HOLA A TODOS/AS. ES LA PRIMERA VEZ QUE ESCRIBO UN FIC DE NARUTO, PERO HACE RATO QUE ME ESTABA DANDO VUELTAS ESTO POR LA CABEZA, PRINCIPALMENTE PORQUE HE ESTADO UN POCO OBSESIONADA CON LA RELACIÓN O CASI RELACION ENTRE NARUTO Y HINATA. ESTE FIC TENDRÁ 3 CAPITULOS (SI ES QUE QUIEREN) Y TIENE UN POCO DE TODO, ESTÁ INSPIRADO EN MUCHAS CANCIONES Y MUCHOS PEDAZOS DE SERIES.
ESPERO QUE LES GUSTE
NI NARUTO, NI SUS PERSONAJES ME PERTENECEN
ALGO ME GUSTA DE TI
Hinata pensó que iba hasta allá sólo para cumplir un pequeño favor sin derecho a preguntas que le había pedido su amiga Sakura. Sin embargo terminó fingiendo un matrimonio. ¡Cuánto odiaba ese tipo de favores!
CAPÍTULO I: 50 DÍAS CONTIGO
DIA 01
Estaba tarareando. Sí, nuevamente estaba tarareando esa canción antigua. Es que "la vie in rose" nunca pasaría de moda, por lo menos no en su cabeza. Tras colocarse su adaptación de uniforme tomó su celular, su gafete que decía con letra clara "Hinata, cajera", sus grandes anteojos y cerró su casillero dirigiéndose a su puesto. Hoy el tocaba la caja número 9, justo al lado de su amiga Sakura. A lo largo del día atendió a mucha gente mientras la canción seguía dando vueltas en su cabeza, si tan sólo tuviera bonita voz…
-¡Hinata!
-¿qué, cómo?- mencionó saliendo de su burbuja viendo a Sakura frente a ella
-tu turno terminó hace diez minutos, ¿en qué pensabas?
-en nada Sakura-chan-le sonrió- ¿necesitas algo?
-¡que bueno que preguntas! Necesito un gran favor… "sin derecho a preguntas"
-Hasta luego preciosa…-dijo Naruto con una sonrisa gatuna mientras besaba apasionadamente a su ultima clienta, a modo de despedida. Tras cerrar la puerta de la "Clínica de Kinesiología del Dr. Uzumaki" se dispuso a ordenar su casa. Hoy tendría visitas, nada mas y nada menos que su sobreprotectora abuela. Una señora mucho mayor de lo que aparentaba cuyo objetivo era obligarlo a abandonar Tokio y volver a su natal Konoha.
La única forma de que lo dejara tranquilo era que estuviera casado. Pero ¿él, casado? ¿y olvidarse de todas sus potenciales clientas que podían pasar por su cama? ¡nunca!
El timbre de su casa sonó ¡por fin llegaba la solución a sus problemas! Abrió la puerta con una gran sonrisa esperando encontrar a su amiga del otro lado.
-¿Tsunade-obaachan?-mencionó con la cara desencajada
-¿porqué el tono de sorpresa? ¿esperabas a alguien más?
-no te esperaba tan temprano…
-estaba emocionada por conocer a tu esposa… a todo esto ¿Dónde está?
Esa misma pregunta se hacía mentalmente el rubio. Le había pedido ayuda a su "amiguita" más cercana, pero esta no llegaba Dejó a su abuela en la habitación de invitados para que se acomodara. Salió al antejardín, tomó su celular y discó el último numero en el registro. Perdió la cuenta de cuantas veces intentó comunicarse, con el mismo lamentable resultado…
Justo cuando iba a lanzar el aparato a la calle una vocecita débil lo detuvo
-Disculpa…
El rubio levantó la mirada. Frente a él una mujercita pálida, con grandes anteojos polarizados, ropa anticuada y cabello opaco le hablaba a él. Estresado como estaba casi lanza un comentario mordaz como "no hay pan duro" o algo así, pero ella apenas tuvo su atención continúo
-¿usted es Naruto Uzumaki, cierto?-él solo asintió- Sakura-chan no pudo venir, así que me mandó a ayudarte
No tuvo tiempo de analizar la información, en menos de un segundo su abuela ya estaba en la puerta
-¿Naruto?
