El imperio de las dimensiones
Capítulo 1- La Alianza Uchiha y el Portal
Caminaba con paso solemne pero silencioso...aquella noche era la noche del "Comienzo"...al fin despertaría de su letargo, después de haberse ocultado en las sombras durante tanto tiempo.
Habían sido años de vivir escondiéndose, exiliado, oculto tras esa, para muchos, extraña mascara que dejaba mucho a la imaginación. Uchiha Madara regresaría...pero no lo haría como el legendario ninja que era, no lo haría para gobernar sobre una simple aldea ninja o un país, no...su ambición era aun mayor.
Durante los años que había pasado oculto el había llegado mucho más lejos que ningún ser humano, él había conocido lo desconocido, había incluso traspasado los limites de la divinidad. Estaba convencido de que era el único que podía hacerlo...el único que había trascendido las leyes del universo.
Esbozó una sonrisa bajo la mascara y alzó su vista al cielo, su ojo visible reflejó la luna llena-ah..., aquella luna, tan hermosa y brillante, sentía que incluso ya la podía atrapar con sus manos...-
Una sombra fugaz cruzó el páramo, ya había llegado su subordinado, escrupulosamente puntual. Cayo frente a él, con una rodilla en el suelo, envuelto en oscuridad y su mirada carmesí, como la de él; el preciado sharingan le devolvia , con frialdad , la mirada. Era su pariente lejano Uchiha Sasuke, el único del clan Uchiha que quedaba con vida, sin contarle a él.
-Sasuke-kun, has sido rápido.
-hmp...-El joven hizo su típico gesto de superioridad-espero que cumplas lo acordado, Madara...
-Para eso estamos aquí, ¿Lo has traído?.
Sasuke saco de su kimono un protector ninja bastante desgastado, con el símbolo de Konoha atravesado por un corte, era el protector ninja de su hermano Itachi, que había sido extraviado entre los restos de la pelea , tras su muerte.
Después de que Uchiha Madara le contara la verdad sobre su hermano, su odio hacia Konoha y hacia el mundo shinobi aumentó considerablemente, se sentía como un niño estúpido que no había sido capaz de ver mas allá de su propio ego, manipulado por aquel sistema de muerte y traición...la muerte de su hermano..., su querido y preciado hermano que había dado su vida y su felicidad por protegerle..., jamás perdonaría no lo que habían hecho con Itachi.
Ahora Uchiha Madara le ofrecía una forma de redimir su error. Todavía no sabía demasiado acerca de aquel ninja, solo que era poderoso, extremadamente poderoso, y su ambición cambiaría aquel mundo que tanto detestaba. No confiaba en el, pero si Uchiha Madara era capaz de devolverle a Itachi , el le seguiría...
-Muy bien, comencemos entonces- Madara extendió un pergamino ninja de gran tamaño en el que se apreciaban incontables inscripciones y símbolos inteligibles; colocó el protector en el centro del pergamino.-Llevará unas horas Sasuke-kun, será mejor que te pongas cómodo, esta técnica no es como el Edo tensei de Kabuto-kun, esto nos permitirá traer de vuelta a Itachi de forma completa y permanente .-
Madara retiro su máscara por un momento, apenas se podían distinguir sus facciones debido a la oscuridad nocturna, pero la tenue luz de la luna dejaba ver como activaba su sharingan caleidoscopio.
-Mangekyou Sharingan!-El chakra comenzó a fluir a través de las inscripciones del pergamino y la atmósfera de alrededor comenzó a doblarse, sin duda era un jutsu de naturaleza espacio-temporal, pero la sorpresa de Sasuke vino cuando al cabo de unos minutos, a partir del protector ninja de Itachi, comenzó a formarse la cabeza de su hermano..., como si molécula a molécula el cuerpo de su hermano fuera traído del abismo de la muerte
-No puede ser...este hombre...es capaz de resucitar a los muertos modificando el espacio-tiempo..
Madara esbozó una sonrisa de autosuficiencia...
-Esto no es nada para mi Sasuke kun, si te mantienes a mi lado podras presenciar algo mucho mejor...
