Disclaimer:

Demashitaa! Powerpuff Girls Z y sus personajes no me pertenecen.

Solo la trama.

Advertencias: AU y OoC.


— Momoko necesito que entregues esto al área de ventas y saques veinte juegos de copias de esto.

— Voy enseguida señorita Keane.

Una joven de dieciocho años de edad sale de la oficina de la mujer pelinegra obedeciendo las órdenes de su jefa para terminar lo último que le queda de trabajo e irse a su hogar.

Nadie pone atención de los torpes movimientos de la joven pues suponen que solo son por causa del exhaustivo trabajo que se da a todos los que trabajen en ese edificio, es normal. Pero lo deja de ser cuando cualquier persona avienta al aire los documentos, se tira al suelo comenzando a gritar frente al área de ventas.

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— Un ataque de nervios, debido al excesivo trabajo.

— Disculpe eso no puede ocurrir he tenido varios trabajadores inclusive con el doble del trabajo que ella y nunca han tenido esos ataques— Respondió indignada la mujer pelinegra sospechando que la harían responsable por lo ocurrido con su empleada.

— No la estoy culpando. Sabe bien a lo que quiero llegar, debe tener en cuenta que ninguna persona reaccionara igual, cada quien tiene una resistencia diferente pero también debió haberlo previsto. Que tome el medicamento como es debido. La chica se está sobre esforzando dejando de lado su alimentación. Es recomendable que no siga manteniéndose bajo presión.

La mujer suspiro resignada. — Eso déjemelo a mí. Por otro lado le daré sus indicaciones a la chica, gracias doctor.

El doctor sale dejando a la señora Keane junto a su empleada.

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La pelinegra se encontraba ya en la oficina revisando varios documentos mientras hablaba con la joven quien hace poco acababa de despertar en la enfermería. — Por lo que me contaron en la entrevista aun eres estudiante. Pero no me has dicho en persona porque decidiste trabajar.

— Si señorita aun estudio. Por lo tanto estoy trabajando para pagar parte de mis estudios.

— He de admitir que eres una excelente empleada. Haces tu trabajo excelente e impecable sin embargo debo tomar una decisión. Esto no solo te afectara a ti, sino también a mí pero lo mejor es que dejes de trabajar conmigo…

— ¡No por favor! No me despida en verdad necesito este trabajo— Fue interrumpida y eso era algo que le molestaba inclusive más que las ofensas a su persona.

— Lo siento, no permitiré que más incidentes como el tuyo vuelva a ocurrir— Aun así dejo pasarlo por alto y concluir con lo que debía decirle. — Si personas ajenas al asunto se enteran los demás creerán que esta empresa desobedece el estatuto y creerán cosas que no son. No me arriesgare.

— Se lo suplico. Me esforcé mucho en conseguir este puesto, no volverá a ocurrir.

Verla en esa posición le hizo sentir lastima. La mujer lo medito mucho. Le agradaba la chica, le recordaba a ella de joven cuando apenas empezaba: realizando trabajos pequeños a los que hacía en la actualidad. Finalmente llego a una decisión sin excluir el incidente de hace media hora.

— Tú ganas chica. No te despediré, sin embargo debes tomarte un descanso y antes de que repliques recuerda que es por tu salud. No quiero que empeores.

— Muchas gracias señorita Keane. Sé que usted lo hace solo por cumplir su trabajo pero en verdad es muy buena persona aunque los demás digan lo contrario.

— Supongo que es un alago. Mejor ve a tu casa antes de que me retracte.

— En seguida.

La mujer se sentó y suspiro. — Eso solo significa que me estoy haciendo más considerada y no pienso mostrarme así ante los demás. Dejarían de respetarme.


Ya fuera del edificio la joven de pelo naranja observo la hoja en sus manos. En parte le molestaba el tener que faltar días y todo por culpa de ese ataque el cual ni siquiera recordaba.

Lo último que sabía era que estaba a punto de entrar a entregar los documentos, cerró los ojos un momento y cuando los abrió a se encontraba acostada y su jefa a un lado de pie viéndola preocupada para después ordenar que la siguiera a su oficina.

— No debo molestarme por eso, después de todo me dio la oportunidad de seguir trabajando con ella.

Guardo la hoja algo arrugada en su bolso cuando, su celular emitió una melodía clara señal de haber recibido un mensaje. Sorpresa se llevó al tener varios mensajes de su madre y algunos mensajes de voz de su hermana menor. Le respondió a su madre avisando que iba en camino a casa.

"Está bien, pero quiero explicaciones en cuanto llegues. Me tenías con el pendiente"

Fue la respuesta que obtuvo.


A/N: Agradezco a quienes lo hayan leído.

Bye...