Yo estaba en la cocina, esperando a que llegara, sentada en una barda en donde siempre ponen la comida, comiéndome las uñas del ansia. Quería verlo, no, me moría por verlo. Mi cuerpo acelerado ya no podía aguantar más y se emocionaba con cada pequeño sonido que hiciera la casa. Sentía como si me faltara una parte de mí. Casi como una droga.
Ya habían pasado cuatro meses desde que lo vi por última vez. Cuatros dolorosos meses. No podía aguantar las ansias de saber si estaba bien, si aun respiraba, si aun estaba…vivo. Quería borrar esa sonrisa falsa de mi mente, esa sonrisa que utilizo mientras me decía. "todo va a estar bien, cariño". Necesitaba ver esa hermosa sonrisa y esa calidez que esparcía a su alrededor. Así, asegurarme de que estaba bien.
El timbre sonó, y mi piel se hizo de gallina, mis manos se tensaron y mi corazón se acelero. Me costaba un poco respirar, las ansias me estaban matando. Camine hacia la puerta. Sentía que estaba en uno de esos realities shows que yo siempre veía, caminando en cámara lenta. Toque la manecilla. Mi corazón estaba a punto de salirse de su lugar. Gire la manecilla y me prepare para un gran salto. Abrí la puerta y…
"mama!" grite furiosa al ver quien era realmente, mis ansias se volvieron enojo. "se supone que tienes llave no? Por que no abres con ella." Regañe mientras caminaba a la cocina y sacaba algo del refrigerador para entretenerme.
"vamos Ángela, no seas tan enojona. Olvide las llaves si." Contesto mi madre calmadamente mientras colgaba su traje y caminaba hacia mí. "Alguien esta muy ansiosa, llevas buscando en el refrigerador "algo" desde la mañana, a ver cuéntame que te pasa" dijo angustiada. La voltee a ver, con cara de "no me hables" y seguí buscando ese "algo".
Mi mama suspiro fuertemente, la angustia y el dolor se podían oír en ese suspiro. Vaya que me hacia sufrir cuando hacia eso. Pero a fin de cuentas, era mi madre, tenia que saber…o no? Yo era una rebelde sin causa, así me describían todos, sobre todo mi mama. Y aunque nunca lleve una buena relación con mi madre, tampoco tuve una mala…bueno la verdad es que hubo una temporada que si pero somos adolescentes. Tenemos diferentes perspectivas de los adultos y es común que peleemos. O eso pensaba yo.
"mama" dije mientras caminaba a la mesa en la que comíamos nosotras dos. Me senté en una silla y la arrime enfrente de ella. La mire a los ojos, llenos de angustia y ansia por saber que le pasaba a su hija. Suspire. "te acuerdas de…Ashton?" pregunte aun sabiendo la respuesta pero no sabia como empezar. Ella solo asintió. "ok…supongo que sabes lo que le paso?" pregunte de nuevo. Así nunca iba a acabar. "algo así" contesto ahora cautelosa. "bueno pues hoy-"empecé pero el timbre la puerta sonó causando que yo prácticamente me lanzara a abrir la puerta.
Para mi sorpresa, no era Ashton sino una amiga de el. Sorprendida y ofendida la invite a pasar. Mi alegría y ansiedad cambiadas por celos y enojo. Por que no había venido el? Se suponía que era el, el me iba a venir a visitar. Por que había venido Ashley? Se suponía que ella me odiaba.
Estaba tan metida en mis pensamientos que apenas me di cuenta de la mano de Ashley pasando enfrente de mi cara. La mire confundida y note la cara de preocupación. Me pregunte si era preocupación hacia mi o preocupación por Ashton. Que algo le había pasado. Preferí no pensar en eso.
"que paso ashley?" pregunte un poco mas fría de lo que deseaba.
Ella me miro ofendida pero rápidamente cambio esa cara por una normal, sin emociones."Este, ashton no pudo venir" dijo lentamente esperando una reacción.
No hubo reacción. Supongo que esperaba algún sarcasmo, después de todo siempre era sarcástica. Pero estaba demasiado enojada y confundida para decir uno. "que le paso?" pregunte igual de fríamente.
"este…tuvo una accidente" dijo casi en un susurro. Su cara arrepentida y preocupada, su mirada buscando algo en el piso. Sentí como se me iba el aire, mis piernas ahora débiles temblaban de miedo a lo que le podría a ver pasado. Todo dio vueltas y de repente todo quedo negro.
