Disclaimer: Los personajes le pertenecen a Stephenie Meyer, yo solo juego con ellos.
Lo prometido es deuda, aquí está el primer capítulo de Mocking the bounds.
Snapple: Tés y jugos fundados por Dr. Pepper Snapple Group. Vienen en presentaciones de vidrio.
Chica Bike: "Bike" en inglés es "bicicleta" en español.
Mocking the bounds
Capítulo 1
Bella
:::: Flashback ::::
La voz de Led Zeppelin comenzó a sonar con Sweet Home Alabama. Mala elección de música. Led la ayudó a decidir. Estaba dicho. De todas formas no iba a ser como si Renée fuera a darse cuenta. Lo haría… dentro de tres meses y medio. Cuando volviera de sus vacaciones en Jacksonville con el imbécil de su entrenador de yoga. Una razón más por la cual irse a la chingada de ahí. Renée se había comportado como una hipócrita inmadura. Lo había elegido a él en lugar de a ella…otra vez. Sólo había dejado una nota: "Bella; el otro boleto de avión lo usará John. Nos vemos en tres meses. Cuídate, tu mamá que te quiere."
Esa perra.
Suspiró.
Big wheels keep on turning, carry me home to see my kin, singing songs about the south-land, I miss 'ole' 'bamy once again, and I think it's a sin…
Ugh, Led… silencio, por favor.
Habían acordado ir juntas pero ella había elegido a uno de sus tantos novios otra vez. Por eso se iba. Su vida era patética.
Recogió todas sus cosas que estaban afuera de la maleta improvisada. Fue a la habitación de Renée y tomó algunas de sus joyas, no creía que las fuera a necesitar, John le compraría más. Él era un cerdo imbécil millonario, por eso Bella no se sintió mal cuando tomó unos cuantos billetes verdes cuando ella y su madre fueron a visitarlo a su casa la semana pasada; en estos momentos Renée estaba teniendo sexo en la arena con el puto mar a sus pies entre muchos Benjamín verdes mientras su hija se estaba fugando para irse a vivir con su padre, al noroeste del país. Tomó su bicicleta y comenzó a pedalear tratando de alejarse lo más pronto posible de los fantasmas que la acechaban en Phoenix.
Después de una hora de pedaleo consiguió entrar a la autopista hacia el norte, miró hacia atrás y observó con gozo como Phoenix, Arizona se evaporizaba ante sus ojos.
Las piernas acalambradas, el trasero adolorido y la playera pegada al cuerpo por el sudor. El sol estaba en todo su esplendor arriba de su cabeza. Bella se sentía mal y estuvo a punto de girar y regresar a casa, pero no se daría por vencida…no ahora, ya había probado que podía alejarse, además si regresaba se iba a sentir más patética.
Aproximadamente, cinco minutos después el ruido del motor de un auto la alertó, vio hacia atrás y entornó los ojos para lograr ver a los pasajeros…tal vez le dieran un aventón. Mandaría a la mierda los consejos de Renée sobre no hablar con extraños…era todo o nada.
-¡Idiota!-la voz chillona de una mujer se escuchó, seguida de risitas.
El auto pasó lentamente a su lado y Bella cayó en la cuenta de que la habían insultado a ella.
-¡Púdrete, hija de perra!-le gritó con el poco aliento que le quedaba.
El auto aminoró su marcha y se detuvo abruptamente. Del auto, descendieron tres chicas. Una alta, morena, delgada y de cabello negro largo; otra un poco más pequeña, de la misma complexión y morena con cabellos negros cortos y la última era igual a ellas, sólo que su cabello era color castaño.
-¿Qué fue lo que dijiste?-preguntó la de cabello corto, la que había gritado.
-¡Púdrete, hija de puta!-Bella repitió enojada. Podía sentir venir los golpes.
La chica insultadora se acercó más.
-Soy Leah-se presentó con voz suave-ella es Kim-señaló a la castaña-y ella es mi prima Emily-la chica de cabello largo.
