Holaaa! Este es mi primer fic y espero que les guste de veras. Aviso: contiene LuNa, ZoRo, UsoKa, AceNo. Se sitúa después de las aventuras de Ennies Lobby. A partir de este punto, la historia continua como a mi me plazca, aunque tal vez incluya detalles o hechos de la trama original.
Los personajs y todo el mundo One Piece son propiedad de Eiichiro Oda, esto son simples paranoias mias.
Sin más que decirles, aquí les dejo el primer capítulo:
Capitulo 1: Uñas de colores.
Era un día tranquilo en la cubierta del Thousand Sunny. Por fin podían descansar después de la aventura con el CP-9. La tripulación de los Mugiwaras (Sombreros de Paja) ya había rescatado a Robin y, además, se les había unido Franky, el carpintero que les había diseñado el barco con el que surcaban ahora Grand Line.
El barco seguía la ruta marcada por la brújula magnética, y mientras tanto, cada uno de los tripulantes se encargaba de sus quehaceres diarios. Sanji se encontraba en la cocina haciendo la merienda; Chopper, en la enfermería leyendo uno de los libros que le había enviado Kureha; Zoro, en el gimnasio entrenando; Franky y Usopp, limpiaban herramientas; Nami y Robin, charlaban en el salón del acuario mientras Robin veía una revista y Nami se pintaba las uñas de colores alegres. Mientras tanto Luffy vagaba por todo el barco observando a sus nakamas (amigos).
Primero se acercó al taller con Usopp y Franky.
-Estos diales son muy útiles, podrían servir de ayuda en combate, ¿no crees? – preguntó Franky al narigudo.
-Sí, lo he pensado usar con el Ataque Climático de Nami. También le propuse a Zoro y a Sanji usarlos en las espadas y los zapatos, pero se negaron – le explicó Usopp.
-¿Espadas y zapatos? – Franky abrió mucho los ojos.
-Sí. Pensaba en añadir un dial de fuego en las espadas de Zoro y uno de impacto en los zapatos de Sanji.
-Pues visto así, no es mala idea…
-Ya… pero ellos no parecen pensar igual – Usopp agachó la cabeza y soltó un suspiro.
Luffy no comprendía muy bien lo que hablaban sus amigos, así que decidió marcharse a otro sitio. Esta vez probó en la cocina, pero en el mismo momento que abría la puerta, el cocinero le gritó:
-Ni se te ocurra entrar Luffy, aun no he acabado, y no pienso arriesgarme a tener que empezar de nuevo – el rubio lo amenazó apuntándole con el cuchillo que había usado para cortar el hojaldre.
El capitán salió de la cocina y se encaminó al salón acuario. La puerta estaba entreabierta y decidió echar un ojo por la rendija antes de decidirse a entrar.
-¿Crees que queda mucho para llegar a la siguiente isla Navegante?
-Bueno… la verdad es que no creo que haya ninguna cerca. El clima sigue muy irregular y si estuviéramos cerca de una isla, tendría que ser más estable.
-Ya veo… - Robin cerró su revista y cogió uno de los pintauñas que había en la mesa – Creo que te quedaría bien este color – le dijo a la pelirroja al mismo tiempo que le mostraba un color entre naranja y amarillo.
Nami pintó el dedo meñique del pie izquierdo con ese color. Mientras tanto, en la puerta, Luffy escuchaba la conversación de ambas chicas a la vez que observaba los pies de la navegante con cara curiosa. Después miró sus propios pies y pensó: "¿Tiene las uñas de colores?". Volvió a pensarlo y sacudió la cabeza. "No puede ser, debí imaginarlo"
Luffy se alejaba ya de la puerta cuando escuchó una voz.
-La merienda esta lista – llamó Sanji a sus nakamas.
Entonces el moreno dejó de pensar en uñas de colores y se dirigió corriendo a la cocina. En la cubierta encontró a Sanji, que caminaba hacia el salón acuario con una bandeja con pastas, zumos y dos helados. Luffy intentó agarrar uno de los helados pero Sanji escondió la bandeja a su espalda.
-Esto es para las chicas, para ti y los demás hay natillas y galletas. – Luffy hizo un puchero y siguió andando hacia la cocina. Entonces Sanji se volvió hacia su capitán y le lanzó una pasta – Siento haberte gritado antes, me pillaste en un mal momento.
-No importa – el joven capitán sonrió a su amigo y devoró la pasta antes de salir corriendo de nuevo hacia la cocina.