Automáticamente él tomó a la chica de la mano y la acercó a su cuerpo- Obaa-chan ella es mi esposa…
Hinata se desmayó… odiaba esos favores sin derecho a preguntas
DIA 02
-ME QUEDÉ DORMIDA- Gritó apenas vio la hora en su celular. Debía apresurarse, nunca llegaba tarde, y ese día no sería la excepción. Al levantarse de la cama se vio con la misma ropa de ayer ¿y su pijama donde estaba?
-no hagas tanto ruido- escuchó mascullar desde el suelo ¿qué estaba pasando allí? Desvió su mirada hacia el lugar, allí entremedio de las sabanas una cabellera rubia relucía desordenada…
¡o sea todo fue real! Ella aceptó hacerse pasar por la esposa del amigo de Sakura por un mes, hasta que su abuela lo dejara en paz ¡Oh Dios! ¡oh por Dios! ¡oh por Dios! ¿En qué estaba pensando?
Dejando ese pensamiento de lado corrió a su departamento
DIA 03
Por primera vez estaba sentada en la mesa frente a la señora Tsunade. Las noches anteriores no había podido pues con Naruto supuestamente habían salido a una "cita" cuando en realidad fueron a su botado departamento para buscar lo necesario para aparentar que llevaba al menos un año viviendo en la gran casa del rubio. Por ahora nada había salido mal, pero eso podría cambiar en cualquier minuto…
-Hinata querida, el burro de mi nieto no me ha dicho casi nada de ti…-La chica sonrió, le encantaría tener una abuela como ella- ¿siempre has vivido en Tokio?
Naruto le tomó la mano sobre la mesa "cariñosamente" instándola a contestar- en realidad antes de cumplir la mayoría de edad estuve en un orfanato en Suna…
-¿y tus padres?
Incómoda intentó buscar una respuesta que no tenía. Menos mal, su "esposo" notando su descontento desvió la conversación
-Obaa-chan deja de comportarte como el FBI durante un rato, la asustarás. Aún te queda un mes para conocer de ella.
Agradecida desvió el rostro para sonreír a su salvador. Este sorprendido le sonrió de vuelta.
Esa fue la primera vez que Hinata lo notó guapo
DÍA 08
Para Naruto Hinata era la mujer más rara del mundo, tan rara que nada le molestaba, ni enojaba ¡nada! podría dejar la casa patas para arriba después de su pega, podría dejar la cocina desastrosa después de intentar cocinar, podría estar coqueteando frente a sus narices y ella seguía como si nada, con su siempre tímida sonrisa. De repente creía que no era humana.
Ese día le habían cambiado el turno, así que la alarma que la hacía madrugar cada mañana no sonó. Naruto dormía profundamente, soñando que peleaba con dos chicas en bikini en medio de una piscina de gelatina cuando escuchó ciertos pasos acercarse a su habitación. Eso no era normal… iba a retomar su maravilloso sueño cuando escuchó tararear a su abuela muy cerca de su habitación. Alarmado tomó el cobertor que le servía de colchón, lo puso sobre su cama, se metió debajo de las cobijas, y se acercó confianzudamente al lado de su esposa, tomándola de la cintura… ¡un momento! ¿Hinata tenía cintura?
Quería averiguar más, pero su puerta inmediatamente se abrió. Simulando que estaba recién despertando, soltó la cintura de la chica para bostezar y refregarse los ojos
-el desayuno está servido…-fue lo único que dijo su abuela antes de cerrar la puerta con una sonrisa maliciosa.
Suspiró, de la que se había salvado. Volteó a ver a la chica a su lado esperando encontrarla dormida, pero esta le veía con sus lindos ojos más abiertos de lo normal y el ceño ligeramente fruncido.
-te agradecería que no intentes aprovecharte de mí
Ni siquiera le dejó explicarse. Automáticamente se había levantado y cerrado la puerta con un bien disimulado portazo. Ese día Naruto había descubierto que Hinata si era humana, una humana con los ojos más claros y lindos que haya visto
DÍA 14
-y así fue como lamentablemente besé a ese idiota del Teme.
