LÁGRIMAS DE MUJER

CAPITULO 1: LA NIÑA QUE SE HIZO MUJER

El azul del firmamento se extendía esplendoroso por todo el poblado, el aire llevaba consigo los aromas de la estación, a la par que contoneaba lo que encontraba a su paso, como el hermoso cabello negro que había sido liberado de un casco exclusivamente para disfrutarlo.

Ahí estaba, sentada, haciendo guardia silenciosa, una hermosa joven. Acababa de escapar de los deberes que le correspondía solo para poder sentarse ahí a esperar… sentada en uno de los muros del castillo haciendo vigía intensa hacia el cielo esperando ver alguna señal que le hiciera saltar el corazón… solo esperando.

La joven era dulce de rostro, con grandes ojos oscuros que no perdían detalle del paisaje, cabello negro azabache que se contoneaba por el aire, la piel blanca y delicada, portando el mismo diseño de armadura que llevaba cuando de niña tomo una importante decisión, una armadura que ahora era reveladora para una chica de casi 18 años con sus curvas ya definidas…

Pero eso no le importaba, la vestía con orgullo y esperanza de que así fuera más fácil reconocerla, ya que evidentemente los años la habían cambiado, seguramente igual que a él… Milk no perdía la esperanza de que un día su adorado Gokú regresara por ella para cumplir la promesa que le hizo, que regresaría por ella para hacerla su esposa…

Milk no perdía la oportunidad de hacer guardia para observar el cielo y esperar, no le importaba que nadie la entendiera, que nadie compartiera las esperanzas y comprendiera lo maravilloso de su situación, estar perdidamente enamorada…

- ¡Milk¡¿Hija donde estas?! – le llamaba su padre dentro del castillo

- Oh – dejo escapar la chica como un quejido de desagrado - ¡Ya voy! – dijo mientras bajaba de la barda de mala gana…

Sus suposiciones se formularon rápidamente mientras corría por los pasillos, seguramente tendría que atender algún visitante o resolver alguna discusión en el pueblo, después de todo era la única hija del gran Ox Satán, el manda más del modesto poblado, ella tenia que auxiliar a su padre en todos los asuntos… ¿pero acaso no entendían? Ella estaba a la espera de algo más… Rápidamente recorrió el lugar, claro era algo sencillo que desarrollo gracias a su entrenamiento.

Todo ese tiempo se había dedicado a entrenarse…

A entrenarse como peleadora, pues no quería ser una carga para su amado guerrero…

También había entrenado su cuerpo lo había moldeado para que fuera bello a sus ojos y así se sintiera dichoso de haberla elegido…

Se había entrenado en las arte culinarias para satisfacer el más exigente paladar, sin dejar atrás las labores domesticas y de trabajo…

Todo para él… para que cuando regresara viera que valía la pena casarse con ella…

Milk llego al salón principal y se encontró con una acertada suposición, su padre estaba acompañado de algunas personas, al parecer una familia de clase. Ella los reconoció como de la aldea vecina.

- Ya estoy aquí padre – se anuncio acercándose a la pequeña reunión

- Milk, que bien querida – dijo el gran hombre, Milk sintió un poco de nerviosismo en su voz – Hija quiero presentarte a la familia Binet, son los dirigentes de la aldea vecina

- Un gran gusto conocerte – dijo un hombre de edad levantándose – soy Hiro Binet, mi esposa Auki y mi hijo Ian.

Milk se acerco a ellos un tanto desconcertada y saludo a cada uno de ellos, el joven la saludo con un ademán de galantería además de dedicarle una mirada que ella sintió como de aprobación, a lo cual ella acepto con la mayor indiferencia acercándose a un lado de su padre en espera de alguna instrucción o explicación para la extraña situación.

- ¿Papá? – dijo después de unos momentos en que nadie pronuncio nada

- Bueno, ellos serán invitados – dijo al fin su padre dando un aplauso que casi llegaba a ser ensordecedor debido a su gran tamaño y fuerza, este además hizo llamar a empleados – Les invito que se sientan como en su casa, se instalen y después de la comida daremos un recorrido

Las instrucciones fueron aceptadas y los visitantes siguieron a los empleados que los instalarían dejando a padre e hija solos en el salón.

- Papá ¿Qué significa esto¿Por qué no me habías avisado antes? Siempre me cuentas cuando nos visitaran…

- Hija – dijo nuevamente en tono nervioso – lamento no habértelo dicho antes, realmente no quiero hacer esto pero…

- ¿De que hablas? Explícate papá

Milk se cruzo de brazos con enfado esperando respuesta, le molestaban los secretos y las intrigas y su carácter fuerte lo expresaba, retaba a que le dijeran la verdad.

