Ir a C desde A pasando por B. Caminando
Hermione era consciente de que nadie, ni siquiera ella misma, es perfecto pero existe cierto tipo de personas que parece ser como si se recreasen demostrándolo a las claras sin darse cuenta de lo mal que quedan por ello. Desgraciadamente Ron, Ron Weasley, Ronald Weasley, Ronald Bilius Weasley, su novio, era una de esas personas. Pero le quería, de otra manera no estaría con él, sobre todo en momentos tan tortuosos, y cargantes, como este mismo que nos ocupa.
—¿Cómo es eso de que no tienes nada que decir, Hermione?— y más que una pregunta parecía una acusación por su parte.
La muchacha respiró hondo tratando de mantenerse bajo control y no explotar allí mismo en medio de la calle. Lo último que buscaba era una escena en público para darle más munición a la harpía, no de hecho si no de nombre, de Skeeter.
—Es simple ficción, Ron. No deberías darle más importancia que a la mitad de las noticias de El Profeta o a la revista, por completo o casi, de El Quisquilloso. A nadie más le importa.
Pero Ron no estaba dispuesto a dejarlo pasar y tenía una buena razón para ello. Una razón con su propio nombre.
—¡Dramione! ¡Le dicen Dramione, Hermione! ¿Cómo no voy a darle importancia?— para molestia de Hermione, Ron empezó a subir el volumen de la voz.
—Solamente es gente que les da por escribir por cuenta propia— era algo tan absurdo que Hermione se sentía una tonta por tener la necesidad de defenderse de todo esto—. Ya os dije desde un principio que no aceptarais pero a todos os pareció una gran idea que esa mujer escribiera sobre la vida de Harry y, por tanto, de las nuestras.
—Pero ella escribió lo que se le dijo, Hermione— le recordó Ron con tono afilado—. ¿De dónde iban a sacar entonces para escribir Dramiones?
—La gente escribe lo que le apetece, ¿de qué otra manera si no hay historias incestuosas o totalmente absurdas con parejas imposibles? ¿Y por qué te molesta tanto si sabes que no hay nada de cierto en esas historias?
Prácticamente había tantos Dramiones como historias de Harry con Hermione pero de eso no se quejaba Ron aunque esperaba que fuera porque ya hubiera superado toda su fase de celos sobre ellos dos.
—¡Porque hay más del doble de Dramiones que sobre nosotros dos!— se quejó Ron gritándole—. ¡Y eso que nosotros sí somos una pareja real!
Cierto pero tampoco es que sobre Harry y Ginny, pareja real, hubiera tantas historias. Menos que Dramiones estaba claro.
—No sé qué quieres que te diga, Ron.
Durantes unos segundos se hizo un completo silencio entre ellos dos. Debería haber seguido así un rato más extenso porque lo que vino a continuación…
—¿Me has engañado con Malfoy?
El rostro de completa incredulidad que se le puso a Hermione dejaba bien clara su sorpresa y opinión acerca de tamaña pregunta por su parte.
—¡No, por supuesto que no, Ron!— ¿cómo le podía haber preguntado algo semejante?—. Nunca te he engañado. ¿Por qué? ¿Cómo puedes preguntarme algo así?
—Porque es imposible que la gente escriba tanto sobre vosotros dos sin haber algo de cierto, ¿o no está escrito cómo te preocupas por su estado cada vez que resulta herido?— le preguntó sin dejarla defenderse interrumpiéndola—. Buckbeak, al ser transformado en hurón, cuando Harry casi lo mata… tú siempre te muestras preocupada por él. Claro que siempre lo tratabas de disimular riéndote con nosotros al burlarnos luego de él. ¡Pero siempre te mostrabas preocupada!
Es que no podía creérselo.
—¿Ahora resulta que es un delito el preocuparse por otras personas?
—Cuando la persona es ese hurón de Malfoy pues sí lo es. 49153 Dramiones por solamente 23120 de nosotros dos yo diría que es demasiada diferencia para no haber algo de cierto en todo esto.
Hermione tenía paciencia pero no una infinita.