-¿Cómo te llamas?-preguntó Emily, respiró profundo tratando de encontrar el aliento.
-Bella-le contestó firmemente.
-¿A dónde vas?-preguntó Kim
:::: Fin flashback::::
Forks, Washington. Cafetería Paper Towns.
Bella salió de los baños. Se sentó en la barra y ordenó un refresco.
Pensó en Arizona, en Renée y en sus novios y en cómo los elegía siempre sobre ella, tal vez lo hacía porque pensaba que se quedaría sola para siempre.
Recordó cuando era pequeña, había ensayado y esforzado tanto para el festival del día de las mamás. Llegó el día y Renée prometió que iría pero la perra no fue. Bella se quedó de pie en el escenario buscándola con la mirada pero no la encontró, pensó que estaba atrás y no alcanzaba a verla, cantó con todo su corazón pensando en la sonrisa que Renée tendría.
Se quedó esperándola para ir con ella a casa, fue ahí cuando descubrió que su madre no había asistido, regresó a casa sola y encontró una nota.
"Bella, fui a cenar con Nicholas…te veo mañana antes de ir al colegio"
Renée y sus notas. Siempre sus notas.
Y ella había olvidado su festival.
-¡Hola!-una voz chillona saludó asustándola y sacándola de sus deprimentes recuerdos. Miró a la chica: delgada, pequeña, cabello negro con un corte Bob y parecía un duende. Vestía cálidamente, con ropa vintage, de los 60's. Una chica retro. En la mano llevaba un Snapple con una pajilla. La chica desconocida le sonrió.
-Hola-respondió.
-Soy Alice… ¿tú?-sus enormes ojazos grises la miraban emocionados. Ella lucía un poco loca. Alicia en el País de las Maravillas le sentaba muy bien. Bella se relamió los labios.
-Bella-le sonrió de vuelta. Alice se sentó junto a ella y le dio un sorbo a su bebida.
-¿Qué haces aquí?-preguntó amable pero la pregunta de dejó de parecer grosera. Bella frunció el ceño y se rascó la frente.
-Uhm…bueno…decidí venir aquí con mi papá-sonrió.
-¡Genial! ¿Quién es tu papá?-antes de responder, Bella le dio un trago a su Coca-Cola fría.
-Charlie Swan
-¿¡Eres hija del Jefe Swan?!-Bella asintió. Alice alzó las cejas, sorprendida-¡Vaya! No sabía que tenía una-murmuró.
-Eh…sí, cruce el país en bicicleta ¿no es eso genial?-Bella desvió el tema.
-¡¿Qué?!-chilló. En menos de cinco minutos, Bella supo que si volvía a cruzarse con ella tendría que llevar tapones en los oídos. A este paso, estaría sorda al final de esta conversación. Alice llamó la atención de algunas personas de su alrededor-¡Eso es jodidamente genial!-Bella estuvo a punto de reírse, Alice no parecía una chica que maldijera y con su voz era aun jodidamente mejor.
-¡Sí! De hecho mi bicicleta es aquella que…-Bella se giró a la ventana y apuntó con su dedo pero se quedó a media oración-¡…que un cabrón se está robando!-chilló y de un salto se bajó del asiento, empujó la puerta de Paper Towns y siguió al pendejo ese que se atrevía a robarle su bicicleta.
-¡Oye, vuelve aquí!-corrió y corrió pero el estúpido no la obedecía-¡Dame mi bicicleta!-la gente que pasaba la miraba y después al chico que iba montado en su bicicleta.
El ladrón giró en una esquina y Bella aceleró su paso, cuando giró ya no había nadie.
-Cabrón-musitó y se cruzó de brazos. Un mechón de cabello le cayó al rostro.
-¡Mierda!-alguien maldijo por lo bajo, Bella giró hacia los árboles que daban inicio al bosque y lo vio. El ladrón estaba sosteniendo su bicicleta descaradamente.
