Una joven estaba sentada en el suelo con su espalda atrancando la puerta, ella lloraba desesperadamente. "No puedo creer lo que esta pasando, no a mí. Como hacer para encarar esta situación, como decirlo. Es imposible." Se repetía en su cabeza, esto de ser una mentira, debo ver mal, no puede ser que sea verdad, necesito saber que es mentira. Luego de una hora de llanto la joven se convenció de que no era mentira, que todo lo que le estaba pasando era verdad. Sentía que el mundo se le venia encima. Como enfrentaría a Mcgonagall, a sus amigos, a la escuela, como lo enfrentaría a el... como haría para decir "vamos a ser papas". Si eso era lo que le pasaba a Hermione Jane Granger, la alumna modelo, la más inteligente y correcta, estaba embarazada. Intento tranquilizarse un poco, intento poner la cabeza fría. Quiso recordar donde todo había comenzado...

Una chica de cabellos castaños y ojos color miel bajaba corriendo la escalera del castillo, llegaba tarde a la clase de pociones. "Snape me va a matar, voy a recordar matar a Lavender por hacer que me atrase por sus boberías de la adivinación." Dijo Hermione corriendo a mil por hora. Llego justo a la clase, unos escasos segundos después de que ella entrara ingreso Snape al aula.
- Veo que la señorita Granger tiene ganas de un examen oral.- dijo Snape al ver a Hermione de pie cuando todos los demás se encontraban sentados.- Venga al frente del salón señorita Granger y denos la explicación de los efectos de la poción crece huesos y por que hay solo un fabricante y obviamente nos vas a decir quien es ese fabricante.- dijo fríamente Snape clavando sus oscuros ojos.
- La poción crece huesos como lo dice su nombre hace crecer los huesos de la persona que la ingiere, es un proceso muy doloroso y lento, gracias a que contiene entre otras cosas una dosis muy pequeña de veneno de serpiente hace al que la ingiera que le ardan o quemen los labios. Es una poción muy complicada que solo pocos magos saben hacer, al ser tan complicada solo uno la fabrica, Rubens Winikus, es el único que las vende. Cada frasco trae 1100 gotas que son exactamente las necesarias para hacer reaparecer todo un esqueleto. La poción crece huesos es la única que tiene fecha de caducidad, y el que la ingiere después de esa fecha puede sufrir una gran intoxicación.- concluyo Hermione.
- Muy bien Granger valla a su asiento.- dijo Snape de muy mala gana.
Un rato después de que Hermione se sentara y empezara a escuchar la clase que daba Snape muy monótonamente, unas letras aparecieron en su pupitre como por arte de magia, ella reconoció aquel hechizo y miro al responsable, no era ni anda mas ni nada menos que Draco Malfoy, Hermione vio como Draco con su pluma escribía sobre su pupitre y aparecía en el de la joven. "La sacaste fácil... tenes que estar muy agradecida con el profesor por no reprobarte por esa lección tan mediocre... hubiera esperado mas de ti..."- decía el mensaje del joven. Hermione sintió un profundo odio hacia ese rubio imbecil, como se atrevía a decir que su lección fue mediocre, prefirió no contestar por que no quería más líos por ese día. Cuando termino la clase Hermione comenzó a guardar sus cosas. Cuando sintió que alguien se le acercaba por atrás. Se dio vuelta instintivamente quedando a muy pocos centímetros de un chico rubio de ojos color gris. Sus miradas chocaron, se quedaron en trance algunos segundos que parecieron eternos. Ninguno podía, mejor dicho ninguno quería bajar la mirada, hasta que Hermione rompió aquel trance.
- Si Malfoy que es lo que nesecitas.- pregunto Hermione muy fríamente. Su voz era tan distinta a su mirada.
-Granger me mando Mcgonagall, nos cito en su escritorio en diez minutos.- dijo Malfoy- Intenta ser puntual, aunque sea una vez que los "mestizos"- acentuando la palabra mestizos- queden bien delante de los demás...-
- Prefiero ser una mestiza y no una asesina... como tu padre, como su amo, como vos- ante esto a Draco lo enfureció, decidió controlarse, no quería un castigo y sabia que la castaña tenia el poder de propinárselo. Pensó que ya vendría su turno de vengarse, ya llegaría la revancha.
- Bueno la verdad no me interesan tus preferencias, solo me interesa decirte lo que me mando Mcgonagall.- y así sin mas Draco se fue.
