¡Muy buenas! Espero que les gusté este fanfic, realmente tengo pensado que pasen grandes cosas y gracias por entrar! Espero que les guste.

Kuroko no Basuke no me pertenece. Yaoi / Lemmon.

CAPÍTULO 1

The endless river

Al despertarme vi una silueta del tamaño de un niño de mi edad. Abrí más los ojos y me acerqué dónde se encontraba, de alguna manera inspiraba confianza. Cuando me acostumbré a la oscuridad, empecé a divisar el cuerpo. Tenía el pelo corto, azul oscuro y la piel morena. Vestía una camiseta blanca manchada de algo rojo con unos pantalones y estaba descalzo.

-¿Quién eres? –dije atemorizado. No respondió, sólo continuó con su posición original. Vi como unos pares de colmillos salían de su boca. -¿Eres un vampiro? –pero lo único que obtuve fue el silencio ya presente anteriormente. –Tranquilo, no te haré nada. Puedes contestarme. – le cogí de la mano y lo senté junto a mí encima de mi cama. No se movía, sólo se dejaba llevar. De repente vi cómo se acercaba a mí, abriendo ligeramente su boca, en la que pude ver con más exactitud los colmillos. Me empujó, de forma que él quedó encima de mí y lentamente se deslizó ante mi cuello. –Nee, ¿Qué estás haciendo? –de repente sentí como dos colmillos afilados penetraban mi carne. –Aaghh… -dije quejándome. No tenía fuerzas para quitármelo de encima, pero tenía que hacer algo. Ese monstruo estaba bebiendo mi sangre. Intenté luchar pero me subió las muñecas encima de mi cabeza. Sentía como bebía mi sangre, cómo se la tragaba desesperadamente. Dolía, y mucho. Pero no podía hacer nada…

Desperté jadeando. Había sudado mucho. Otra vez esa maldita pesadilla. ¿No puedo simplemente olvidarlo? Cada noche tenía ese mismo sueño y es que fuera precisamente uno bueno. No entendía como cada día se me podía repetir esa pesadilla.

Mis padres murieron hace aproximadamente unos 12 años así que de momento vivo solo, pero últimamente estoy recibiendo llamadas de alguien el cual asegura ser mi abuelo paterno. Muchas veces me repite que cuando esté preparado me llevará con él, en un sitio donde todo es diferente del pueblo en el que vivo. Me hospedo en un piso el cual me lo paga la casera, una señora mayor con mucha mala hostia, en un pueblo cerca de la Prefectura de Tottori, Japón. Tengo 17 años y este curso empiezo la preparatoria. Estaréis pensando que es bastante imposible que un chico de 17 años viva solo y pague sus gastos, pero no. Cuando mis padres murieron todos mis costes fueron pagados por alguien de paradero desconocido. No sé quién es ni porqué lo hace. La muerte de mis padres fue un acontecimiento bastante impactante para mí hasta el punto que llegué a no comer. Es por eso que puedo afirmar que la casera, aun siendo una persona muy desagradable, me salvó la vida. Me atendió todo momento, haciéndome la comida, preparándome los baños cuando llegaba del instituto, etc. Es por eso que tengo que devolverle el favor y estar condenado a ser su esclavo sexual. Nah, es coña. Pero si trabajo para ella. De tanto en tanto le ayudo con la tienda de golosinas que tiene bajo del piso.

Después de levantarme de la cama me metí en la ducha dispuesto a empezar el curso, pero cuando terminé de ducharme escuché a la vieja desde abajo.

-¡KAGAMI! – gritó y escuché los pasos del diablo acercándose. – ¿SE PUEDE SABER POR QUÉ NO ESTAS YA ABAJO DESAYUNANDO? – acabó enfadada.

-Ahora iba a bajar, no hace falta que te pongas en ese estado. –contesté refunfuñando.