-¡Oye!-le gritó y corrió hacía ahí-¡¿Por qué estas robando mi bicicleta?!
-Uhm…-murmuró y no dijo nada más cuando Bella se plantó frente a él.
ERA RIDICULAMENTE SEXY. Tenía el cabello desordenado, pero desordenado a propósito, color café rojizo y unas gloriosas cejas. Era alto, delgado y los que, alguna vez fueron músculos tiernos, ahora habían comenzado a endurecerse en sus brazos y en sus hombros, el ladrón tenía unos hermosos ojos verdes rodeados de pestañas largas y su quijada… buen Dios, era perfecta. Bella se tragó los nervios.
-Te hice una pregunta-rechistó y colocó los brazos en jarra.
-Tuve que hacerlo…estoy escapando-dijo confiado con su voz gruesa, después sonrió-¿Quién eres?-frunció el ceño y sus gruesas cejas no lograron unirse en el centro. Se pasó una mano por el cabello. Bella comprendió porque éste lucía tan desordenado.
-Bella-respondió automáticamente-ahora ¿te importaría devolverme mi bicicleta?
-Ehh…seguro-él miró hacia la calle como si se estuviera escondiendo de algo-pero creo que su neumático no resistió.
-¡¿Qué?! ¡¿Cómo te atreves?!-además de robarle la bicicleta y darle un susto, la arruinaba. Bella alejó sus manos de la bicicleta y la sostuvo por el manubrio-¡Es todo lo que tengo! ¡¿Sabes qué cruce el puto país en esto y TÚ idiota lo arruinaste?!
A Bella no le importó en absoluto gritarle y perder cualquier oportunidad de una cita. El chico ladrón se cruzó de brazos y la miró sorprendido.
-¿Qué? ¿Cómo pudiste hacerlo?-luego pasó su mirada por todo el esbelto cuerpo de Bella. Se removió incómoda en su lugar y fingió mover la bicicleta para lucir un poco más relajada-bueno…-él se encogió de hombros-tus piernas no están nada mal
-Idiota-ella musitó, fingiendo que su comentario no le había movido los hilos de la autoestima. De todas formas, eso ya lo sabía. Las clases de atletismo en Phoenix habían servido.
-Tranquila, Bella-dijo y pasó, de nueva cuenta, una mano por su increíble cabello-sólo la necesitaba para huir del Jefe Swan…me estaba siguiendo.
Bella rodó los ojos y fingió indiferencia ante la mención de su padre.
-¿Quién demonios eres tú?-Bella se cruzó de brazos después de asegurarse que la bicicleta estaba estable.
-Soy Edward-él extendió su mano pero ella no la tomó-eres una perra-dijo solemne. Bella soltó una risa ligera.
-Bueno, así actúo con la gente que roba mis cosas.
-¡No la robé, Chica Bike!-chilló-la tienes ahí…te dije que sólo estaba huyendo del jefe. Odio a ese tipo…bueno, no lo odio, pero parece que el a mí sí. Él es como gay o algo así-Bella quiso reírse. Se mordió la mejilla-nunca le he visto una mujer o alguna mierda así.
-Bueno…gracias por compartirlo, Edward. Me debes un neumático-tomó la bicicleta y comenzó a alejarse-¡Oh, por cierto… -se detuvo de golpe y lo miró-… soy Bella Swan!-ella siguió su camino
-¡¿Qué?!-Edward vociferó.
Cuando Bella volvió a Paper Towns, se encontró con Alice, quién sostenía su maleta
-¡Bella! Veo que conseguiste tu bici
-Afortunadamente-Bella se acarició suavemente los brazos.
-¡Genial! Dejaste esto por aquí-alargaron el brazo y Bella pudo tomar su maleta.
-Ehh…sí. Gracias
-Está bien-se encogió de hombros-¿vas a tu casa? Puedo llevarte
-¿En serio?
-Seguro, vamos-se fue y la siguió.