La chica soltó una risa explosiva ¡es que con él no podía contenerse! ¿cómo hacerlo si cada historia que salía de su boca era más chistosa que la anterior? Estaban sentados en una heladería conversando. Horas antes al chico se le había ocurrido soltar que hoy era su primer aniversario. Tsunade alarmada los había obligado a salir juntos. Como resultado estaban compartiendo su primera cita… como amigos obviamente
-tienes una risa muy bonita… me gusta- Declaró el rubio, Hinata sólo lo vio confundida- ¡anda que te estoy halagando! ¿ni siquiera logro colocarte nerviosa?
-¿por qué debería colocarme nerviosa?
-mmm… es que las chicas siempre se colocan nerviosas y se sonrojan cuando les hago comentarios como esos
-debe ser porque a esas chicas les gustas
-y a ti… ¿no te gusto?
-si me gustas…
Por primera vez el rubio sintió que algo crecía en su corazón
-…pero como amigo
Y luego ese algo se rompió en menos de un segundo
DIA 17
Faltaban menos de dos semanas para que Tsunade se fuera y Naruto no podía estar más confundido. Por una parte extrañaba su vida de soltero empedernido pero por otra parte estaba seguro que extrañaría a Hinata.
-¡Tsunade obaa-chan! ¡este ramen está delicioso!-exclamó alegre mientras devoraba su plato favorito
-En realidad HInata lo preparó
Naruto la observó mientras comía tímidamente ¡cómo extrañaría a esa mujer!
DIA 20
-Así que por eso mi sueño es lograr que todas las personas se des-estresen un poco, viviríamos en un mundo mejor ¿no lo crees, amor?
Hinata respingó al oír el apelativo, todavía no se acostumbraba a que la llamaran así –sí…
Tsunade se tomó un gran vaso de sake y miró a su nuera- y ¿cuál es tu sueño Hinata-chan?
Ella estuvo por lo menos un largo minuto pensando la respuesta hasta que exclamó-quiero acabar con la pobreza del mundo
-eso si que es pensar en grande… ¿cómo lo lograras?
-me gané una beca para una maestría en economía, empiezo este año
-mi mujercita es la mejor ¿no?-tras decir eso Naruto acercó su silla para abrazarla. Conteniéndose las ganas de preguntarle más del tema
DÍA 27
Era la primera vez que entraba al supermercado donde Hinata trabajaba, siempre prefería el de la competencia, pero esta vez tuvo que ir por algo más importante que comprar abarrotes.
-¡Naruto!-escuchó que gritaban desde la entrada, volteó pero apenas distinguió una mancha rosada antes de ser abrazado- ¡tanto tiempo sin verte! ¿qué haces por aquí? Nunca me habías visitado antes
-Sakura-chan… en realidad necesito llegar a la oficina de personal… Hinata enfermó
-¡vamos! ¡yo te llevo!-se enlazó a su brazo y lo guío por pasillos y pasillos del supermercado- ¿Cómo van las cosas con tu abuela?
-bien… se lleva muy bien con Hinata, así que hasta el momento todo bien
-que pena que ese día no haya podido ir a ayudarte… ¿te imaginas si hubiéramos estado juntos como pareja?-cada vez se iba acercando más a él- todo lo que hubiéramos disfrutado…-Naruto cada vez se puso más nervioso- ¿podríamos colocarnos al día, no crees?
Se sorprendió por lo mucho que le costó dar una respuesta.
Igual no llegó a la casa en la noche
DÍA 28
Hinata no supo a qué hora los gritos en la entrada comenzaron. La migraña que tenía no la dejaba dormir, sin embargo se dio cuenta de todo lo que sucedió. Hace 30 minutos Sakura le había mandado un mensaje de texto con todos los detalles de su encuentro "pasional" con Naruto.
-Hinata…-escuchó un murmullo por parte del susodicho, ni siquiera le dieron ganas de responder. Quizás el matrimonio no era real, pero se sentía tan traicionada. Ella le estaba haciendo un favor ¿porque no podía respetarla?- ¿Estas despierta?
