Fics de Love Hina.
La Verdad de una Promesa.
Hostal Hinata.
Ema Maeda estaba ayudando con la limpieza en el dormitorio de Keitaro.
—¿Dónde pongo esto Shinobu-Senpai?
Ema tenía una de las antiguas cajas de revistas de Keitaro, al no saber que hacer se lo preguntó a su Senpai, la ya adolescente Shinobu Maehara. Quien estaba ya en segundo año en la Universidad de Toudai.
—Te dije que yo me haría cargo sola, tu ve a estudiar que mañana tienes examen —reprendió Shinobu a la precoz estudiante.
—Pero estas sola, quien más te ayudará a hacer la limpieza de primavera.
Shinobu suspiró.
—Kaola te me volviste a escapar… cuando regreses ya veras —se dijo para si misma Shinobu—. No te preocupes Emma, mejor ve a estudiar o acabaras como Keitaro, reprobando tus exámenes de ingreso una vez tras otras.
Shinobu rió al recordar a su antiguo amor, Ema se lo tomó muy en serio.
—¡NOOOO!
Ema tiro la caja al aire y salió corriendo, Shinobu apenas logró atrapar todas las revistas en plena caída libre.
—Ay no.
Shinobu puso todas las revistas en la caja y salió a ver a Ema, esta estaba como alma en pena, leyendo entre libros, mientras escribía en un cuaderno de notas.
—No voy a acabar… No voy a acabar…
Se repetía como mantra la pobre Ema, mientras no lograba contestar las preguntas de todos los libros.
—¡Esta mal! No era así… me equivoque de nuevo. ¡Me van a reprobar!
—Ema —habló Shinobu en tono sutil. Ema dejó lo que estaba haciendo y volteo a ver a Shinobu—. Descansa un poco, no te compare con Keitaro para que vinieras a estudiar hasta que quedaras rendida.
—¿Ah no? —Shinobu negó con la cabeza.
—Solo quería que disfrutaras un poco más, eres muy joven. Además yo puedo arreglarme muy bien sola. Lo hice durante años.
Ema sonrió y abrazó a Shinobu quien aun cargaba la caja. Al abrazarla varias de las revista se cayeron al suelo, haciendo que tanto Shinobu como Ema se sonrojaran al mostrar el contenido real.
—¡¡¡AHHHH!!!
—¡¡¡Keitaro!!!
Mientras en Toudai, en el Departamento de Arqueología, para ser más exactos. Sarah, la hija "adoptiva" del anterior jefe del Departamento, regañaba a su "ayudante".
—¡Ronin entupido fíjate bien!
Sarah regaño a Keitaro, por quinta vez, al ver que este tiró una vasija al suelo.
—Lo siento, no se que me pasó. Es como si hubiera presentido algo malo… Además ya no soy un ronin, ahora soy el encargado del departamento. —dijo con mucho orgullo Keitaro.
—Solo porque mi papá quiso ser generoso contigo —Sarah le mostró la lengua a Keitaro—. Además no eres encargado, solo eres el ayudante.
—¿Ayudante? Lo dice la niña que entró a hurtadillas para colarse a verme.
—¡QUÉ DIJISTE!
—No, nada. Que regresaba a mi trabajo.
Nuevamente en el Hostal Hinata, las dos amigas se habían encargado muy "sutilmente" de las molestas e impúdicas revistas del anterior encargado. Shinobu había metido de vuelta las revistas en la caja.
—Yo creí que Naru-senpai ya se había desecho de toda la colección Hentai de Keitaro —dijo Shinobu algo sonrojada.
—Parece que no —respondió Ema también sonrojada.
—Será mejor esconder esto, porque si Naru o Motoko se llegan a enterar de que Keitaro aun guarda parte de sus revistas prohibidas se va a armar una…
Ema solo asintió apenada mientras ayudaba a Shinobu a recoger las revistas. Luego de guardarlas, las amarraron con una cuerda, para evitar que se abrieran.
—Nunca creí Senpai, que el joven Keitaro aun casado y conservara esto.
Shinobu pareció meditar antes de responder.
—No creo que lo haya hecho a propósito, cuando Kaola era más pequeña le encantaba meter en problemas a Keitaro y supongo que para evitar eso, Keitaro cubrió algunas de sus antiguas revistas con otros forros.
Ema parecía satisfecha con la explicación de Shinobu, más aun Shinobu con la reacción de Ema. Shinobu había logrado salvarle la vida de nuevo, a su querido Senpai.
—Descuida Keitaro mantendré oculto tu secreto —se dijo para si misma Shinobu, esbozando una sonrisa.
—Pero y donde las esconderemos Senpai. ¿En la habitación de Keitaro?
Shinobu pareció meditar de nuevo.
—No creo que sea adecuado, si Naru-Senpai descubre sobrevivientes luego de su requisa minuciosa de hentai… Keitaro tendría muchos problemas.
Ema asintió, luego de pensar un pocó hablo esperanzadoramente.
—¿Y en la habitación de Moe-san? —Shinobu comenzó a recordar.
—No sería mala idea, después de todo nadie más ha visitado a Moe en años.
Shinobu y Ema se cargaron la caja y comenzaron a caminar entre los pasajes secretos del Hostal, hasta que llegaron a una puerta algo llena de polvo, sobre la cual había un papel colocado que decía Moe.
