-White es hora de que despiertes!-ese era el grito que cada mañana una pequeña de apenas 5 años escuchaba a diario.

White era una niña pequeña de 5 años de edad de cabellera negra como la noche y unos hermosos ojos azules. Ella al ser hija de uno de los comandantes del ejército de su ciudad se le había entrenado estrictamente. La pequeña y su padre Vivian en una casa lujosa en la tranquila ciudad de mahamora. La familia Espumosa que era su apellido era muy temida y todos sabían que si alguien se acercaba a su hogar podía correr el riesgo de perder su vida ahí.

Todos los días era lo mismo.. Entrenamiento de resistencia, velocidad y fuerza algo muy pesado para una pequeña pero esta quería ser como su padre y demostrar que no por ser una niña seria débil. Quizás gracias al no tener una figura materna con ella le hacia ver todo mas difícil, pero su padre siempre trato de hacerla alguien fuerte en caso de que algo llegase a ocurrirle no dejar a su pequeña desamparada.

Un día a los 12 años de la pequeña su padre la ingreso en el ejército como una cadete más.. Cuando entro todos se burlaban de ella al ser demasiado pequeña, joven y sobre todo por ser una chica. Pero esto no preocupaba a la pequeña, porque sabía que podía derrotar a cualquiera que se atreviera a molestarle por la más pequeña estupidez. Así paso algunos años pero un día en medio de un entrenamiento un mensajero le dejo una carta dándole una horrible noticia. Su padre había perecido en su última misión. Esto devasto completamente a la joven de apenas 15 años. Se había quedado sola en el mundo, su madre la había abandonado desde que era una bebe y ahora su padre, su héroe había perecido en manos del ejercito del general tigre… aunque no lo demostrara esta estaba muriendo por dentro… pero solo mostro una gran frialdad y odio hacia todo ser viviente que se acercara a ella.

A sus 25 años se había convertido en la temida y odiada sargenta White el terror de todos los cadetes gracias a sus entrenamientos horribles y perversos castigos.

-bien malditos gusanos espero que no se hayan acostumbrado a sus patéticas vidas de lombrices que aquí los volveré hombrecitos-decía una mujer de larga cabellera oscura y buen cuerpo con voz firme observando a los nuevos reclutas-así que ustedes son mis nuevos juguetes e?-mira fijamente a un niño de no mas de 8 años que la miraba aterrado-tu quien diablos eres mocoso y que haces aquí?

-y..Yo mi nombre es fli..-pero antes de que pudiera hablar la mujer le había propinado un puñetazo al estomago-

-a mi me hablaras con respeto basura.. Me dirás sargenta White y saludaras ante mi-ante esto solo pudo ver como el niño sobaba su estomago mientras dejaba escapar unas cuantas lagrimas-s.. Si sargenta White-hace débilmente una pose de saludo-mi nombre es flippy sargenta White a sus órdenes

-mucho mejor descanses sabandijas que mañana empezara todo el entrenamiento

La mujer a pesar de su actitud fría ante sus reclutas, cuidaba de ellos al igual que aquel hombre que ella amaba, que a pesar de ser algo tonto, descuidado y bobo siempre estuvo con ella en todo momento

*flashback*

-White estas bien?-decía un castaño de cabello rizado acercándose a una joven pelinegra que estaba sentada sobre un tronco observando a la nada- eh oído lo de tu padre y solo quería sab…

-largate-repondio fríamente la joven-

-pero yo solo quería

-QUE TE LARGES NO ENTIENDES SIGFRID! NI TU NI NADIE PODRA ENTENDER NADA ASI QUE AHORRATE TU ESTUPIDO PESAME QUE NO ME IMPORTA EN LO ABSOLUTO ASI QUE DEJAME SOLA Y DESAPARECE DE MI VISTA-la pelinegra escucho unos pasos he imagino que su compañero ya se había marchado, pero jamás espero sentir unos brazos abrasándola fuertemente

-no tienes que fingir ser fría conmigo White, sabes que te conozco muy bien, se cuando estas triste y se cuando me mientes y en estos momentos, haces ambas cosas, así que no te preocupes el llorar frente a mi, eso no me quitara la imagen de mujer imponente que tengo hacia ti-solamente White sujeto a su compañero, escondió su rostro en el hombro de su amigo y comenzó a sollozar silenciosamente-tranquila… siempre estaré aquí para ti

*fin del flashback*

La mujer siempre solía alegrarse al escuchar el nombre de su único amor, aunque el trabajo fuese agitador y las misiones difíciles, el recordar a su "bigotitos finos" como solía llamarle por el a su parecer gracioso bigote, le hacia sonreír alegremente por todo el día.

