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¡Aclaro que Inuyasha es © de Rumiko Tahakashi! Solo la historia es mía ©

Clasificado M por futuras escenas

N/A: Aquí les dejo mi nueva creación XD!, se me ocurrió de repente esta historia que iba a ser un OneShot pero como mi mente vuela que vuela va a ser una historia medio larga. Tal vez, repito, los personajes no tengan la personalidad típica del anime ¬_¬…

-Sueños hechos realidad-

Día tormentoso:

(Aome POV)

Tiré mi mochila al suelo, me quité los zapatos escolares y las medias blancas con ayuda de mis pies, desabotoné mi camisa blanca de manga larga que llegaba a los codos y la lancé en la cesta de ropa sucia, también me quité la falda negra de la escuela que me quedaba un poco más arriba de las rodillas. Me acerqué al closet y de las gavetas laterales saqué un short de blue jean y un top blanco de tiras finas que hacía relucir mis "atributos" femeninos, me tendí totalmente agotada sobre mi cama, había sido un día realmente difícil; me levanté a eso de las cinco de la mañana, pude hacerlo a las seis pero me tardo demasiado arreglándome para ir a la escuela a la cual entro a eso de las siete y si me despierto más tarde, obviamente, llegaré tarde. Baje las grandes escaleras de pasamanos blanco con adornos dorados casi corriendo, entré a la cocina y estaba mi madre esperándome con una bata de seda blanca y un plato de cereal en la mesa, odio eso, ¡todo en mi casa es blanco!, al menos casi todo. Recuerdo que me comí el cereal casi sin masticar no quería llegar tarde, de seguro la amargada directora llamaría a mi madre y ésta me formaría un gran lío, mientras comía escuchaba a mi madre hablándome acerca de mi tardanza en la escuela y que no quería saber que llegué tarde de nuevo, no la escuchaba claramente pues trataba de hacerme la sorda, todas las mañanas dice lo mismo. Me despedí de ella rápidamente, salí de la casa y me subí al Mercedes en el cual estaba el chofer esperándome. Llegamos a la escuela y apenas puse un pie fuera del auto escuche el timbre sonar, ¡creí que no llegaría a tiempo!, entré para saludar, solo por cortesía, al molesto vigilante… Casi corrí hasta mi salón, creo que me llevé a varios alumnos por el medio.

En la primera hora sería mi examen de química, ¡es la peor materia del mundo!, nunca entiendo nada de lo que el profesor explica y siempre repruebo los exámenes. Me senté en mi respectivo asiento sintiendo como todos volvían la vista hacia mí con una sonrisa en su cara, seguramente se reían de que al menos hoy llegué casi a tiempo, el profesor repartió los exámenes y dio la orden de que comenzarán a responder, coloqué mi nombre y volteé disimuladamente a todos lados, obviamente no tenía ni idea de que responder, me incliné un poco hacia adelante para pedirle ayuda a mi mejor amiga Sango quien al menos parecía estar contestando su examen, me ayudó con algunas preguntas pero era difícil copiar de otro con este profesor que es muy observador. Al cabo de una hora de frustración sonó el timbre de cambio de hora y el profesor retiró los exámenes que quedaban, entregué el mío con algo de desaliento para acercarme a Sango mientras llegaba el otro profesor…

-¿Qué tal te fue?- Preguntó Sango con una enorme sonrisa en su rostro.

-Creo que tendré que pagarle una suma alta al profesor para que me apruebe la materia- Dije con pesimismo.

-Lamento no haber podido ayudarte mucho, sabes que es un profesor muy amargado-

-Al parecer todo el mundo a mi alrededor es amargado excepto tú- respondí tratando de sonreír.

-Yo y el chico del spa, ¿no es cierto, cómo se llamaba?… ¿Inu?- Preguntó con picardía – ¿Lo verás hoy?-

-Supongo…- Contesté sonriente. –Casi siempre lo veo, y es Inuyasha…- Dije en un tono elegante.