Alice tenía un auto ridículamente tierno. Pequeño y muy 60's, justo como ella. Color verde menta y el interior olía a chocolate.
Ella dijo que se sentía mal por lo que le había pasado a la bicicleta. Alice era una chica amable. Estúpido Edward y su cabello increíble. Y cuando llegaron a casa le ayudo a bajar sus cosas, intercambiaron números telefónicos, se despidió y se fue.
Era obvio que Charlie no estaba en casa si había estado persiguiendo a Edward, Bella buscó una llave en el alero y la encontró. Abrió la casa y entro.
Sonrió. Toma esa, Renee. Perra.
Después de dejar todo en su habitación, que era un asco, por cierto; guardó su hermosa bicicleta y esperó impaciente a Charlie. Luego de una hora escuchó como la puerta principal se abría y pesadas botas pisaban la madera del piso. Bajó corriendo las escaleras.
-¡Papá!-Bella se estampó contra él y se colgó de su cuello.
-¡Bella!-saludó sorprendido y con un movimiento torpe, le regresó el abrazo-¿Qué estás haciendo aquí, hija?-preguntó al alejarse.
Maldición, en todo el tiempo en que cruzó el país nunca había pensado realmente en una excusa para Charlie. Lo miró y él esperaba una respuesta. Doble mierda. Sip, Bella Swan había llegado a casa.
Edward
Después de haber quitado la cabeza de Tanya de sus pantalones y haberla dejado arrodillada en el suelo de su habitación, decidió que sería buena idea beber un poco.
Tanya era insoportable pero la necesitaba…de vez en cuando. Le robó media botella de vodka, estaba seguro de que la iban a joder, y salió de ahí sexualmente frustrado.
Por supuesto, Carlisle se había estado comportando como un puto cabrón insoportable y se enojaba por todo y le había quitado su preciado Volvo, así que por ahora caminaba por las calles de Forks.
Se detuvo en una acera y le dio un fresco trago a su bebida recién adquirida, pero con lo que no contaba era con que el Chief Swan…o como él le llamaba Shit Swan estaría monitoreando las malditas calles.
-¡Cullen, pon las manos donde pueda verlas!-gritó por la ventanilla de su súper patrulla asustándolo hasta la muerte. Se bajó del auto y corrió hacia él con su uniforme de policía pero Edward arrojó la botella y huyó. Maldición, era un buen vodka.
Corrió y corrió. El Shit Swan no podría con su condición de mariscal de campo. El viejo imbécil debió de haber pensado en eso. Pasó por Paper Towns y vio una bicicleta ahí que algún imbécil no le había puesto candado así que la tomó y comenzó a pedalear sin detenerse. Después de unos segundos escuchó como una chica gritaba lo imbécil que era y que le devolviera su bicicleta, giró en una esquina y se escondió en el sendero que daba hacia el bosque.
-Cabrón-escuchó como la chica maldecía entre dientes.
-¡Mierda!-dijo y se arrepintió al instante porque había sonado demasiado fuerte, además el estúpido neumático de la bicicleta se había arruinado.
La chica corrió hacia Edward y empezó a gritonear como se le grita a alguien que trato de robar tu bicicleta.
Esa hembra era totalmente sexy. Ella tenía estos grandes ojos cafés y su cabello era color chocolate, era delgada y sus piernas eran de infarto y su rostro era malditamente genial, pero lo mejor de todo, además de sus piernas que las podía ver fácilmente porque estaba usando un short, era su trasero. Era esbelto y respingón, además parecía firme y sus pechos no eran tan grandes ni tan pequeños. Eran perfectos y gloriosos. Justo para sus manos. Edward se removió ansioso.
Edward quería saber quién demonios era esa chica, que bien podría ser buena compañía y así podría pasar de Tanya.
-Bella-le respondió. Bella. Bella era una diosa.
Y luego, después siguió reclamándole sobre el estúpido neumático. ¿Acaso veía un cartel en su pecho que dijera "quejas y sugerencias" o qué putas?