Diez minutos después Hermione y Draco estaban en el despacho de Mcgonagall. La profesora no había llegado, Malfoy estaba furioso.
- Vieja loca, no se para que me hace venir si no va a estar.-
- Bueno cálmate ya va a llegar.-
-A vos quien te pregunto sangre sucia.-
-cálmate huroncito, a mi me bajas el tono, mira que Moody me enseño a transformarte en hurón eh!- Malfoy palideció lo cual le causo mucha gracia a Hermione. – pero tranquilo hombre que no te voy a hacer nada.- se burlo ella
Maldita sangre sucia quien te crees para burlarte de mi... sos una...-
-una que señor Malfoy...- dijo al voz de la profesora Mcgonagall
-Nada profesora, la señorita Granger no es nada.- dijo Draco quedándose con el insulto para Hermione por dentro.
-Bien se preguntaran para que los cite, bueno ustedes dos son los dos mejores promedios de todo el colegio, y por eso son acreedores de una beca, el ministerio da una beca a los dos mejores estudiantes para irse por unos meses a un lugar asignado, ahí estarán rodeados por profesores capacitados y alumnos podrán tomar las clases que quieran, y luego al finalizar aquellos meses tendrá que rendir un examen. El que consiga la mejor calificación va a tener un empleo ya ganado en el campo que decida estudiar. No lo les servirá como experiencia sino también como una oportunidad para fraternizar con otras escuelas y para fraternizar entre ustedes, por que hasta donde yo se, no se llevan muy bien.- dijo Mcgonagall, quien freno para respirar.- Bueno que dicen aceptan o no la oportunidad?- pregunto Mcgonagall un poco impaciente.
Hermione estaba muy contenta y muy triste a la vez, había logrado ganar una gran oportunidad pero tenia que vivir esa gran experiencia con Malfoy, estaba dispuesta?. Tenia que tomar su decisión. Ese era el gran momento. Antes de que Hermione dijera algo Malfoy ya había aceptado. Luego cuando ella acepto también Mcgonagall les dijo que vallan a empacar que al otro día por la tarde saldrían, sus padres ya habían sido informados y habían firmado la autorización.

Salieron del despacho de la profesora Mcgonagall, ambos ya se estaban arrepintiendo de haber acepto, tener que viajar juntos era el peor castigo que podían asignarles. Y eso que nadie se imaginaba lo que iba a pasar a continuación. Los dos se querían hacer creer a ellos mismos que cuando estuvieran allá no hablarían, se ignorarían, no tendrían que verse ni nada. Luego de meditar detenidamente las cosas a Draco no le pareció mala idea pasar tiempo con la castaña, no solo por que pretendía hacerle pagar todas las burlas, sino por que no estaba nada mas la come libros, y por en cima de todo estaba muy aburrido y necesitaba alguna muñeca y como la mas fácil de alcanzar era esa. Lo que no se imagino era el precio de esa muñeca de cuerpo excepcional y cabellos castaños. La joven en cambio estaba muy histérica con la noticia de tener como compañero de viaje al rubio engreído ese, que lo único que sabia hacer era acostarse con una y con otra y con otra. Hermione odiaba todo él, aunque reconocía q el rubio estaba muy lindo, esos ojos color gris, tan inexpresivos a veces y tan significativos otras. Su cabello que parecía una mezcla de hebras de palta y de oro intercaladas, s cuerpo tan atlético gracias al Quidich y por ultimo su piel de porcelana la cual era suave como la de un bebe. Hermione salió de sus pensamientos diciéndose que estaba loca, teniendo tantos chicos hermosísimos en Hogwarts justo halagaba al que mas odiaba.
Cuando Hermione entro a la sala común de Grinfyndor vio que no había nadie y recordó que Ginny, Ron y Harry estaban en el entrenamiento de Quidich. Se sentó en la butaca que estaba mas cerca del fuego, se acomodo y saco de su mochila el libro que le había regalado su mama antes de irse. Era larguísimo, como los que le gustaban a Hermione con la diferencia de que este era de amor, y no de magia. La joven comenzó a leer, luego de leer algunas paginas empezó a bostezar, la castaña luchaba contara el sueño que la invadía. Pero llego un punto que no pudo más y quedo profundamente dormida.