-Con este jutsu serias capaz de traer de vuelta al clan Uchiha, Madara
-No merece la pena el esfuerzo, Sasuke, una mentalidad anticuada como la de ellos nos traería demasiados problemas, hay formas mejores de hacer resurgir el clan, hay que enfocar nuestras mirada hacia el futuro, y no hacia el pasado.
-Hmp...-Tenía razón, por mucho que hubiera sufrido al perder a su familia y clan, ya no había lugar para ellos en aquel mundo...-
Al cabo de una hora, el cuerpo inconsciente de Itachi estaba tendido a sus pies, sin heridas ni signos de haber participado en una batalla, solo una expresión en su rostro de paz, de inocencia, de vulnerabilidad... ¿ o acaso era Sasuke , que por primera vez veía a su hermano con otros ojos?
Pronto el cuerpo convulsionó y se incorporó bruscamente tomando una intensa bocanada de aire, como si hubiera estado aguantando la respiración mucho tiempo y al fin podia respirar.
-¿Itachi-san?
Uchiha Itachi se incorporó, le dolía ligeramente la cabeza. ¿Dónde estaba? Delante de él había dos personas mirándole fijamente. No recordaba nada ¿Quienes eran ellos? ¿ Que hacía en mitad del bosque?
-Itachi-san, pareces un poco...confundido, ¿Cómo te sientes?. El tipo enmascarado se agachó para mirarlo a los ojos, pudo apreciar unos ojos como los suyos, rojos y con tres pequeñas pupilas negras.
-Disculpad...¿nos conocemos?
-Hm vaya, parece que ha perdido la memoria, después de todo esta técnica todavía esta en fase experimental...
Sasuke le dedicó una mirada desafiante, ese bastardo de Madara..., no creía que dejara al azar ese tipo de cosas, de todas maneras, Itachi estaba vivo, el se encargaría de que su memoria regresara.
Itachi se levantó, aún se encontraba mareado, vestia ropas oscuras, una capa negra hasta los pies con nubes rojas y al tocarse la frente se encontró con un protector metálico, sus ropas estaban desgastadas, como si hubiera librado una batalla reciente, pero su cuerpo se hallaba intacto, ni una sola cicatriz ni herida. Aquellas personas parecían saber sobre él, quizás eran personas cercanas a él, necesitaba recordar y ordenar su mente...
-Sasuke-kun, Itachi-kun, me alegra que estemos reunidos hoy...llegados a este punto os quiero proponer algo.
Sasuke le miró con recelo
-¿Que cosa, Madara? Después de todo, todo tiene un precio ¿no es asi?
-jajaja-Madara solto una risa burlona y miro a Sasuke divertido.-tranquilo Sasuke kun, somos familia ¿ no es asi?
Itachi no comprendia ¿familia?
-tsk...Sasuke le dio la espalda con arrogancia, no le gustaba deberle nada a nadie- ¿Qué propones?
-Una alianza...el resurgimiento de nuestro clan, el clan Uchiha, ¿no es eso lo que querías Sasuke?
-¿el clan Uchiha? A Itachi comenzaba a dolerle la cabeza.
-Este mundo tal y como lo conocemos llegará a su fin...y si me ayudais, me encargaré de que vuestros objetivos se vean cumplidos, Sasuke, Itachi...esta noche comienza nuestra alianza...
-hmp...-Mientras sus objetivos fueran los mismos Sasuke seguiría a Madara, después de todo ya tenía a su hermano a su lado..
Itachi no entendía de que estaba hablando aquel indivíduo, pero si le ayudaba a recuperar la memoria, se quedaría con él, al menos de momento, después de todo, si estaba allí era por el, ¿ no es así?
Sasuke ayudó a Itachi a sostenerse y lo cargó en su hombro, y pronto Madara, Sasuke e Itachi Uchiha desaparecieron en dirección a la guarida de Akatsuki.
Aokigahara, Japón, Diciembre de 2014
Ryo Kamata era un hombre de mediana edad, hosco, solitario y de carácter sombrío, llevaba 16 años trabajando de guardabosques en aquel lugar. Aokigahara era, sin duda, uno de los lugares más tétricos de Japón. Quizás en otras circustancias aquel bosque hubiera resultado hermoso, pero el aura de muerte y soledad que desprendía ponía nervioso a cualquiera que lo visitara; despues de todo aquel bosque era famoso por el gran numero de suicidios que se producían entre aquella profunda espesura de color jade; había sido un lugar de muerte desde la época del Japón feudal, y siempre habían corrido rumores sobre fantasmas y fenomenos paranormales.
