Antes de empezar, quiero aclarar que esta es mi primera historia así que me aseguraré de que sea lo mejor posible; esta historia está basada en pokemon y contendrá futuros limones y escenas pokefilicas así que advierto con anticipación para evitar reclamos de gente sensible.
Capítulo 1: año nuevo escolar
Comenzaré por presentarme me llamo Cristopher y vivo en la ciudad más cercana al polo sur, aunque no es un lugar frio la mayor parte del tiempo, pero eso no es lo importante, para empezar soy un joven de 17 años y vivo casi a las afueras de la ciudad en unos departamentos con mi madre, mi padre suele visitarme pero en sí están separados, pero eso no me afecta, lo que me importa es la idea de ser entrenador pokemon y este año en mi escuela finalmente nos enseñaran a capturar pokemon y nos darán las demás herramientas para ser entrenador (para los que quieren aprender a entrenar), aunque también hay otras profesiones a aprender cómo ser médico, técnico, psicólogo, etc. Pero lo que a mí me apasiona es aprender de los pokemon entrenando y viajando junto a uno apoyándose el uno a otro para ser los mejores posibles, yo siempre quise tener un pokemon, tener a una pequeña criatura a la cual querer y jugar no solo entrenar, por lo dicho anteriormente ya deje claro que no tengo un pokemon propio, mi madre jamás me dejó tener uno, decía que no estaba listo para esa responsabilidad, pero este año eso cambiará, yo y mis amigos nos conseguiremos nuestros pokemons propios y pelearemos entre nosotros para ver quién es el mejor, o quizá solo por diversión.
06:25 am
Mi alarma sonó y me comencé a levantarme con la dificultad que me daba la pereza de volver despertarse temprano para ir a la escuela.
-agh…-dije mientras salía de la cama y me vestía con la ropa más cómoda para salir; en mi habitación tenía todo decorado con motivo de pokemon: posters, peluches, etc.
-ya pronto será-decía mientras sostenía un peluche de un pequeño lucario –quizás hoy o mañana sea el día en que obtenga mi pokemon-.
Después de vestirme me fui a desayunar y me encontré con mi madre preparándome el almuerzo para la escuela.
-buenos días hijo, toma guárdalo en tu mochila-me dijo mi madre mientras me daba mi bolsa de almuerzo.
-gracias mamá-le respondí con flojera mientras recibía la bolsa y la guardaba en mi mochila.
-ok come, tu desayuno está listo yo volveré a dormir-terminó de decir la oración y se fue a dormir a su habitación.
Ocupé mi tiempo restante para desayunar un plato de cereales, y ya con todo listo me fui camino a la escuela a tomar mi bus de transporte. En casi todo el viaje de camino a la escuela podía ver a la gente paseando con sus respectivos pokemon y/o ayudándose el uno al otro cargando cosas entre ambos.
-desearía tener mi propio pokemon…, pero de seguro los chicos se sienten igual-
El resto del viaje transcurrió normal, y cuando llegué a la escuela nos hicieron formarnos en filas en el gimnasio para saludarnos y dar inicio al nuevo año escolar, esto no era algo que precisamente yo extrañara pero me interesaba la noticia en que decía que en este año saldremos a campo abierto a aprender de los pokemon en persona, eso me provocó emoción más que otra cosa, pero mi emoción creció aún más con la noticia de que nos haría entrega de una pokedex hoy mismo. Y así fue, nuestra primera hora de clases se nos entregó una pokedex propia a cada uno junto algo más, una pokebola, junto a la noticia que me hiso sonreír de alegría, saldremos ahora mismo.
Y díganme como me quedó el primer capítulo de mi historia,perdon si quedo muy corta, debo decir que soy nuevo en esto y todavía no estoy seguro de cómo hacer una historia de varios capítulos, así que cualquier ayuda será agradecida, además de que en futuros capítulos prometo limones así que ¡paciencia con eso!