Disclaimer: Todo lo que reconozcas es propiedad de JK Rowling
Aviso: Este fic participa en la Tarea #4: "Familia Friki" del foro Hogwarts a través de los años.
Hannah toma aire por enésima vez desde que ha recibido ese patronus informando sobre la inminente batalla que va a tener lugar en el castillo que una vez llamó hogar. Juguetea con la moneda encantada del ED entre sus dedos.
De entre las pocas pertenencias que se llevó en su macuto cuando comenzó a huir después de que su madre muriera, no había podido separarse de la dichosa moneda. Era un recuerdo de cuando intentaron salirse con la suya contra la maldad de Umbridge y le ayudaba a mantener la esperanza de que Harry fuera donde fuese que estuviera volviese para enfrentarse a Lord Voldemort.
Y parecía que el momento había llegado aquella noche según el mensaje que Neville había mandado utilizando el hechizo que Harry les había enseñado. No sabía que hacer. Si ellos perdían, no podría volver a pisar el mundo mágico. Si ganaban y ella no había participado en la batalla, ¿sería capaz de mirar a la cara a aquellos compañeros que sí lo hicieron?
Hannah sabe que tiene que acudir a la llamada. Sabe que tiene que ir allí y enfrentarse a sus demonios. Esos mismos demonios de carne y hueso que llevan tatuado el antebrazo izquierdo. Sabe que tiene y que debe hacerlo por su madre, no puede permitirse seguir escondiéndose como lleva haciendo más de un año. Su madre no quería volver a vivir en un mundo mágico lleno de terror y muerte y esa noche Hannah lucharía por las dos.
Toma aire por última vez agarrando fuertemente su varita. Se aparecerá en la Cabeza de Puerco como le ha indicado Neville. A partir de entonces, será un sálvese quien pueda real, no uno de esos que su mente ha creado cuando se ha visto muy cerca de casi ser atrapada por un carroñero.