Entonces Bella le contó que había atravesado todo el país en esa bici, lo familiarizó con sus hermosas piernas.
-¡¿Qué?! ¿Cómo pudiste hacerlo?-Edward estaba asombrado y tomó eso como una oportunidad para ver su cuerpo -bueno…-se encogió de hombros porque quería parecer relajado -tus piernas no están nada mal
Entonces, vinieron los insultos. Edward tuvo que explicarle las razones por las cuáles había tomado su bicicleta. Bella se removió incómoda y curiosa en su lugar y quiso saber quién era ese asombrosamente guapo chico.
Buen Dios.
Él quiso ser amable pero ella era ruda y difícil, un buen reto. Edward la llamó "perra" y le sorprendió que en lugar de un insulto o reclamo más, Bella se riera entre dientes. La risa le mandó una corriente por la espina dorsal y los cabellos de la nuca se le enchinaron.
Interrumpiendo sus reclamos de nueva cuenta, Edward se sintió con la necesidad de explicarse mejor pero su mente le jugó una mala pasada y terminó hablando sobre el Jefe Swan.
-Bueno…gracias por compartirlo Edward-se encogió de hombros como si la charla no le hubiera importado-me debes un neumático-señaló su bicicleta y se alejó-¡Oh, por cierto-volvió a detenerse y Edward la miró-soy Bella Swan!-y luego se fue.
-¡¿Qué?!-chilló. Eso no podía ser verdad.
El Shit Swan no podía tener una hija, además Bella le había escuchado decir mierdas sobre su padre y tal vez era una de esas chicas protectoras y se enojaba con él para siempre y, admitámoslo, su entrepierna no estaría nada contenta.
Suspiró.
Entonces llamó a Alice para hacer uso con interés de ella y de su auto y de su tanque lleno, pero Alice estaba ocupada y cortó la llamada. Desistió de llamar a Rosalie, la rubia perra del grupo y le pareció una mejor idea esperar a Alice. Después de media hora, un auto se acercó y Edward subió.
-¡Alice conocí a una chica realmente sexy!-fue lo primero que dijo al subir-su nombre es Bella y es hija del Jefe ¿puedes creerlo?
Edward alargó su mano al estéreo y cambió la música. Alice lo miró feo pero Bob Dylan podía esperar.
-Sí, yo también la conocí en Paper Towns-la pequeña Alice se encogió de hombros restándole importancia-alguien robó su bicicleta y ella fue y la recupero. Ella es genial.
-¡Sí, yo la robé!-anunció orgulloso.
-¿Qué?-Alice murmuró confundida.
-Así es, el Jefe me perseguía-Edward volvió a encogerse de hombros y golpeó con sus nudillos la ventanilla-¿A dónde se supone que vamos?
-A casa de Emmett-Ali sonrió y se relamió los labios ausentes de maquillaje-tenemos una reunión-meneó las cejas.
-¿Reunión? ¿Qué no se supone que su mamá está en casa?
Alice chasqueó la lengua al tiempo que meneaba la cabeza al ritmo de la música.
-Su madre está completamente sedada… como siempre. Ni siquiera se dará cuenta.
Edward se rió entre dientes y dejó de hacerlo progresivamente cuando un sabor amargo le pobló la boca. Se relamió los labios.
-Bueno, entonces supongo que vamos.
-Así es, querido amigo-Alice respondió y subió el volumen de la música.
Edward volvió a suspirar y Emmett apareció en su mente. Él sabía cuánto le importaban a Emmett las cosas, sabía que tenía traumas parentales y quería ayudarlo, maldición que quería, Emmett era su amigo pero ¿Cómo es posible ayudar a alguien a salir de un pozo cuando tú estás en uno más profundo?
…
Y este ha sido el primer capítulo ¿qué les pareció? ¿Demasiado largo, corto, flojo, intrigante? Háganmelo saber en sus comentarios. Aún no tengo un horario de publicaciones pero nos leemos lo más pronto posible.
