Universo alterno.

Posible Ooc por el contexto donde estarán inmersos los protagonistas.

Todos los personajes le perteneces a Kohei Horikoshi.


¿Debería golpearme la cabeza contra la pared por meterme a escribir más fanfics pese a que ya casi entraré a clases? Mmh, tal vez, pero me amo demasiado como para eso(?).

Okey, ¡hola nuevamente a todos los de éste fandom! xD

Ni siquiera sé como bien llegué a éste resultado, jajaja, pero el creciente y ferviente amors que le tengo al KatsuDeku me tiene súper ultra motivada, ¡y eso es algo que no puedo ignorar, aaah! Yo tenía pensado solo pasarme por éste fandom con puros one-shots y esas cosas, en fin...

Por algo pasan las cosas.

En un grupo KatsuDeku comenté que tenía una idea de hacer un fanfic de dicha pareja adaptándola a "La Caperucita Roja", sin embargo no me sentía tan convencida con la idea y como descubrí que ya había una historia con esta temática, entonces me dije, "busquemos algo más".

Y tras pasarme horas en pixiv viendo fotos de estos nenes, ¡bum! ¡IDEA SALVAJE APARECE! xD

Creo que el resumen habla por sí solo, aunque creo que de todos modos deja algo para la imaginación, ¿no? O eso espero, jajaja. Aun así, planeo que ésta historia no sea muy larga, como lo dice en la descripción: un short-fic.

O eso pretendo, luego mi mente me sale con otras cosas qué... :'v.

¡Ah, sí! Casi se me olvida aclarar que los capítulos no serán muy extensos, o al menos para mí(?) x'D.

En fin, inspirada en el AU del nuevo ending del anime de MHA más mi imaginación, les dejo con ustedes a...

La bestia noble.


Cada viernes él era dejado en medio del claro del bosque por los habitantes del pueblo; amordazado y amarrado contra un poste de madera para que no escapara de su inevitable y cruel destino.

Y el joven no podía luchar para evitarlo, para escapar, para defenderse y huir de la bestia.

No importaba que su madre también se opusiera y tratara de luchar por el bien de su hijo, nada impedía que Midoriya Izuku fuera el sacrificio de aquel dragón; de por sí ya era un milagro que un ser tan peligroso hubiese aceptado protegerlos como para darse el lujo de negarse a darle lo que pedía.

Empero no siempre fue así.

De hecho, antes incluso de que Midoriya naciera, los sacrificios existían, solo que las personas eran seleccionadas por la belleza física que poseían y solo eran mujeres. Justo como el dragón lo pedía, todos trataban de cumplir sus exigencias sin problema. E incluso las seleccionadas llegaban a sentirse honradas por su papel.

Izuku siempre se preguntó por qué su pueblo le tenía tanta fe a aquel ser mitológico que nadie había llegado a tener la dicha—o desdicha— de observar, por lo menos para que esa existencia fuera creída y no les estuvieran viendo la cara de estúpidos.

Él, pese a que no decía nada y se dejaba llevar por esa creencia, no podía borrar la minúscula duda de su cabeza. ¿De verdad existía tal ser que protegía a su pueblo? Sí, era cierto que su pueblo jamás había sufrido saqueos ni ningún tipo de ataque —al menos después de que él nació— por otros pueblos, organizaciones e incluso el gobierno, a diferencia de sus colindantes.

Pero de todas maneras… ¿Estaba bien para él creer en algo que no podía ver? Resultaba una ironía, porque el joven Izuku era un chico muy fantasioso e incluso tenía una mirada tan inocente y pura, digna del color esmeralda de sus orbes, sin importar que ya tuviera dieciséis años.

Estaba cada vez más cerca de la adultez y aun así esos rasgos que cualquier niño tendría, no se perdían. Definitivamente Izuku era especial.

Bueno, ya no importaba que llegara a creer hace un par de años, para él, ahora era claro que el dragón sí existía. Y si lo pensaba mejor, no es que hubiese tenido falta de fe en la presencia del dragón, era más bien curiosidad y deseo de conocerlo.

Los pensamientos del muchacho se interrumpieron de golpe cuando varias ráfagas de viento se arremolinaron cerca de él unos segundos y desaparecieron.

Suspiró, nervioso y sintiendo frío mientras veía el hermoso y oscuro firmamento; pese a lo frondoso de los árboles, varias estrellas se podían contemplar desde donde estaba. Brillaban con esperanza como cualquier astro y le ayudaban a calmar los nervios que sentía desde que fue abandonado en medio del bosque.

Llevaba alrededor de tres meses sirviendo como sacrificio a aquel explosivo dragón, debería de haberse acostumbrado, ¿no? Sin embargo, existía un motivo por el cual esos nervios no desaparecían de su cuerpo y no, no era por miedo.