Creyéndola dormida se acercó a la cama para vigilar el sueño de la chica de cerca, pero apenas se apoyó en la cama la escuchó murmurar –me duele mucho la cabeza, quiero estar sola
El chico nunca supo si se enteró de lo que hizo, pero se sintió mal por ello
DÍA 31
La estación de trenes estaba muy concurrida ese día. Pero nada importaba. El mes ya había transcurrido
-Cuidate mucho… y cuida bien de mi querida nuera-decía Tsunade apuntando amenazadoramente a su nieto con un dedo- más te vale que te comportes como el mejor marido del mundo, ella se lo merece
-no seas así abuela… claro que me portaré bien, como siempre… ¿cierto, cariño?- EL rubio se acercó a la chica abrazándola de la cintura y dándole un beso en la mejilla
-claro que sí…- dijo ella con una sonrisa. Disimulando una incomodidad que antes no tenía- ¡oh! Tsunade-san creo que ese es su tren
-tienes razón-dijo con pena- bien chicos, nos veremos pronto… y Hinata, cariño me harías la mujer más feliz del mundo si me llamaras abuela
-esta bien, abuela…
El tren partió tan rápido como llegó, sin embargo Naruto no soltó a Hinata
-Naruto-kun nuestro trato terminó
-lo se…
-¿entonces porqué no me sueltas?
-espera un momento…-pasaron al menos cinco minutos que se hicieron infinitos antes de que la soltara y quedara frente a ella- creo que te extrañaré Hinata-chan ¿podríamos ser amigos?
-claro que sí Naruto-kun-respondió con felicidad, creyendo que era lo mejor
DÍA 35
Desde que Tsunade se había ido Naruto había ido todos los días al supermercado con excusas tontas. En un principio creyó que iba a ver a Sakura, pero ella estaba de vacaciones.
Hoy le tocaba estadística, nuevamente. Como tenía los días contados antes de empezar sus estudios su jefe le estaba sacando el jugo. Eran las diez de la noche y aún no terminaba. Menos mal que el día siguiente era sábado. Tendría toda la mañana para descansar. De repente escuchó golpes en la puerta
-¡¿todavía no terminas?!
-¿qué haces aquí Naruto-kun?
-te vine a buscar para tomar algo ¿te falta mucho?
-en realidad estaba adelantando unas cosas para la próxima estadística…
Se acercó hasta ella tomándola del brazo para apartarla del escritorio -¡vamos entonces!
-Sé que quieres ir con ella…-dijo Hinata mientras bebía su jugo. El bar a su alrededor estaba animado, y esa chica pelirroja no paraba de hacerle ojitos a Naruto
-¡no! Es nuestra cita, no te voy a abandonar
-Naruto-kun no es una cita, sólo una salida de amigos-él tenía intenciones de reclamarle, pero lo interrumpió- ve con ella, yo no me enojaré
La miró dudoso antes de hacerle caso. Ella no quiso mirarlo en "plena acción" así que se fue a la barra
-¿qué te sirvo?-le dijo el cantinero mientras veía hacia la mesa-¿Hinata? –al escuchar su nombre levantó la mirada, encontrándose con los ojos castaños de alguien que había sido en algún tiempo su mejor amigo-¡soy Kiba! ¿me reconoces?
-claro que sí… tanto tiempo…-la alegría inicial acabó al ver toda la gente que se acumulaba en la barra-oye…creo que deberías atenderlos
-¡maldición! Espérame un poco, te sirvo algo y conversamos ¿te parece?
Ella sonrió
DÍA 36
Naruto cargó a Hinata como recién casados mientras la veía divertido-¿cuánto vodka tomaste?
-no lo recuerdo…-balbuceaba bastante bien para el estado de ebriedad en el que se encontraba-unos seis o siete… u ocho… ¡no se! ¡Kiba no dejaba de servirme!
Molesto recordó a ese sujeto que había emborrachado a su amiga-ese idiota seguramente quería aprovecharse de ti
-¿aprovecharse de mí? Jajajajaja ¿qué hombre en su sano juicio querría aprovecharse de mi? ¡estas loco!