Cada fin de semana se le permitía regresar a su hogar, y ella lo hacia alegremente donde era recibida por su mejor amiga, Noa y aunque no era su hermana de sangre, ante White siempre lo seria. Y por su única hija, su pequeña de 8 años, llamada Flaky.

Noa es una mujer un año menor a White. Ella enviudo 3 años atrás donde su esposo murió acribillado ante las manos del ejercito del tigre, por ello ella seducía a cada hombre que veía, sin importar de que ejercito fuese y le torturaba hasta matarlo, ella era conocida como el terror ámbar, puesto que con su cabellera rubia y cuerpo exquisito, atraía a todos los hombres hacia su perdición.

White conocía lo que hacia Noa, y aunque no fuese de su total agrado lo permitía puesto que ella también era gustosa de decapitar a aquellos que osaran poner en duda el nombre de su amado padre o intentara propasarse con ella.

Fue solo hasta la llegada de una pequeña a sus vida, que acabaron con todas las masacres que ocurrían en su propiedad. Esa pequeña no era más ni menos que Hojaldre Flaky…

La pequeña pelirroja había huido de su hogar, su padre y único protector había fallecido dejándola sola y desamparada, ante una familia que por ser mujer le humillaba, su madre nunca estaba en casa y si lo estaba solo le humillaba, tenia un hermano mayor a ella también de ojos carmesí pero cabellera gris y espesa como la de su padre, este siempre le golpeaba y gritaba haciéndola sentirse nada. Su único héroe era su padre, él era quien siempre veía por ella, pero un día, falleció y su madre siempre le culpo que había sido por su causa, lo que provocaba que la joven solo se encerrara en su habitación a llorar, donde de ves en cuando, sin que nadie lo notase, su único amigo Splendid iba y la consolaba, el odiaba ver a ella así, el sabia lo que sentía por ella, flaky era su dama en peligro y él quería ser su único héroe.

Un mes después del fallecimiento de su padre, flaky huyo de su hogar refugiándose en el único lugar donde se sentía segura, su escondite, una pequeña casa del árbol que ella y su padre habían construido en las afueras de la ciudad, pero por cosa del destino antes de llegar a esta, una mujer apareció ante ella, esa mirada intimidante y ese cabello negro, en un momento la intimido a la pequeña, pero esa mujer solo le sonrió y extendió su mano, la pelirroja la acepto y camino a donde se dirigía la mujer.

-entonces, has huido de casa?-decía la rubia con tono de preocupación

-es que…-decía la pequeña algo tímida- mi padre falleció y no quiero quedare con mi familia-decía la pequeña deprimida-

-pero porque no? Sabias que seguramente deben estar preocupados x ti?-decía la pelinegra mirando a la pequeña pelirroja

-l..Lo dudo, mi madre dice que por mi culpa murió papa, y mi hermano no le importa lo que pase conmigo

-White…puede quedarse?

-Noa.. No es una mascota que puedes conservar, seguramente su madre debe estar preocupada por ella-decía la pelinegra mirando la triste mirada de la pequeña-a…esta bien, puedes quedarte pero pediré permiso a tu familia, deberás llevarme a donde vivías y si no hay inconveniente, te podrás quedar con nosotras entendido?

-si-sonrió la pelirroja abrasando a ambas mujeres-

Horas mas tarde ambas mujeres junto con la pequeña pelirroja se dirigieron a la casa de esta, donde una mujer pelirroja apareció ante ellas mirando con insignificancia a flaky

-vaya veo que has vuelto, para que lo haces?

