*- * Todos los personajes de Naruto son de Masashi Kishimoto.

*-* la historia puede tener Ooc (out of carácter)

*-* no abra anti-Sakura, pero no digamos que no será la mejor del mundo.

*-* dudas, comentarios y sugerencias son bien recibidas. Al igual que critica constructivas sobre la historia.

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Es una muy calurosa tarde de verano en la cuidad de Suna, una de las mas calurosas de todo el país, además de ser también la mas grande y prospera de todas, aunque eso no le quite el infernal calor que allí se hace presente.

El clima es ideal para un pequeño restaurante que se especializa en preparar platillos fríos y postres hechos a base de helado y un caramelo que es receta secreta de los propietarios.

Con el sol en lo mas alto del cielo, y la noche próxima a llegar, era el momento ideal para todas aquellas parejas que deseaban salir a pasear con esa persona especial que podía caminar a su lado en un tarde tan maravillosa.

Lastima que no todos tienen la fortuna de poder tomarse una tarde libre para poder salir a pasear con ese ser amado, ya que algunos tienen que trabajar para poder ganar dinero y sobrevivir en la vida.

Como lo mencione antes, era el clima perfecto para el restaurante "dry ice", el cual era propiedad del señor Hiashi Hyuuga, que junto a sus dos hijas y su sobrino, eran los encargados de atenderlo y brindar un buen servicio a todos lo que entraban en el.

El espacio para el restaurante no era muy grande, pero si muy acogedor. Su decoración daba una sensación de frescura, sus colores azules en diferentes tonalidades, junto con el blanco, hacia pensar que estabas entrando a un verdadero cubo de hielo.

Para los clientes que llegaban allí, era como una brisa de aire fresco, después de pasar del infernal calor de la ciudad, podían entrar a un ambiente más fresco y cómodo, además de disfrutar sus platillos favoritos y refrescantes.

Tal vez por eso su gran popularidad entre los pobladores de aquel lugar. Lujos no tenia, pero si contaba con unos exquisitos platillos, que prepara la hija mayor del dueño, llamada Hinata, una chica de cabello negro largo y con tonos azules, de 20 años y de estura mediana y los cuales eran servidos por sus segunda hija, Hanabi, de 16 años, cabello largo castaño y de muy mal genio y por su sobrino Neji de 21 años, alto, cabello castaño largo y muy guapo.

Las cosas parecían prosperar en el negocio, cada vez iba más gente, recomendada por otros que ya habían ido a ese lugar, pero como en todos los países importantes y en otros no tantos, siempre ocurren crisis que hacen que pequeñas empresas vayan a la quiebra.

Las cosas estaban mal, un mal manejo del representante financiero del país hizo que la economía sufriera una severa caída. Tiendas, bares, comercios, restaurantes, todos estaban cerrando.

La gente ya no iba a esos lugares, el dinero escaseaba y todo parecía que se iba por el caño. El esfuerzo de Hiashi por tantos años se estaba esfumando en un abrir y cerrar de ojos.

Todo lo que había logrado en eso años, se le iba de las manos cual agua al tratar de retenerla entre ellas. El futuro de su familia se estaba volviendo incierto.

Ese restaurante había sido su vida, su sueño por mucho tiempo y ahora tenia que deshacerse de el, por falto de dinero para seguir llevándolo a flote.

-descuida papa, veras que pronto podremos volver a abrirlo.- llego hasta el su hija mas pequeña, y se coloco a su lado.

-eso espero hija- el seguía con su mirada fija a lo que una vez fue un muy popular restaurante.

-ya veras que si, nosotros estaremos allí para ayudarte- ahora su hija mayor le estaba hablando desde el otro lado de la barra que separaba a la cocina del resto del local. –Incluso abriremos uno más grande que este.-

-descuide Hiashi san, esto pasara, hemos vivido momentos peores- Neji a pesar de ser el sobrino de el, lo consideraba como un padre, al igual que Hiashi lo consideraba a el.

Los cuatro se quedaron callados, con la mirada baja y un profundo sentimiento de tristeza y rabia. Rabia por no poder hacer nada para lograr que no serraran lo que significaba tanto para todos.