-No me contestes. –y me dio una colleja en la nuca. – Por cierto, tienes a alguien al teléfono. –suspiré al caer que ya sabía quién era. Salí de la habitación un bajé las escaleras hasta la cocina, alcanzando el teléfono.

-Yo. –dije molesto por hacerme perder el tiempo.

-Buenos días, nieto – dijo ese hombre desconocido. –Estoy al caer, te voy a llevar conmigo. He hablado ya con la casera que te cuida… – Si… que me cuida… - y ya está enterada. Te vienes conmigo a Tokio. Ah, y estoy a 250 metres de tu casa, así que date prisa en hacer la maleta y baja ya. –y colgó. ¿Pero qué cojones acaba de pasar?

-¡VIEJA! ¿Tú has hablado con ese viejo y le has seguido la corriente? ¿Y si es un secuestrador y me quieren vender? – grité pidiendo explicaciones.

-No digas tonterías Kagami. Es tu abuelo y ya te lo ha dicho mil veces. Por lo menos de esta manera podré sacarte de encima…

-Oi vieja no seas cruel, sabes que siempre te he querido y que mi vida sin ti no es na… -fui interrumpido por un par de collejas.

-Calla y ve a prepararte las maletas. O si no te tiro todo por el balcón.

-Vale, vale… - dije refunfuñando, dirigiéndome a mi habitación.

Empecé a hacer las maletas, no entendía la situación. ¿En serio me estaba yendo a vivir con un viejo que desconozco? Cuando terminé escuché la bocina de un coche. Miré por la ventana y lo único que vi fui una limusina negra. ¿Pero qué está pasando aquí? Bajé por las escaleras y me encontré a la casera llorando silenciosamente. Si en el fondo es un trozo de pan. La abracé y me lo devolvió.

-Kagami, quiero que sepas que tus padres estarían muy orgullosos de ti y que si necesitas cualquier cosa, estaré aquí para lo que sea. Pero intenta no volver, que no quiero ver tu desagradable cara por aquí. –dijo lloriqueando.

-Gracias obā-san, yo también te quiero. – dije despidiéndome.

Bajé las escaleras hasta llegar a la tienda y salí. Tenía la sensación de que después de esto pasaría algo inesperado y que mi vida cambiaría por completo. Allí estaba la limusina con cuatro hombres, tres de ellos vestidos de traje negro y otro, mucho más mayor el cual se caracterizaba por su pelo rojo, con un traje normal pero que a la vez parecía que valiese millonadas.

-Buenos días, nieto – dijo el más grande.

-Buenos días. –dije tímidamente, intimidado por el ambiente.

Pusieron mis pertinencias en el maletero y subí a la parte trasera, junto con el mayor y dos de los chicos que llevaban traje. El otro sería en conductor, supongo. Al principio no hablaba nadie y el ambiente estaba bastante tenso hasta que el que me llamaba nieto empezó.

-Te sorprenderá que venga alguien y te lleve a un lugar desconocido para ti. Me llamo Shinichi Kagami y soy el padre de tu padre. –abrí los ojos sorprendido. ¿Él es mi abuelo de verdad? –Exactamente. Soy tu abuelo. Y soy un vampiro también. -¿Me acaba de leer la mente? –Sí, tengo la habilidad de leer la mente de los demás, así que quedarte en silencio pensando no funcionará.

-Pero… ¿puedes por lo menos parar de leerme la mente? – dije ruborizado intentando no pensar por dentro, pero aún lo hacía más.

-Taiga, relájate. No soy una amenaza. Estoy aquí para que vivas conmigo y con mi esposa, tu abuela, es decir, la madre de tu padre. –dijo.

-¿Y por qué no viniste antes? Justo cuando murieron. –pregunté confundido.

-Porqué quería que crecieras siendo fuerte y no como un protegido. De esta forma, es aprendido a que aunque muera alguien querido, la vida sigue adelante y no por eso tú también mereces morir. Es muy importante este paso si tenía que llevarte conmigo. –contestó muy seguro de sí mismo.

-Entonces, ¿erais vosotros quién pagabais mis gastos?

