Razones
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Okita Souichiro tiene sólo cuatro años y sabe que sin lugar a dudas su mami es la mejor mujer en todo el mundo.
Y como ya es un niño grande e inteligente puede contar con sus dedos cuantas razones son:
Primero que todo su mami es muy bonita, es la más bonita de todas las mujeres que conoce, más que la hermana aterradora del de lentes, o la que siempre se aparece de sorpresa por el techo cuando tío Gin-chan viene de visita, incluso más bella que la princesa, su mami temía el cabello del color más bonito que él había visto, unos ojos muy, muy brillantes como estrellas y su piel era como la de él, blanca como la nieve.
Segundo, era la más fuerte del mundo, tanto de podía romper paredes de un sólo golpe y también podía mandar a volar a su papá sin sudar cuando ella quería.
En tercer lugar, su mami era tierna, porque a él le parecía tierno que aunque fuera tan fuerte le tuviera miedo a un animal tan chiquito como las cucarachas y lo llamará para que las matara, y después le decía que era tan fuerte como ella.Número cuatro, su mami debía ser muy inteligente porque conocía muchas palabras prohibidas, de esas que en la televisión hacen beeeeep y su mami siempre se ríe y le dice cual es, o de esas que grita cuando se enoja con papá y tienen asteriscos porque el manga del gorila es para niños de mentes sanas, supuestamente.
Y la número cinco, como los dedos de su mano, porque su mami le quiere y él la quiere también, incluso si no puede cocinar nada más que arroz con huevo.
...
—¡Sou-chan!— llama Kagura mientras entra a la sala de su hogar.
—¿Estas ciega china?—le responde Sougo sin emoción desde un sillón— ¿No ves que estoy aquí?
Kagura frunce el ceño indignada, se voltea para encararlo y lo mira fijamente.
—No te estoy llamado a ti, estoy llamando a Sou-chan y tu no eres Sou-chan, eres el sádico de mierda-aru. ¡Sou-chan!
—Yo también soy Sou-chan— le miro con molestia—Sougo, Sou-chan ¿ves?
—¿Acaso quieres que te llame Sou-chan?— pregunta la chica con un deje de diversión en su voz.
Sougo no responde o mejor dicho no logra responder, pues antes de que dijera algo Souichiro ha salido de quien sabe donde gritando ¡Mami! ¡Mami! Y ahora tiene que presenciar la típica escena de un par de amantes corriendo a abrazarse en el atardecer protagonizanda por su esposa y su hijo, menudo asco.
Ve con hastío como Kagura carga en sus brazos a su hijo y lo abraza con fuerza mientras lo colma de halagos y le profesa su amor, cuando ella se da la vuelta puede ver como Souichiro le mira maliciosamente, le saca la lengua y se aferra más a su madre.
Sougo sólo chasquea la lengua con molestia y murmura por lo bajo un maldito mocoso antes que madre e hijo salgan de la habitación
...
Sí, Souichiro quería mucho a su mami, ahora si sólo pudiera deshacerse de su papá todo sería mucho mejor.
Porque debemos admitir que cualquier individuo que salga de estos dos debe ser la cosa más hermosa, fuerte, sádica y peligrosa que se pueda esperar.
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