Bueno, hola a todos a los que leen estas notas de autor y a los que no pues...hola tambien jeje. Esta es una de la primeras historias que publico aquí en pero no la primera que escribo, y creo que me excedo un poco con el largo de los capítulos así que ¡quedan advertidos! son capítulos LARGOS. ¡PERO NO ABURRIDOS ASÍ QUE NO SE HAGAN IDEAS! hm... Bueno primero con lo más importante, cliché y que en definitiva no puede faltar en ningun fanfic:

Disclaimer:Los personajes de Naruto NO me pertencen (por mucho que quisiera TT-TT), sin embargo hay varios OC's que SI me pertenecen. Aunque también hay unos cuantos OC's cortesía de NekoHyoChii.

En fin esta historia va dedicada para ti NekoHyoChii, y para todos los que tengan la paciencia para leerla y esperar actualizaciones (soy un caos total con ellas) se le agradecería mucho y les juro que no se arrepentirán. (Aunque es probable que actualice rápido ya que tengo la mitad de la historia escrita ñeee...)

PSD: Si leyeron Memoria Inalcanzable de NekoHyoChii más o menos sabrán por donde se dirigirá el asunto. Y para las chicas que quieren amooor, lo habrá, solo que no aún ;)

Bueno sin más que decir, prosigan con la lectura, este fanfic se ubica cronológicamente 3 años antes de la masacre del clan Uchiha y finaliza 2 años antes del comienzo de la serie, para que así se ubiquen un poco :)

Y PRIMER CAPÍTULO EN 3...2...


El Nacimiento de un Gran Poder

Era una noche fría y calma, la luna estaba en su punto más alto rodeada de nubes que amenazaban con cubrirla. La aldea de Konoha se encontraba en los inicios de la Tercera Guerra Mundial Shinobi. Un hombre alto se encontraba en el techo de una de las casas del Clan Uchiha, admirando el brillo reluciente de la luna llena hasta que una voz lo sacó de sus pensamientos.

-Yusuke…-una voz grave pronunció su nombre llamándole la atención. El aludido lo miró con indiferencia.

-¿Qué quieres Fugaku?-dijo éste. El hombre que recién llegaba saltó y en cuestión de segundos se posicionó a su lado tomando asiento.

-Escuché lo que dijeron los ancianos acerca de tu hija.-dijo serenamente. El otro se quedó pensativo mientras regresaba su mirada hacia la bella luna. –Debes de estar muy orgulloso.

-¿Cómo podría estarlo?-esta vez lo miró. –Sabes que al momento en que nazca, me la quitarán. No me puedo permitir tal cosa.

-Es un shinobi con un chakra diferente. Y además de eso, Danzō está muy obsesionado con tener poder. No me extrañaría que quisiera tener a un Uchiha con posibles genes de Senju en su mando.-habló Fugaku con seriedad. –Pero, como líder del clan no me puedo permitir que dejes tu posición, Yusuke. Debemos obedecer lo que quiera la aldea, y si ellos te piden a tu hija, debe ser por el bien de la aldea, deberías acatar cualquier orden que te den.

-Tú no lo entiendes. -Yusuke apretó sus puños con fuerza. –Ellos lo que quieren es su poder. Mi padre, él era el nieto de Madara Uchiha. Poderes como los suyos sólo se pasan a algunas generaciones. Aunque la probabilidad aumenta cada dos generaciones. –comenzó por revelar el Uchiha. –Madara Uchiha se conoce por ser el Uchiha más poderoso que jamás hubiera habido. Él tuvo una hija, Nanami Uchiha, pero esta no heredó ninguna de las grandes capacidades del que fue líder del Clan Uchiha. Por este motivo, el Uchiha decidió que no valía la pena formar una familia y decidió abandonar a su mujer, diciendo que preferiría estar solo. Al pasar el tiempo, el Clan Uchiha se unió con el Clan Senju para formar la aldea que ahora se conoce como Konoha. –Fugaku solo lo miraba en silencio mientras escuchaba con atención la historia que relataba el otro Uchiha. –Luego de la fundación, se eligió como Hokage a Hashirama, en ese momento Madara abandonó la aldea.

-Hashirama también tenía una esposa, Mito Uzumaki. Ambos tuvieron dos hijos, Tsubasa Senju quien fue el padre de Tsunade y de su hermano menor Nawaki, y el otro Rento Senju quien se casó con Nanami, la hija que Madara había dejado abandonada. De ellos dos nacieron mi padre y mi tío, Kagami Uchiha. Mi padre, Kaoru Uchiha heredó el chakra de Madara, sin embargo aunque le tocara a él el puesto como líder al ser su nieto, se le fue negado al ser hijo de un Senju y no un Uchiha puro. Luego de que el Segundo Hokage los hubiera puesto a cargo de la Fuerza Policiaca de Konoha, para ellos los Senju se volvió un clan amigo y la rivalidad entre ambos clanes se deterioró. Se reconocieron como parte del clan y por eso se ganaron el orgullo y la aceptación de todos. Sin embargo, mi padre jamás recuperó el puesto como líder, a pesar de que ambos fueron grandes ninjas de élite, incluso Kagami quien fue parte del equipo de Tobirama en la Primera Guerra Mundial Shinobi. Ellos enorgullecían a todo nuestro clan. Después mi padre se casó, y tuvieron a mi hermano y luego a mí. Esperaban que yo fuera un gran shinobi como mi padre, pero jamás logré alcanzar sus expectativas. –suspiró Yusuke.

