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Todo un pueblo había huido de su hogar en la antigua Transilvania, huyendo de la persecución de su gobernante, sólo por sus prácticas religiosas. En total, 1002 personas. Familias, amigos. Todos con un mismo fin: encontrar la libertad que tanto deseaban obtener. Se refugiaron en lo que en el presente es conocido como Eslovaquia, en un pueblo apenas habitado. Hicieron sus casas, sus altares, todo por encontrar esa paz que sus dioses les daban.

Una vez al año, el patriarca de cada familia, llevaba a su hijo o hija si éste o ésta había cumplido ese año la mayoría de edad, a una ceremonia de iniciación. En dicha ceremonia, diferentes demonios hacían su aparición y escogían cada uno a un joven. Con orgullo; luego de una preparación de 17 años, el joven ofrecía su alma al demonio que lo escogía, a cambio de favores. Desde eternidad, hasta lujos y comodidades. El demonio a su vez, no solo le otorgaba lo deseado; sino que también le daba sus dones y sabiduría, poseyendo así su cuerpo cuando el demonio así lo quisiera.

Aizele Borgia deseó toda su vida cumplir los dieciocho años para cumplir su cometido; aquello que era para ella; una vocación. Aizik Borgia, su mellizo; esperaba esa fecha con la misma ilusión; pero por otros motivos.

1399

Al fin había llegado el día de la ceremonia donde los mellizos Borgia recibirían al demonio que regiría su vida. Todo estaba preparado y, tan pronto llegó la hora nona; comenzaron los cánticos de todo el pueblo, en la pequeña plaza. Los demonios aparecieron, espectros marcados por un aire malévolo que aquel pueblo amaba. Cada joven, de los 666 que serían iniciados, fueron siendo escogidos uno a uno por cada demonio. Al llegar el turno de los hermanos; fueron escogidos por Amy, y Belial.

Amy, tan hermoso que no había forma de saber su sexo con certeza, acarició con ternura la mejilla de la hembra. Ella sonrió y pidió su deseo: "Deseo poder tener el don de la música. Poder tocar cualquier instrumento. Además el don de la sanacion para curar a mi pueblo." Amy sonrió mostrando sus filosos dientes; asombrado y complacido por dar tan poco a cambio de tanto. Y con un asentimiento de cabeza, su espectro se desvaneció, tomando a la melliza y arropándola con su poder. En espera de que Belial hiciera lo mismo, para así comenzar la orgía destinada a aquella noche.

Belial rodeó el cuerpo del mellizo esperando que éste hablara. Arrogante, Aizik sonrió de lado sin mostrar el más mínimo respeto: "Deseo ser más poderoso que todos los demonios juntos. Y que jamás ninguno me posea." Su voz fue clara, contundente. Los tambores se detuvieron, los cánticos cesaron. Un grito de asombro colectivo se escuchó en toda la plaza.

Belial se llenó de ira ante el descaro de aquel simple humano. Sacó su diestra huesuda dispuesto a arrancarle el corazón por su atrevimiento. Pero al hacerlo, no fue solo el corazón de Aizik el que fue arrancado. Su hermana ya poseída, estaba herida por intentar salvar a su hermano.

Ambos cuerpos cayeron al suelo y la sangre tiñó de rojo la celebración. Ningún humano se atrevió a acercarse a los cuerpos que se retorcían dando lo que se suponía fuera su último aliento. Pero la ira de Belial, príncipe del infierno, no había mengüado, a pesar de lo ocurrido.

"Por haberme desafiado, ¡no moriréis jamás!"

Dijo el demonio en perfecto latín; idioma que por órdenes demoniacas, todo el pueblo dominaba. Sus ojos negros se mantenían sobre los del mellizo, quién se esforzaba por mantenerle la mirada. Aún a las puertas de la muerte, no demostraba temor. Belial se enfureció aún más.

"Quedaréis con vida, si es que a lo que os espera le podéis llamar vivir. Vuestro corazón no latirá más, pues se queda conmigo. Viviréis en las sombras. La luz del día será vuestro peor enemigo. Y la sangre inocente que ha sido derramada por vuestro egoísmo; será la que necesitaréis para vivir. Buscaréis la muerte, más ésta jamás llegará a ti. Y de vuestra boca; saldrá el veneno de vuestra maldición, cada vez que os alimentéis. La carne de venado os sabrá amarga y el agua os provocará más sed. Nada saciará vuestra hambre. Seréis peor que un animal. Y vuestro físico mostrará la bestia que llevaréis oculta para que todos os vean con asco."

Y así mismo se desvaneció su imagen.

Los demonios que habían poseído los cuerpos de cada habitante del pueblo les abandonaron a su suerte. Comenzaron a caer al suelo hechos polvo, aquellos que habían vivido siglos gracias a sus favores. El pueblo se llenó de caos.