Al señor Kamata no le importaba, conocía bien el bosque, las rutas que eran seguras para atravesarlo y no perderse, al fin y al cabo , alguien tenía que desempeñar esa tarea.
Casi a diario encontraba restos de cadáveres o pertenencias de los difuntos suicidas, a veces incluso de años atrás.
Aquel día se encontraba haciendo la ruta habitual, eran apenas las 6 de la mañana y el frío del invierno se le estaba metiendo en los huesos; se sentía algo somnoliento ya que la noche anterior se había quedado despierto hasta tarde y sin darse cuenta se adentró demasiado en el bosque. El clima era húmedo y frío y una ligera neblina cubría el bosque, haciendo más difícil distinguir las rutas principales. Se disponía a sacar su gps cuando escucho una voz profunda y una rafaga de viento agitar los arboles con fuerza.
-¡Rinnegan!.- Un agujero negro apareció en mitad del bosque y tres hombres vestidos con largas capas oscuras salieron de él, uno de ellos con una extraña máscara blanca. Ryo no daba crédito a sus ojos, el miedo se apoderó de él; el viento helado soplaba con fuerza y parecía proceder de aquel extraño agujero.
-Itachi, encargate.-Lo ultimo que vió fue a uno de de los tres hombres acercarse a él, con aquellos ojos rojos mirándole fijamente y sus extrañas pupilas girar. La atmósfera pesaba, el viento soplaba fuerte, y todo al rededor se convirtió en extrañas formas, como si los árboles se deformaran, lo único que podía ver con claridad eran aquellos ojos rojos, cada vez más cerca de él y después, solo oscuridad.
El hombre cayó al suelo inconsciente, Itachi se acercó para verificarlo, efectivamente aquel hombre estaba muerto, su cerebro debió colapsar debido a su potente genjutsu. Inspeccionó el cuerpo, tenía en las manos un extraño aparato con lo que parecía ser un mapa y diversas herramientas de supervivencia, una brújula, un cuchillo, unas llaves y unas extrañas barritas energeticas.
-Madara, Sasuke, acercaros. Tiene un mapa, podemos usar esto para desplazarnos. Y estas llaves, quizás vive cerca...
-Vaya si que hemos tenido suerte de encontrarnos con él, no pensé que nos encontrariamos con alguien tan rápido. Madara recogió el mapa. - Así que Aokigahara..., hay un pueblo cerca por lo que veo, Shizuoka, pero busquemos la casa de este hombre, necesitamos cambiarnos de ropa y organizarnos, si vamos así vestidos llamaremos la atención.
-hmp, supongo que debemos aprender algunas cosas de este mundo primero, imagino que algo sabrás Madara.
-Oh, no te preocupes Sasuke, no es muy diferente del nuestro, vamos, os explicaré todo.
Shizuoka, 1 semana después...
RRRRINNGG!
-¡Aaah!. Se apresuró a apagar el despertador, como cada mañana el fuerte sonido de aquel reloj la había despertado de forma brusca. De todas maneras, era mejor, así, así no se quedaría dormida, no quería llegar tarde a su primer día en una universidad japonesa.
Se levantó con cierta pereza, y se dispuso frente al espejo. Tenía unas ojeras terribles, pero nada que no se pudiera arreglar con un poco de corrector y color en las mejillas. Estaba un poco nerviosa, ya que era la primera vez que estudiaba en Japón. Ella era una chica de 19 años, de madre inglesa y padre japonés, no obstante se había criado con su madre y su hermana en Londres, ya que sus padres se divorciaron cuando ella era pequeña, pero hace un mes su madre había fallecido en un accidente de tráfico, y ella y su hermana pequeña se habían mudado a Japón con su padre.
