Heartbeat

By Nikky Nikosa


Capítulo I: Sueño


Sakura

Despierto desesperada en medio de la noche. El sueño que tuve era tan real. Quisiera que fuera real, pero eso es imposible. Estoy tan angustiada. Cada día siento que te amo más, pero sé que estás lejos y que quizás nunca más regresarás.

En mi sueño, tú estabas junto a mí. Me rodeabas con tus brazos y me estrechabas contra ti. Te acercabas a mi oído y susurrabas aquellas palabras que siempre quise escuchar.

Luego de eso desperté.

¿Sería posible que alguna vez ocurra? La verdad no lo sé. ¡Es algo tan irreal e imposible! Me siento realmente como una loca de remate, una estúpida.

Aunque, por otro lado, mi corazón me dice que ya no tengo nada qué hacer aquí. Me guía a otra parte. Quizás a donde tú te encuentras.

No, imposible. Esas cosas no pasan. Pero… ¿y si fuese así? ¿Qué pasaría si, de alguna forma inconsciente, sé realmente dónde te encuentras?

Pero mis amigos, mi familia, mi aldea… ¿Sería capaz de abandonar todo lo que tengo aquí para seguir una corazonada?

«¡Shannaro! ¿Qué esperas? ¡Vamos a buscarlo!». Esa parte de mi cerebro parece bastante segura de sí misma.

«Como si fuera tan fácil» me digo, suspirando y volviendo a recostarme en la mullida cama, mientras paso las manos por mi frente.

«Si no lo encontramos podemos volver a la villa, y si lo encontramos, le pedimos que vuelva. ¿Ves? No tenemos nada que perder»

El optimismo en persona. Parece bastante fácil visto de ese modo.

«Si lo encontramos nos rechazará». Que es lo más esperable. «Además, no sabemos cuánto nos tomará. Pero por otro lado…"

Y hasta yo me estoy sintiendo tentada.

Entierro la cara sobre la almohada, aún indecisa de qué hacer. Comenzar a ver los pros y contras suele ser una buena manera para tomar decisiones. Desgraciadamente, en esta ocasión los contras están superando en demasía a los pros, pero yo sigo ―o al menos parte de mi cerebro lo está― bastante convencida de lo que quiero hacer.

―Maldición ―suspiro. Mi cerebro emocional le ganó la partida a la parte lógica.

Me visto lo más rápido que puedo. Arreglo mi mochila con armas (que guardo en pergaminos para que sean más fáciles de transportar) y con ropa. Tomo la antigua foto del equipo siete y la meto igualmente en la mochila; no pienso irme sin ella. Voy sigilosamente a la cocina y saco un poco de provisiones para el viaje, además de un poco de dinero del que tenía ahorrado; tal vez lo necesitaría. En mi habitación dejo una pequeña carta para que estén tranquilos y sepan que me he marchado por mi cuenta.

Mientras salto de tejado en tejado, diviso la casa de Naruto. Tomo la carta que tenía en el bolsillo de mi abrigo y la observo por última vez. Ahí le digo que lo aprecio, que es un buen amigo y que espero que sea un gran Hokage. Y además le prometo que te traeré de vuelta, Sasuke-kun. Me paro en frente de su departamento y deslizo la carta por debajo de esta.

—Adiós, Naruto —musito con una sonrisa triste, aunque tengo la esperanza de que no es una despedida definitiva.

Las puertas de la aldea se acercan cada vez más, y yo disminuyo la velocidad, hasta que solo me encuentro caminando lentamente hacia la salida; una vez allí no habría vuelta atrás. Con determinación cruzo el gigantesco portón, volteo y observo mi aldea natal quizás por última vez. Y luego, con algunas lágrimas cayendo libremente por mi rostro, me pierdo en la espesura del bosque.

Este no es un adiós para siempre. ¡Por supuesto que no! Yo regresaré algún día, pero no sé cuánto demoraré en encontrarte.

Realmente es una estupidez lo que estoy haciendo, pero no puedo volver. Siento que mis pies en vez de estar guiados por mi cerebro lo están por mi corazón. Sé que es extraño, pero algo me dice que esta corazonada me llevará ante ti; espero que así sea.

Trato de recordar mi sueño mientras me muevo rápidamente por lo árboles.

Había una cabaña en medio del bosque junto a un pequeño estanque, con árboles altos y frondosos. No son descripciones muy exactas, y no hay nada que sea distintivo, pero algo en mi interior me dice que sabré cómo llegar.


Nota de autora:

Este fanfic lo escribí por ahí por el 2009, cuando aún el Sasusaku era muy lejano y nos aferrábamos a lo que pudiésemos de esta pareja. Decidí editarlo y volverlo a subir, aunque, de todos modos, lo pueden encontrar en mi perfil con el nombre de Corazonadas.

Espero que les haya gustado.