Un joven de cabellos rubios entraba en la sala de su casa. Esta estaba vacía, no le extrañaba, pues siempre era así. Se sentó en uno de los sillones y se puso a pensar, comenzó a pensar en su padre, en donde podría estar escondiéndose. Como podía hacer para encontrarlo. Sus pensamientos fueron derivando en distintos temas a medida que avanzaban, y de pronto derivo en el tema que el joven rubio más odiaba, en Hermione Granger. Se puso a pensar en lo cambiada y hermosa que estaba ese año, lastima su carácter y su personalidad. Draco recordó los ojos de la castaña, los comparo con los de Pansy y con los de otras chicas que no recordaba los nombres pero ninguna tenia esos ojos tan bonitos, recordó su cuerpo, su rostro, sus rasgos. Luego de un rato el sueño lo invadió, lucho escasos minutos y quedo profundamente dormido.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Sueño de Draco - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
El joven se encontraba en una sala de estar, no reconocía ese lugar, nunca antes había estado ahí. Sos ojos grises recorrieron toda la habitación, se posaron en una escalera, la curiosidad lo invadió y decidió subir la escalera. Draco llego al primer piso y vio varias puertas cerradas, pero había una semiabierta de la cual salía luz, alguien estaba ahí. Sin titubear Draco se dirigió hacia esa habitación. Cuando estaba a menos de medio metro una voz muy fría lo llamo.
- Adelante Draco, te estaba esperando.- dijo a la fría voz. Al escucharla al joven mago se le helo la sangre, reconocía esa voz, la había escuchado antes.
- No puede ser... esa voz- dijo casi en un susurro
- Si mi querido Draco, si puede ser...- dijo la fría voz – pero pasa, no te quedes ahí.- dijo esta vez la voz mas firmemente y un poco molesta
Draco avanzo un poco pálido y temeroso, no podía ser la voz de El, estaba muerto, destruido. Cuando entro en la habitación sus temores se confirmaron era el, o mas bien la sombra de el.
- Mi querido Draco, por tu expresión veo que no podes creer verme, pero tranquilo, no estas loco, yo si estoy muerto y destruido como crees, y por desgracia eso no va a cambiar. Pero con tu ayuda voy a terminar el trabajo que empecé.- dijo el señor oscuro dejando desconcertado a Draco.
- Que le hace pensar que yo voy a ayudarlo?- pregunto Draco.
- Draco, Draco... que joven ingenuo, vos crees que si yo no estuviera seguro de que me vas a ayudar te hubiera traído hasta acá. La simple y concreta razón es que como entre en tus sueños puedo entrar en los de cualquier otro de mis partidarios, inclusive en el de tu padre, puedo hacer que regrese, que se entregue, que se esconda y hasta que se mate...- dijo Voldemort muy lentamente. La expresión de Draco volvió a cambiar, en su rostro había una mezcla de horror, terror, odio, y más sentimientos que no soy capaz de identificar.
- Que es lo que nesecita que yo haga- pregunto a Voldemort
- Ya te enteraras todo a su debido tiempo muchacho.- Dijo el hombre- Solo quería que sepas que me ibas a ayudar...- al ver que Draco no decía anda continuo.- Ahora podes irte.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Fin del Sueño de Draco - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Cuando abrió los ojos se vio rodeado por una multitud de chicos y chicas todos vestidos de verde, a su lado estaba Pansy muy pálida mirándolo. Draco no entendió que había pasado hasta que Pansy le contó que lo había encontrado en el sillón muy pálido, como muerto, sudando frió. Repetía el nombre de su padre, ella pensó que estaba delirando. De repente de la multitud apareció la enfermera del colegio. Esta lo inspecciono y dijo que no era nada, que solo había sido un mal sueño, pregunto a Draco que había soñado pero el le dijo que no sabia, que no recordaba. Pero la realidad era que si recordaba muy bien lo que había soñado, y no se imaginaba de qué forma le podía ser útil a Voldemort.
Al otro día Hermione y Draco estaban subidos a uno de los carruajes de Hogwarts, serian transportados por dos grandes caballos alados. El viaje fue insoportable, los dos magos se la pasaron peleando las cuatro horas. Ni los caballos los soportaban. Cuando llegaron ambos quedaron maravillados con su escuela temporaria. Lo que les llamo la atención es que había varias casas bastantes pequeñas, alrededor de una formidable mansión. Cuando llegaron una mujer que parecía bastante mayor y severa junto a todos los jóvenes, les explico que cada una de esas casas seria la habitación de ellos, su compañero de habitación seria el mismo compañero de escuela. Hermione y Draco se miraron, no podía ser, por favor todo menos eso. En silencio los dos maldecían a la mujer esa. Les explico que la gran casa que estaba en el centro seria el lugar donde asistieran a clases y donde cenarían, almorzarían y desayunarían. Con respecto a las habitaciones había una especie de heladera, donde siempre había comida por si a la noche o a la tarde tenían hambre. Las clases comenzaban a las 8:00 a.m. y terminaban 4:30 p.m. El resto del tiempo podían pasear por los jardines, ir a la biblioteca, estudiar, o simplemente hacer lo que quisieran. Una vez por semana se tomaría un examen para ver el nivel, si subía o bajaba. El que desaprobara tres exámenes se tendría que volver a su escuela.