Había heredado ciertos rasgos asiáticos en la delicadeza de sus facciones y quizás en la blancura de su piel, pero sus ojos eran de un color azul claro y su cabello rojo intenso, no demasiado claro. Sabía que ella llamaría la atención allí, solo por su cabello, así que sería inútil intentar pasar desapercibida. Eligió una falda corta tejana y una chaqueta de punto color rosa palo, junto con una camiseta blanca, también unas medias tupidas de color negro y unos zapatos de tacón bajo. Dejó su larga melena suelta y se aplicó un poco de gloss en los labios, bien, tenía buen aspecto, siempre le había gustado lucir femenina.
Bajó las escaleras y escuchó un fuerte estruendo en la cocina, genial, su padre estaba intentando hacer el desayuno otra vez, pero el pobre era un desastre, aunque daba su mejor esfuerzo por hacer el papel de madre.
-¡papa! Dejame a mi, ¡vas a poner todo perdido!. Se apresuró a poner en su sitio los platos y bajar el fuego ya que los huevos se estaban quemando.
-jajajaja, gomenasai Arisa-chan n.n', no soy bueno en estas cosas.
Su padre era un hombre de aspecto juvenil, despreocupado, trabajaba en una empresa de telecomunicaciones en Tokyo.
-No te preocupes, puedo hacerlo yo sola papa ^^. Le dedicó una amable sonrisa, intentaba que la convivencia con su padre fuera lo mas amena posible, ya que para él tener a dos hijas en casa también era algo nuevo. -¿ Y nee-chan? ¿ no baja a desayunar?.
-Rika chan se ha ido al instituto muy temprano, decía algo de querer coger el mejor sitio de la clase, jaja, no he podido detenerla.
-Será posible, esta chica es impredecible. Rika era, a la que probablemente más le afectaba el cambio, por suerte el idioma no era problema, ya que lo habían aprendido desde pequeñas, pero le costaba adaptarse al nuevo ritmo de vida allí en Japón, y canalizaba su energía haciendo locuras o con fuertes cambios de humor.
-Bueno, hija, deberías salir ya, o perderás el bus.
-Hai! ^^. Cogió un ultimo trozo de tostada y salió corriendo en dirección al bus. - ¡matta ne!
La universidad de Shizuoka era más grande de lo que esperaba, varias facultades se encontraban en un unico y gran edificio, y además el campus universitario y la residencia estaban al lado, había un gran bullicio, mucha gente alborotada recorriendo los pasillos, por suerte algunas chicas japonesas llevaban su cabello teñido de diferentes colores, así que su cabello no llamaría tanto la atención.
En secretaría el habían dado un papel con su horario y la clase correspondiente, era el aula 302, no tuvo que caminar mucho.
Se disponía a entrar cuando escuchó un coro de chicas japonesas gritando y dando saltitos emocionadas ¿ que ocurría?, se acercó a comprobarlo y pronto entendió el por qué.
Ante ella estaba el chico más guapo que había visto nunca, alto, ojos oscuros y afilados, cabello negro y desordenado y expresión fría. Desprendía cierto halo de magnetismo que le hacía irresistible.
Estaba de pié ,apoyado en la pared, con un elegante abrigo negro y con las manos en los bolsillos, ignorando completamente a sus histéricas fans.
Arisa se ruborizó y se quedó parada mirándole, aunque pronto un empujón de una de esas ruidosas chicas le sacó de su ensimismamiento. Cayó al suelo junto con sus pertenencias que se esparcieron por todo el suelo. Desde luego, la euforia de aquellas chicas era peligrosa...
Para su sorpresa cuando se disponía a recoger sus cosas una mano se cruzó en su campo de visión ofreciéndole uno de los cuadernos que se le había caído, para su sorpresa era aquel chico que le miraba fijamente.
-¿Estás bien?, su voz era profunda y sugestiva..., su corazón dio un vuelco.
-si..., arigato.
De repente las chicas dejaron de gritar y se pusieron a susurrar ante la escena; genial, era su primer día y ya era el blanco de todas aquellas chicas. Tenía la impresión de que aquel curso no iba a ser precisamente tranquilo.
Fin Capítulo 1
Este es mi primer fic serio, espero que os guste, por favor mandarme reviews para continuar la historia, prometo que va a ser muy interesante, también acepto sugerencias, muchas gracias! ^-^ 3