- Conoces la ley – comenzó de modo resignado, con completo contraste con su imponente figura – Eres mi heredera y como mujer…

- Debo de casarme, lo sé – dijo ella completando la frase – Lo he sabido desde niña, tu sabes como muchos que ya elegí a mi esposo, será Gokú

- Pero mi niña, han pasado muchos años y él… bueno, no se ha aparecido

- ¿Y crees que por eso he desistido de mi decisión?, no papá, mi esposo será Gokú y nadie más

- El pueblo y el consejo no quiere esperar más

- ¡papá por favor!, ese grupo de viejos es eso, c-o-n-s-e-j-e-r-o-s, tu eres el que manda aquí y sabes tan bien como yo que Gokú es de palabra, es discípulo del maestro Roshi, como tu lo fuiste

- Si cariño, pero no has pensado en todas las posibilidades, pudo haberse perdido o perdido la memoria por un golpe de combate, o estar en coma indefinido por una pelea, o haber muerto en batalla o incluso… - se paro de golpe pensando en las palabras que iba a decir… - Haberse olvidado de ti

- No puedo creerlo – dijo Milk bajando los brazos y mostrando toda su sorpresa en su mirada – Esas son las patrañas que todos dicen a mis espaldas, nunca creí que tu las dijeras también… - camino un poco alejándose de su padre y haciendo ademán en cada frase con la que continuo – ¡Todos esos cuchicheos y chismes que dicen de mi! "Hay pobre de ella la dejaron abandonada", "pobrecita, no consigue marido", "pobre ingenua cree en la palabra de un niño", "Esta ciega bajo su velo de color de rosa", "¡la vida no es tan fácil como ella la ve!"¿Por qué no dejan de tratarme como una niña tonta¡Solo porque tengo una fe completa en aquelque amo!

Milk había salido del lugar sin escuchar el llamado de su padre que trato de detenerla, pero ella había corrido con todas su fuerzas… no podía creer en que su padre ¡Su padre! La única persona que pensó que la entendía le dijera eso, eso que le habían dicho antes temía que se pronunciara en los labios de la persona que más respetaba y quería…

"Olvídate de esos sueños tontos de infancia, no él volverá por ti"

Se sentía profundamente herida, de vez en cuando pasaba cerca de las sesiones de consejo y escuchaba lo que debatían, querían que todos vieran que su aldea era estable y prospera, querían que la heredera se casara para dar una imagen de solidez… nunca creyó que llegaran a convencer a su padre…

Corrió saliendo del castillo, todos la miraban pasar y le dedicaban una mirada de extrañeza, pero era lo último que le importaba… lo que pensaran los demás, ella estaba firme en lo que creía…

Al fin llego a un lugar, al que más atesoraba… aquel lugar donde pudo estar con su amado antes de que partiera, cerca de aquel árbol donde ella le había propuesto tener su primera cita… ¿Cómo había respondido su querido guerrero ante la propuesta de hacer algo que le gustase? Peleando…

La mano de Milk se acerco tiernamente a la corteza del tronco donde yacía la marca donde él había golpeado, recordaba a aquel inocente guerrero en el cual notaba que no entendía lo que ella pretendía, pero no le importo en ese momento… no le importo que él no entendiera el romanticismo de ella, después de todo también compartían la pasión por los combates.

Pasión que antes que él solo había entendido su madre…

A pesar de que en ocasiones temía enfrentarse a los peligros, su madre le había enseñado que la valentía no era la ausencia de miedo, si no la determinación de continuar a pesar de eso…

Cuando no pensaba en Gokú pensaba en su madre, aquella amable mujer que había comprendido los contrastes de su hija, una niña que podía ser dulce y delicada, y a la vez fuerte e impetuosa…

- Hola Milk¿Qué haces aquí? – dijo una voz que la hizo salir de sus pensamientos

Miro hacia arriba y encontró a una chica más o menos de su misma edad, con ojos claros y cabello castaño y corto

- ¿Yuri? – respondió ante su amiga, de hecho una de las pocas que se atrevían a tratarla como amiga – Yo…

- ¿No hay visitas en el castillo? – dijo la chica

- Si – respondió en un suspiro – al parecer un pretendiente que mi padre espera que acepte

- Vaya, cambiaron de jugada – comento sentándose junto a ella – ahora te van a traer pretendientes que te conquisten, que suerte… chicos guapos e importantes ¿Cómo es?