—Llegamos —exclamó feliz Shinobu de ya no tener que cargar esa carga peligrosa.
Ema abrió la puerta y ambas entraron, la muñeca seguía en su acostumbrado lugar cubierta por una manta.
—Moe… verla así me da algo de miedo.
Dijo Shinobu luego de dejar la caja a los pies de la muñeca, Ema sin embargo estaba curioseando debajo de la manta.
—Es muy linda, es verdad que podía hablar y se movía sola —Shinobu asintió.
—Pero por alguna razón solo Keitaro, Otojime y Naru podían oírla… siempre me pregunte por que solo ellos la podían oír.
Shinobu se sentó sobre la caja de revistas mientras pensaba.
—Yo lo que quisiera saber es como se produjo la famosa promesa de Keitaro.
De pronto la muñeca movió la cabeza, haciendo que Ema se asustara y dejara caer la manta que la cubría.
—Yo les puedo explicar eso —exclamó la muñeca mirando fijamente a las dos chicas.
Tanto Shinobu como Ema se asustaron al verse mover a la que creían ya sin vida.
—Pe… pensé que ya no se podía mover.
—Yo también.
Moe movió la cabeza mirando a ambas chicas asustadizas. Cada que movía la cabeza, ese curioso sonido de engranajes se escuchaba, haciendo la habitación aun más tétrica.
—A ti te recuerdo —la muñeca levantó el brazo y señalo a Shinobu—. Hola Shinobu.
Shinobu sonrió.
— Pero a ella no la recuerdo —Moe miraba fijamente a Ema—. ¿Es la hija de Keitaro y Naru acaso?
Shinobu se cayó al escuchar esto, Ema solo sonrió.
—Me llamo Ema, Ema Maeda. Mucho gusto Moe-chan.
La muñeca movió su cabeza y le sonrió a Ema.
—No es hija de Keitaro, tan solo esta viviendo con nosotras hasta que apruebe sus exámenes para entrar a Toudai —Ema asintió—. Por cierto Moe, pensé que ya no podías moverte.
—¿Y cómo es que te podemos oír? Según me habían contado solo los que reprobaban los exámenes de ingreso te podían oír.
El rostro de Ema palideció.
—Entonces quiere decir que voy a reprobar y… y… ¡Jamás podré entrar a Toudai! —Shinobu trato de calmar a Ema.
—Cálmate Ema, aun eres muy joven y tienes mucho tiempo por delante, tranquila —Ema comenzó a respirar para tranquilizarse.
—Discúlpenme por haberlas asustado, no fue mi intención.
Moe le hizo una señal a con la mano a Ema para que tomara un pequeño banco a un lado y se sentara, Ema así lo hizo.
—Es solo que después de tanto tiempo de no recibir a nadie. Me emocioné.
Moe movió su cabeza mirando en dirección a la puerta y se quedo pensado.
—¿Por qué rechina cada vez que se mueve? ¿Le falta aceite? —le susurrí Ema a Shinobu.
—Ella es una muñeca de cuerda, según lo que supe para moverse usa engranajes como los de un reloj, solo que más grandes. Es por eso que siempre rechina cuando se mueve.
Le respondió también con un susurro Shinobu, Moe dejo de ver la puerta y volteo a ver a sus visitantes. Luego les sonrió a ambas.
—Perdónenme, tengo muchos recuerdos de la última vez y aun mantengo la esperanza de que Keitaro me venga a visitar de vez en cuando.
—Keitaro esta ahora muy ocupado en la Universidad, es el encargado del área de arqueología junto a Sarah, pero le recordaré de que te venga a visitar.
Moe movió la cabeza y le sonrió a Shinobu en agradecimiento.
—Ahora dime, ¿por qué te despertaste? ¿cómo es que podemos oírte? y las otras preguntas que ya no recuerdo pero dijiste que nos ibas a contestar…
A Shinobu le corrió una gota de sudor.
— Discúlpala, ella es así —Moe sonrió.
— Me recuerda a Keitaro —Shinobu sonrió al escuchar esto.
—Si, se parece bastante a él —Ema se molestó—. Lo decía como un cumplido, no tienes porque tomarlo así —Ema sonrió.
—Ya lo sabía.
Moe sonrió al ver como se llevaban ambas. Para ella, que no había recibido visitas en años, ver a dos personas comportarse tan amigablemente, era un regalo.
—Son muy unidas, verdad —Shinobu asintió.
—Desde que nos conocimos, Ema y yo hemos sido muy buenas amigas. Tanto que hasta le ayudo en sus exámenes para ingresar a la universidad.
Ema asintió feliz.
—Sin la ayuda de Shinobu-Senpai no se que hubiera sido de mi.
—No es para tanto, tu lo haces todo sola. Yo lo único que hago es guiarte cuando te quedas atorada en algo —Ema saltó a los brazos de Shinobu.
—¡Shinobu-Senpai! —Moe volvió a sonreír.
—Me recuerdan a Keitaro y a Naru la primera vez que vinieron a Hinata.
Este comentario desconcertó a ambas chicas.
—Oh, es verdad, que distraída soy, ya recordé lo que les iba a contar…
Continuará…