Neji, Hinata y Hanabi, prácticamente habían nacido y crecido en ese lugar, todo su infancia y vida fue allí. Momentos felices, tristes, todo ocurrió allí. Desde la muerte de los padres de Neji, hasta la muerte de la madre de Hinata y Hanabi, ese había sido su refugio para momentos tan difíciles.

Para Hiashi, fue ver su sueño hecho realidad. Tener un negocio propio para poder sostener a su familia era una gran oportunidad para el y todos sus seres amados. Al casarse, eso solo había sido con un capricho cumplido, pero al saber que seria padre fue como si su capricho se hiciera su más grande promesa para el futuro de su hijo.

-disculpen… ¿aun hay servicio?- de pronto una voz los saco de sus pensamientos y tristezas. Todos voltearon al mismo tiempo al lugar donde procedía la voz que los interrumpió de su nostalgia, y se encontraron con un hombre alto, cabello plateado y unos ojos negros que parecían ver mas haya de lo aparente.

-disculpe, pero como podrá ver estamos por cerrar este lugar- Hiashi se levanto del lugar en el cual estaba sentado, y le señalo todo el lugar, el cual tenia a todos las sillas sobre las mesas, y algunas sobre la barra, además de que los adornos y las luces que decoraban al que alguna vez fue un bello lugar, estaban en una caja, la cual también estaba al lado de algunas de las maquinas que utilizaban para preparar ciertas bebidas y postres.

-lo siento- camino un poco mas adentro del local, el cual ahora estaba prácticamente desierto. Al entrar todos pudieron notar mejor como era, vestía demasiado bien para ser alguien de la región, sus ropas parecían de marca, ninguno de ellos sabía muy bien sobre eso de marcas de ropa, pero podrían jurar que ese tipo era de dinero. –pero igual podrían servirme una de esas bebidas suyas tan famosas… espero que aun no hayan guardado todo.- sonrió a los presentes para tratar de que lo complacieran.

-lo siento pero no pode….- Neji iba a decirle que se marchara y que no molestara mas, pero fue interrumpido por Hinata, que estaba aun dentro de la cocina y que al escuchar lo que el extraño quería, fue de inmediato a preparar lo que deseaba.

-descuida Neji, aun puedo preparárselo-

Minutos mas tarde apareció con un gran vaso en sus manos, el cual tenia un extraño color violeta, y que era decorado con un par de cerezas y algo que parecía ser unos pequeños hilos de cajeta que lo atravesaban de abajo hacia arriba.

Lo coloco enfrente del extraño y le sonrió para luego decir un "que lo disfrute". Este seria su último cliente, tenían que tratarlo bien después de todo. Los demás aun estaban acabando de recoger todas sus cosas.

Era triste ver como todos recogían pedazos de su vida, por que eso eran en realidad todas esas cosas, pedazos de vida que alguna vez tuvieron.

Cuando por fin aquel extraño tipo acabo de tomar su bebida, coloco el vaso en el lugar que antes Hinata se lo había entregado. Llamo a Hinata para que lo recogiera y poder saldar su deuda, pero también fueron Neji, Hanabi y Hiashi, al fin había terminado de empacar todo y solo esperaban que el se fuera para poder cerrar el lugar, y dejar una parte de ellos atrás.

Al llegar con el y después de cobrarle, el sujeto se levanto y saco algo de su saco, entregándoselo a Neji, el cual al principio se sorprendió un poco y miro a ese sujeto para después dirigir su mirada al pequeño papel que le había entregado.

Hatake Kakashi

Agencia de modelaje

85412-3251-2100

Neji volvió su mirada al tipo para preguntarle que era lo que significaba todo eso, que era lo que trataba de hacer o cuales eran sus intenciones, cuando este pareció leerle la mente y adelantándose a todas sus preguntas hablo primero.

