¡Hola! Hacía mucho tiempo que no escribía sobre Hawaii Five-0. Realmente dejé la serie hace tiempo, pero la nostalgia llama a la puerta y el querer hacer un regalo fueron lo que me animó a intentar volver a escribir. Isa aquí te dejo este fic como regalo de Navidad, fue totalmente improvisado, espero que te guste y no haber perdido excesivamente la práctica escribiendo sobre estos dos. Espero que te guste y ¡Feliz Navidad!

Ps. Es la primera vez que consigo escribir un drabble :p (Me hace muy feliz eso)

Felicidad

Danny se sentó en una de las dos sillas cercanas a la orilla del mar con una cerveza en la mano. No podría negar que las vistas eran incréibles, aunque él había sido bastante reticente a aquel lugar, sobretodo al principio. Pero la vida no le había avisado que llegar a aquella isla sería el principio de una nueva vida más feliz.

La felicidad se define como un estado emocional que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior. Así es como Danny se sentía en aquellos instantes. Su vida, no solo era diferente, a pesar de algunos momentos de estrés en el trabajo que le producía su compañero, su vida había dado una vuelta de 180º grados de forma sorprendente. Su vida era feliz.

Danny cerró los ojos cuando sintió las manos de aquel que conocía tan bien, las apoyaba sobre sus hombros. Recordaba como este las había usado durante toda la noche anterior, en otras partes de su cuerpo sintiéndose tan placenteras que Danny volvió a sentirse excitado al recordarlo.

- Un masaje por tus pensamientos - sonrió el comandante McGarret susurrándole al oído desde su posición.

- ¿Sólo un masaje? - Salivó el detective.

- Podemos empezar por ahí. - sonrió sugerente Steve sentándose en la silla contigua de su amante, abriendo su botellín de cerveza y bebiendo de el.

- No estaría mal - Danny dió un sorbo a su cerveza.

- ¿Estás bien? - preguntó ahora más serio Steve, si algo había aprendido en estos años era a entender a aquel hombre, aunque a veces discutieran como un matrimonio. Tal vez, algún día...

Danny bufó.

- Me apena que Grace no esté con nosotros estas Navidades.

- Pero estará para el año nuevo y le haremos una gran fiesta que olvidará la que haya vivido en casa de su madre, será inolvidable. - Steve le guiñó un ojo a su compañero y dió un nuevo sorbo a su cerveza observando el horizonte, él también la echaba de menos. Adoraba a aquella niña tanto como había llegado a sentirse por Danny, tal vez el sentimiento era distinto. Pero los dos eran Ohana, familia. Estaban en su corazón.

- Hablando de inolvidable - sonrió con intención Danny, interrumpiendo el pensamiento de los dos un buen rato después - No te he dado mi regalo de Navidad, y tú ayer pusiste mucho empeño en el tuyo...

Sin decir mucho más, Danny se puso frente a Steve y se agachó...

- ¿Aquí? - mordió Steve sus labios - ¿Qué has hecho con mi compañero y quíen eres tú?

- ¡Oh, comandante Mcgarrett donde está tu sentido de la aventura?

- ¿Dónde estaba el tuyo, detective Williams?

Danny solo sonrió aquel hombre le hacía simplemente feliz y cometer locuras como aquella, entonces empezó a desabrochar los vaqueros del SEAL.

- ¡Mele Kalikimaka, Steve! - Y Danny empezó con su regalo...

- ¡Oh, dios! - jadeó el comandante sin aliento - ¡Feliz Navidad, Danno!

FIN