La primera vez.

Disclaimers: Soul Eater no me pertenece.


De pequeña, se enamoró.

Sí, debía contar con tan solo unos ocho años cuando lo vio por primera vez. La primera impresión que tuvo le dio algo de miedo tímido, ese que todas las criaturas pequeñas se llevan cuando miran a alguien por primera vez a los ojos, esos ojos fríos que, sean de cualquier forma que sean, la habían cautivado y producido una sensación pesada en su vientre, llena de nervios y otro sentimiento que no pudo calificar. Habían hablado muy poco, muy, muy poco. Tan solo dos oraciones que fluyeron de sus labios rosados y un adiós que gimoteó de niña al verse obligada al despedirse de él. Sin embargo pudo saber que se llamaba Franken, mejor llamado Stein y ella le dijo con voz calma, que su nombre era Marie.

Nunca olvidó a lo largo de los años el nombre de Franken Stein, alguien que a primera instancia le había hecho sentir por primera vez eso llamado gusto o, en un caso más extremo, amor. No creía volverlo a ver, y en las noches, mientras observaba las estrellas por la ventana y el viento frío la abrazaba, su mente maquinaba la opción de buscarle para quitarse el gusto, para poder dejar aquello atrás, para poder reencontrarse. Pero cuando apartaba la mirada del cielo y cerraba la ventana, se daba cuenta de que, precisamente, eso nunca pasaría. Además, tenía miedo de que si lo volvía ver, la ilusión de niños cambiara radicalmente. Y ella no quería que aquél recuerdo se borre o modifique.

Y entonces, años más adelante y contra todo pronóstico, una sonrisa ladeada se formó en sus labios al volver a verlo.

Se quedaron viendo unos segundos, tensos y lentos que los incomodaron.

—Tanto tiempo, Marie — pronunció con cuidado su nombre, la mujer asintió.

—Cierto, Stein —por alguna razón que no adivinaba, estaba ruborizada.

Hablaron un poco, muy poco la verdad, ya que Marie no pudo averiguar el por qué aquella vez se separaron tan prematuramente. Fue por eso que lo retuvo, que lo tomo de la manga de la chaqueta "de medico" –que le daba un aire a científico loco- que llevaba, reteniéndolo, un poco más. Marie se sorprendió al levantar la vista y chocar con la sonrisa cínica adornando su rostro; fue incapaz de ver sus ojos debido al reflejo de la luz sobre sus anteojos, pero sabia que seguían siendo iguales. Él seguía siendo el mismo Stein, mientras que ella había cambiado, Mari Mjolnir, convirtiéndose en "La pulverizadora", una Death Scythe, un arma digna de respeto. Diferente a él, que sin llegar más a fondo, estaba loco.

Ahora no importaba, por que al mirarse a los ojos ambos, pudieron decir, al fin, cuando se habían extrañado.

No le importó su locura, tampoco el hecho de que su salud esté en riesgo, después de todo, él seguía siendo el pequeño –pero loco, algo cínico y con ideas absurdas-Franken, y ella seguía siendo Marie –aunque ahora muy devota al matrimonio y valiente.


Editado: 21/7/2013.

Gracias por leer y por sus reviews :D