-soy un busca-talentos, en especial de modelos. La verdad es que ya había venido antes a este lugar y los había visto a ti y a ella- señalo a Hinata la cual estaba sin comprender muy bien que es lo que ocurría. –tienen algo, que creo podría funcionar en el medio del modelaje, y no solo hablo de su peculiar color de ojos, aunque eso les ayudara mucho.-

-nosotros no somos modelos- como siempre su voz sonó fría, no permitiría que los engañaran, que tal si ese tipo no era un verdad un agente de modelos y solo era un pervertido o algo así.

-lo se… pero podrían serlo. Además ganarían mucho dinero.-

Neji volteo a mirar a Hinata, para después ver a Hiashi, trataba de que este le ayudara, le diera algún consejo o solo corriera de una vez por todas a ese sujeto.

-disculpe señor, pero no creo que los chicos quieran ser modelos- por fin el líder de la familia había hablado, la verdad desde que ese sujeto se presento ofreciéndoles a su sobrino e hija algo como ser modelos se quedo un poco sorprendido.

-solo piénsenlo- volteo a mirar a Hanabi, que desde que comenzó esa platica no se había movido, ni hablado en todo ese momento. – A ti no te ofrezco ser modelo, por que aun eres menor de edad, pero cuando seas un poco más grande con gusto te aceptare en mi agencia.-

Le dedico una sonrisa que hizo que se sonrojara, ella no era de las chicas que podía ser intimidada fácilmente por algún chico, pero el logro que se sonrojara y volteara su cara molesta a otra dirección para que el no lo notara.

Cuando estaba a punto de salir tomo la mano de Hinata y le dio un suave beso en ella. En un principio no reacciono ante la acción de el, pero cuando este volteo su obscura mirada hacia ella, fue cuando los colores subieron a su rostro, llevándola de un color de piel blanca, hasta un rojo intenso en un solo segundo.

-eres encantadora cuando te pones así- le dedico una última sonrisa y salió del local.

A sus espaldas dejo a toda la familia Hyuuga sorprendida, era muy extraño que el último día de su vida en ese lugar llegara un sujeto ofreciéndoles trabajo a los dos chicos mayores de ese lugar.

Se quedaron mirando así la salida mientras reflexionaban sobre lo ocurrido, cuando la voz del mayor de los Hyuuga sonó por el lugar.

-bien chicos, hora de irse- dio media vuelta y tomo en sus manos una de las cajas con los adornos del restaurante.

Hanabi hizo lo mismo que su padre y fue tras el. Neji guardo un su bolsillo la tarjeta que ese tipo le había dado, y después de dar un hondo suspiro volteo a ver a su prima.

-vamos Hinata, debemos de irnos ya- le extendió la mano para que esta la tomara y se fuera junto a el. Ella la tomo y camino junto a el hasta llegar junto a su padre y hermana.

Cinco meses después.

Ya han pasado más de cinco meses desde que se vieron obligados a cerrar el restaurante que significo toda una vida para ellos. Cada uno busco un nuevo trabajo para desempeñarse, después de todo debían de seguir estudiando y manteniendo la casa.

Neji empezó a trabajar en un pequeño local donde servían comida rápida, no era la mejor paga, pero eso era mejor que nada.

Hinata y Hanabi consiguieron empleo en un local que estaba de moda entre los jóvenes, hay debían de servirles las bebidas a todos los chicos y mantener el lugar limpio. Había maquinas de juegos, karaoke, pista de baile y demás. Era un lugar divertido para la juventud, pero muy ruidoso para las hermanas Hyuuga.

Por suerte para Hinata allí también trabaja su novio de toda la vida, bueno solo desde que ella cumplió 15 años, que fue cuando su padre por fin la dejo ser su novia. Su nombre era Sabaku No Gaara, un chico de 21 años, de estatura mediana, cabello rojo como el fuego y una mirada tan profunda que combinada con el color aqua de sus ojos.

El era el encargado de atender el área de juegos de aquel lugar, era muy popular entre las chicas que acudían allí, de echo muchas de ellas solo iban para poder verlo y tratar de que aceptara salir con ellas, pero ninguna tenia la suerte de poder siquiera robarle una sonrisa o una mirada.