-yo lo haría…-acercó su rostro lentamente al de ella, hipnotizado por sus ojos brillantes. Estuvo a punto de besarla pero ella se carcajeó sonoramente
-¡no bromees! Jajajajajaja
El sonido de su celular la despertó. Abrió los ojos con pereza, estaba en el dormitorio de Naruto ¿qué hacía allí otra vez? Se levantó para buscar sus pertenencias, tomó su Iphone que estaba en el velador. Al notar un nuevo mail en su bandeja de entrada, específicamente de la Universidad de Boston, lo leyó rápidamente.
Estuvo a punto de botar el celular de la impresión. Le pedían una fecha aproximada de llegaba pues en un mes su comenzaría su maestría. Menos mal que había juntado suficientes ahorros.
Salió del cuarto para entrar al baño, pero encontró a su amigo abrazando el inodoro
-Naruto-kun ¿estás bien?
-mal…¿tú como estas?-no la dejó contestar, la vio tan bien que se puso a reclamar- ¡es injusto! estabas más borracha que yo ¿Por qué estas bien y soy yo el que tiene caña?-reclamó antes de volver a vomitar
-shhh shhh… me quedaré hasta que te sientas mejor
Si las cosas eran así Naruto deseó sentirse mal toda la vida
DÍA 42
Desde que Naruto le había comentado su sueño, ella no pudo quedarse de brazos cruzados. Así que ahí estaba, frente a esa casa otra vez, con un montón de indicaciones para el desarrollo de un Spa. El Uzumaki tenía bastante dinero, y eso hacía el proyecto más viable. De repente la puerta se abrió sin que la golpeara
-¡Hinata!- parpadeó varias veces -¡que bueno que estas aquí!
-¿Qué ocurrió?
-Mi abuela viene otra vez, te necesito…
DÍA 46
Estaba junto a Tsunade en la cocina preparando la cena, cuando esta estuvo lista la mayor la mandó a buscar a su nieto a la sala que usaba como gimnasio.
Hinata entró disimuladamente pues no quería distraer al rubio. Estaba de espaldas a la entrada, pero podía verlo perfectamente por el espejo frente a él. Con los ojos cerrados y audífonos en sus oídos levantaba unas pesadas mancuernas totalmente abstraído del mundo. Al acercarse para llamar su atención notó el espectáculo que se estaba perdiendo: su ancha, musculosa y nada grotesca espalda
Nunca fue de las chicas que andaba pensando en hombres a cada rato, pero supo que desde ese momento ya no podría sacarse esa sexy espalda de la cabeza. Lentamente y contra todo pronóstico posó su mano sobre esa pared de pura fibra frente a ella, conteniendo sus deseos de acariciarlo.
-¿Hinata-chan?-exclamó sin los audífonos, sin voltearse para disfrutar de la sensación de esa pequeña y suave mano sobre él
-la cena está lista…
-ok, me apresuraré…
Se puso su playera, tomó una toalla y una botella con agua dispuesto a salir, cuando notó que la chica seguía en el mismo lugar –Hinata-chan… ¿estás bien?
-sí… sólo me preguntaba… ¿tú lo estas?-ante la cara de desconcierto del chico continuó- es que generalmente haces una hora haciendo ejercicio, pero ahora has estado más de dos horas encerrado aquí
Al notar como se preocupaba con él, no pudo aguantarse las ganas de abrazarla. Cuando estuvo entre sus brazos susurró en su oído-no me pasa nada… gracias por preocuparte por mi
Le mintió, pero era para mejor. Hoy no tenía ganas de confesarse.
DÍA 48
Hinata estaba feliz. Por primera vez en mucho tiempo se sentía parte de una familia. Con Tsunade como una abuela estricta y cariñosa a la vez, y las muestras de cariño cada vez más reales que Naruto le daba.
Podría acostumbrarse a ello.