Aizik se puso en pie sin poder ocultar su rostro lleno de terror. Su hermana, yacía aún moribunda en el suelo. Su corazón no había sido tocado, más la herida era profunda. El olor a la sangre de su hermana fue lo más dulce que había olido jamás. Tanto que no pudo resistirse y halando su cabello, sus caninos se alargaron perforando la tierna carne de su cuello. Mientras ingería su sangre, el hueco causado por Belial en el pecho del joven, se iba cerrando. Sin corazón dentro. Su piel perdió color, sus ojos se tornaron tan oscuros como la noche. Parecía un animal.

Y ante los gritos de horror de todo el pueblo, Aizik cobró la primera víctima de su maldición. La gente del pueblo quiso tomar la justicia en sus manos e intentaron linchar al responsable de tal aberración. Pero él era demasiado rápido y huyó.

Estuvieron de luto por Aizele, y el resto de sus muertos por más de una semana. La enterraron aquella misma noche aunque apenas la tocaron. Poco después comenzaron las leyendas, las historias. La gente del pueblo, cada noche; escuchaban un violín llorar la más triste melodía. Así mismo en la mañana, aparecían muertos en los alrededores. Muertos con las mismas marcas que Aizik hizo en su hermana. Luego las muertes aumentaron, y los desaparecidos aún más.

Cada año siguieron haciendo la misma ceremonia, pidiendo a sus dioses que perdonaran la rebeldía de Aizik. Los demonios jamás regresaron. Le habían dado la espalda por la insolencia de uno solo de ellos. Una década más tarde, el pueblo había desaparecido. Sólo quedaban escritos, donde una mujer vestida de blanco y un violín en sus manos, sembraba el terror entre los habitantes. Hermosa, con piel pálida y fría. Poseedora de unos hermosos ojos celestes que lloraban sangre. Y un gesto de dolor que desgarraba el alma.

¿Que había pasado en realidad con aquel pueblo, donde los muertos caminaban entre los vivos cuando el sol se escondía?

2014

Muchas cosas han cambiado desde el siglo donde Aizik Borgia traicionó a su pueblo, provocó la desgracia de su melliza, de su gente y fue maldito. Sin embargo, el legado de lo ocurrido en aquel desaparecido pueblo de la actual Eslovaquia; continúa vigente y vivo. Aún cuando la mayoría de los humanos, desconocen este dato. Así como la rivalidad entre clanes sigue tan viva como hace siglos.

Las leyendas se hicieron libros. Los libros se hicieron películas. Las películas se hicieron parodias. Las parodias se hicieron bromas entre la gente ignorante. Y muchos les respetan, adoptan sus costumbres y visten de acuerdo a la percepción mental que tienen de éstos personajes. Ahora son llamados vampiros.

Pero, ¿serán estos seres criaturas realmente creadas por el folklore popular a nivel mundial? ¿O acaso será posible que vivan entre nosotros, aparentando ser normales, viviendo en las sombras?

¿Como visualizarías tú, la apariencia y sicología de un no-vivo?

¿Ropa negra y maquillaje oscuro?

¿Vestiduras antiguas, de acuerdo al siglo de su conversión?

¿Cantantes de rock con jeans desgastados y llenos de tatuajes/perforaciones?

¿Serían gobernantes o jefes de gobierno?

¿Ladrones, asesinos a sueldo?

¿Estudiantes?

¿Amas de casa?

¿Dulces y serviciales o arrogantes y déspotas?

¿Te atreverías a averiguarlo?

Si la respuesta es negativa. Si tu morbo no es suficiente como para desafiar el miedo a lo desconocido; sal de aquí lo más rápido que puedas. Olvida lo que haz visto y continúa tu vida en la seguridad que nos da la ignorancia.

Pero si la curiosidad es más que el miedo. Si el deseo de saber si toda esa información que haz visto y leído es real, o solo producto de una mente enferma y retorcida. Haz llegado al lugar correcto.

Abre tu mente, tus sentidos. Asegura tu cuello, porque nisiquiera te darás cuenta de cuando todo pase.

No salgas en la bien las puertas y las ventanas.

No hay nadie a salvo. Están en todas partes.

Quizá tu vecino. O tu profesor de historia. Puede que hasta la chica que te vende dulces cuando vas al cinema.

Tu médico. Tu psicóloga.

El gobernante de la nación donde vives.

O quizá hasta el cartero que entrega tu correspondencia.

¿Será cierto que los no-vivos o vampiros, no salen de día?

¿O habrán encontrado la forma de superar ésta limitación?

¿Que querrán de los humanos? ¿Salvarlos o condenarlos?

¿Son los no-vivos depredadores exclusivamente de humanos?

¿O hasta ellos son víctimas de alguna fuerza superior?

¿Están solos? ¿O habrán humanos que les siguen?

Solo hay una forma de averiguarlo porque al final los no-vivos solo tienen una aspiración en su existencia:

Virtus et sanguine