Disclaimer: nada es mío.

Llevo mucho tiempo con ganas de hacer algo como esto y espero que les guste, se aceptan críticas y RR :)


De cómo hubiera sido

Tiene cinco años, y si no fuera porque salió con sus mismos ojos chocolate y esa torpeza inconfundible nadie diría que es hijo de Bella Swan.

Son las siete de la mañana y Bella como siempre sale de casa con el pequeño Evan de la mano, directo a la primaria de Forks. Jake se queda en casa, pues ah estado de patrullaje toda la noche.

Evan es igual a él, tez morena, pelo negro, corto y en punta – con algunos remolinos que le hacen indomable- y una inconfundible alegría en todo lo que hace. No por nada es un Black.

El monovolumen ruge con fiereza mientras Bella lo saca del porche, y Evan como todas las mañanas se ríe de aquel ruido, pensando que es un monstruo que vive en el motor. Su padre dice que se lo enseñara cuando más grande, solo que el ser grande tarda mucho.

Van por las calles de Forks con lentitud, es una mañana nevada como muchas en aquel pueblito olvidado del estado de Washington. Paran en un semáforo y ocurre algo que se escapa de la rutina de todos los días. Un volvo plateado con vidrios polarizados pasa por la calle contraria a la que van, y su madre abre los ojos de la impresión. Es solo un segundo pero esto lo cambia todo.

Llegan a la escuela y Bella aparca el coche mecánicamente, Evan solo puede observar como su madre mira a la nada y repite frases incoherentes.

- Mami…

Bella parece volver en si al escucharle, y le sonríe con cariño mientras baja con él para dejarlo en la entrada.

¿Y si era Edward?, ¿Y si había vuelto?...