Al estar los dos trabajando en el mismo lugar hacia las cosas mucho mas fáciles para Hinata, se sentía mas segura, ya que aunque ella no lo admitiera mas de un chico también iba solo por mirarla e invitarla a salir, pero para su suerte Gaara siempre llegaba para correr a esos chicos a otro lugar muy lejano de allí.

Los días pasaron muy rápido, todos trabajaban, incluso Hiashi consiguió un puesto como supervisor en una tienda departamental. No lo admitía pero cada día que pasaba se sentía mas y mas triste, primero perdió a la mujer de su vida por una estúpida enfermedad a la cual no pudieron hacerle frente por no tener el suficiente dinero, y luego perdió a su hermano gemelo en un accidente de auto, para ahora también quedarse sin su sueño, sin su pequeño restaurante.

Lo único que aun lo mantenía de pie eran sus hijas y su sobrino, sin ellos hace tiempo que se hubiera dejado caer. Hace más de una semana que se había empezado a sentir mal, pero no había comentado nada por temor a preocupar a sus hijas.

Acababa de salir del consultorio del doctor donde este le había confirmado que tenía un serio problema cardiovascular, y necesitaba una cirugía. Cirugía que no podía pagar, era demasiado elevada, pero también sabía que de no hacerla tendría como máximo tres meses de vida.

Al llegar a su casa medito sobre todas sus posibilidades, no quería dejar a Hinata, Hanabi y Neji solos, pero tampoco podía hacer algo para pagar esa costosa operación. Frotaba sus manos contra su frente tratando de encontrar una solución, no podía creer que esto estuviera pasando ahora.

Un mes después

-Hinata ¿iras hoy al cine con Gaara?- se escucho la voz de una de las Hyuuga desde uno de los sillones de la sala.

-si Hanabi, me invito ayer ¿Por qué lo preguntas?- Hinata aun se estaba arreglando para poder ir a su cita con el, por lo que le contesto desde su habitación.

-por nada solo curiosidad- se estaba comiendo una manzana mientras le hablaba a su hermana.

-ha, ya entiendo, ¿quieres saber si ira Raima?- salió de la habitación para poder ver la reacción de su hermana, a la cual acababa de descubrir.

-c-claro q-que no… ¿Qué tonterías dices?- casi se atraganta con la manzana que comía al escuchar lo que su hermana mayor le había dicho.

-ya tartamudeas como yo- se comenzó a reír de cómo Hanabi se había puesto por su comentario, no se sonrojaba igual a ella, pero era una digna rival.

Hinata se reía de Hanabi por su actitud, y ella solo hacia puchero por como era victima de una burla, y no podía decir algo para defenderse. Después de un rato ella también se rio junto a Hinata, las dos se llevaban muy bien, pero algo interrumpió su momento de risas.

-Hinata, Hanabi vengan rápido- la voz de Neji sonó demasiado alterada para las hermanas, las cuales corrieron lo mas rápido posible a donde provenía la voz de el.

La voz de Neji venia de la cocina, al llegar hay se encontraron su primo arrodilladlo a un lado del cuerpo de su padre, el cual parecía estar desmayado o algo así.

Hanabi corrió al lado de su padre y comenzó a llamarlo y moverlo sus manos, pero este no reaccionaba ante los intentos desesperados de esta por hacerlo reaccionar.

Hinata por su parte corrió a tomar el teléfono de la sala y de inmediato llamo una ambulancia para que ayudaran a su padre, una vez que lo hizo corrió de nuevo al lado de Neji y su hermana, le pregunto una y otra vez a Neji que había pasado, pero el tampoco sabia nada de lo ocurrido.

Cuando por fin llego la ambulancia Hanabi fue la única que se subió con su padre para acompañarlo, a Hinata y Neji no se los permitieron, por lo que tenían que ir en taxi hasta el hospital.

Una vez allí, no podían hacer otra cosa que esperar a que alguien saliera y les dijera lo que estaba pasando con su padre. Durante todo el camino al hospital no habían dicho una sola palabra, solo pensaban en lo que podía estar pasando con el líder de la familia.

