Chibi-Lady: Katekyo Hitman Reborn no me pertenece, sino a Amano Akira-san
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Nadie sabe lo que tiene [Capitulo Único]
by: Lady-chan
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"Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo ve perdido"
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No entendía el como habían llegado hasta ese punto donde el dolor en su pecho pesará más de lo acostumprado al verla con otra persona, es que acaso no le habia amado a el. Estaba frustrado, dolido, pero sobre todo se encontraba furioso consigo mismo al haber sido tan idiota al dejarla ir sin pelear por ella.
Como no lo noto antes, ella estaba siempre junto a el, pese a todo, si estaba frustrado ella le escuchaba, si estaba triste ella solía ser su consuelo, si estaba feliz ella lo estaba con el. Bramo furioso por el haber sido tan ciego, por el lamentarse sólo en su oficina en lugar de hacer algo por siquiera recuperar su amistad, pero los sentimientos de frustración, ira y celos le dominaban.
¿Que no era ella la que decía que seria su esposa en el futuro?
Se pregunto al tiempo que las lágrimas se escapaban de sus ojos, no tenía derecho alguno a reclamar, ella había logrado cumplir sus metas, sus sueños, en los cuales el ya no figuraba, el quiso estar a su lado en cada uno pero se había dado cuenta demasiado tarde. Ella la gran Empresaria en Diseño de modas y el un Capo de la Mafia, dos mundos que podrían mezclarse, pero que a su vez estaban tan alejados.
Escuchaba de ella por las revistas de chismes y las féminas de su Famiglia, ella lo estaba haciendo bien, más que bien ya que su nombre comenzaba a ser reconocido en el mundo de la moda, una sonrisa se escapó al recordar aquella foto donde ella salía tan radiante y jovial, como nunca lo fue mientras estuvo a su lado, aquella misma foto estaba en su escritorio adornada por un marco de madera.
Dejo escapar un suspiro mientras pensaba en lo que pudo haber sido si no hubiese sido tan imbécil al dejarla partir, por que el quería que ella fuese suya y el de ella.
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Cuando la volvió a ver por los alrededores de la mansión Vongola, ella estaba en compañía de la Tormenta Varia sintió ira y celos al verla con aquella sonrisa resplandeciente que alguna vez fue dedicada para el, El príncipe caído fijo su vista en el notando su presencia a lejos, fue entonces cuando Belphegor le susurro algo al oído ocasionando un bonito sonrojo en sus mejillas de porcelana, apretó las manos por la frustración al no poder ir y golpearlo para que no se le acercará, pero el no tenía ningún derecho, giro sobre sus talones y regreso a su oficina donde pasaría encerrado horas lamentándose como un vil perdedor.
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Otro día pudo verla a lo lejos charlando con Yamamoto quien no paraba de hacer ruidos extraños mientras lo que parecía ser un anécdota, ella reía sin parar mientras veía con atención al azabache, su risa era burbujeante y un bálsamo para su herido corazón del cual el tenia la culpa, la presión en su pecho comenzó a pesar mas, sentía rabia al no ser el quien fuera el causante de tan dulce melodía, cayo al suelo desesperado, tenia que contener las ganas de entrar a la sala de estar y robarla cual vil ladrón.
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Acompañando a sus "Hermanos menores" quienes al ver el estado de su hermano habían acordado sacarle de su fortaleza para que alejara aquellos pensamientos tan agobiantes, que pasaban por su cabeza.
Habían acordado ir a pasear simplemente, el de lo distraído que estaba había perdido de vista a los más jóvenes, recordó que estos habían insistido a ir a una cafetería en particular, una que comenzaba a ser popular entre las masas, fue allí donde la vio en lo que parecía (a su ver) en una cita con el Jefe Gesso, ambos sonreían mientras charlaban de algo que el no alcanzaba a escuchar, el verla tan radiante hizo que su corazón se acelerará cual adolescente enamorado, estaba más hermosa de lo que recordaba, entonces se dio cuenta que realmente la amaba, pero el verla con otro hacia que la pesadez en su corazón volviera con más fuerza.