Sango me miró pícaramente y respondí con la misma sonrisa. La verdad es que lo único que me hace feliz últimamente es saber de la existencia de ese hombre, aunque yo diría que en vez de hombre es una especie de Dios, desde la primera vez que lo vi debo admitir que me encantó, tenía el cabello corto rubio platinado, un cuerpo totalmente musculoso, no eran exagerados pero lo suficientemente visibles como para atraer la atención de cualquier mujer sobre este planeta. Lo conocí en el spa en el que mi madre es socia, lo vi por primera vez hace como tres o cuatro meses y comenzamos a tratarnos como amigos hace un par de meses atrás, ni mi mejor amiga lo sabe pero somos algo más que amigos, digamos que tenemos una relación de "amigos con derecho" desde que nos comenzamos a tratar. Aprovechamos el poco tiempo que tenemos después de salir del gimnasio para hablar y darnos unos cuantos besos apasionados… Muy apasionados… La mañana transcurrió aburrida y rutinaria como siempre, a eso de las once de la mañana entregaron los exámenes de química… Sí, reprobé… Decidí no amargar mi vida pensando en ello y lancé el examen al pote de basura cuando nadie me veía. Salí de la escuela a la una y el chofer fue por mí como todos los días, me llevó a mi elegante academia de música y danza, almorcé en el auto con la comida que enviaba mi madre todos los días, al llegar a la academia le di las gracias a Hojo, el chofer y entré rápidamente a lo que yo llamaba "mi mejor refugio", pues es el único lugar donde puedo ser yo misma bailando y tocando mis instrumentos favoritos; el piano y el violín… pasé alrededor de tres horas ensayando una coreografía de ballet clásico que debía presentar a finales de mes tuve un descanso de una hora luego a fui a la clase de piano y a la de violín. Salí de la academia a las cinco de la tarde, aún me quedaba tiempo de ir al spa. Salí de la localidad y allí estaba el reluciente Mercedes Benz SL 63 Blanco…

-¿A casa señorita?- Preguntó mientras me veía por el retrovisor con sus lindos ojos color azul grisáceo.

-Aún tengo tiempo de ir al spa… Estaré allí unas tres horas y luego iremos a casa-

-Como guste- Respondió sin hacer mueca ni nada que se le parezca.

Lo bueno de Hojo es que nunca dice no y nunca se mete donde no lo llaman, parece que le gusta su trabajo y siempre tiene una amable sonrisa en su rostro, debo admitir que incluso, no es mal parecido, tiene una hermosa y deslumbrante sonrisa y sus ojos demuestran cierta ternura, pero, no fui criada para terminar con un chofer. Al llegar al spa sentí como mi corazón brincaba rápidamente de emoción, la última vez que lo vi fue hace dos semanas, me dijo que acompañaría a su padre a un viaje de negocios en algún lugar de Francia, y si, tal vez dos semanas no son nada, solo catorce días, pero para mí… Para mí era una eternidad…. Mientras pensaba y suplicaba internamente porque él estuviera allí, caminaba por los pasillos del lugar, atravesé una puerta blanca que tenía un letrero escrito con una fuente elegante que decía: "vestidores para damas", me acerqué a mi locker y saludé a una que otra conocida mientras me ponía ropa cómoda y deportiva, me puse un pantalón de suave algodón color rosado oscuro y un top de tiras blanco y me até a la cintura el suéter que hacia juego con el pantalón, me coloqué los tenis blancos con detalles rosados y busqué mi ipod en mi mochila y me fui rápidamente hacia el gimnasio. Mi entrenador era el mejor amigo de Inuyasha y, al igual que Sango, no sabía nada acerca de nosotros. Me especificó que ejercicios haría hoy y luego se fue a atender a otra chica, me subí a la caminadora y debía estar allí cuarenta y cinco minutos, al menos no me puso en la bicicleta hoy, admito que siempre acabo con terribles dolores de espalda que me dejan caminando peor que mi abuelo, lo malo es que nunca puedo ir a una velocidad muy alta, siempre que lo intento termino en el suelo, mientras caminaba a un paso moderado y escuchaba música con casi todo el volumen puesto, vi el brillo de un inconfundible cabello rubio platinado pasar a través de la puerta del gimnasio, mi corazón pegó un gran brinco, el tipo sexy y musculoso se acercaba a su amigo para saludarlo con un golpe en la nuca y luego mostrar su fabulosa sonrisa matadora, me estremecía de solo imaginar sus labios sobre los míos, estaba tan distraída estudiando sus movimientos y observando sus brazos y pectorales que puse la mano en el botón en el que se sube la velocidad del bendito aparato y en cuanto me di cuenta, ¡PUM!, ¡Ya estaba en el suelo!, cerré los ojos y rogué al cielo porque me tragara la tierra, escuché una voz muy varonil que me era imposible no reconocer…