Después de horas de espera, que parecía una eternidad para los que esperaban una respuesta rápida de la salud de Hiashi, salió un medico algo mayor que pregunto por los familiares del señor Hiashi Hyuuga.

-somos nosotros- los tres separaron al mismo tiempo y caminaron hacia el medico. – ¿que pasa con el?, ¿es algo grave? ¿Se pondrá bien?-

-tranquilícense… logramos estabilizarlo y ahora esta fuera de peligro- trato de que los chicos no se pusieran mas de nervios de lo que estaban. -¿sabían que tiene un severo problema del corazón?-

Los tres se voltearon a mirar, ¿Cómo que estaba enfermo y no sabían nada?, su padre casi muere por culpa de una enfermedad, y ellos no lo sabían.

-veo que no- dio un suspiro y les explico cada detalle de lo que pasaba con su padre, además de lo avanzada que se encontraba su situación y de lo importante de una cirugía cuanto antes. -¿todos ustedes son sus hijos?-

-si- contesto Hinata adelantándose a Neji, el cual de seguro diría que el solo es su sobrino, a pesar de que siempre le decían que el era su hermano.

-bien pueden entrar a verlo, pero solo será un minuto necesita descansar.-

Los dirigió hasta el cuarto en el cual se encontraba el mayor de los Hyuuga. Parecía tan tranquilo recostado hay, ¿el sabrá de su enfermedad?, esa pregunta se la formulo mil veces Neji sin atreverse a darse una respuesta.

Los tres se encontraban rodeando su cama, lo observaban detenidamente, pero no decían nada. Hanabi tomo entre sus manos la mano de su padre.

-vamos papa, demuestra la fuerza Hyuuga- se esforzaba a si misma para no llorar, según las palabras del doctor la cirugía que requería su padre era muy costosa, pero ella sabia que no podían pagar algo así.

-no nos dejes solos papa- Hinata estaba al otro extremo de la cama, y solo se dedicaba a acariciar la frente de su padre, solo que ella si se daba el lujo de derramar lagrimas por el, no le importaba si ese era símbolo de debilidad.

Neji no dijo nada solo apretaba sus puños con fuerza, otra vez esa sensación de impotencia, "¿Por qué rayos las cosas no pueden ser buenas por una sola vez en mi vida?". Todo lo que amaba se le iba, primero sus padres y ahora su tío, que era como su segundo padre.

Cuando les indicaron que debían de salir, Hinata y Hanabi se despidieron de su padre con un beso en la frente y un "nos vemos luego papa", y Neji solo con una mirada y un "resista".

Al estar afuera de la habitación de su padre, y en la sala de espera sus pensamientos aun divagaban en que era lo que podían hacer para salvar la vida de su padre, sin dinero eran muy pocas las posibilidades.

-¿Qué haremos para poder pagar la operación?- su voz sonaba débil y preocupada, Hanabi no era de las que mostrara mucho sus emociones, pero ahora eso le era imposible.

-con nuestro sueldo no nos alcanza- Neji estaba recargado sobre una de las paredes del hospital, con sus manos cruzadas sobre su pecho

-es verdad, pero no podemos dejar que muera…No como mama-Hanabi tomo las manos de su hermana para que esta se sintiera mejor. Hinata siempre era la que mostraba más sus emociones ante los demás, no era como todos los Hyuuga según ella.

-necesitamos encontrar una solución y rápido- después de las palabras de la menor de los Hyuuga hubo un largo silencio, tal vez pensando en lo que harían, o solo por que no sabían que les preparaba el destino.

De pronto Neji salió corriendo del hospital, no trataron de seguirlo tal vez solo necesitaba pensar o estar solo.

Después de una horas llego, parecía algo agitado y llevaba algo en su mano derecha, corrió hasta llegar al lado de Hinata y se lo entrego, ella volteo a mirar lo que el le entregaba y se encontró con la tarjeta que el tipo extraño les había entregado el ultimo día que abrieron el restaurante.