- No me fije, y no me interesa, nadie…

- "… están bueno como mi Gokú" – completo la frase la chica – no te ofendas Milk, pero esa respuesta va perdiendo fuerza, no has sabido de él desde que lo conociste

- Eso no es cierto – repelo Milk – hace unos años llego la noticia de ese monstruo¿recuerdas? Piccolo, que amenazaba a todos, y hasta en televisión salio que un chico misterioso lo había derrotado, ese fue mi Gokú, esta entrenando para hacerse más fuerte

- ¿Y cuando regresara? – antes que le respondieran Yuri se levanto – no me respondas, no se ni porque te lo sigo preguntando. Lo siento amiga, no quiero inquietarte, pero al parecer el consejo esta conspirando para que en dado caso de que tu sigas en contra de ellos haya una revuelta

- ¿Cómo que una revuelta solo por negarme a casarme?

- Es lo que se rumora, pero tu tienes forma de mejor información, creo que le deberías dar una oportunidad a tu padre… - la chica comenzó a caminar – debo irme, me esperan para la comida, mucha suerte

Las palabras de su amiga la inquietaron por primera vez, de vez en cuando ella también insistía en que debía olvidar a Gokú, pero terminaba por rendirse y aceptar los pensamientos de Milk.

Camino de regreso al castillo pensando, varias veces le habían indicado directamente su obligación de casarse y hasta le habían insinuado amenazas… ¿esta vez seria diferente?... aunque por otro lado, era la primera vez que invitaban a alguien con la intención de comprometerla…

De una cosa estaba segura, no la harían olvidar de aquel al que amaba…

Llego a su habitación aun decidiéndose de asistir a la comida, su amiga tenia razón, tenia que darle otra oportunidad a su padre, se presentaría en la comida. Para su sorpresa sobre su cama se encontraba un vestido sencillo con una nota…

"Por favor hija, usa esto para la comida, era de tu madre"

Milk se sintió indignada por la nota¿pretendían suavizarla así? Era un truco muy manipulador utilizar el recuerdo de su madre para actuar como era "correcto"… sentía mucho coraje y frustración…

- ¿niña? – le llamo una mujer de edad que entraba a su habitación

- ¿Nana?, no bajare a comer… no importa lo que mi padre te haya dicho, no jugare su juego

- Pero niña, esa no es su intención

- Sabe perfectamente porque uso esta armadura, porque de mi conducta. Con esto solo pretenden que vaya cambiando poco a poco hasta convertirme en lo que ese absurdo consejo quiere…

- ¿Y no te has preguntado lo que habría dicho tu madre? – dijo suavemente la mujer tomando el vestido de la cama – ese atuendo es muy revelador para una mujer de tu edad que no tiene marido, insita a los hombres. Tu padre solo quiere se amable con sus invitados y a la vez pretejerte de las miradas¿eso es indignante para ti?

Milk bufó con enfado y tomo el vestido de un jalón aceptando las palabras de aquella que la cuidaba desde niña.

Se presento en el comedor portando el vestido y camino a sentarse a un lado de su padre que ya estaba en la mesa con los invitados, los platillos se sirvieron sin más ceremonia.

- Te ves encantadora con ese vestido querida – comento la señora Binet – casi no te reconocí

- Gracias – dijo apenas

- Me imagino que eres la sensación en los bailes

- Yo no voy a bailes – respondió un poco extrañada

- ¿No organizan bailes aquí? – expreso con sorpresa la mujer

- Me sorprendes Ox Satán – dijo Hiro Binet – los bailes son un modo de establecer relaciones con otros poblados, para conocer gente importante, tu sabes, los contactos

- Bueno no seas duro querido, después de todo eso seria trabajo de su esposa, hay que entender. Con gusto te enseñare a hacerlo querida, eso seria de gran ayuda

Milk se limito a fingir una sonrisa y asentir, no era in momento apropiado de discutir, además, si soportaba amablemente y aburría a su pretendiente, quizá desistirían y se irían.

Después de una aburrida comida, se dispusieron a caminar por los alrededores del lugar, Milk los seguía sin hacer muchos comentarios, pensando para si misma en solo resistir sin pelear con ellos. Su padre les hablaba de las propiedades de la tierra y de su economía, Binet y su esposa le escuchaban interesados y hacían comentarios comparativos con su aldea más prospera.

- Temo que estamos aburriendo a los jóvenes – comento el señor Binet – Milk ¿Por qué no le muestras a Ian lo que los chicos de aquí hacen para divertirse? Mientras nosotros continuamos con el recorrido.

Ni padre ni hija pudieron protestar, y el grupo continuo caminando dejando a los jóvenes solos

- Me gustaba más tu otro atuendo – comento el chico

- ¿Por qué tienen tanto interés en mi pueblo? – dijo directamente – si es tan maravillosa su aldea regresen a ella y déjennos en paz

- Mmm, Impetuosa – dijo aproximándose provocativamente – Eso me agrada

Milk su tomada por sorpresa, el chico se acerco a ella y la abrazo por la cintura acercándola a su cuerpo, por su desconcierto ella no reacciono

- ¿Qué pretendes?

- Hacerte mía, al igual que todo este lugar