Dentro de la casa de los espejos infinitos escuché muchas historias, ya saben, la del asesino que amaba las fresas, el dios atado a una libreta y el shinigami que murió por amor; hace un tiempo les conté sobre dado dedo, también sobre ese pelirrojo que no lograba que nadie adivinara lo que pensaba, la vez que un camión de videojuegos se estrelló contra el orfanato, del chico que nunca logro ser el héroe de nadie y la singular criatura que buscaba la forma de encontrar cierto fruto rojo… en fin, algunas historias y relatos; de cómo un detective se jugaba la vida, encerrado, buscando al asesino que mataba a prisioneros encarcelados… pero, nadie sabe realmente lo que yo vi… en muchas ocasiones puedes haber escuchado que cambió la voz del narrador mas de una vez y sin anticipación, bueno, solo lo haré una vez y esta vez te aviso para que puedas enterarte de cómo pasó lo que yo vi, o mas bien, lo que él me conto que había visto, porque después de todo yo no presencie ninguna de esas historias, solo las escuché por ahí…

Se presenta algo serio y formal, pero al hablar pareciera que quiere dejar escapar una sonrisa en cada frase: mi nombre es Duncan Dedo, hijo del difunto juguetero Dado Dedo y la señorita desparecida Pahnie Pinhie y ¿Por qué no? Medio hermano del también aparentemente desaparecido Nate River, en resumen, o bien no tengo familia o no se donde están.

Es cierto, dirán que soy amante de las historias donde las personas se ven obligadas a caer en depresión y luego a rehacer su vida, pero ¿Qué seria de una historia si no siguiera estas acostumbradas reglas? Es probable que aun así pueda ser muchas cosas (como un éxito mundial… si claro) pero… bueno ese no es el punto.

Recuerdan al señor Dado Dedo? El juguetero que vivía en una pequeña tienda en la esquina de por la casa de la tía de mi madre? ¿Qué tanto recuerdan? Él murió hace unos años dejando a una viuda, un hijo, un niño sin cuidado y muchas deudas que se pagaron solas tras su muerte, fue un hecho triste, sobre todo porque ahora en aquella esquina hay instalado un taller mecánico, el cual opaca los recuerdos de todos los que ahora pasan por ahí y que sin duda no dejan de repetirse "si la juguetería aun estuviera ahí… estaría apostando contra otras diez personas en un juego infantil"

Pero, lo que nunca logré entender es ¿Qué le paso realmente al juguetero? ¿A dónde fue su familia? Y ¿Qué fue esa primera causa que lo había dejado en tan mal estado?

-.-.-.-..-

La señorita Phanie Phenie tenia relaciones y amistades que muchos considerarían poco normales, pero ¿Quién se queja de las amistades cuando gracias a ellas puedes conseguir pescado gratis, ver el cerebro de Walt Disney congelado o dejar a un niño a las puertas de un orfanato sin que nadie te reprochara nada? Tal vez aquello fue lo que le atrajo del inusual Dado Dedo, que él tampoco parecía guiarse bajo las reglas comunes de la sociedad… el Señor Dado Dedo, el amor de su vida.

Phanie había dejado a Nate en el orfanato donde alguna vez ella se metió a escondidas creyendo que se trataba de algún extraño hotel tres estrellas y a donde alguna vez tuvo que abandonar a su hermanita porque no podía cuidar de ella… no sabia que ocurría con las personas dentro, pero le parecía conveniente que nadie la molestara tratando de encontrar a algún responsable por los niños. Un adulto normalmente debería haber sospechado de aquel lugar, pero cuando los dejó, Phanie tenia otras cosas en qué pensar de modo que no se preocupó por la vida de ellos dentro del orfanato…

Era por esto que Duncan culpaba a su madre de la desaparición de Nate. Porque cierto día cuando Duncan había crecido suficiente y Pahnie se había hecho la idea de que Nate nunca había vivido con ellos, el joven había ido a los registros de la Wanly´s House buscando a dos personas. Encontró que su tía había sido adoptada al poco tiempo de haber ingresado, pero tampoco los expedientes recordaban la existencia de Nate River.

