-Oye Jack, tal vez el pastel debería...- Rapunzel entró a la habitación de imprevisto con una libreta en sus manos y anotándole algo, pero cuando levantó la mirada su sorpresa fue encontrar a sus dos amigos en una situación MUY vergonzosa. Gracias a Thor aún tenían algo de ropa, solo estaban sin camisetas.

Jack se encontraba arriba de Hiccup, besándolo desesperadamente recorriendo su torso, besando cada pequeña peca que encontraba en el camino. Hiccup se retorcía debajo del mayor, soltando gemidos que simplemente volverían loco a cualquiera, y aferrándose al cuello de Jack como si su vida dependiera de ello.

-¿QUÉ ESTÁN HACIENDO?- la pobre chica dejó caer al suelo su libreta, cubriéndose los ojos totalmente apenada, aunque en secreto quería mirarlos, como toda una fangirl.

-¡Punzie! no es lo que crees...- Jack dijo al ver a su amiga, totalmente sonrojado, no sabía si era por la situación con Hiccup o porque su amiga los había atrapado.

Hiccup y Jack se incorporaron rápidamente, sentándose en el borde de la cama, poniéndose las camisetas y tratando de cubrir "el problema" que tenían allá abajo, era demasiado vergonzoso, así que ambos tomaron una almohada y la pusieron sobre sus piernas.

No podía ser peor...

A menos que...

-¿QUÉ PASA? OÍ UN GRITO DESDE EL PASILLO Y...¡JACK!-

-Mierda.- Dijo en tono bajo Jack, ahora Merida había entrado a la habitación, y ya sabía cómo era.

-Joder, ¿no podían esperar a que acabara la fiesta? así ambos tendrían algo de privacidad-. La pelirroja comenzó a reír burlonamente, ahora Hiccup estaba totalmente rojo. Jack lo miró y se dio cuenta de ello, se molestó, sabía que a Merida le gustaba molestarle, así era con todos, no tenía remedio.

Hiccup comenzó a llorar silenciosamente.

Al darse cuenta, Merida bajo la mirada apenada y Jack se molestó muchísimo, levantándose de la cama.

-¡Es mi habitación! ¿¡No creen que merezco algo de privacidad?!- ¿Jack enojado? Eso no se veía todos los días, él era el guardián de la diversión, ¿Cómo podría enojarse? -¡Es el cumpleaños de Hic! ¿No puedes dejarlo solo un día en paz?-

-Lo siento...- Merida aún volteaba hacia el suelo, no tenía valor suficiente para enfrentarse a Jack, jamás lo había visto tan enojado.

-Deberías...¿Ahora pueden dejarnos solos? ¿O aún no terminas de burlarte?- Jack cruzó los brazos, esperando una respuesta.

-Yo solo...lo siento, no pensé en lo que hacía, lo siento Hiccup, hoy es tu cumpleaños, disfruta este día, nosotras iremos a organizar todo, en serio lo siento...- Merida se disculpó sinceramente con su mejor amigo, Hiccup ya había dejado de llorar, pero seguía rojo, no podía decir nada.

-Oye, lo siento por gritarte, ven acá...- Jack se acercó hacia a Merida extendiendo los brazos para darle un abrazo, pero cuando ella vio la situación en la que estaba se alejo de él, escondiéndose detrás de su amiga.

-¡Wow! ¡Está bien! ¡Sin abrazos!- Rapunzel no pudo evitar reír al darse cuenta de lo que pasaba.

-Entonces...nos vemos en un rato, suerte con lo suyo...¡Adios! Vamos, Punzie- Merida tomo la mano de su amiga y la alejo, salieron de la habitación, poniendo seguro y aguantando la risa.

-Entonces...¿en qué estábamos?- El peliblanco se abalanzó sobre su chico, comenzando a besarlo otra vez.