DÍA 49
-¿cómo me va a gustar Hinata? sólo es una mujercita pálida, con grandes anteojos de anciana, ropa anticuada y cabello opaco… ya cuento los días para que mi abuela se vaya y así alejarla de mi vida- mintió a boca floja frente a su vecino Sasuke. No quería que ese idiota se diera cuenta de la grandiosa mujer que era, no quería que se la quitara
Hinata estaba en la entrada cuando escuchó la perorata del rubio. Nunca pensó que le afectaría tanto. Cuando se está sola en el mundo uno se insensibiliza. Gracias a eso creyó que nunca sufriría ¡que equivocada estaba!
Sin saberlo llegó a un parque, se sentó bajo un árbol y sopesó sus opciones, había prometido ayudarle, pero dudaba que lo lograra con lo dañada que estaba. Tomó su celular y respondió el mail de la Universidad, preguntando específicamente cuando podría estar por allá. Hasta que tuviera una respuesta seguiría fingiendo.
Se acostó dándole la espalda al rubio. Desde que Tsunade casi los había descubierto decidieron dormir así. Cada uno por su lado.
-Hinata-chan…-no esperó que le tomara atención para continuar-¿ocurre algo?
-no Naruto-kun, sólo estoy cansada…-murmuró
-tu sabes que puedes confiar en mí ¿cierto?
"¡Mentira!" quiso reclamarle, pero sólo respondió -claro que sí, Naruto-kun
DÍA 50
Se acercó a la caja de Sakura, sin el uniforme. Ya no lo necesitaría, no después de la respuesta dada por la universidad esa mañana.
-Sakura-chan…-exclamó para llamar su atención, pues ésta coqueteaba con el guardia
-Hinata-chan ¿porqué no estas en tu caja? –preguntó sorprendida.
- necesito un favor sin derecho a preguntas
El rubio despertó cerca del mediodía. Anoche se había dormido cerca de las 3 de la madrugada por velar el sueño de Hinata. Al salir de la ducha notó que su celular tenía varios Whatsapp de Sakura, en los cuales le pedía que saliera con ella. No se negó porque quería que esta fuera la ultima vez, necesitaba dejarla atrás para comenzar con Hinata, de verdad.
Lo bueno de tener pocas pertenencias es que puedes desaparecer del mapa fácilmente. Justo lo que necesitaba en esos momentos. Tras embalar todo, llamó a un taxi para llevar todo hasta una encomienda que las llevaría a la Universidad de Boston. Así es como quedó sólo con una maleta y un bolso de mano junto a ella. Antes de dirigirse al aeropuerto supo que le debía una explicación a su abuela
-sólo serán diez minutos…-le dijo al chofer una vez bajó
-se lo sumaré a la cuenta- dijo el hombre molesto. En esos momentos agradeció tener ahorros y un finiquito del cual disponer
Golpeó tres veces antes de que Tsunade le abriera. Estaba sola, gracias a Dios que Sakura había cumplido
-¿estas bien niña?
-Tsunade-san… necesito confesarle algo
"Se supone que no debería decírtelo, pero creo que Hinata está tramando algo raro" fue la frase de Sakura que lo hizo enloquecer. Esperaba que todo fuera paranoia.
Sin embargo al entrar a su casa y ver a su abuela en el sillón angustiada supo que no era así. Antes que pudiera decir algo Tsunade habló en tono acusador
-Hinata me contó todo… de como se hicieron pasar por esposos
-¿Dónde está?-con tal de verla una vez más lo anterior no le importaba
-Hinata se fue Naruto
La afirmación le cayó como una piedra en el estómago-¡¿cómo que se fue?!
-¿recuerdas lo de su maestría en economía? ¡resulta que es en Estados Unidos! ¡y se va hoy mismo! quería huir de todo esto, Se notaba …-se tomó una pausa para continuar-No se que le habrás hecho a esa muchacha, pero la perdiste… tal vez para siempre
"todo debe ser mentira" pensó el chico desesperado mientras tomaba su vehículo para dirigirse al depto. de Hinata. Tenía intenciones de echar la puerta abajo si era necesario, pero esta se encontraba abierta y la habitación completamente vacía.
"no puede ser" fue lo último que pensó, antes de que concluyera el día