Izuku no le temía al dragón, a pesar de que sabía que llegó a intimidar a su pueblo cuando dejaron de enviarle sacrificios por la disminución de creencias en él gracias a los escépticos que fueron apareciendo.

Por supuesto, en aquella amenaza no llegó a mostrarse físicamente; primero dejó de proteger al pueblo de Yuei en un período de cinco años, haciendo que sufrieran saqueos y demás cosas; en segundo lugar —en ese mismo período—, mientras todos dormían, provocaba enormes incendios en dónde más de alguna persona murió; y en tercer lugar, rugía cada noche, de una forma tan atronadora que podía rompes los tímpanos si se escuchaba desde su lugar de origen.

Después llegó una etapa donde el pueblo de Yuei decidió hacerle frente al dragón, motivados y liderados por un hombre que se hacía llamar All for One.

Sin embargo, ninguno de los luchadores volvió una vez se adentraron al bosque para intentar matar al dragón.

Eso le dejó en claro al pueblo que no podían liberarse del dragón y tampoco podían aliarse con los pueblos colindantes o pedir ayuda al gobierno, ya que ellos les guardaban rencor por haber logrado tener la protección de un ser mitológico.

Yuei no tenía otra salida más que volver a confiar en su dragón, fuera malo o fuera bueno, él los había protegido y no podían alegar eso. Por lo tanto, en aquel momento, la creencia de que la leyenda era verdadera impulsó a los habitantes a creer más que nunca y pagarle a su dragón.

Desgraciadamente, muchas de las mujeres ya no estaban "disponibles" por los secuestros que el pueblo llegó a sufrir… Así que sucedió lo inevitable.

Alguien sugirió que se le ofreciera un hombre a cambio.

Una ridiculez, fue la respuesta de muchos, sin embargo al no tener otras salidas, terminaron haciéndolo. Y para sorpresa de muchos, ese sacrificio fue aceptado.

Nadie sabía que les sucedía a las personas que eran enviadas para el voraz dragón y mucho menos deseaban saberlo. Mas ya tenían el conocimiento y la dicha que aceptaba tanto a hombres como mujeres.

Y fue el inicio de un nuevo período en el pueblo de Yuei, que finalmente se encontraba a salvo.

— ¡Hey, maldito Deku, no se te ocurra dormirte! —graznó en un rugido la figura de un enorme dragón, con un intenso color borgoña por toda su piel, que hacía una espeluznante combinación con el carmesí de sus ojos.

Pero el chico amarrado en el palo ni pudo decir nada debido al pañuelo que le amordazaba; el dragón sin necesidad de verbalizaciones, con solo mirar la expresión de los ojos del contrario, entendió esas típicas palabras de "lo siento", entre ese estúpido mote con el que era llamado por el humano.

—Jeee, parece que hoy los putos pueblerinos se lo tomaron muy en serio —dijo al momento en que terminó de descender en el claro; sus enormes alas le cubrieron el cuerpo y hechizantes ráfagas de viento le cubrieron como si fuera un remolino, dejando a la vista a un joven "humano" —. O más bien, significa que actuaste de maravilla, maldito inútil —sonrió con orgullo y con agresión le quitó el pañuelo al otro.

— ¡Kacchan, eso duele! —se quejó el de ojos esmeralda frunciendo el ceño, mirándole. Ya estaba acostumbrado al lenguaje vulgar que el otro chico tenía y todos los apodos con que era llamado, por lo que eso no le afectaba en nada.

—Maldito llorón —se burló—. ¿Te vas a poner a gritar, pidiendo auxilio? —sujetó de la quijada al impropio con bastante violencia y se acercó hasta que sus narices chocaron y siseó: — Porque si es así, ¡te mataré sin más, Deku!

Sorpresivamente, recibió una sonrisa que era una combinación traviesa y avergonzada, muy usual en Izuku.

—Parece que olvidas que la actuación es solo para el pueblo, Kacchan.

—Eres un maldito, nerd de mierda —su sonrisa se acentuó, claramente complacido con esa respuesta tan sincera.

Y, sin ningún tipo de culpas, ambos chicos se besaron con una ferviente pasión y necesidad, que, si fuera fuego, acabaría con todo el inmenso bosque.


¡Dios santo, hasta yo me emociono con ésto! Estoy tan, LJKASDLDASJASLAS, con todo esto, joder. Me da mucha... MUCHA EFUSIVIDAD PORQUE AMO ÉSTE TIPO DE TEMÁTICAS DE FANTASÍA, AUIDA.

Éste primer capítulo es algo así como una introducción, espero alimente un poco su alma de KatsuDeku, jajjajaja. Y, por supuesto, lo mejor viene después ewe.

¡Espero hayan disfrutado el capítulo, babies! Si se orgasmearon como yo imaginando a Deku amarradito y bien... sumiso contra el árbol más un Kacchan viril y sensual, ¡pues no duden en hacérmelo saber! :P

Nos vemos y besos para ustedes. La bestia noble volverá pronto(?).