Aquí estoy otra vez, parada en los límites de la casa de mi madre.

-Ya voy Remus, te lo prometo - murmure.

Me aparecí en los límites de Hogsmade, por que iba a luchar, por amor, por Ted, por Remus.

A los pocos minutos logre entrar a Hogwarts por un pasadizo secreto en cabeza de puerco.

Empecé a buscar como loca a Remus, y cambie mi pelo a un color negro, porque el rosa resaltaba demasiado. Aturdí a cada mortifago que se cruzó en mi camino, hasta que lo vi.

Me coloque a su lado, lista para luchar, y él no me reclamo nada, sabiendo que yo tenía derecho a luchar.

Al poco tiempo un hechizo me dio de lleno en el pecho, quitándome la vida, pero mi último pensamiento fue hacia un recuerdo, más específicamente hacia un par de horas.

-La batalla a empezado Dora - me dijo Remus con tono de preocupación.

- ¿Tan pronto? - pregunte preocupada.

Esperaba que la batalla empezara en algunos días, y si era posible en algunos meses, pero nunca espere tener que luchar aquel día.

Remus asintió preocupado.

-En ese caso iré por mi varita, le agarrare un poco de ropa a Ted y lo dejamos en la casa de mi madre... - empecé a murmurar, mientras caminaba hacia el cuarto de Teddy.

-No Dora, tú te quedaras con tu madre - me dijo seriamente.

-No Remus, esta también es mi batalla - le conteste mientras le alistaba la ropa a mi hijo.

-Dora, No quiero pelearme contigo, te quedaras con tu madre y punto.

-Remus, soy capaz de defenderme sola.

-¿No vez que lo hago porque te amo? - Remus se miraba al borde de un ataque de nervios - No quiero que mueras, ni tu ni Ted.

-Entonces no vayas a luchar tu tampoco - respondí cortante.

-Es mi deber, como miembro de la Orden.

-Yo también soy miembro de la Orden, Remus.

-Dora - me miro suplicante, y no supe decirle que no.

-Está bien - suspire, agarre a Teddy en brazos y nos aparecimos en la casa de mi madre.

-Nymphadora - me dijo mi madre, tan pronto como nos vio entrar en la casa.

-La batalla a comenzado mamá - le dije preocupada.

Mi madre asintió y movió su varita para que una cuna apareciera frente a ella. Deje a Teddy en la cuna y me dirigí a despedirme de Remus.

-Te amo cariño - me dijo, besando mi frente.

Le di un dulce beso en los labios y lo mire fijamente a los ojos

- Yo también - le dije, a punto de estallar en lágrimas.

-Volveré antes de que puedas decir Snitch - me dijo, y esbozo una media sonrisa.

Empezó a caminar hacia los límites de la casa, para luego desaparecer.

-Snitch - murmure, deseando tenerlo a mi lado.