Él se culpaba

Ella no tenia la culpa, Él lo sabía ...

En su cabeza, todos la culpaban, sin saber lo que paso ...

Ella no tuvo la culpa ... o eso quería creer


Todos estaban totalmente angustiados, no era común que ella estuviera tanto tiempo fuera de casa y no avisara sobre su paradero. Llamaron a sus amigas y nada. Llamaron al colegio de ella y nada. Llamaron a algunos conocidos de ella y nada. Nadie sabia donde podría estar. Algunos compañeros de ella se ofrecieron a buscarla, Kuno me envió a todos sus contactos en su búsqueda, hasta las tres "autoproclamadas" prometidas del joven Saotome se encontraban buscándola.

_Esto no tiene sentido ...- Murmuraba para si, ya iba camino a casa. Su cara lo decía todo. No había encontrado a Akane.

Ciertamente, había buscado en todos los lugares en los que se pudo ver que ella podía llegar a estar, incluso revisó tres veces el techo de la casa. Ella solo iba a por una compra que su hermana le había encargado, y para ello no tardaba más de 20 minutos, como máximo. Por eso, cuando ya había pasado más de una hora todos se preocuparon. Ya serian 7 horas desde que ella no aparecía y la policía no iba a tomar su denuncia hasta que por lo menos no fueran 24 horas de desaparición. Apenas escuchó eso, los maldijo por lo bajo, no podía creer que les haya importado tan poco el hecho de que su prometida haya desaparecido sin mas. Y así eran los que se encargaban de su seguridad, ¡Si claro !.

Temía a cada segundo que pasaba, por su seguridad. ¿Dónde podría estar esa niña boba ?.

_Ella no desaparecería de esa manera ... sin razón ... - Ranma bajo la cabeza, intentado hacer memoria.

Algo que pudo haberle pasado, algo fuera de lo común, algo ... que le hiciera entender el motivo por el cual ella decidió irse.

Nada, absolutamente nada, ni siquiera una mísera pelea que hayan tenido o algo que le haya podido ocurrir en su día. Absolutamente nada.

Con paso lento avanzaba, no tenia ganas de llegar a casa, no sabía cómo mirar a la familia de Akane y decirles que él, el Gran Ranma Saotome, no había sido capaz de encontrarla. No tenia el valor suficiente para mirarlos a los ojos y aceptar su derrota, menos cuando ella estaba involucrada. Se detuvo en seco y miro al cielo. Ya era de noche y daría la impresión de que llovería en cualquier momento. Todo estaba gris, pequeños rayos de luz se podían ver y hacían su característico sonido, anunciando una tormenta. Pero a él no le importaba eso.

Sus ojos ya no demostraban brillo alguno, parecían estar apagados, se veían oscuros.

Empezando por leves gotas hasta llegar a ser una fuerte lluvia en la que no se era posible ver. Él no lo sintio así. Sentía a las gotas heladas como un regalo divino del cielo, las que dejarían salir ese sentimiento amargo que guardaba dentro de si. Necesitaba llorar, ya no lo soportaba más. Era angustia, enojo, frustración, tristeza, preocupación lo que guardaba su corazón. No podía entender como llego a ese punto.

_Akane ... ¿Dónde estas ?.

Sintió a sus piernas perder la fuerza, haciéndolo caer de rodillas al suelo, para luego llevarse las manos a la cara.

Ya no lo soportaba, no lo quería.

Necesitaba de ella.

Necesitaba que su Akane volviera.


Sentía su cuerpo pesado, no podía moverse, le dolía demasiado, pero necesitaba alejarse. No quería estar cerca de ese oscuro lugar. Tenia miedo. Su ropa estaba completamente mojada y sucia, su cabello era un desastre, su respiración era entrecortada y su visión era cortada debido a la intensa lluvia que azotaba con furia a todo aquello que pasara por las calles.

A tan solo unos centímetros de distancia pudo verlo. Allí estaba él, totalmente arrodillado en el piso, empapado por la lluvia y parecía estar llorando. Al fin lo había encontrado.

_Ran..ma ... al fin ... llegue ...- Ya no pudo resistir, su cuerpo se desplomó totalmente en el suelo.

Ranma lo habìa escuchado claramente, como si algo se le hubiera caído al suelo, con la miraba intento ubicar en donde se encontraria la fuente del sonido y ahí la vio. Vio a su prometida, en el suelo, totalmente desmayada.

_¡Akane !.