Cuando la profesora Lins, nombre de la mujer que les dio las indicaciones, termino de hablar les fue dado el numero de habitación a cada uno. A Draco y Hermione les toco la habitación numero 15. Al entrar quedaron mudos. Ingresaron a una especie de sala común donde había unos hermosos sillones blancos, tres exactamente, dos individuales y uno de dos plazas. Había también una mesa de madera con algunas sillas, una biblioteca con bastantes libros. En un costado había una puerta, al abrirla se ingresaba al baño, en el había un hidromasaje enorme, entraban fácil cuatro personas. Frente a la puerta en la otra punta había una escalera, derivaba a una especie de hall, en el había cuatro puertas, dos eran de las habitaciones en otra había una especie de estudio. Y en la cuarta puerta había una habitación que tenia una enorme tina, había también un pequeño closet donde había toallas y bañadores.

Cuando salio de la sala donde estaba la piscina quiso conocer su dormitorio. Hermione abrió la puerta que creyó que pertenecía a su dormitorio sin pensar que podía llegar a ser de Draco. [N/A: La traiciono el subconsciente!!!! Para mi quería verlo Dentro de la habitación encontró a un rubio de ojos grises semidesnudo, solo cubierto por una toalla. Los dos quedaron paralizados [N/A: Se justo paralizada, para mi se hizo la tonta para mirar Hermione en un destello de cordura se dio vuelta y salio de la habitación dejando a un desconcertado Draco. Luego de cerrar la puerta de un portazo salio corriendo y abrió una puerta, este si era su cuarto. Se sorprendió al ver que no había ni muebles ni nada. Recorrió toda la habitación y vio un papel pegado en una pared. Se dirigió a el y lo leyó.
Esta habitación es especial, lo único que hay que hacer para que aparezcan los muebles y todo es cerrar los ojos y pensar en la habitación ideal. Luego abrilos y ya vas a ver
Hermione solo cerro sus ojos e imagino una habitación con paredes rosas y una guarda de papel de mariposas, una cama rosa con hadas pintadas en la madera, un escritorio, biblioteca. En fin una pieza fabulosa, después entro por una puertita q había en su pieza e imagino que seria un baño así que repitió el procedimiento anterior. Hermione estaba contentísima con su habitación. Se fijo su reloj y se dio cuenta que faltaban unas cuantas horas antes de la cena. Se recostó en su cama, y empezó a recordar lo que había pasado unos cinco minutos antes. "No esa nada mal, terrible cuerpo tiene el huroncito... Hermione que estas diciendo... la verdad esta fuertísimo... Por dios compórtate con dignidad no podes estar hablando del mismo Malfoy que siempre te discrimino por tu origen" dos vocecitas se debatían en su mente. Ya harta de eso Hermione cerro los ojos y puso su mente en blanco pero la imagen de alguien apareció, la de un chico rubio semidesnudo, Hermione sacudio bruscamente su cabeza como para sacar de ella su imagen y decidió que lo mejor seria dormir. Y así lo hizo, cerro fuertemente los ojos y se dispuso a soñar con los angelitos, lo que no sabia es que iba a soñar con un angelito rubio de ojos color gris.
Cuando Hermione salio de la habitación Draco quedo muy desconcertado. Luego de escuchar el portazo de su puerta y se dio cuenta lo que había pasado. Una sonrisa muy picara se formo en su boca, "Como miro Granger, me parece que la traga libros se esta avivando de apoco... y el culpable soy yo... que lastima" pensó Draco, de repente se puso a analizar la situación, "Estoy solo, en una especie de apartamento con una chica, que digo una chica una terriblemente hermosa mujer, lejos de la insoportable de Parkinson, libre para hacer lo que quiera... que es lo que me impide seducirla?. A si, que la mujer es Hermione Granger, que es una sangre sucia y para terminar la muy desdichada es de piedra." Se dijo Draco, aunque a el le gustaban mucho los desafíos, y Hermione Granger se estaba presentando como uno muy complicado " Si logro acostarme con ella voy a poder matar tres pájaros de un tiro, voy a divertirme mucho, voy a lograr demostrar lo irresistible que soy para las mujeres aunque esta sea Hermione Granger, y voy poder hacer que la sangre sucia se muera del remordimiento por haberse acostado con el peor enemigo de ella y de sus entupidos amigos..." pensó Draco decidiendo que iba a lograr vencer ese desafió que se le presentaba.