-¿Te encuentras bien?- Preguntó algo alarmado.

-S… s… ¡sí!- Respondí entrecortadamente mientras me ayudaba a levantarme, es un poco difícil ordenar mis ideas y mis palabras cerca de él…

-¿Podrás mantenerte a salvo en tierra firme?- Dijo en un tono burlón que me molestó.

-¡Que insoportable eres!- Repliqué, tratando de no reírme.

-Aun así…- Se acercó a mi oreja mientras nadie nos veía para decirme de manera seductora –No puedes vivir sin mí- Tenía razón, odio que tenga la razón…

-¿A dónde irás después de aquí?- Me miró de reojo y entrecerró los ojos, entendía a qué me refería…

-Acompañaré a mi padre a una cena de negocios…-

-Que raro- Dije con molestia.

-Deja de preocuparte…- Dijo mientras me daba mi termo con agua. –Aún tenemos tiempo para eso-

-Sí, cuando tenga bisnietos y ande en una silla de ruedas contando cómo me hice vieja esperando por ti- Dije sarcásticamente.

-¡Que exagerada!- Dijo dándome la espalda y riéndose a carcajadas.

-Es verdad, nunca tienes tiempo para…- Se volteó para darme una mirada amenazante.

-Hablas como una esposa celosa-

-Lo siento…- Desvié la mirada. –Es solo que, no he tenido un buen día-

-Relájate…- Me dio la espalda de nuevo para caminar lentamente a través de la puerta del gimnasio mientras yo lo seguía…

Fui lo más rápido que pude a los vestidores para buscar mis cosas, cambiarme de nuevo y lograr verlo antes de irme. Cuando llegué a la entrada del spa estaba Julio esperándome fuera del auto y delante de éste estaba el auto de Inuyasha, un Mustang GT color plateado con varias piezas cromadas, un auto fabuloso, traté de caminar tranquilamente hasta Julio pero me desesperaba el no poder despedirme de él. Julio abrió la puerta trasera del Mercedes y lo busqué disimuladamente con la mirada, cuando pude verlo me sonrió y asintió con la cabeza, como diciendo que me fuera en paz. Me subí al auto y Hojo arrancó, vi fijamente a Inuyasha cuando pasamos a su lado hasta que nos alejamos del lugar. Al llegar a la casa, que estaba sola como siempre está a esta hora, solo pude subir las escaleras hasta mi cuarto para tirarme a descansar. En verdad había sido un día algo tormentoso, no solo por el examen reprobado y la rutina aburrida de siempre sino porque no pude pasar tiempo con él. No estar con él es un tormento…

Continuará…

N/A: Bueno, ¿Qué tal? Dejen reviews! Y no sean crueles por fis es mi segundo fic y me salió más fácil hacer este que el primero, espero lo disfruten y si hay algo mal escrito o lo q sea me avisan oks?, chau!... Pooorrrr ciertooo!!! El chofer ya no se llama Julio =3 es que había olvidado el nombre de uno de los personajes de la historia original que sería Hojo!!!!