Escándalo en la calle Heiss
Protagonizado por Edward Elric, Winry Rockbell, Alphonse Elric, Roy Mustang. Con la aparición especial de la KGB Sovietica.
Le recordamos que esta historia usa personajes del Manga/Anime Fullmetal Alchemist, que pertenece a su respectiva autora y a sus colicenciados. Esta historia tiene como fines no lucrativos entretener al lector.
Martes, 21 de Enero de 1918, Ciudad Central.
Lo asesiné – dijo entrecortado un muchacho de ojos dorados – asesiné al bastardo, ¡Yo lo maté! - gritó con todas sus fuerzas, desquiciado, ante el cadáver de ése sujeto, que no era para menos mencionar el nombre, era nada más y nada menos que el mismísimo asesino serial Javiah Urke, quien había asesinado por la espalda y de un sólo tiro al primer ministro Armstrong y al Secretario de la Defensa, el mismísimo Roy Mustang, esa expresión que vio cuando el criminal caía lentamente, sangrando a borbotones por el corte de la lanza de su brazo, que le atravesaba desde el pecho hasta la cintura, y los vacios ojos del alquimista de acero que miraban sin expresión más que la sonrisa digna de un psicópata del mayor de los hermanos Elric, quien triunfalmente probó la sangre de su víctima que había caído en el auto mail, para poner la escena aún más crucial, Winry alcanzaba el lugar a donde Edward estaba, con la lengua puesta en el brazo mecánico, lo que hizo a la rubia pegar un grito de terror.
No hay de qué preocuparse, ya lo he matado y he vengado a Mustang y a Armstrong, este malnacido que buscamos por una semana entera, ya paso a peor vida en el infierno... ¿donde está mi hermano? - preguntó sin hacer caso del estado de shock de Winry, que naturalmente temblaba de miedo al ver el cuerpo muerto del homicida.
Ed... Te has convertido en algo que no eras, ¡Mírate! Lames ese auto mail que yo diseñé, con ese hilo de saliva y esa sangre puedo adivinar que estás... - ahogó un grito, sus sospechas eran correctas, aquél alquimista estaba saboreando la sangre con sumo placer, y era cierto al ver esa sonrisa macabra y esos ojos vacíos, sin duda Edward había cambiado para convertirse en un asesino, y en ese momento la cordura era de las cosas que ausentaban la mente de Edward Elric, y había sido remplazado por un incontenible placer tras el asesinato de su presa.
Pregunté una cosa distinta a lo que me has respondido, te diré una cosa... si bien, admito que este sabor de la venganza, de la sangre es totalmente estimulante, no me convierte en algo que esté fuera de mi personalidad, y ahora que tengo sobredosis de adrenalina y viendo que definitivamente no vas a decirme donde está Alphonse, voy a hacer algo que sólo en sueños me atrevería a realizar... - dijo, transmutando de vuelta su brazo a su forma original, y acercándose lentamente a Winry, esta aterrada intentó dar pasos hacia atrás, los dio, pero quedo apresada entre la pared, dos contenedores de basura a sus costados y Edward Elric, que en efecto estaba prendido, con los labios mojados en saliva, agarrando los brazos de Winry inmovilizando cualquier intento de huida – bien... puedo oler tu miedo, pero también huelo que no deseas que te deje partir... - dijo con voz aterradora, para quitar su mano y deslizarla perversamente hacia abajo, profanando la falda de su amiga... aunque para lo que estaba dispuesto a hacer, rompía con todo lo que significaba amistad, Winry jadeó y eso fue lo que determinó mas a Edward, y entonces sucedió, el primer gemido de ella, seguido por unos más después de que con la mano humana él le despojara de su blusa y sostén, para sentir el pecho de la mecánica.
No Edward, no lo hagas, por favor – dijo entrecortadamente por los repentinos gemidos que salían de su boca, en definitiva, Winry no quería que fuera así, y menos con él, ella amaba a su gentil hermano, y no al ahora maniaco que la manoseaba de la manera más sucia posible – Edward, ¡Yo amo a Alphonse! - gritó, y eso detuvo a el oji ámbar.
Das ist allerhand – gritó Edward, y dejó a Winry con llanto en los ojos, y casualmente, el alquimista empezó a derramar lágrimas - ¡Esto es el colmo! Primero vengo desde el otro lado de la puerta para salvarla, logro cerrarla para quedarme aquí, matan a Roy y a Armstrong, muere tía Pinako, y ¡Estas enamorada de mi hermano! Mato a este asesino y me llamas psicópata, sólo porque ahora sale la resulta de muchas decepciones y depresiones, maldición... ¿Cuánto más debo de sufrir? ¡Esto no es ni equivalente en lo más remota de las ideas! - y se fue corriendo a lo lejos, no sin antes mencionar – dile a Alphonse que no me espere a cenar, ¡me voy!
Y así el alquimista de acero corrió sollozando y maldiciendo su miserable suerte, sin embargo, iba con los ojos cegados de llanto, y sintió un fuerte choque, cayendo encima de la persona a quien casi atropella.
Edward... te oí gritando, ¿le has matado verdad? - dijo la mujer de ojos rojos y pelo rubio, ambos se incorporaron para estar de pie, pero el alquimista se dejo llevar por sus impulsos abrazando a la teniente Hawkeye, soltando las lagrimas y quejidos que esto conllevaba, estaba destrozado por dentro.
Riza... ¿acaso soy un maldito monstruo? Dime... - suplicaba la quebrada voz del joven, herido de semejante sucesión de dramáticos y tragicos sucesos, la militar le abrazó y le acarició tiernamente, Edward recobró un poco la calma y se calmó.
No Edward, tú has hecho lo que has pensado correcto, has matado a una persona que merecía más que la simple muerte... - mencionó la rubia, con un tono confortador.
Ella... Winry prefiere a Alphonse, y yo... no sé qué hacer... hice hasta lo imposible por volver a este mundo, cuando lo logré empezaron estas desgracias, matan a mi mejor amigo, el general Mustang, logro matar a su asesino, y Winry ahora me considera una cosa repugnadle... ¿acaso no puedo dejar de sufrir? Alphonse hace meses no me habla... ¿Queda algo para mi después de todo esto? Esa es mi pregunta y no le hallo respuesta en nadie... no sé, sinceramente estoy deseando pagar todo de una vez y acabar con esto – dijo mientras aludía a dispararse en la sien, haciendo la seña con su mano mecánica.
Ni lo pienses Edward – gritó la mujer, dando una ligera cachetada – yo también me quedé sola después de que murió Roy, no seas egoísta... ¿piensas dejarme sola tú también? - dijo ella con tono imperante pero melancólico.
Edward no lo había previsto pero, ¿acaso podría ser válido el pensar que la teniente le estaba reclamando su existencia en ese crucial momento de sentimientos encontrados, quizás?
Bueno, he aqui mi primer fic Clasif. M, más que nada por la ligera escena en la que nuestro alquimista esta embriagado de furia y otros sentimientos que le confunden y le hace lo citado a la "Friki de la Mecánica" Espero Reviews, dado que tarde todo el día en leerlo y corregirlo, Das Ist Allerhand! = ¡Esto es el colmo!
Auf Wiedersehen.
Reviews, os suplico.
