BESOS DE AGUA
Solo una cosa me quedaba: agua. Agua en los ojos, agua en el cielo (cayendo a cántaros sobre mi, que sorpresa!), agua en mis sueños, agua que se lleva y regresa su recuerdo…
Desde el día que me dejó no hacía otra cosa que llorar y pasearme en el prado donde dijo esas palabras que me destruyeron. León morboso y masoquista. Masoquista ¡La masoquista soy yo! ¿Por qué sigo haciéndome esto? ¿No me basta con ser el chisme de todo Forks? pensé. Ya no soy bella o la hija del jefe Swan, como antes decían para referirse a mi, no, ahora soy la ex de Edward Cullen, la triste, la dejada –bautizada así por Lauren y Jessica-. Poco me importa como me digan, lo que de verdad me molesta es que al pasar todos me voltean a ver y cuchichean a mis espaldas, eso sí que me molesta.
Debería poder definir como me siento pero no lo sé, siento… nada.
Pasan los días, no he podido hablar, siento que cada vez que abra la boca le voy a llamar con quien esté hablando por ese nombre, el nombre prohibido, nadie se atreve a mencionarlo delante de mí desde que se fue. Ni yo me atrevo a pensarlo.
Lunes, martes, miércoles… pasan y pasan los días…
Hoy me desperté boca arriba, con los pies en la cabecera de mi vieja cama –debí haber cambiado de posición cuando me desperté de la pesadilla diaria- viendo el techo de madera, con la modorra fresca en los ojos, traté de definir como me sentía hoy. Nada, todavía nada. Y de pronto recordé, llegaron a mi mente esos ojos dorados, sentí una punzada en el pecho, y su sonrisa que antes me llenaba de felicidad ahora abrió la herida. Edward susurré para mi misma y el agua volvió a correr por mis mejillas empapando la colcha púrpura.
Tendría que resignarme a vivir así… él no va a volver ¿de qué otra manera puedo existir cuando él se llevó mi vida? Nada tiene sentido. Me siento flotar en un hoyo negro, no tengo hacia donde dirigirme, solo floto y me dejo llevar.
Los días pasan igual, lloro por las mañanas cuando lo recuerdo, seco mis lágrimas antes de bajar a desayunar para que Charlie no se de cuenta. Claro que sabe, tonta! me recuerdo a mi misma cuando me ve detenidamente. La comida ya no tiene sabor. Me preparo para la escuela que pasa desapercibida ante mis ojos. Todos cuchichean. Siento que me activaron el botón slow ¿o será que a toda la humanidad (excepto yo) tiene activo el control FF (como el de las videograbadoras)? hago mis deberes solo para tratar de pensar en otra cosa pero no funciona muy bien. Además sufría de jaquecas frecuentes, como un acto de reflejo siempre me frotaba las sienes para tratar de aminorar el dolor, a tal grado llegó este tic que un día sorprendí a Lauren imitándome entre risas con un grupo de chicas que reconocía pero a ninguna hablaba. Parece que me ponen mucha atención pensé y después lo olvidé.
Ni siquiera dormir es un consuelo: el momento antes de cerrar mis ojos significa pensar y mis pensamientos siempre se dirigen hacia él, la calma llega por un instante al caer dormida y entonces empieza la pesadilla que me despierta a mitad de la noche y vuelvo a dormir si bien me va.
¿Cuánto tiempo tendré que vivir así? sinceramente no me importa mucho. Solo respiro, me duele el amor que se desvaneció entre los árboles. Solo me dejo llevar desde que mi vampiro personal me dejó con los labios fríos.
