Continuación de "Nuestros hijos" para entender mejor la historia, les recomiendo que lo lean. En cualquier caso, Disfruten!
Estoy ansiosa, no puedo esperar más, ya espere demasiados años. Quiero ver a mi hermosa princesa, seguramente sigue igual de bella que la última vez que la vi. Quiero ver a mi hijo, Kyo-chan, quiero conocerlo, escuchar su voz, quiero que me diga mamá por primera vez. Quiero ver a mis amigos, Dino-san, Kuzakabe-kun seguramente me aplastaran con sus abrazos cuando me vean. Quiero saber que paso en todo este tiempo que no estuve, tengo mucho en lo que ponerme al día. También quiero… también quiero ver a Kyoya… seguro es tan arisco y frio como siempre… tendré que esperar a estar solos para recibir una mínima muestra de cariño de su parte, que con los niños, seguramente llevara un buen rato.
La puerta se abrió, primero me asuste un poco, luego de estar años como prisionera y esclava de una familia enemiga de Vongola, me hicieron más asustadiza.
Aun recuerdo cuando vi a Yamamoto-san, me alegre mucho al ver una cara conocida, sabía que al fin saldría de allí, sabía que sería el fin de mi tortura. Al principio no me reconoció, y siendo sincera ni yo a él, me di cuenta quien era al ver su vongola gear ; Luego de que le dije quien era, salimos a la superficie donde había más luz, el me reconoció.
Pude ver como se asomaron dos cabecitas, mi sonrisa no pudo ser más grande, al fin habían llegado.
-Entren-dije con vos suave, primero entro Kyo-chan, en verdad es muy lindo y tierno, si no fuera porque no puedo mover mucho mi cuerpo correría a abrazarlo. Luego entro Ushio, sí que había crecido mucho, ahora su cabello le llegaba por la cintura y con los años había obtenido la misma mirada de su padre.
Ellos solo me miran, no los culpo, ellos creían que había muerto, seguro que están el shock. Suspire, les daré tiempo a que se recompongan.
Escuche mas pasos, solo había una persona que faltaba entrar, que no solo quería abrazarlo, si no comerlo a besos- Kyoya…-dije con un hilito de voz.
-Ella es tu mamá Kyoya-le dijo la alondra mayor a su hijo alzándolo llevándolo contigo. Eso te sorprendió un poco.
-Eres muy lindo Kyo-chan-le sonreíste tomando su manita. El se soltó de su padre y me abrazo llorando, el abrazo lastimaba mis heridas, pero aun así lo deje. Al rato vi a Ushio hacer la misma acción que su hermano. Sonreí feliz, volverían a ser una familia.
Vi a mi marido, el sonreía al ver de nuevo a toda nuestra familia unida, deposito un beso en mi frente, y se recostó en el respaldo de la camilla abrazando mi cintura.
-Te amo Kyoya –le susurre cerrando los ojos cansada, quedando dormida en su hombro, esperando por despertar, para recuperar y disfrutar los años perdidos con mi familia.