A pesar de ello, Duncan recordaba la tétrica apariencia con la que Nate había llegado a su casa, cómo solía romper los incontables records de la juguetería y lo necio que solía ser al tratar de reparar un juguete dañado; recordaba al chico que fue lo más parecido a un hermano y al que su padre trató igual que a él mismo, pero nadie mas parecía saber que había existido. Ni si quiera Roger, el amigo de su madre al que le habían encargado a Nate sabia responderle; solo le decía que Nate había sido transferido a otro orfanato y por consiguiente había dejado de estar bajo su tutela.

Near se olvidó de Nate, solo le había quedado la pequeña obsesión por los juguetes y la experiencia de ser el mejor en tanto reto como le pusieran. Era obvio el que Roger se diera cuenta de esto y lo convenciera de ir a la casa de Wammy dónde (según a palabras de Roger) a nadie le importaba el pasado, las manías y todo era un juego constante hasta que alguien ganara.

De ese modo, el albino se movió de un orfanato a otro cuya única diferencia aparentemente era el nombre.

Gran lugar sin duda… si eres competitivo, claro, porque si no lo eres muchos te preguntarían ¿para que rayos viniste aquí? También por defecto todo el que vivía ahí tenia una mania u desarrollaba una con el tiempo, no es que fuera una moda, sino mas bien era como una regla no escrita que acatabas sin querer y un día simplemente te sentabas en el centro de tu habitación y te daba por convertirte en ladrón de obras de arte profesional o el mejor jugador de videojuegos online… esta bien, no simplemente ocurría porque si (estos casos eran contados) pero algo parecido a una manía, una obsesión o una terca rivalidad aparecía tarde o temprano haciendo que la mayor parte de tu mundo se girara sobre esta y sus causas y consecuencias.

Así, cuando le preguntabas a alguno de esos niños quienes habían sido sus padres o de dónde venían, todos afirmaban que jamas habían pertenecido a ningún lado y que habían llegado a ese lugar por cierta o cual razón… algunos pocos que habían sobrevivido para salir del orfanato por mayoría de edad aseguraban que Roger permitía todas las rarezas precisamente para que los posibles sucesores de L no sintieran necesidad de escapar.

Pero la verdad a Roger y los demás adultos las manias de los niños les daban por igual, a menos claro que fuera algo peligroso o sobre lo cual debían preocuparse, casos en los cuales intervenían rígidamente.

.+.+.+.+.+.+.+

En fin, Duncan afirmo que de no haber sido por el ocio jamas habría encontrado a Nate…

El chico había estado caminando por toda la ciudad (y Winchester resultaba aún más grande cuando se recorria a pie, con la cabeza baja y el estomago vacío)pero a decir verdad ya no sabia por qué parte andaba, las calles le eran desconocidas y estaba seguro que si no encontraba la avenida principal terminaría perdiéndose fácilmente.

En la esquina siguiente había una casa grande, rodeada con una barda enana y rejas negras, la placa rezaba "Wammy´s House No. 505" pensó en el curioso nombre pero en realidad nada le llamó la atención ( a pesar de que era bastante amplia y los jardines adentro estaban bien cuidados). Sin embargo, cuando pasó a un lado de la barda y la reja se encontró con un chico que estaba por dentro, dándole la espalda y viendo hacia la casa… Duncan lo reconoció.

-Nate!

Near giró algo desconcentrado no sabiendo que había alguien detrás de él, se encontró con un chico unos años mayor que él que sonreía y se alegraba sin saber porque, su cara se le hizo familiar pero no logró recordar donde lo había visto antes.

-Nate, soy Duncan.

-¿Te conozco?

….