Disclaimer: los personajes y la obra pertenecen a Hino Matsuri.


SIEMPRE

Imágenes. Las imágenes aparecen ante sus ojos sin que pueda evitarlo. Son los recuerdos que no olvida, la rabia que lo consume, el odio que lo mantiene con vida y el motivo de que, día tras día, anhele morir un poco más.

Sabe, sin necesidad de que nadie se lo recuerde, que sus días están contados. Alguien como él no debe vivir y, sobre todo, no debe vagar por el mundo tras caer en desgracia.

Un vampiro no tiene derecho a vivir.

Le duele el ansia de sangre. Las sienes parecen explotar de dolor cuando el cuerpo le pide que se alimente aun sabiendo que él, por sus principios, prefiere cualquier cosa antes que ese líquido prohibido. Pero, sin embargo, el dolor no se va, el descontrol intenta apoderarse de él y sus labios se secan. El corazón le palpita rápido, tan rápido que, aunque lo deseara, no podría saber cuántos latidos, clavándose en su pecho como cuchillas, se suceden tras apenas unos segundos.

La pared está cansada de convertirse en su saco de boxeo. La golpea una y otra vez, sin cesar, sin cansarse, deseando con todas sus fuerzas que la necesidad se calme y que alguien acabe con su miserable existencia.

Yuuki.

Pero es consciente de que ella no va salvarlo. Ella jamás le concederá ese ansiado deseo porque, aunque ambos se empeñen en negarlo, existe un lazo entre los dos que semeja ser irrompible. Aunque ella sólo observa a Kaname, al final siempre existe una mirada furtiva que se dirige única y exclusivamente hacia él.

Hacia Zero Kiryuu.

Y mientras ella sigue lanzándole miradas casi secretas, él continúa luchando. Siempre.