Cuando Wendy conoció a los gemelos Pines, recuerda que fue el primer día del verano. Todos sus amigos habían salido del pueblo a tomar verdaderas vacaciones, así que como todos los años decidió pasar el tiempo con su mejor amigo Soos, era un niño regordete bastante simpático que siempre después la escuela, en su tiempo o en el verano, pasaba a ayudar en "La Cabaña del Misterio".

Wendy no entendía porque a Soos le gustaba ayudar en ese lugar, con el estafador del pueblo el Señor Pines.

Soos ya le había comentado que vendrían los parientes del anciano, su amigo estaba emocionado por conocerlos, mientras que Wendy solo le dio igual y solo vendrían más estafadores al pueblo, en ese momento se dio cuenta lo equivocada que estaba. El Sr. Pines había ido por sus familiares a la estación de autobuses, así que dejo a Soos a cargo de la cabaña, ambos niños esperaban el regresó del anciano en pórtico.

-Viejo, al fin conoceré a la familia de Stanford, es un paso más a ganarme su absoluta simpatía, tal en un par de años podamos ser socios incluso... -el pequeño guardo silencio al empezar a imaginar y apretó con fuerzas su escoba - Incluso llegue a considerarme parte de su familia.

Wendy al ver la emoción en los de su amigo, solo sonrió. Podía haber dicho varias cosas que podrían arruinarle la fantasía a Soos pero le gustaba ver a su amigo feliz.

-Seguramente lo lograrás, Soos-dijo Wendy mientras lanzaba la hacha que le había regalado su padre, la lanzó torpemente hacía un árbol, pero este no llegó a clavarse- ¡Maldición!

Soos seguía barriendo el pórtico, pero al ver que el hacha de su amiga había caído, corrió a recogerla.

-¿Qué clase de padre le regala a su hija una hacha? - preguntó el chico entregándole el arma a su amiga.

-Viejo, ya conoces a mi papá, el hace ese tipo de cosas.

Ambos chicos guardaron silencio al escuchar el claxon del auto de Stan, Soos barrio rápido toda la basura para luego esconderla dejado del tape del pórtico, el anciano bajo del auto y busco al pequeño.

-Soos, ¿No ha llegado ningún turista? - pregunto al chico.

-No señor, solo los de impuestos pero hice lo que me pidió en caso de que llegarán.

-Excelente, chico ahora ayudame con las maletas de los chicos.

La puerta del copiloto se abrió, para dar a ver a una chica.

-Tío Stan, no nos habías contado sobre este pequeño-la chica se acercó a Soos y le sonrió-Me llamó Mabel ¿Cómo te llamas?

Soos miró a la chica quien no paraba de sonreír con su dentadura perfecta, su largo cabello café y su suéter con una estrella que la hacia resaltar.

-Me llamo Soos-dijo el chico bajando su gorra en forma de bienvenida.

Mabel miro a Wendy quien estaba en el pórtico.

-¿Esa niña es tu amiga, Soos? - murmuro la castaña al pequeño.

-Ella es mi mejor amiga Wendy-aclaro el chico-¡Hey Wendy! Ven a conocer a Mabel, es realmente simpática.

La pelirroja hizo caso al chico, y se acerco donde estaban ambos chicos.

-Hola soy Mabel-saludo la chica, extendiendo su mano.

-Wendy-dijo la niña estrechando su mano.

-Tienes un bonito cabello, Wendy tal vez algún día podamos hacer un tren trenzador, yo te trenza ría el cabello y Soos a mi ¿Que opinan chicos? Aunque seria más bien un trio, pero sería divertido-dijo Mabel entusiasmada.

-¿Que es un tren trenzador? - pregunto Wendy confundida.

De pronto se escuchó el chillido de un puerco al abrirse una de las puertas del auto, el puerco corrió hasta chocar con Soos haciendo que ambos cayeran. El puerco olió al chico y empezó a lamer su cara.

-Basta, me haces cosquillas-solo se escuchaban las risas de aquel niño.

-Pato basta-ordeno Mabel y automáticamente el puerco se alejó del chico para sentarse al lado de la chica.

-¿Es tu mascota? - pregunto Wendy al ayudar a su amigo a levantarse.

-Sí, es Pato-Mabel tomó las patas del cerdo-Di "Hola" Pato-una de las pagas del cerdo saludo a los niños, Soos río al ver al adorable cerdo.

-Soos, ayuda a Dipper con las maletas-grito Stan mientras entraba a la cabaña-Iré a volver a poner el dinero en su lugar y a buscar la llave de la habitación de estos dos, a pasado bastante tiempo.

-Yo puedo solo, tío Stan-argumento la voz detrás de las cajas que cargaba, sus brazos empezaban a temblar por el peso.

-Esos brazos temblorosos, Soos ayuda al chico-orden el anciano.

Cuando Soos estaba por ir a ayudarlo, el chico "Dipper" avanzó más rápido hacia la entrada, pero en cuanto llegó al pórtico dejo las cajas en la madera del suelo. Cuando el chico se volteó, Wendy sintió mariposas en su estómago, incluso sus mejillas arden y no como cuando hacía mucho esfuerzo al trepar los árboles o cuando sentía rabia al enojarse con sus hermanos o su padre, era cálido como cuando tomaba chocolate caliente de la abuela de Soos o cuando su madre la abrazaba antes de dormir, y pensó en que Dipper era más lindo que las bandas de chicos que le gustaban a Tambry.

-¡Wow! Son idénticos-exclamó Soos al ver a Dipper y luego a Mabel.

