-FAREWELL-

-Despedida-

Así que eso era todo.

Los últimos meses de su vida se veían reducidos a eso. Una realidad que aunque conocía de antemano ahora le resultaba demasiado difícil de afrontar.

Porque dejaría de ser lo que era, en lo que se había convertido. Porque aceptó ser shinigami para salvar a su familia y por ellos renunciaba a serlo.

Cuando se convirtió en un Dios de la muerte las cosas pasaron tan deprisa que no tuvo tiempo para pensarlo, y ahora tampoco se le había otorgado el derecho a decidir renunciar a ello.

Porque cuando obtuvo su nueva técnica, supo lo que pasaría; después de todo el nombre le decía lo que pasaría. Lo hizo, fue al campo de batalla sabiendo que debía ganar una lucha donde perdería una parte de él.

Y ahora ocurría, en su habitación frente a sus amigos tuvo el acierto de sonreír y fingir que todo iba a estar bien, que sus poderes no significaban nada para él así que perderlos no representaba gran cosa en su vida.

Pero si eso no le interesaba, ella sí que le importaba. Y pensar que de un momento a otro iba a perderla le robaba el aliento y trataba en vano de ignorar la opresión melancolica en su pecho.

Abandonó su habitación sabiendo que sus amigos no dirían nada y lo seguirían en silencio, trató de bromear una vez más con ella, antes de que el adiós llegara. Primero de los labios de ella y él tan sólo sonrió esperando que Rukia no notara el dolor en su rostro.

Permaneció en el mismo lugar en que la joven shinigami había desaparecido, contemplando como la noche se volvía cada vez más espesa antes de iniciar una marcha sin saber a donde ir exactamente.

Se detuvo en la cima de una colina y las luces de la ciudad lo recibieron. Imaginó el aspecto tan lamentable en que se encontraba mientras se sentaba sin apartar la vista del frente, entonces cerró los ojos y dejó que sus emociones se arremolinaran en su interior sin dejarlas salir.

Porque ni la ira, ni el dolor harían que ella regresara, porque nunca antes la había perdido. Siempre peleó por ella; por retenerla a su lado y ahora fue incapaz de logarlo.

Se dio cuenta como una de sus manos se había aferrado a la hierba hasta arrancarla y al abrirla notó una peonía, miró la flor sin ser capaz de apartar la imagen de Rukia y mientras ésta se alejaba siendo arrastrada por el viento otoñal, lamentó no haber sido capaz de confesar sus sentimientos.


¡Bruja Feliz Cumpleaños!, pensaste que me había olvidado de tu cumple; pues no.

Que decir, te deseo lo mejor del mundo. Y ya sabes que si no te quisiera no te hubiera hecho un fic Ichi-Rukia.

Aunque a decir verdad no sé como haya quedado. Pero si alguien lo llega a leer deje un comentario.

Gracias por leer.

-Sherrice Adjani-