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El día que explotó fue cuando la vio del brazo con el que decía ser su hermano mayor, sentía como la bilis comenzaba a subir por su garganta y clamaba por ser expulsada, arremetió furioso contra el Rubio quien intentaba hacerlo razonar, quiso en ese momento partirle la cara pero ella lo detuvo protegiendo al Cavallone, eso sólo logró ponerlo aún más molesto y terminó cometiendo la segunda mayor estupidez con ella, le reclamó su falta de atención, su ausencia pero sobretodo el estar con otro, ella le miro a los ojos sin decir nada, en su mirada sólo se reflejaba la decepción e incluso podría ver lástima, ella bajo la mirada mientras una solitaria lágrima bajaba por su mejilla, el rubio paso su brazo por los hombros de la joven mientras la llevaba lejos del moreno, eso sólo terminó por romperlo.
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Los días pasaban y con ellos se hacia más notoria la ausencia de la joven empresaria, si antes apenas salía de su oficina, ahora eso era nulo, no recordaba cundo había sido la última vez que había tomado una ducha, los integrantes de su familia le obligaban a comer, pero nadie había logrado sacarlo de su "fortaleza", sólo veían como su Cielo se apagaba día a día sin que ellos pudiesen hacer algo. Como cada día escucho que llamaban a la puerta, ya se había resignado a no poder estar sólo como quisiera, no levanto la vista, suponía que tal vez fuese Hayato o Takeshi quienes le llevaban la comida y esperaban a que la terminase o quizás eran los pequeños quienes le invitaban a salir, pero pese a los intentos de todos el seguía rechazándolos.
Al no escuchar palabra alguna de el intruso, alzo su vista encontrándose con la mirada de quien creyó ya no vería, ella parecía sorprendida por su aspecto, eso sólo logró que una risa amarga brotar de sus labios, ella bajo la mirada y en un susurro apenas audible pregunto -¿Por qué?- aquello le sorprendió de sobremanera no entendía a lo que ella se refería, pero antes de que logrará formular la pregunta ella alzó su mirada, sus ojos brillaban por las lágrimas contenidas y pregunto de nuevo con voz ahogada -¿Por qué hiciste eso?- fue entonces cuando comprendió lo que ella le decía, una sonrisa amarga se formó en sus labios al entender que está vez seria la última, dejo salir las palabras que hacia ya tiempo luchaban por salir cada vez que la veía, que la tenía cerca incluso aún estando sólo esas palabras se repetían una y otra vez en su mente, las dejo ir en un susurro anhelante -Te amo- declaró a la vez que bajaba su mirada caoba, no la merecía, escucho como ella soltaba un gemido sorprendido ante tal declaración, alzó su vista nuevamente al escuchar como ella negaba, las lágrimas que hasta hace un momento había retenido caían libremente por sus mejillas de porcelana, negaba con la cabeza con tal fuerza que estaba seguro le dolerá después el cuello, intentó detener su llanto al mismo tiempo que soltaba las últimas palabras que el escucharía salir de su boca -Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, Adiós... Tsuna-san- dijo ella con una triste sonrisa posada en sus bonitos labios rosados que el deseaba besar, la vio caminar hacia la puerta a lo que su cuerpo le pedía a gritos que corriera a su lado, que tal vez esa seria su última oportunidad, sentía como cada parte de su ser pedía a gritos que detuviera porque quien ocupaba su corazón y su mente no era Kyoko, ya no, en su ser marcado en fuego estaba escrito el nombre de Miura Haru la mujer de quien se había enamorado. Entonces la puerta fue abierta y eso fue lo que le hizo reaccionar, ¿Lograría avanzar? Se pregunto al tiempo que la decisión en su corazón se manifestaba en forma de voluntad.
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Y entonces la puerta fue cerrada.
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Volví a las andadas...
Esta historia ya la había publicado aquí bajo otro seudónimo, si no me equivoco era Chokoreto_Hime, pero me di cuenta que no estaba del todo satisfecha... así que creo que una Re edición no está de por más... y e aquí el resultado... en ese entonces yo había tenido problemas y fue el resultado de la deprimente historia...
Como fue re-diseñada la historia cualquier cosa que había escrito antes tiene que ser vuelta a ver y remasterizar así que tal vez solo lo deje como esta o quizás haga continuación.
no odio a Tsuna claro que no, pero creo que el era el más adecuado para está historia, además de que adoro a Haru-chan , bueno espero y les guste
Lady se despide... gatos y mariquitas para todos:)