-Somos gemelos, Soos-explico Mabel mientras se ponía al lado de Dipper y su cerdo la siguió-Pero desde que Dipper se intenta dejar crecer la barba ya no seremos tan idénticos, o eso cree el.

-¿A qué te refieres?

-Dipper, yo no te veo nada de barba.

-Claro que sí, mira mi barbilla.

Mabel miro de cerca la barbilla de su hermano intentando buscar algún signo de vello.

-Lo siento brobro pero no hay nada.

Mientras los gemelos discutían, la pelirroja solo veía al gemelo, pensaba en lo lindo que era, la pequeña se había enamorado.

-Wendy-la llamo Soos sacándola de su nube-¿Puedes ayudarme con las maletas?

La chica solo asintió siguiendo a sus al auto.

-Wendy, tienes la mejillas rojas-advirtió el niño mirando a su amiga-¿Estas enferma?

Wendy sólo se sonrojo aún más ante el comentario y bajo su mirada.

-No Soos, estoy bien solo es el calor, hace mucho calor no lo crees, oye creo que deberíamos por las maletas, si vamos por las maletas, vamos.

La chica solo corrió al auto para tomar dos maletas, quería que la tierra la tragara y solo bajaba la mirada para que nadie viera su rostro.

-Déjame ayudarte con eso-dijo Dipper queriendo tomar una de sus maletas.

-No, descuida yo lo haré-dijo Wendy nerviosa.

-Bueno, al menos déjame ayudarte con una-Dipper tomo una de las maletas-¿Eres amiga de Soos?

La pequeña solo asintió intentando no mirar el rostro del chico, aun sentía el calor de la manos de Dipper al razón con su mano al tomar una de la maletas.

-¿ Cuál es tu nombre? - preguntó Dipper intentando hacer fluir una conversación. - Soy-me llamo-estaba demasiado nerviosa como para hablar, respiro para intentar concentrarse-Wendy, es mi nombre.

El chico le sonrió, la pelirroja pensó que iba a morir, ambos subieron las escaleras al ático.

-Soy Dipper, claro ya lo sabes pero solo para no ser grosero-dijo el chico haciendo que la pequeña quisiera irse lo más rápido-Por cierto me gusta tu gorro. Dipper tomo la otra maleta que tenía Wendy y la llevo a su cuarto, la chica solo toco su gorro, nunca había adorado su gorro como en ese momento, bajo las escaleras riendo.

Al terminar de empacar, Stan había iniciado a sus sobrinos en que debían ayudar, Mabel se quedaba en el mostrador en caso de que algún ingenuo fuera a la Cabaña, Dipper acomodada la mercancía y Soos debía limpiar el lugar pero ya lo había hecho mucho antes de que su jefe se lo pidiera, en lo que respecta Wendy sólo miraba como Dipper hacia su trabajo, sentada en el mostrador mientras que Mabel le trenzaba el cabello y Soos trenzaba el de Mabel.

-¿Piensan pasar todo el verano en la Cabaña, chicos? - pregunto Soos

-Bueno, para ser exactos viviremos aquí aquí de ahora en adelante-anuncio Dipper indiferente- Stan está de acuerdo mientras que ayudemos con la Cabaña.

-Sera asombroso, ahora tendremos el doble de diversión, Wendy-dijo Soos emocionado, pero quien estaba más emocionado ante la noticia era Wendy-Ahora ya no será el Señor Pines como el Señor Misterio ahora será "El Señor Misterio y los Gemelos Misterio".

-Escuchaste eso Dipper, seremos "Los Gemelos Misterio", ya estoy imaginando nuestros atuendos, serán de un color azul, podrías tener una capa y yo un lindo leotardo y Pato seria nuestro ayudante, te imaginas-la chica empezó a emocionarse y sonreía.

-Eso no pasará-dijo Dipper

-Vamos Dip, nos veremos asombroso.

-No

Antes de que Mabel pudiera intentar convencer a su hermano, llego Stan con varios letreros.

-Escuchen, necesito que alguien vaya al bosque a poner estos letreros para atraer a los turistas, ¿quién será el que lo hará?

-Yo no-gritaron todos al mismo tiempo.

-Muy bien, haremos esto de la siguiente manera, dé tin madin de do, ¡Tu! - señalo el anciano a su sobrino.

-¿Que? No, tío Stan yo iba a ir al pueblo después de terminar de acomodar-explico Dipper a su tío intentando que cambiará de opinión.

Mabel solo río al escuchar a su hermano pero su gemelo en cuanto la escuchó la miro cómo si le dijera que no abriera la boca.

-Yo puedo hacerlo-dijo Wendy atrayendo la atención de todos.

-Como sea, pero alguien tiene que poner estos letreros-el tío Stan le dio los letreros a la pequeña y se fue al ver que venían turistas.

Dipper se acercó a la niña e intento tomar los letreros.

-No tienes que hacerlo si no quieres Wendy, yo puedo.

La niña se sonrojo al ver que Dipper se acercaba a ella a tomar los letreros a lo que ella retrocedió.

-Y-yo puedo hacerlo Dipper, no me molesta, en serio.

-¿Segura?

La niña asintió nerviosa.

-Está bien

La niña se dirigía a la salida cuando Dipper le llamo.

-Wendy, por cierto gracias.

La pequeña Corduroy al escuchar esas palabras sonrió, salió corriendo al bosque con el corazón latiéndole realmente rápido, jamás se había alegrado por ir al bosque pero esta había sido una excepción, no solo por Dipper sino porque es tarde al colgar los letreros encontró algo asombroso; un diario.