piel era de color blanca y negra, de dientes amarillos que mostraba sin pudor alguno. Con ellos fuera, la puerta se cerró detrás de ellos y desvaneció.
»Karin retrocedió un paso mientras tiritaba, Orochimaru mantuvo su terreno mientras afincaba su mirada dejando de lado todo sarcasmo y mostrando una seriedad que no había manifestado en años. Quizás no era del tipo sensor como Karin pero incluso Orochimaru podía percibir la pesada atmosfera que se había instalado con la salida de esos dos individuos.
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—¡Qué mundo tan maravilloso! —vociferó Mayuri avanzando un paso y alzando sus manos, llenando sus pulmones con el aire de aquella tierra inexplorada, permitiéndose sentir el reiatsu que los rodeaba—. Y pensar que este mundo se ocultaba del nuestro.
—¡Mayuri-sama, Mayuri-sama! —llamó la pequeña Nemu con energía, consiguiendo la atención de su padre, encontrando a la cría que señalaba en dirección de dos desconocidos con los que se habían topado— creo que pueden vernos, Mayuri-sama —y con las palabras de Nemu, pudo ver como a una pelirroja oculta detrás de un hombre de piel albina y cabello negro.
—¡¿A-a-a que se refieren con que podemos verlos!? —Vociferó la mujer ocultándose aún más detrás del hombre. Mayuri sonrió ampliamente.
—No solo pueden vernos mi querida Nemu, también pueden escucharnos y entendernos… bastante interesante —Mayuri ladeó su cabeza—. Pero más importante, ambos permanecen consientes y bastante animados considerando que aparecimos frente a ellos, los niveles de Reiatsu de estos dos deben de ser bastantéate altos. ¡Nemu!
—¡Enseguida, Mayuri-sama!
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Karin tiritaba detrás de Orochimaru, jamás en su vida había sentido algo como lo eran esos dos, sensación que expuso a la serpiente, palabras que hicieron que sus ojos se abrieran por completo de la sorpresa.
—¡Repite eso Karin! —ordenó Orochimaru y la pelirroja obedeció, lo cual solo acentuó la sorpresa de Orochimaru: Karin explicó que aquellas personas no eran precisamente eso… personas, ni siquiera podía catalogarlos como vivos en primer lugar: podían verlas y ella podía ver por medio de sus habilidades de ninja sensor el interior de ellas, huesos y órganos… ¡y eso en sí era el problema! En primer lugar, aquellos seres no tenían red de chakra ni nada que se les asemejara, en segundo lugar… ¡Todo su cuerpo era energía! Algo muy distinto a Kagebushi tradicional donde el clon imita todo lo del usuario, incluida la red de chakra, sin embargo esos seres no, todo su cuerpo se encontraba conformado de energía de energía espiritual y nada más.
»—Estas diciendo que… ¿estamos en presencia de fantasmas? —y esas palabras no pasaron desapercibidas ante el hombre recién llegado.
—¿Fantasmas, qué clase de insulto es ese? —repuso molesto y altanero el hombre, la niña dejo de buscar dentro de sus ropas adelantándose a su acompañantes.
—¡Somos espíritus! —y sus palabras le ganaron un golpe en la cabeza, la pequeña se llevó las manos a la misma mientras era reprendida severamente por su acompañante. Orochimaru mostró una amplia sonrisa ante la respuesta de la pequeña y no dudo en extender su brazo en dirección a los dos extraños, movimiento que no pasó desapercibido por el hombre. Debajo de la manga de Orochimaru salieron docena y media de serpientes estirándose sin parar contra las dos personas que estaban ahí, ambas dieron un pequeño salto hacia atrás esquivando el ataque que impactó contra el suelo.
—Para ser espíritus, no son precisamente intangibles —pronunció Orochimaru con un tono de voz que demostraba el interés que había agarrado en aquellas dos personas, cosa que aterró a Karin, probablemente aún más que el arribo de aquellos dos "espíritus".
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Ante el extraño ataque del que fue blanco, Mayuri no pudo contener su sorpresa, soltando un pronunciado "oh" como señal de esto.