-pero mama…yo

-sabes estábamos mejor cuando te fuiste, porque no desapareces de mi vista asesina-y después de esto cierra fuertemente la puerta ante una atónita White y una llorosa flaky

-ya veo porque se fue-decía Noa abrasando a flaky-White…no podemos dejarle aquí. Tú misma viste como le trato "su madre"-la pequeña aun sollozaba entre los brazos de la mujer rubia, pero de pronto la pelinegra pateo fuertemente la puerta rompiéndola-

-oiga señora que diablos le pasa-se interponía el peligris frente a la pelinegra pero solo fue empujada x esta dirigiéndose a la mujer pelirroja-

-usted no tiene el maldito derecho a haber sido madre-decía White furiosa mirando con odio a la pelirroja-

-es una mujer, yo solamente quería tener hijos varones, así que si algo me es innecesario bien puedo desasirme de ello y usted no tiene derecho a meterse en lo que hago o no con mi familia, si quiere esa basura consérvela, a mi no me importa en lo absoluto-la pelinegra solo dio otra mirada de odio a la mujer y se dirigió afuera de ese lugar, observando a la pelirroja llorar aun en brazos de Noa, mirándola tan débil, inocente y desamparada, recordando su infancia, cuando ella misma necesitaba de un abraso de un madre, un consejo, entonces lo decidió

-flaky-dijo White despeinándole la esponjosa cabellera a la joven-desde hoy serás mi hija-se arrodillo para quedar en la estatura de ella- serás Esponjosa Flaky desde hoy.

Esas 3 personas eran la vida de White, el solo verles le hacia feliz ya que ella, no estaba tan sola, tenia una familia que estaría con ella en las buenas y malas, o al menos eso esperaba de todos.

Un día Noa quiso estudiar psicología para poder a ayudar a su pelinegra amiga con algunos cadetes que se veían algo preocupados en el escuadrón de esta, solo una duda apareció en la cabeza de esta "¿Quién cuidaría de la pequeña flaky?" bien si era aun algo tímida pero sabia defenderse puesto a lo que le había enseñado White, así que sin pensarlo mas lo decidió

-flaky, ¿quieres ser parte de mi ejercito?

-una soldado?-decía con emoción la pelirroja, desde que oía a su madre White hablar con tanto interés de este siempre había sido su ilusión formar parte de él y mas que nada, ser tan buena como White.-claro que si acepto!

-el entrenamiento será duro pequeña

-no importa-niega sonriendo-yo quiero intentarlo

-esta bien, a partir de mañana, serás mi nueva cadete estrella-decía White sonriendo mientras le desacomodaba un poco el cabello, recordando así las acciones que hacia su padre hacia ella cuando era una pequeña.

Meses después Flaky ya era parte del ejército, estaba en el escuadrón de White, puesto que cuando se entero que pondrían a su única hija en el pelotón de Rino, decidió cambiarlo para poder comandar y proteger a su pequeña. Un día cuando ella analizaba unos documentos de su antiguo escuadrón para la siguiente misión que les asignaría encontró 3 cadetes que tenían una etiqueta roja en su expediente que decían "experimento CCH"(cambio de células humanas) y esta al ver que era de los cadetes mas jóvenes que tenía ese pelotón decidió investigar. El primero era Mouse k-bom un joven francés que era muy hábil en todo lo referente a armamento, el siguiente era Kamereon Sneaky a pesar de ser un idiota a su parecer era muy bueno infiltrándose, y el ultimo y mayor dolor de cabeza era el Kuma Flippy, un soldado de la misma edad de su pequeña que no le agrado desde que llego a su escuadrón, pero aun así era muy bueno en lo referente a combate cuerpo a cuerpo, en total esos 3 eran los soldado que mas destacaban en su ex pelotón y extrañamente en el, han aparecido decesos, soldados que desaparecen o mueren de acciones inexplicables, o eso pensaba hasta ahora, ella debía investigar el porqué de esto, todos incluyendo Sigfrid parecía no preocuparse por lo que sucedía.