El resto del día pasó tranquilo para los Mugiwaras y todos se fueron a dormir excepto Robin que subió a hacer su turno de vigilancia nocturno. Esto solo significaba pasar la noche en el puesto de vigía, ya que en realidad nadie pasaba toda la noche despierto.
Antes de dormirse, Zoro fue en busca de un par de mantas para Chopper, Usopp y Luffy a la bodega. Cuando volvía a la habitación, escuchó una voz.
- ¿Y esas mantas? – preguntó Robin desde lo alto del mástil.
-Para los chicos, que tienen frio – se iba ya al dormitorio cuando se volvió de nuevo - ¿Quieres una?
-Bueno… - Robin creó una cadena de manos a lo largo del mástil y Zoro puso una de las mantas en la mano más cercana al suelo. La manta empezó a pasar de mano a mano hasta llegar a Robin – Gracias.
-Esos poderes de Belcebú pueden ser de gran ayuda – susurró antes de desaparecer en el dormitorio de los chicos.
Al rato, todos estaban dormidos en el barco a excepción de Luffy, que no paraba de dar vueltas en la hamaca. Estaba seguro de que era cierto lo que había visto esa tarde en el salón acuario: Nami tenía uñas de colores. Sin embargo; había una vocecita que le decía que era imposible y que si se lo contaba a alguien, se reirían de él.
Después de pensarlo de nuevo, decidió ir a comprobar si lo que había visto era cierto o simplemente lo había imaginado. Salió de la habitación sin hacer ruido, se aseguró de que Robin estuviese dormida y se dirigió a la habitación de las chicas. Entró intentando no hacer ruido y cerró la puerta cuando estuvo dentro. Se agachó hasta ponerse a cuatro patas y gateó hasta los pies de la cama de la navegante. Retiró la manta de los pies con cuidado y con mucho sigilo, le quitó un calcetín a la pelirroja.
-Já, lo sabía… era verdad – exclamó el capitán, aunque no muy alto.
Sin embargo; fue suficiente para hacer que Nami se despertara. Al ver una sombra a los pies de la cama, se sobresaltó y, de un movimiento brusco, se pegó contra la pared arrastrando la manta para esconderse tras ella.
-Tranquila, soy yo – Luffy se puso las manos delante de la cara para protegerse de posibles cojinazos.
-¿Luffy? – la pelirroja asomó la cabeza desde debajo de la manta - ¿Qué haces tú aquí? ¡¿Y qué haces con mi calcetín?
-Es que… - Luffy le explicó a su navegante lo que había visto en el salón acuario y como pensó en resolver sus dudas.
-Ja ja jaa ja – rió la chica, que seguía aferrada a la manta – Mis uñas no son de colores, solo las he pintado.
-¿Se puede hacer eso? – el joven parecía extrañado.
-Pues claro – la pelirroja se levanto de la cama y cogió un bote de acetona y un pintauñas de su neceser – Siéntate – le ordenó la navegante, y el moreno se sentó en la cama.
Nami le quitó una sandalia a Luffy y puso el pie en su regazo para pintarle una uña del pie.
-¿Ves? Y hay muchos colores – Nami señaló el pie que no tenia calcetín.
-Ahh… creo que ya lo entendí. – Se quedó un momento observando su pie – No me gusta.
-Lo imaginaba – la chica volvió a reír – Mejor te lo quito – Echó acetona en un algodón y con un par de pasadas limpió la uña del capitán – Ya está.
Luffy bajó el pie y se puso la sandalia mientras Nami dejaba las cosas en su sitio. Luego se levantó y se dirigió a la pelirroja:
-Gracias, creía que me había vuelto loco.
-Bueno, un poco loco sí que estás – Nami cerró el neceser y se volvió a ver al joven moreno.
-Perdóname por haberte despertado – Luffy agachó la cabeza y se sonrojó levemente. Cuando vio los pies de su navegante, recordó – Ah… y… toma tu… calcetín.
-Gracias – Nami lo tomó, y Luffy se dio la vuelta para dirigirse hacia la puerta.
- Buenas noches – dijo antes de abrirla.
Nami se dirigió hacia él y lo agarró del brazo.
-Luffy, la próxima vez que entres en la habitación de una chica… llama antes – le sugirió a su nakama antes de cerrar la puerta y volver a la cama.
Hasta aquí el primer capítulo! Espero les guste porque la historia va a ser laaaaaarga. Aquí apenas va comenzando el LuNa y el ZoRo, pero más adelante aparecerán UsoKa y AceNo y tal vez alguno más. (Tambien les digo que no contendrá leemon ni nada del estilo).
Acepto críticas y consejos (no sean demasiado duros, porfa).
Nos leemos :)