Draco miro la hora, le quedaban unas horas antes de la cena, decidió salir de su cuarto para recorrer su "habitación", salio al pasillo, vio las tres puertas restantes supuso que una seria de la habitación de Hermione pero se pregunto que serian las otras dos. Al ingresar a una vio la hermosa piscina y decidió que le vendría bien una remojadita, se puso un traje de baño e ingreso al agua. Estaba perfecta ni muy fría ni muy caliente. Recostó su cabeza contra el borde y así relajado se paso las horas, hasta que vio que solo faltaba una hora para la cena. Decidió salir y cambiarse. Al terminar, salio de su cuarto y bajo las escaleras, al no ver a Hermione se sorprendió, por un lado mejor así no la tendría que soportar con sus histerias y sus libros, pero por el otro era una lastima, no podría empezar con su plan. Draco se sentó en uno de los sillones, cuando más cómodo estaba escucho unos gritos que hicieron que se levantase de golpe, esa era la voz de Hermione, subió corriendo las escaleras, pues no era normal escuchar a alguien gritando tan desesperadamente. Entro muy despacio a la habitación, lo que vio lo sorprendió mucho, estaba Hermione acostada durmiendo, pero evidentemente estaba soñando algo terrible ya que tenia una expresión de miedo en el rostro, como si estuviera al mismísimo diablo...o tal vez, no podía ser, si era, se dio cuenta de eso cuando escucho balbucear a la chica "... pero estas destruido, Harry te destruyo...", Hermione estaba pálida, Draco estaba a punto de despertarla pero decidió esperar un poco mas, a ver que pasaba, y efectivamente Hermione se calmo, los colores le volvieron al rostro y la expresión de miedo desapareció, de repente abrió los ojos, y puso el grito en el cielo al ver que Malfoy la estaba observando. La castaña se levanto de una salto, sin darse cuenta de que tenía los primeros dos botones de la camisa desabrochados formando un insinuante escote, y la falda más arriba de lo normal.
- Que demonios haces ahí parado... mejor dicho que haces entrando a mi cuarto sin mi permiso, sin golpear y cuando yo estoy durmiendo?- pregunto Hermione Colérica. Pero Draco no contesto, estaba muy ocupado mirando a Hermione. – Podes contestar maldita sea pedazo de idiota.- le grito Hermione cada vez mas histérica.
- Yo no estaría acá si no hubieras estado como una loca gritando dormida, y si vos soñas con Voldemort y te da miedo y gritas no es mi asunto... además vos no tenes derecho a reclamar por que si hoy mal no recuerdo al que entro en mi cuarto sin golpear fuiste vos, obvio no te culpo, yo se que soy irresistible pero tendrías que controlarte.- al escuchar esto fue tal la ira de Hermione que no encontró palabras para expresarla, al ver que había dejado a la castaña sin palabras Draco se fue muy contento. Antes de salir se volteo y le dijo.- Yo que vos me apuro, por que tenes 20 minutos para cambiarte para la cena.- Hermione miro su reloj y vio que Malfoy tenia razón. Decidió que iba a ordenar sus cosas. Abrió su baúl y con un movimiento de varia puso toda la ropa en su placard. Con otro movimiento la ropa que se pondría apareció sobre su cama, cogio la ropa se dio una larga duche y se cambio. Hermione estaba espectacular. Traía una pollera negra larguita con unos detalles en dorado. Una musculosa negra también con unos dibujitos, el pelo lo tenía como siempre solo que esta vez con dos hebillas. Cuando bajo las escaleras se encontró con Malfoy que cuando la vio quedo idiota mirando a su compañera de cuarto. Hermione sin darle importancia, o por lo menos haciendo que eso crea Draco, salio de la habitación hacia la mansión. Se sentó junto a un joven de cabellos oscuros, cuando lo miro a los ojos quedo maravillada, ese color era espectacular. Hermione causo en el chico el mismo impacto que había causado en Malfoy. Cuando lo miro por segunda vez se dio cuenta al instante, conocía a ese chico, era nada mas y nada menos que Logan, su amigo de la infancia.