—Interesante, de verdad interesante —pronunció mientras la cortina de polvo se disipaba y contemplaba las serpientes regresar a la manga de quien apuntaba a ser el primero de mucho de sus nuevos especímenes.
No era Kido con lo que había sido atacado, ninguno de los registrados tenía esas características, sin mencionar que fue realizado sin ningún tipo de encantación o nombre, ¿acaso había materializado las serpientes y luego las había fundido de vuelta con su cuerpo, sus ropas poseían algún tipo de espacio extendido dentro de ellas? Esos y muchos otros pensamientos cruzaron la cabeza del excéntrico científico, cada uno acentuando aún más la ya de por sí demente sonrisa del mismo.
—Dime, ¿te gustaría ser mi sujeto de pruebas? —interpeló Mayuri, palabras que aterraron a la pelirroja detrás del moreno y que afilaron la vista de este, generando una extraña sonrisa en sus labios y brillo en sus ojos… uno que le produjo una cierta sensación de Dejà vu, como si se estuviera viendo en un espejo— Oh… —inmediatamente detuvo sus palabras entendiendo aquel deseo ferviente e instinto depredador que se asomaba en el hombre.
—Que extraño… —replicó el moreno de tez blanca bajando su mentón, acentuando su sonrisa y mirada—, no esperaba que nadie en mi vida me hiciera esa pregunta, por lo general soy yo quien la hace —la sonrisa de Mayuri creció ante dicho comentario, se había topado con un ser realmente interesante, un posible "colega" de no ser por las circunstancias.
»—¿Qué opinas si dejamos a nuestras niñas jugar a solas un rato y nos movemos a otro lado a discutir tú propuesta? —y tras aquel desafío, el mismo Mayuri se vio envuelto por una enorme, fría y mortal aura que expelía aquel hombre. Solo se vio afectado un instante ante la sorpresa, pero no tardó en ganar su compostura y sonreír ampliamente.
—¡Me parece una excelente idea! Pero creo que no nos hemos presentado como es debido.
—Orochimaru
—¿Orochimaru? —replicó Mayuri, para seguidamente soltar un sonoro "oh" y responder a este de la misma manera que Orochimaru lo había hecho anteriormente, expandiendo su reiatsu, haciéndole notar que no era un cualquiera al que había desafiando. La pelirroja desconocida se aterrorizó, pero Orochimaru se mantuvo inmutable—, espero tengas la fuerza para hacer valer ese nombre. Yo Capitán de la doceava división del Gotei trece, Kurotsuchi Mayuri —la respuesta el moreno fue sonreír.
—Sígueme, vamos a un lugar más abierto, lo vamos a necesitar —y con esas palabras, Orochimaru se desapareció.
«¿Shupon? —pensó Mayuri mientras seguía con sus ojos el rastro de aquella serpiente que se alejaba a toda velocidad. Su sonrisa se acentuó—. Este mundo es cada vez más interesante —dirigió una última mirada a la pelirroja, gesto que la hizo retroceder. Mayuri sonrió antes de seguir a Orochimaru, aquella mujer no tenía idea del infierno al que su dueño la había condenado.
Primero que nada dos cosas: Mi primer cross-over, y mi primer fic de Bleach :)
Ahora… he aquí este extraño fic, una idea que tenía desde hace rato en la cual Orochimaru y Mayuri se topaban el uno con el otro. La idea original involucraba a Nemu antes del epilogo de Bleach, pero después de este me enamoré tanto de la pequeña Nemu que he decidido darle un poquito de protagonismo a esta :)
Este sera un fic que conste de cuatro a cinco capítulos máximo, en el cual se llevara a cabo combates Nemu/Karin, Mayuri/Orochimaru. Espero hayan disfrutado del fic. Sin más que decir, se despide su buen amigo AM, nos leemos :)
El siguiente capítulo, el choque previo al de Mayuri Orochimaru, sera Karin contra Nemu, ¿quien ganara?... Pues tendran que esperar para descubrirlo :)