—¡No hay nada entre Malfoy y yo, Ron! Y no debería haber necesidad de recordarte que no soy yo quien anda mirando para otras sin ningún tipo de vergüenza.
—Pero yo no hago nada malo con mirar. ¿Qué hay de malo en recrearse en ver chicas guapas?— ¿le estaba insinuando algo?—. No hago nada más que eso y ya te dije que no me importa si hicieses lo mismo porque solamente es mirar.
La carcajada que soltó Hermione sonó seca y sin gracia alguna.
—Por eso mismo me estás retando ahora por unas historias escritas por desconocidos ante lo cual yo no tengo nada que ver. ¿Y qué puedo ver para quién, Ron? Porque no lo dejas bien claro ya que si puedo hacer lo mismo que tú entonces me estás diciendo que puedo mirar a las chicas pero no a los chicos.
Por la cara que se le puso a Ron estaba claro que apoyaba lo de Hermione mirando a las chicas.
—Te pones celoso sin ningún tipo de fundamente así que permite que dude mucho de tu buena voluntad en permitirme ver a otros.
Ron recuperó la compostura al momento.
—Pero lo digo de verdad. No me importaría si mirases para este tipo si quisieras— dijo indicando al hombre que los adelantó en su caminar— porque solamente se trata de mirar para alguien y resulta del todo inocente y…
Hermione no pudo evitar fijarse para la persona que les había pasado y no era solamente por lo bien, y ajustados, que le quedaban los jeans oscuros aquellos que llevaba si no porque a punto estuvo de cegarla con su… ¿cabello?
—¿Malfoy?
A Ron casi le dio un ataque allí mismo incluso antes de volverse para ver hacia donde estaba mirando Hermione y rezando, esperando, que no fuera donde se estaba imaginando que era.
Cuando aquel hombre se detuvo y se volvió los dos antiguos alumnos de Gryffindor se encontraron con una persona inimitable, incluso usando poción multijugos.
—Granger.
Lo era.
No podía ser verdad. ¿Es qué acababa Ron de decir que no le importaría si Hermione se dedicase a mirar para Malfoy de la misma, y libidinosa, manera en que él lo hacía con las chicas? No, no podía ser verdad. ¿Quién podía odiarle de tal manera?
—¿Qué diablos estás haciendo tú aquí?— le escupió Ron interponiéndose entre Hermione y Malfoy.
Aquella ceja se enarcó de la misma manera en que lo hacía desde el día en que lo conocieron y era capaz de seguir enervando a Ron de idéntica manera si no mucho peor.
—Lo explicaré para que incluso tú puedas entenderlo, Weasley.
—¿Que qué haces aquí?— repitió Ron apretando los dientes con fuerza como si se estuviera conteniendo para no golpearle pero en su lugar parecía más como si tuviera necesidad de usar el baño urgentemente.
—Ir a C desde A pasando por B. Caminando.
Hermione no pudo hacer nada para evitar encontrarlo gracioso sobre todo por el contraste entre un increíblemente calmando Malfoy y un irritado, molesto, enfadado y demás Ron.
—Pues continua— ¿le ordenó? Ron con el rostro todo enrojecido.
—No hace falta que me lo digas, Weasley. Tengo asuntos importantes que tratar pero, antes de partir— y aquí centró toda su atención en Hermione de tal manera que ella la sintió como si le hubiera golpeado físicamente teniendo que retroceder un paso—, querría decirte Granger que aquí estoy para cuando gustes.
—¿Qué?— fue todo lo que pudo desarrollar vocalmente tratando de comprender lo que pretendía Malfoy.
—Cuando quieras mirarme, y recrearte, conmigo solamente tienes que avisarme— y que le dijera algo semejante mientras le ofrecía su media sonrisa patentada le estaba provocando una reacción del todo inesperada a Hermione. Le flaqueaban las piernas.
Ron estaba a punto de entrar en erupción por la manera en que todo su cuerpo temblaba, de irritación, y su rostro había enrojecido como si toda su sangre estuviera allí acumulada.
—¿Cómo te atreves a…?
—Has sido tú quien le dio permiso, ¿tan poco te funciona la cabeza para haberlo olvidado ya?— le dijo mientras negaba con la cabeza antes de ponerse en marcha de nuevo pero solamente llegó a dar unos pocos pasos para que se medio volviera hacia Hermione—. Un spoiler de lo que te espera, Granger.
