Los personajes son exclusivamente de J.K. Rowling y de la Warner Bros.
"Cuando se trata de Chocolate, la resistencia es inútil"
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¿Qué es lo que suele suceder cuando una chica rompe con su novio y sus amigas se enteran?
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Aparte de soltar palabrotas y decir barbarie y media, una antigua tradición es resguardarse en una habitación repleta de películas románticas, mantas calientes, millones de servilletas de papel y grandes cantidades de carbohidratos. No hay mejor remedio para una ruptura que ese momento.
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O cuando te atiborras de chocolate…
Los hay oscuro, con leche, blanco, con frutos secos, con fruta confitada, rellenos de caramelo, cubiertos con, inclusive hay afrodisiacos… Todo sea por encender la llama de la pasión. No es necesario que sea el Día de San Valentín para poder disfrutar de un trozo de este delicioso manjar.
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En una de las calles mas transitadas de Londres, hay una pequeña tienda que se dedica a vender y fabricar una cantidad exorbitante de Chocolates llamada "The Chocolate Factory" , atendida por una joven de cabello castaño y ensortijado, de piel tostada y unos hermosos ojos cafés, según los comentarios de la gente, es la dueña y productora de todo lo que sale en la chocolatería, su nombre era Hermione Granger, la tienda era atendida también por sus dos mejores amigos Ronald y Harry. Dialogando con alguno de los clientes que salían de la tienda, podían jurar que los chocolates "hacían magia".
En la parte interior del lugar estaba pintado de un tono blanco, con franjas color café "Cappuccino" , y mesas para cuatro personas de color blanco con cojines cafés, más adelante se encontraba el amplio vestíbulo del lugar en donde se encontraban las cajas registradoras y todas las vitrinas repletas de los diferentes chocolates con sus etiquetas, explicando los ingredientes de los mismos, niños, jóvenes y adultos tenían la misma reacción al encontrar su chocolate favorito, inclusive había una sección clasificada de los Chocolates de uso afrodisiacos, estos se encontraban en una vitrina fabricada completamente de vidrio, las parejas agotaban las reservas de ese estante, confirmando su efectividad.
En la parte exterior, había una terraza lo bastante amplia en donde un par de seis mesas hechas de herrería al estilo francés estaban montadas con sombrillas del mismo color café y los asientos estaban recubiertos con unos cojines blancos, haciendo contraste con los colores de la parte interior. Pero la estrella del lugar era el logo, que consistía en una tierna nutria enroscada en una barra de chocolate. La campanilla junto a la puerta avisaba a los jóvenes del flujo de la gente, algunos días no dejaba de sonar jamás…
No hay persona que no salga feliz de la tienda, hay para todos los gustos, inclusive los más exigentes, que en ocasiones son parte de la burguesía de Inglaterra. Dicha joven estaba terminando de envolver unos bombones de chocolate rellenos de cereza para una mesa de dulces, mientras sus otros amigos recibían el pedido de los ingredientes secos.
-Ya está todo inventariado para los próximos quince días linda, y en dos días mas nos llegaran los moldes para la manufactura.- Dijo uno de los chicos sacudiéndose un poco las manos.
-¡Eso es excelente Harry!- La castaña sonrió- ¿Ron, como vas con el chocolate caliente?-
El chico alzo el pulgar desde la ventana de la cocina del local, augurando que todo estaba bien. Algunos clientes se presentaban en las mesas de la terraza, y que mejor éxito que una humeante taza de chocolate caliente para contrarrestar el frio de las calles Londinenses, quienes quedaban maravillados con el sabor de la bebida, muchísimas personas trataban de descifrar la osada receta de la castaña, u otros más directos le preguntaban cómo lo había preparado.
Ella, con una sonrisa cálida siempre les respondía que era un secreto familiar, la caja registradora no dejaba de sonar al abrir y cerrar, y la gente no se querían ir y los envoltorios y cintas iban y venían. Todo era un éxito.
Así pasaron los primeros días, los cuales se hicieron meses, y precisamente en un año, "The Chocolate Factory" ya poseía el doble del lugar y personal, logrando tener uno de los mejores servicios al cliente y calidad en los productos, Harry se dedicó a llevar las finanzas del lugar, mientras que Ronald se convirtió en el Head Chef, quien en ocasiones tenía que ir a su propio restaurante Mexicano llamado "Xòchitl".
El día pintaba de maravilla, Hermione agradecía a los clientes por las compras y se dedicaba a envolver los chocolates que iban para regalo. De repente una de sus meseras se le acercó de manera algo incómoda.
-Señorita Granger, disculpe…- La chica rubia se le acercó de manera dudosa.
-¿Si Angela?- La chica la miró con algo de vergüenza a la castaña y suspiró.
-El Señor de la mesa 5 pide hablar con el gerente, le pregunte si había algún problema en particular y me dijo que todo lo que había consumido había sido pésimo- el nerviosismo le salía por los poros- verifiqué varias veces la orden para descartar algún error pero las ordenes y modificaciones en el menú estaban anotadas…yo…-
-Tranquila, yo hablare con el Señor. ¿Por qué no vas a atender la mesa 11? Yo me encargo.-
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Acomodó su cabello con una banda color negra, aliso los pliegues de su falda negra y caminó hasta la mesa con una sonrisa amable, al acercarse, pudo notar que un hombre rubio estaba sentado en el lugar donde provino la queja junto con otro caballero de piel oscura. Carraspeó para llamar la atención de ambos caballeros logrando su cometido.
Ellos la recorrieron con hambre asesina, poniéndola nerviosa en un instante. El rubio llevaba una camisa manga larga de color celeste con cuello pulcramente planchada, haciendo juego con un pantalón gris que claramente se veía que era de diseñador, todo en su porte gritaba RIQUEZA, mientras que el otro chico llevaba una camisa manga larga con cuello de color verde junto con unos pantalones gris claro, similar a los del rubio, ella organizó sus ideas para no faltarles al respeto de ninguna manera.