- Logan?- pregunto la Castaña incrédula. El joven la miro y la reconoció.
- Hermione???, no puedo creer que haces acá?- pregunto muy contento Logan.
- Estudio, pero... no sabia que eras mago...-
- Y yo tampoco sabía que vos eras hechicera...-
- Bueno entonces estamos a mano, donde estudias, por que en Hogwarts no.- pregunto Hermione con un tono de duda en su voz, le parecía raro que viviendo en gran Bretaña no estudiara en Londres.
- En una escuela en Rumania, mi padre es amigo del director y bueno... decidieron mandarme ahí.- explico el joven.
- Veo que tenes éxito, sino de que otra manera estarías acá.-
- Por que mi papa es amigo del director??- dijo Logan un poco decepcionado.- y además por que tengo un buen promedio.- aseguro un poco mas animado.
- Bueno me alegro. Y como va tu vida, hace casi tres años que no te veo... desde- empezó a hacer memoria Hermione pero Logan fue mas rápido.
- Desde el cumpleaños de Marilyn.-
- Si es verdad.- dijo asombrada la castaña
Antes de que pudieran seguir hablando la profesora Lins pidió silencio. Todos quedaron mudos y la mujer prosiguió con un discurso largísimo. Cuando termino todos siguieron, Logan y Hermione siguieron hablando muy animadamente, cuando la cena llego a su fin Logan le propuso a hermione encontrarse al otro día por la tarde para seguir hablando. Mientras los chicos hablaban, un par de ojos grises los miraba con mucho recelo, esos ojos pertenecian a Draco. El rubio estaba furioso pero no entendía por que, el teóricamente odiaba a la castaña, y solo quería un par de noches de diversión con ella. ¿Por que le dolía tanto esto?, "solo estoy furioso por que este idiota me quiere arruinar mis noches de diversión con la sangre sucia, es eso eso. Pero no se lo voy a permitir, nadie va a inerterferir con esto." Se dijo mitad convenciéndose mitad prometiendo. Draco se fue sin terminar la cena, decidido a idear un plan. Llego a su habitación pegando un portazo y se acostó en su cama. "Como puedo hacer, nesecito saber que hacer con el maldito intruso." Se decía Draco sin saber que hacer para que la castaña caiga en su red.

Draco se quedo dormido pensando, esa noche soñó con los ojos cafés de Hermione, con su sonrisa, soñó que la besaba. Draco estaba muy confundido, el la tenia que odiar, simplemente por sus orígenes mugles. Hermione llego una hora después, Logan la había acompañado hasta la puerta, el morocho había intentado besarla, pero ella había sido mas rápida y le había corrido la cara. Ninguno de los dos se atrevió a decir nada, cuando Hermione entro se sentó en uno de los sillones. Y quedo profundamente dormida.
A la mañana siguiente Draco se levanto tipo diez de la mañana y bajo a desayunar, al bajar quedo sorprendido al ver a Hermione durmiendo en el sofá, estaba divina y muy sexy, la remera se le había subido de forma tal que se le veía toda la parte superior del abdomen, y con respecto a la pollera se le había enredado entre las piernas y se había subido por encima de las rodillas, Draco quedo tonto por unos largos instantes mirando a la castaña. Cuando salio de su "trance", que últimamente eran muy frecuentes, decidió que no podía dejar así a la castaña, debería de estar bastante incomoda así que la cogio en brazo y la llevo hasta su alcoba, tuvo la suavidad de un fantasma ya que Hermione ni se entero que la estaban trasladando del sillón a su cama. Draco quedo mirándola y cuando vio que la joven se movía inquieta como si fuera a despertarse se fue rápidamente cerrando la puerta. Draco corrió escaleras abajo y se sentó en el sillón antes ocupado por Hermione, la tela del sillón estaba impregnada con su perfume, Draco se sintió morir por unos instantes pero después se dio cuenta que estaba mostrando señales de debilidad y un Malfoy no tiene debilidades, así que se levanto y se fue cerrando la puerta y dirigiéndose hacia la gran casona a desayunar.