A Hermione se le abrieron los ojos como platos al ver como Malfoy levantó lo suficiente su camiseta para dejar a la vista unos cuantos de sus perfectos, y deliciosos, abdominales que parecían haber sido esculpidos con el mármol blanco más puro. Lo que resultaba una incongruencia puesto que si algo podía decirse de Malfoy era que de puro tenía muy poco.
Fue una suerte que Ron se dedicase a decirle de todo a Malfoy mientras este se alejaba porque así le resultó imposible ver como Hermione cerró la boca, a la cual se le había desencajado la mandíbula, y se limpió un poco de baba que se le había formado ante la sola idea de ver más de aquel cuerpo. Entonces recordó que, por mucho que dijera o dejase de decir Ron, seguía teniendo novio y uno que se estaba desgañitando en menospreciar a Malfoy en lugar de actuar como una persona adulta.
—Vámonos de aquí— finalmente Malfoy se había perdido de vista y Ron se volvió hacia una silenciosa Hermione—. Un poco más y esa serpiente logra quitarme el apetito.
—¿Por qué?— no pudo evitar preguntarle—. Has sido tú quien dijo que podía mirar para Malfoy y luego vas y te enfadas para ponerte a actuar como si tuvieras once años otra vez— aunque estaba empezando a dudar de que alguna vez hubiera tenido algún año más.
—Lo dije porque no me fijé que se trataba del hurón…— entonces se quedó en silencio y Hermione vio venir lo que se avecinaba incluso antes de que el pusiera voz—, ¿y a ti por qué te importa? Se trata de Malfoy, ¿o es precisamente porque se trata de Malfoy?
Hermione soltó un suspiro de cansancio.
—No empecemos otra vez con eso, Ron.
—¿Cómo no quieres que empiece? ¿Mira cómo te pones por culpa de Malfoy? Yo diría que de lo más Dramione ahí flirteando con total descaro delante mía, ¡tu novio!, mientras me ignorabas totalmente.
—Yo no estaba flirteando y… no hice nada que no me hubieras dicho que podía hacer.
—¡PERO NO CON MALFOY!
Le había gritado. Le había prometido que se iba a controlar y que no gritaría por cualquier cosa… ¡mucho menos le iba a gritar a ella! Pero incluso en el mismo día, ni veinticuatro horas han podido pasar, y ya había roto su promesa. Una más de tantas.
—Me acabas de gritar, Ron.
Sabía de lo que le estaba hablando pero, como le solía pasar en momentos como este, Ron estaba fuera de todo control y su furia e irritación lo dominaban por completo.
—¡PORQUE ES LO QUE TE MERECES! Rebajándote con Malfoy como todas esas guarras con las que siempre anda el hurón. ¿Es eso lo que eres, Hermione? ¿Una más de las putas de Malfoy? Ni siquiera sirves como puta porque para ello deberías ser capaz de follar y no solamente tener una mierda de conocimientos sin ningún tipo de base práctica ¡CON TU PROPIO NOVIO! Me das asco Malfoy, tú, el puto Dramione… ¡el hurón y la zorra! Así es como deberían llamaros ¡ZORRRÓN!
Con eso último se desapareció dejando atrás a una aturdida y sorprendida Hermione que no llegó a moverse hasta pasado un cuarto de hora. Entonces también se desapareció en completo silencio.
― ― ― ― ― ― ― ― ― ―
Continuará
― ― ― ― ― ― ― ― ― ―
Disclaimer: Universo de Harry Potter totalmente le pertenece a J.K. Rowling. Desvaríos considerados argumentos originales pertenecen al que suscribe, y escribe, estas palabras porque, como se suele decir, uno debe tomar responsabilidad con lo que hace, o escribe en este caso. Mea culpa
Soy consciente de que el número de fics no se corresponde con la fecha en la que se desarrolla la historia pero no tenía un giratiempo a mano para poder retroceder tanto y averiguar los números correctos. Acéptenlo de reojo y ya está xD
Nos leemos.^^