-Buenas tardes Caballeros, mi nombre es Hermione Granger y soy la gerente de "The Chocolate Factory". Mi mesera me ha puesto al tanto de sus inconvenientes ¿Puedo preguntar que sucedió?-
-Si muñeca mira, ¿A esta taza rebajada con agua le llamas "Chocolate caliente"? No recuerdo la última vez que he tomado una taza en donde el sabor a chocolate sea nulo, además ¿No poseen pan integral para hacer sus paninnis? No se si la gente que viene no cuida su salud pero es decepcionante no tener más opciones en el menú que solo carbohidratos y grasas.- El moreno únicamente se carcajeo.
-Cielo yo no tengo ningún problema con tus exquisiteces, es el hijo niño de mami quien se está quejando por todo.-
-Blaise, que tu no estés acostumbrado a acudir a lugares de calidad, ese no es mi problema.-
-Yo solo decía…- El aludido se encogió de hombros.
La sorpresa invadió a Hermione, quien de manera cordial, suavizo sus facciones y les dedico una pequeña sonrisa.
-Permítame ofrecerle mis disculpas Señor…-
-Malfoy, pero para ti soy Draco, linda.-
-Gracias, Señor Malfoy, agradezco mucho su sinceridad, por eso mismo es que quisiera volver a invitarlos a ambos a que nos brinden otra oportunidad para cambiar su perspectiva, tenemos como estándar complacer al paladar más exigente.- Ellos la miraron sonriéndole perversamente.
-¿Estas segura que puedes complacer el mío, nena?- Draco la recorrió con la mirada descaradamente- Soy demasiado exigente.- Su amigo no paraba de reír.
-Solo deme una oportunidad y podría complacer hasta sus gustos más curiosos- eso fue suficiente para que ella taladrara con la mirada al otro caballero que se encontraba con el rubio, pues no se pudo aguantar la risa.
Esto a Hermione no le gusto… ¡Oh no! ¿Habrán malinterpretado su comentario?
El moreno se estiró pasando sus brazos por debajo de su nuca y observando la escena divertido, mientras que el rubio la observaba fijamente, escrutándola. Draco estaba saboreando lo que venía a continuación.
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-Si tú no estás en el menú, no estoy interesado…- Ella abrió los ojos como platos.
-…¿D-Disculpe?- La genuina pregunta hizo estallar en carcajadas a Blaise. Ella lo miró ofuscada- ¿Dije algo malo?-
-Al contrario linda, disculpa a mi amigo. Es un imbécil con todas sus letras. ¿Qué te parece si nos das un momento y lo pensamos?-
-Claro que sí. Estaré en la entrada.- Se despidió y volvió a su sitio de trabajo.
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¿Quién demonios se creía ese rubio engreído?
A pesar de que eran terriblemente atractivos, la manera de tratar a una mujer dejaba mucho que desear. Por otra parte, los jóvenes que se encontraban en la mesa no dejaban de observar a la gerente. El rubio estaba corriendo los engranes de su mente a toda velocidad.
Ella se encontraba de perfil sosteniendo una llamada telefónica saber con quién, mostrándoles la silueta de su figura, la falda negra y la camisa blanca le favorecían bastante para marcar su delicada silueta, su rostro perfilado y la pequeña nariz respingona cubierta por finas pecas la hacían ver jodidamente adorable, sonrió de manera ladina, y le anunció al camarero mas cercano que le llamara nuevamente a la dueña, observó por el rabillo del ojo que ella asentía con una enorme sonrisa y se apresuraba a anotar quien sabe qué, colgó el teléfono y caminaba hacia ellos, meciendo sus caderas.
Aunque no fuera de manera provocativa, lo encendió como los mil infiernos.
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-¿En que les puedo servir, caballeros?-
-Creo que ya tenemos una respuesta para ti, Granger…- La aludida los miró con atención.
-Eso es estupendo Sr. Malfoy.- Le sonrió con amabilidad- ¿Ya tiene un día y fecha?-
-Así es, Muñeca…- dejó un papel dentro de la billetera del restaurante- Volveremos el viernes de esta semana pasadas las tres de la tarde, no quiero inconvenientes.- La severidad de su mirada la dejó en shock en un momento. El rubio solamente se giró sobre sus talones y salió del establecimiento.
-Lo esperaremos aquí con gusto, gracias por visitarnos.-
-Hasta luego Srta. Granger- Despidió el moreno estrechándole la mano. Ella le sonrió y la estrechó de vuelta.
Los vio partir y mientras se encaminaba nuevamente a las cajas registradoras para ingresar el pago, le llamó la atención el papel que se quedó, lo desdobló y sintió la ira recorrer su cuerpo desde la punta del dedo meñique hasta el último cabello de su cuero cabelludo.
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"…Señorita Granger
Si tú no estas incluida en el menú, no me interesa regresar a tu establecimiento
Pd: Estás deliciosa…
DM…"
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Sonrojada y muy encabronada, arrugó el pedazo de papel.
-Maldito imbécil…-
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…Continuará…
Buenas noches Chicuelas!
He vuelto con este nuevo proyecto, espero les guste.
Es la primera vez que hago un ff del tipo de humor, espero que todo vaya bien
Quisiera saber que opinan del concepto y todo, quería hacer algo referente al chocolate ya que es un ingrediente bien
sexy, y habla lemmon tmbn ;)
Porfavor déjenme sus buenos comentarios y cosas así, me siento algo oxidada al escribir asi que aquí estamos para hacerles pasar un buen rato
Gracias y besitos!
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OoOVOoO
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