-¿pero Neji?- volvió su mirada a el -¿quieres que nosotros…?-pero el la interrumpió antes de que terminara

- el dijo que ganaríamos buen dinero, iríamos los dos, será mas fácil así- tomo las manos de ella entre las suyas y la miro fijamente a los ojos –es la única opción de salvar a "nuestro padre"- Hinata sonrió ante las palabras de su primo, era la primera vez que decía algo así.

Volvió a dirigir su mirada al pequeño papel, dudaba en aceptar. Cuando ese tipo les ofreció algo así, ella lo tomo como una broma, por eso no había hablado de eso desde entonces, pero en verdad necesitaban el dinero y esa era la manera más rápida de hacerlo.

-esta bien, vamos a hacerlo Neji- lo miro a los ojos y hablo lo mas segura que pudo.

-genial hablare ahora mismo con el, para que nos reciba mañana- le quito de las manos el papel y corrió a uno de los teléfonos que se encontraban cerca.

Al día siguiente

-estoy nerviosa Neji- respiraba con dificultad, estaban en la entrada de un gran edificio que al parecer si era una agencia de modelaje, ya que por todos lados había fotografías y mucha gente caminando de un lado a otro y en lo alto de aquel lujoso lugar había un anuncio que decía "In fashion" con unas muy llamativas letras doradas.

-tranquila… entremos ya- la tomo de la mano y la llevo hasta la que parecía ser la recepción del lugar, al llegar le pregunto a la señorita que se encontraba allí por Kakashi Hatake.

-¿Quién lo busca?-

-Somos Neji y Hinata Hyuuga-

-pasen, el los esta esperando- les señalo donde podían encontrarlo y le dio una muy coqueta sonrisa a Neji, al parecer si era muy atractivo para las chicas.

Tocaron la puerta que antes la recepcionista les había indicado. Pudieron escuchar un "adelante" y abrieron la puerta, allí se encontraron con el sujeto alto y de cabello plateado que habían visto antes en el restaurante.

-pensé que nunca los volvería a ver- les hablo desde su lugar, pero con sus ojos fijos en ellos.-necesitamos el trabajo- Neji iba directo a lo que en verdad le interesaba.

-tranquilo muchacho, primero tenemos que hablar- les hizo una señal con la mano para que tomaran asiento y así poder hablar mejor.

-queremos trabajar cuanto antes-

-y ahora por que tanto apuro… se tardaron mucho en buscarme ¿no lo creen?-

-si, pero ahora es urgente conseguir el dinero-

- ¿y eso por que?-

-no creo que sea de su incumbencia- Hinata miro a Neji, como era posible que le hablara así al que podría ayudarles a salvar la vida de su padre.

-tienes carácter chico… eso me gusta- se levanto de su lugar y salió de su oficina.

-¿que haces Neji?, ¿Por qué la hablas así?-

-no me caen bien ese tipo-

-pero el puede ayudarnos-

-pero tampoco dejare que se entrometa de mas-

-deberías ser mas…- la puerta se volvió a abrir dando paso a Kakashi y a tres chicas que parecían ser empleadas de ese lugar.

-vayan con ellas- camino rumbo a su escritorio y volvió a tomar asiento.- les darán algo de vestuario para después llevarlos a unas pruebas de fotografía, si me gusta como se ven… los contrato-

Neji estaba a punto de decir algo pero Hinata lo tomo del brazo y con su mirada le suplico que ya no dijera nada más.

Caminaron por donde las empleadas de ese lugar les iban indicando, durante todo el trayecto cada vez quedaba mas impresionada Hinata, era realmente asombroso ver todo ese movimiento en un lugar como ese. Gente corriendo con un montón de ropa por todos lados, otros con carpetas seguramente llenas de fotografías, otros con cámaras, y algunos mas con cosas que no lograba saber muy bien para que eran.

Sin darse cuenta llegaron a unos camerinos en los cuales les indicaron que entraran, una vez dentro Hinata reviso con la mirada todo el lugar, no era nada del otro mundo, había visto esos lugar cuando veía la televisión junto a Hanabi.