Pero se arrepintió de haber investigado puesto que descubrió que a esos 3 pequeños se les habían hechos experimentos, por desgracia aquel que ella había investigado para su mayor, uno donde los soldados tuvieran fuerza inexplicable solo que al ser un prototipo aun no debía usarse en humanos, pero hicieron caso omiso a ello y lo colocaron en los 3 provocando diversas reacciones. A mouse, le dieron la capacidad de sacar armas de su cuerpo , a Sneaky le dieron el poder de la invisibilidad y a flippy, el creo a un ser diferente dentro de si, a un demonio, el que había sido causa de los decesos en los últimos meses, temerosa busco ahora los expedientes de sus reclutas y encontró algo que no quería, dentro de los informes de su hija, encontró que ella seria la próxima en experimentar la inyección del experimento "456" y verían su reacción, y eso era algo que White no permitiría, por lo tanto hablaría con sus jefes para pedir una explicación sobre lo que ocurría.

0-0-0-0-0-0-0

Flaky esperando a que su madre terminara de hacer su trabajo para poder volver juntas a casa, decidió explorar un poco y adentrarse en un bosque que estaba cerca del lugar, acercándose a un pequeño arrollo donde cada que estaba triste o preocupada iba a meditar un poco, pero esta ves ocurrió algo diferente, ahí se encontraba un chico aparentemente de su edad de ojos y cabellera verde y al parecer, este sollozaba en soledad. La pelirroja solo lo miraba oculta tras una roca, queriendo ir y abrasarlo, no le gustaba ver a nadie llorar, pero era inútil, por mas que quisiera sus piernas no respondían, temía que ese joven fuera de un ejercito enemigo pero entonces como si fuese un milagro una pequeña frase salió de sus labios-n…no llores por favor…-esto sorprendió al peliverde el cual se puso en posición de ataque al ver a la joven-

-que aes aquí? Eres aliada o enemiga?-decía el peliverde mostrando una navaja mas grande que su mano

-creo aliada, p..Porque tenemos el mismo uniforme no?-respondía tímidamente la joven acercándose a aquel peliverde-porque llorabas?

-no es algo que te interese

-si no me interesara no te preguntarías, has pensado en eso?-ríe la joven-

-los hombres no lloramos niña

-no me llamo niña mi nombre es Flaky, Espumosa Flaky-ante esto el joven se asusto un poco-

-ERES HIJA DE LA BRUJA!

-mi madre no es ninguna bruja!-decía la pequeña asiendo un pequeño puchero mientras agitaba los brazos, lo que provoco que el pequeño riera-

-luces tierna-decía el joven provocando un sonrojo en la pelirroja-

-tu también cuando ries-sonrie la pelirroja provocando un sonrojo en el peliverde-oye, porque estabas llorando hace rato?

-es que yo… soy un monstro… nadie debe de acercarse a mi, o yo..Puedo lastimarle-decía el peliverde deprimido-

-yo no te veo como un monstro, solo eres un niño muy alto-ríe la joven-

-soy flippy Kuma Flippy para servirle señorita-asiendo un saludo militar-

-porque haces eso?-pregunta curiosa la chica por la pose del pequeño-

-t..tú no me golpearas como tu madre?

-porque habría de hacer eso?-se cuestionaba la joven-en fin…tu no eres un monstro flippy t lo digo enserio

-gracias flaky, en verdad no sabes cuanto te agradezco que me hayas dicho eso-sonríe el joven-espero que podamos ser amigos

-dalo por echo-reía la joven asiendo señal de amor y paz con sus dedos-los mejores

De pronto se escucho el grito de la pelinegra buscando a la pequeña pelirroja

-ups debo irme mama me llama nos vemos mañana flippy si?

-dalo por hecho flaky, aquí mismo?

-claro que si-sonríe la pequeña dándole un beso en la mejilla-adiós-y de esa manera el peliverde observa como la pelirroja parte fuera del lugar

-espero que si vuelva-decía sonrojado el joven observando hacia donde se había marchado su amiga-*sabes que ella se alejara de ti, tal y como lo han hecho todos, o dime, ¿Dónde están tus 2 amigos ahora?*-de nuevo escuchaba esa vos, la misma que le torturaba todo el tiempo-no comiences, sé que ella volverá-dice esperanzado el chico-*si pero veamos que pasara cuando la bruja se entere que hablas con esa mocosa*eso ya lo veré después-sonríe de medio lado- por ahora solo esperare por verle de nuevo-y así camino de nuevo a su campamento con la alegría de haber encontrado una amiga por fin-