-Así es. – afirmó.

-Pero no entiendo porque necesito prepararme tanto para ir a vivir con vosotros. – dije confuso.

-No es que te llevemos a hacer el servicio militar ni nada por el estilo. Estoy en una posición gracias a mi trabajo que podía traerte problemas. Soy el presidente de la Corporativa Starif, no sé si te suena. – Mm, creo que sí. Recuerdo que al volver a casa, pasando por una tienda de televisiones, vi una noticia en la que comentaba que esta empresa era la más grande, en todos los aspectos, del mundo. – Correcto. Debido a mi estatus como el mayor empresario de esta empresa, no podía traerte en esas condiciones. Pero quiero aclarar que tu abuela y yo siempre hemos velado por ti. –acabó. No sabía que pensar, todo iba demasiado rápido.

-¿Puedo preguntarte algo? –mi abuelo afirmó. -¿Cómo es que tú eres un vampiro y mi padre no? –pregunté curioso. Este tema de vampiros me interesaba, quería sacar algo de información a ver si podía solucionar lo de las pesadillas.

-No es que no sea vampiro. Tu padre es un vampiro pero nunca te lo dijo para no perjudicarte. Lo que sí es verdad es que tu madre no lo es. Pero tú, Taiga, tienes sangre de la realeza y eso no quitará que un día empieces a convertirte en uno de nosotros. Al ser una mezcla entre purasangre y humano, el proceso de transformación no se da cuando la madre está embarazada.

-¿Cómo, cómo? ¿Yo soy un vampiro? ¿Y qué es eso de purasangre? –pregunté rápidamente para que me explicara más detalles.

-Taiga, es muy repentino esto, pero te prometo que te lo contaré. Sólo te contaré que los purasangres son vampiros puros, que la sangre no se ha manchado con otra de bajo nivel. Para que lo entiendas, el mundo de los vampiros está dividido en niveles, de mayor a menor, están los purasangres, después los nobles y finalmente los artesanos o de nivel Z. Hay muy pocos purasangres hoy en día y tú, tienes sangre pura y a la vez humana, que eso es algo muy único ya que pocos bebés, cuando están fecundándose viven. – arqueé una ceja. ¿Y ya está? -Tengo algo más que añadir. –dijo mirándome mal. – Cada vampiro tiene un poder, diferente al de los demás. Es por eso que yo tengo la capacidad de leer mentes.

-¿Y yo tendré un poder especi… -fui interrumpido.

-Además –dijo ignorándome. –vivirás en una escuela, exactamente en la que asistirás, con más chicos, menos los domingos que tienes permitido visitarnos. – volví a arquear la ceja. –Esos chicos con los que vivirás son únicamente purasangre, menos en la preparatoria, que encontraras nobles también. Asegúrate que nadie se entere que eres medio humano medio purasangre. - ¿Por qué? – Tú sólo hazlo.

Mierda, estaba harto que escuchase lo que en ese momento estaba pensando pero no podía evitarlo. Quería preguntarle muchas más cosas, sobre los chicos, sobre mis padres, los vampiros, cuando me transformaría, pero finalizó el tema cuando empezó a hablar de la cuidad en general, que si era bonita, que si habían muchos árboles. ¿Y a mí que coño me importaba eso?

Me dijo que hoy empezaba el curso escolar, pero que como hoy sólo había la ceremonia me la podía saltar. Dijo también que hoy podría dormir en casa, para conocer a la abuela y cenar en familia, que él ya lo justificaría y que no habría problemas.

Madre del amor de la virgen y de la luz. Eso fue lo que pensé al ver la casa donde mis abuelos vivían. Era casi como un palacio. La casa era blanca, con el tejado azul escuro. Una escalera que parecía más cara que mi pueblo junto conectaba con la puerta principal, acompañada de unos sirvientes que estaban inclinándose, recibiéndonos. Entramos y lo primero con lo que me quedé flipando fue con otra escalera, esta vez una mucho más grande que la anterior. A simple vista parecía de mármol pero estaba seguro que no se trataría de un material tan vulgar como éste. De la escalera tan grandiosa bajó una mujer, más o menos de la misma edad de mi abuelo. Vestía arreglada pero tampoco iba muy cargada de cosas caras. Al verme de repente empezó de correr hacia mí, a lo que me asusté.