Neji fue enviado al camerino de alado, por lo que ya no se enterarían de que debían de oponerse hasta que salieran ya vestidos los dos. A Hinata le toco ponerse un vestido un poco llamativo a su punto de vista, era de color plata con detalles en negro, además de que estaba muy pegado a su cuerpo y con un escote algo revelador, era largo lo que la hacia ver un poco mas alta de lo que era en verdad. Una vez vestida entraron las mujeres y la maquillaron, nunca se había maquillado tanto antes, pero al verse al espejo, le pareció que se veía bien.

Una vez que le dijeron que estaba lista, salió para encontrarse con Neji, el ya estaba listo también y se encontraba esperándola en un lado de la puerta recargado con las manos sobre sus bolsillos.

El vestía un pantalón y camisa negros, con un saco en color plata, además de una cinta que le cubría la frente y un pequeño listón que sujetaba su largo cabello a la altura de su espalda del mismo color, haciéndolo ver muy atractivo.

Al parecer habían pensado en un vestuario que los hiciera ver a los dos combinados. Fueron guiados de nuevo a otro lugar, en el que seguro les tomarían las dichosas fotografías. Esta vez en el camino no era Hinata la que se sorprendía por lo que veía, eran los que pasaban y los veían los sorprendidos.

Llegaron y tomaron sus lugares como les indicaron, una vez listo llego el que seria su fotógrafo, un chico que parecía estar un poco "pasadito de peso" según Neji.

-bien comencemos… mi nombre es Chouji, y así quiero que me llamen- estaba comiendo una bolsa de papitas lo cual le daba una impresión poco profesional, y por las miradas que le dirigían los Hyuuga creo que lo noto. –descuiden soy un muy buen fotógrafo-

-si- le contesto Hinata ante la mirada de su fotógrafo, ella aun seguía observándolo, mas que su "gordura" le llamo la atención las extrañas marcas de espirales que tenia en sus mejillas y su peinado tan raro, pero por educación no le pregunto ni dijo nada.

Se termino su bolsa de papas y les dijo como era que debían de colocarse para las fotografías.

Neji debía de estar atrás de Hinata para que la abrazara por la cintura y colocara su cabeza a un lado de la de ella mirando al frente, mientras que ella ponía sus manos sobre los brazos de Neji y lo miraba.

Esa fue la primera fotografía que el tomo, para después indicarles muchas otras posiciones que quería que hicieran.

-se ven geniales, ese color de ojos, hace que resalte mucho mas sus facciones, créanme que serán todo un éxito- los alagaba mientras seguía tomándoles las fotografías una tras otra.

Después de toda una hora de fotografías Chouji decidió que era suficiente, los mando a cambiarse y que esperaran las fotografías en la oficina de Kakashi, donde el las mandaría. Al aparecer le cayeron muy bien los Hyuuga, ya que antes de irse les dijo que no se preocuparan, que de seguro el trabajo era suyo.

Hinata y Neji volvieron al camerino que antes les habían dado y se pusieron de nuevo su ropa, salieron y fueron directo a la oficina que antes había visitado.

-¿ya terminaron?- no volteo a mirarlos cuando entraron en la oficina.

-si- otra vez con su tono de voz frío que caracteriza Neji abrió su linda boca.-bien ahora solo falta esperar como salieron en las fotografías-

-Chouji san dice que muy bien- con timidez por primera vez hablo Hinata ante el.

-no le crean a ese gordo, siempre cree que todos se ven bien- esta vez si levanto su mirada para encontrarse con los ojos de Hinata.

Eso en definitiva desanimo a Hinata, ella creía que podía ser cierto que había salido bien, nunca se considero muy bonita, sabia que solo la miraban por el color de sus ojos, pero ahora necesitaba que en verdad la vieran bonita para obtener el trabajo.

-Señor Hatake, aquí están las fotografías- entro una de sus secretarias y le entrego un sobre para después salir.

El abrió el sobre y saco todas las fotografías, las miraba una por una y cuando termino las volvió a mirar, para después… aventarlas sobre el escritorio.

Continuara……………………………………………………..


Espero les haya gustado mi nueva historia y me dejen sus cometarios, sugerencias y demás.

En el siguiente capitulo Gaara tendrá ms participación, lo prometo.

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Saludos cuídense bye.