Título: La Carta.

Autora: Freedom Released.

Género: Cómedia, romance.

Clasificación: Todos los públicos.

Advertencias: UA, OoC, PoV.

Serie: Naruto Shippuden.

Pareja: Sakura H. & Sasuke U.

Nota: Narrada desde el PoV de Sakura.

Extensión: Two-Shot: Primera parte/ 1.111 palabras.

Resumen: —¡Sáciate conmigo, Sakura! —¿Quién coño…?

Publicaciones: Solo aquí y en MSS.

Disclaimer: Tanto Naruto como sus personajes son propiedad de Kishimoto Masahi, eso sí, la historia es totalmente de mi propiedad.

Primera parte•

.

.

.

—Ino, déjalo ya —le decía yo a mi mejor amiga, quien estaba llorando—. Vamos, no llores y dime que te pasa.
—Sakura, ¿por qué…? ¡¿Por qué las patatas no pueden ser abogadas?! —Vale, ¿se volvió loca o qué? Yo no sabía que decir. "Sakura, piensa, piensa, no le digas que está loca o lo empeorarás", me decía a mí misma. Al final decidí contestarle.
—Buena pregunta, a mí me ganan constantemente a los videojuegos así que…¿por qué no podrían hacer otras actividades? —Oh, vamos, Sakura, ¿sólo se te ocurre eso?

A Ino se le iluminó la cara de repente y me dijo:

—¿Verdad? Ellas también son personas —me dijo entusiasmada—. ¡Vamos a protestar! ¡Hay demasiados patatófogos por el mundo! —Salió corriendo en dirección hacia el despacho de nuestro director cantando: ¡No a la patatofobia, no a la patatofobia! ¡Lo llaman patatocracia y no lo es…!

Me quedé mirando varios segundos en esa dirección hasta que desperté. Sí, mi amiga Ino era un poco loca, un poco tirando a demasiado. Se la pasaba pensando en cosas sin sentido y sin importancia. Como… las patatas, por ejemplo. Normal que un día viniera un psicólogo a determinar si tenía alguna enfermedad mental; gracias a Dios dijo que no tenía nada.

Me dirigí a mi taquilla, en un pasillo oscuro y apartado de la región sur del instituto; la zona de los becados. Sí, becados, becados como yo. Supongo que eso explica porque tengo amigos locos, no soy popular, y que los chicos no me den ni la hora. Bueno, los amigos no son cuestión de cantidad, si no de calidad, y en eso yo tengo a los mejores.

Cuándo la abrí, me encontré un sobre azul dentro de ella, sin más lo cogí un poco sorprendida. ¿Qué hacía ese sobre ahí? ¿Se habrían confundido? ¿O quizás…? No, no, no podía ser para mí, ¿verdad?
Pude fijarme en que no tenía destinatario, por lo que me puse aún más nerviosa. Algo tenía, no sé qué es, pero no me dá buena espina la verdad. ¿Qué hago? ¿Lo abro o no? ¡Agg! Qué indecisión. Al final, me decidí a abrirlo, con cuidado de no romper lo que contenía; era una carta. Una carta que decía en letra cursiva y negrita:

Cabalgaría hasta las puertas del infierno para hacerte sentir viva, para darte todo el placer que mereces, con lujuria, lascivia y alevosía. Quiero estar todo el día haciéndote el amor, para que pierdas la noción del tiempo y te olvides de tu propio nombre. ¿No sientes tu cuerpo recorrido por mis miradas? ¿Y no buscas con tu mirada, con esos ojazos seductores que tienes, aquello que más deseas? Ésa es nuestra naturaleza, empezamos a anhelar aquello que vemos, como cazadores perversos movidos por la codicia. ¡Sáciate conmigo, Sakura!

Acabé de leer esa carta muy sonrojada. Vale, no se habían equivocado, soy la única Sakura de este instituto, por no decir de toda la ciudad. ¿Ésto es malo o bueno? ¡Shannaro, ¿quién me ha mandado esta carta?! ¡Socorro!, ¿qué hago? No sé ni quien me la ha mandado, ¿cómo voy a contestar siquiera…? Espera, no sé quién me la mandó, seguro que fue alguno de los del club de futbol que siempre andan haciendo este tipo de bromitas. ¡Sí, seguro! "Malditos, ¿cómo se han atrevido? Los voy a castrar", y maldiciendo a todos los del equipo de futbol me dirigí al campo.