-Mi querido nieto ~ -dijo tirándome de los cachetes. – Hace tanto que no te veo mi amor, ¡hace ya 16 años, casi 17! –añadió abrazándome. – Dale besitos a tu abuela –me cogió de la cara y empezó a darme besos a las mejillas con una fuera brutal.

-Cariño, deja ya al pobre chico – dijo mi abuelo, intentando liberarme de su besuqueo.

Mi abuela sonrió. – Me llamo Miaka Shitsuki y soy la madre de tu padre, querido. –se presentó.

Después de esa bienvenida, cogí mis cosas, negándome a que me las llevara un sirviente, y me enseñaron mi habitación. Nunca había visto una habitación tan grande. Como mínimo, y sin exagerar, esta habitación tenía más metros cuadrados que el piso del pueblo. En ella había una cama con mesitas de noche, un armario donde más tarde puse mi maleta sin deshacerla teniendo en cuenta que al día siguiente me iba a vivir con unos chicos que no conocía, una mesa para estudiar y un ventanal con los puertas enormes que daban a una terraza.

-Mi amor, descansa un poco y cuando sea la hora de comer ya te llamaré, ¿vale? – afirmé un poco confuso y me besó la mejilla.

Pues la verdad es que no sabía qué hacer. Primero me tiré en la cama, por cierto muy blandita y cómoda. Después salí a la terraza. Mi habitación daba a un jardín lleno de flores, el cual me di cuenta que estaba cerrado de forma que nadie entrase. Finalmente decidí ir a explorar un poco más la casa y al ver que no había nada interesante decidí ir a ayudar a mi abuela a hacer la cena.

- Oba-chan, ¿puedo ayudarte? –pregunté sonriendo.

-Pues claro querido. –respondió. La ayudé en todo lo que pude, después de todo quería agradecerle que me dejaran vivir lo poco que fuera con ellos y no ser una molestia.

-Nee Oba-chan, ¿cómo eran mis padres?

-Oh, querido. A tus padres todo el mundo les veía como la pareja modelo. Eran muy felices. Se conocieron un día por la calle cuando iban al instituto, todo e ir a uno diferente. Cada vez se encontraron más frecuentemente y bueno al paso del tiempo se enamoraron. Piensa que para ellos era imposible este amor, tu padre era un vampiro mientras que tu madre era humana y eso estaba aún mal visto. Cuando te tuvieron los dos tenían miedo de lo que te podía pasar a tu, pero el amor que vivía entre ellos permitió tu nacimiento. Te criaron saludablemente y estaban muy felices. Cuando naciste fuimos a verte, tu abuelo y yo, pero decidimos no involucrarnos más con vosotros por el peligro que podíamos causar.

-¿Qué peligro Oba-chan?

-Taiga, mi amor, tú eres diferente. Supongo que ya te lo habrá explicado mi esposo. Eres el hijo de un purasangre y de una humana y eso raramente se ve. Y eso es lo que la gente malvada busca. Al ir nosotros te exhibimos, pero por suerte no llegó a pasar nada.

-¿Es por eso que mis padres murieron?

-Así es. Tus padres murieron protegiéndote del mal. Pero, hijo, no te lo tomes como si fuera tu culpa. –dijo cogiéndome el mentón para que le mirara a la cara.

Cuando terminamos de cenar fui directo a mi habitación a dormir. Me daba más de lo mismo si otra vez aparecían esos sueños, sólo quería descansar…

Y espero que les haya gustado el primer capítulo, habrá más! Muchas gracias por leer hasta aquí, y hasta otra! Besos! :3