Al llegar se sentó en un extremo de la mesa, y se sintió muy bien cuando se percato de que un grupo de chicas lo estaban mirando muy atentas y comentando. Draco decidió poner en practica sus "encantos", los cuales había aprendido de su padre quien de vez en cuando lo llevaba a alguna cantina y le mostraba como hacer para conquistar a alguna posadera. así es señores, Lucius Malfoy, uno de los hombres mas poderoso, muchas noches nesecito refugiarse entre las piernas de alguna amante para olvidar fracasos, penas, viejos rencores, para olvidar los fríos ojos azules de su esposa y el martirio que vivía día a día junto a ella. Eso contribuyo al odio que Draco tenia a su padre, aunque le debía la herencia y enseñanza de sus "encantos". Draco se acerco hacia las señoritas que lo observaban emocionadas. Y eligió a la que el considero la mas hermosa, saco su varita y haciendo un golpe apareció una rosa que se la obsequio a la joven. Ella se sonrojo y agradeció el gesto del chico. Draco le ofreció su brazo y le propuso salir a dar un paseo por los alrededores, la chica acepto gustosa dejando a sus amigas sorprendidas. La joven era un año menor que Draco, era rubia y de ojos celeste [N/A: La típica!!!! a Draco le parecía muy hermosa. La joven quien por nombre llevaba Taylin pero sus amigas la llamaban Tay. La rubia era todo lo contrario que Hermione. Draco cito a la chica ese mismo día en la puerta de la que era su "apartamento", contó con que Hermione no iba a estar así que estarían solos. Tay acepto.
Hermione se despertó y le pareció raro despertarse en su cama, "creí haberme dormido en el sofá" se dijo, pero deducio que se había trasladado y no se acordaba. Nunca se imagino que el rubio podría haberla pasado. Se levanto y se fue a duchar, salio y se sentó frente a su espejo, saco de su armario sus maquillajes y comenzó, la idea era que ni se notara que tenia maquillaje, solo eran para tapar algunos defectitos de la piel. Hermione estaba hermosa, gracias a un hechizo que le había enseñado Ginny podía cambiar su pelo de color y hasta hacerlo mas corto y mas largo, enrulado o lacio. Ese día lo había acortado y lo había echo bastante lacio. Traía una pollera color blanco y una remera marrón. Cuando bajo vio a Draco que estaba muy arreglado, le dio intriga saber el por que pero decidió no preguntar, solo ignorarlo. "Esta hermoso, esos jeans le quedan pintados…" pensó Hermione. Draco cuando la vio también quedo fascinado "Esta mas linda cada día" se dijo para sus adentros, pero luego obligo a la imagen de Tay a aparecer para intentar opacar a Hermione.
- así que te vas a ver a tu amigo… que rápida sos Granger, no paso ni una semana y ya embrujaste a un pobre infeliz…- dijo Draco muy irónicamente
- Primero no soy rápida, a Logan lo conozco hace años, segundo no te preocupes de que sea infeliz yo me voy a encargar de hacerlo muy feliz…- dijo Hermione sin darle lugar a Draco de decir nada ya que antes de que el abriera la boca ya se había ido.
Logan la estaba esperando cerca de una fuente muy hermosa, traía una canasta donde había juntado algunas cosas de la cocina para tener una hermosa merienda. Hermione estaba fascinada con la dulzura de su amigote la infancia. La joven nunca había mirado a Logan como hombre, pues nunca había tenido esa oportunidad con el pero ahora que tenia la oportunidad algo adentro de ella se lo impedía, mas bien alguien, había alguien en el medio, pero ¿quien era?... Hermione quedo "colgada" por así decirlo pensando la respuesta a la pregunta que se había formulado, con horror pensó en el nombre de Malfoy pero después decidió que el no era, pensó en Harry se dijo que no, el era el novio de su mejor amiga… Ron, seria Ron esa persona que estaba en el medio, después de pensarlo durante medio segundo se dio cuenta que no. Decidió que nadie le iba a impedir ver a su amigo como hombre, total que tenia que perder. Mientras Hermione pensaba y se debatía Logan se había acercado mas y mas a ella. Cuando Hermione atino a mirarlo fue tarde, ya Logan la había besado, Hermione sin otra salida correspondió el beso. Cuando este termino Hermione se fue corriendo dejando muy desorientado a el pobre de Logan. Cuando entro a su apartamento vio una escena que la dejo helada allí estaba Malfoy y una chica de cabellos rubios recostados en el sofá besándose de lo más apasionadamente. Hermione pego un portazo que los hizo detenerse.
- Que haces Granger, ¿no te enseñaron a golpear la puerta?- pregunto maliciosamente el rubio.