.

Por suerte, llegué rápido, es lo que hace estar en medio de un ataque de cólera, todas tus habilidades escondidas salen de repente y te ayudan.

—¡Vosotros, los del equipo de futbol! —les grité a siete jugadores que me miraron interrogantes. Seguramente, los demás estarían pasando del entrenamiento al no estar en plena liga — ¿Quién coño…? —No continué la frase. Porque una persona me había lanzado el balón que aún estaba en juego, haciendo que callera hacia atrás. ¡¿Qué no podían tener más cuidado?!
—Oh, lo siento mucho. ¿Estás bien? —me preguntaba un rubio acercándose a mí y dándome la mano en gesto de ayuda — ¿Estás bien? —me volvió a preguntar.
—Sí, estoy bien —Le cogí de la mano y me levanté algo enfadada.
—De verdad, fue sin querer — ¡Oh! Qué lindo, se sonrojó, no puedo enfadarme con él —. ¿Necesitas algo?
—Eh, Naruto, deja de hablar con esa y vuelve al partido —oí decir a uno detrás del chico, que por lo que veo, se llama Naruto.

Miré hacia el lugar de donde provenía la voz y lo vi. Vi a un joven alto de cabellos azabaches, con el uniforme del equipo de futbol que llevaban todos. Tenía una mirada penetrante y oscura, me sentí algo incomoda cuando noté que me miraba fijamente. "¡Kya, qué lindo!", grité por mis adentros.

—Déjame, Sasuke —le contestó Naruto. ¿Sasuke? Así que así es como se llama —. Sólo estás celoso porque estoy hablando con esta señorita —Su comentario me ruborizó. ¿Me acababa de llamar señorita? ¿o necesito una revisión de oído?
— ¿Celoso? Estás mal de la cabeza, ¿cierto? Yo no estoy celoso, y mucho menos por una niña tan fea.

Me quedé congelada al instante. ¿Fea? ¿Me había llamado fea? Ese maldito… Bueno, mi pelo era color rosa chicle, en pocas palabras: Un horror. Tenía unos ojos jades, la verdad, nunca me habían gustado mi color de ojos, los azules claros de las demás chicas se veían muy lindos. Ah, hay personas con mala suerte y luego estoy yo. Pero, un chico con dientes de tiburón le dijo:

—¿Fea? Definitivamente necesitas gafas, y si no eres gay. ¿Cómo puedes decir que esta belleza es fea? —Se acercó a mí y me besó la mano. Eso hizo que mi enfado desapareciera, ¡genial! Por lo menos uno me veía guapa — Disculpe el comentario de nuestro amigo, bella dama, mi nombre es Suigetsu.
—Encantada, yo soy Sakura—Le dediqué una sonrisa, noté como los demás miembros del club se acercaban a mí.
—¿Sakura? Bonito nombre, yo soy Kiba, y el apellido… ¡Bah! El tuyo no me interesa, ¿así que para qué voy a decirte el mío? —Reí ante ese comentario, ese chico me caía bien. Aunque, parece que al azabachito ese no le gusta nada que sus amigos me hablen, ¿por qué será?
—Ejem —Sasuke tosió —, ¿qué día es hoy? ¿El día para distraernos con unos ojazos seductores que aparecen en el campo?

¿Había oído bien? "¿Ojazos seductores…? ¡Cómo en la carta!", pensé. ¿Era posible? ¿Podría ser él el que me mandó esa carta en forma de broma?

—¿Qué has dicho, Sasuke? Creo que no te hemos oído bien —le dijo Kiba mirando a ése Sasuke quien parecía sonrojado —, ¿podrías repetirlo?
—¡Así que eras tú…!

.

.

.

Final Primera Parte•


Nota Autora: ¡Espero que os haya gustado esta primera parte! Hay una segunda, que subiré cuando haya algún comentarioCualquier opinión y eso podéis decirla. Gracias por leer~