- Perdón… si mal no recuerdo yo duermo acá al igual que vos, y ni pienso soportar que mi habitación se transforme en un hotel de alojamiento, así que echas ya a tu amiga cuando bajo no la quiero ver… entendiste Malfoy o tengo que ser mas clara?- era tanta la cólera en la voz de la muchacha que nadie se atrevió a desafiarla. Tay agarro su bolso y se fue dejando a Draco y susurrándole "cuando te saques a esta loca de encima búscame".
Malfoy estaba igual de colérico que Hermione, subió las escaleras echo una furia e ingreso al cuarto de la castaña furioso.
- Quien te crees que sos maldita sangre sucia para ingresar así e interrumpirme cuando estoy con una chica.- le grito el rubio furioso
- Soy la persona que vive acá con vos, te guste o no, y no voy a permitir en el sillón donde yo me siento te acuestes con una chcia que conociste hace tres horas, no por vos sino por que no quiero que esto se transforme en un hotel, si vos te queres acostar con alguien vas a la habitación de ese alguien pero acá NO.- dijo Hermione mas colerica que Draco
- A ya veo los celos te pueden… tanto me deas, tanto te gusto querida.- dijo Malfoy golpenado a Hermione donde mas le dolia.
- Mira Malfoy a mi lo único que me producis es asco, no me gustas, no me atraes, no nada… solo asco y si estoy compartiendo esto con vos es por que no tuve otra opcion no por que me gusta… entendes o tengo que ser mas clara para que tu cerebrito de huron entienda?- Dijo Hermione cada vez gritando mas fuerte. A lo que Draco contesto acercandose cada vez mas, Hermione empezó a retroceder hasta que choco con la cama y callo de espaldas en ella, Draco se acerco hasta quedar a menos de 3cm de la boca de la castaña.
- No quiero tratarte de mentirosa pero no creo producirte asco, deseo quizas, atracción tal vez, pero asco…no.- dijo Draco rozando los labios de Hermione.
- Tenes razón Draco… no me producis asco…- dijo Hermione a quien se le había cruzado una fugaz idea por su mente.- me producis un ardiente y febril deseo, un deseo que me carcome…- le dijo Hermione pausada y sensualmente. "Ya cayo" pensó Draco y la intento besar, luego de unos segundos se aparto agarrandose fuertemente el labio, la castaña lo había mordido de tal forma que casi le arrancaba un trozo de labio.- Que sea la ultima vez que me intentas besar por que la próxima vez no te suelto.- dijo Furiosa Hermione levantándose y echando al joven sin que el antes de dijera. "Quédate tranquila que no va a ser la ultima vez, te doy mi palabra". Hermione cerro furica la puerta.

Draco sonrió maliciosamente había echo un progreso, ya estaba seguro de que si a Hermione la seducía conseguiría enredarla en sus sabanas. Lo siguiente que Draco hizo fue ponerse un bañador de ir a la sala de la piscina. Hermione se quedo en su habitación pensando en lo que había pasado, recordando los labios de Draco, que bonitos eran, que suaves y tersos… pero no!!! Se tenia que resistir no podía dejar que esa maldita serpiente la enredara. El resto del día Hermione se la paso en su cuarto, recien el domingo a las doce bajo, no tenia hambre así que decidió no ir a almorzar y quedarse leyendo algun libro interesante. Cuando termino de almorzar ingreso Draco, Hermione se levanto al verlo pero este la freno.
- Quedate ni te gastes, el que se va arriba soy yo, no te preocupes.- dijo Draco subiendo las escaleras, Hermione ni le contesto, se volvió a sentar y seguir con su lectura.
Draco subió las escaleras pero no sin antes echarle una mirada a la castaña "me parece a mi o cada día esta mas hermosa la muy perra" prenso mientras una sonrisa maliciosa se pinto en su rostro pensando en el momento en que la tenga entre sus brazos totalmente entregada. Hermione estaba muy confundida, como podía parecerle tan pero tan hermoso ese chico que durante seis años le había fastidiado la existencia. Decidió no pensar en eso, solo dedicarse a leer. Cuando había terminado ya el libro, que ya eran como las tres de la tarde, decidió meterse en la piscina para relajarse, realmente lo necesitaba. Fue rápidamente y se puso un bañador, se metió en el agua y apoyo la cabeza en el borde de la pileta, cerro los ojos y se relajo por fin, cuando mas despejada estaba sintió dos manos muy tersas en sus hombros, estas la masajeaban, acariciaban su cuello. Hermione se dio vuelta y vio a Malfoy, se zafo de sus blancas manos rápidamente.