-Aunque jamás hubieras alcanzado las expectativas del clan, para mí siempre fuiste un gran shinobi digno de admirar Yusuke. –éste sonrío por el cumplido de su amigo antes de continuar con su relato.

-Mi hermano mayor fue más exitoso que yo. Incluso se casó primero.-dejó escapar una risita.

-No sabía que tuvieras un hermano. –confesó Fugaku.

-Ahora lo sabes.-Yusuke lo miró. –Es el padre de Obito Uchiha. –el pelinegro suspiró. –Pero yo no me quedé atrás. –Continuó con su historia.-Me casé un par de años después con Akira y en ese entonces, unos cuatro años después de casarnos, tuvimos a Hikari. En esa misma época, unos tres años antes, mi tío Kagami tuvo a Shisui.

-Shisui del Cuerpo Parpadeante…-habló Fugaku serenamente.-Es uno de los Uchiha con mejor uso del Jutsu del Cuerpo Parpadeante además del más talentoso con el genjutsu.

-Sí, él es muy habilidoso para tener apenas 9 años. Es una lástima que al estar en una guerra lo envíen a batallas en las que puede morir.

-Es un gran ninja. Además tienes que entender que hemos perdido a muchos shinobi. Como la aldea necesita refuerzos, envían a cualquiera que pueda luchar al campo de batalla. Enviarían a Hikari también si no es que recién hubiera entrado en la Academia. –Yusuke se tensó por esto.

-Tiene apenas 6 años. –dijo con dificultad al imaginarse a su hija en un campo de batalla.

-Y debe tener un gran desempeño. Al igual que el que de seguro deberá tener tu próxima hija. ¿Han escogido ya un nombre?-Yusuke negó con la cabeza.-Ya veo. Bueno, supongo que ya debo irme.-dijo saltando del techo de la casa hacia el duro suelo. –Espero algún día poder conocerla, hasta pronto Yusuke.-dijo el castaño comenzando a caminar hacia su hogar.

-Hasta pronto, Fugaku.-dijo el otro suavemente sabiendo que el otro Uchiha no podría escucharlo. Sin embargo pudo notar como él elevaba suavemente su mano en señal de despedida causando que una sonrisa de medio lado se formara en los labios de Yusuke. El pelinegro se recostó sobre su espalda poniendo sus dos manos detrás de su cabeza como si fuera una almohada. Cerró los ojos respirando un poco del aire fresco antes de reincorporarse para volver a su casa.


Al entrar a su hogar, su esposa lo esperaba sentada en el sofá tejiendo una blusa de lana para el bebé que esperaba con ansias.

-Me alegra que hayas vuelto, Yusuke. –Dijo Akira sin levantar la mirada.-No creo que la reunión haya terminado a tan altas horas de la noche, ¿en dónde estabas?

-Tenía que recapacitar lo que dijeron los ancianos.-Yusuke tomó asiento al lado de Akira pensando en cómo le daría a su esposa la noticia.

-¿Sucedió algo malo?-preguntó la pelinegra mirándolo con preocupación.

-No es algo malo, pero no es algo que tenga un motivo de celebración.-dijo el pelinegro tristemente.

-¿Qué te dijeron?-Akira dejó lo que hacía para reconfortar a su esposo.

-Danzō conoce la historia de nuestra familia, y piensa quedarse a nuestra hija para criarla y cuidarla él mismo. Piensa que al ser familia de Uchiha y Senju al mismo tiempo, tendrá algo diferente que los demás.

-Quiere convertirla en un miembro de raíz.-dijo Akira con entendimiento. –Es entendible que quiera criarla él mismo, ya que cuando crezca la será más difícil ganarse su respeto.

-¿Cómo sabes eso?

-Intentó lo mismo con Hikari, pero yo no se lo permití. Cuando habló con ella, incluso ella misma le dijo en la cara que no tenía nada que hacer en una organización como esa que la alejaría de su familia. Danzō lo único que quiere es tener a un Uchiha en su organización. Si con Hikari no pudo es normal que quiera intentarlo de nuevo con nuestra próxima hija.

-No dejaré que Danzō se quede con ella.-dijo el azabache con determinación.

-Y no pasará, juntos no encargaremos de ello.-le sonrió dulcemente a su esposo antes de plantarle un corto beso en los labios. -¿Era eso lo que te preocupaba?-le preguntó a su esposo luego de separarse.

- Aún tengo una duda. ¿Por qué es que Danzō tiene tanto interés por nuestras hijas?

-El motivo no lo sé, así que no podría decírtelo con certeza. –Suspiró la pelinegra.-Sin embargo, ambas son tataranietas tanto de Madara Uchiha como de Hashirama Senju, el primer Hokage. Supongo que para Danzō, eso quiere decir que son un sinónimo de ninjas con un gran potencial. Tal vez ahora no lo muestre, pero Hikari podría llegar a ser una de las más grandes Uchiha de élite. Ambas serán muy fuertes, tengo ese gran presentimiento.-dijo Akira sonriente mientras sobaba cariñosamente su vientre.

-De eso no tengo duda.-Yusuke abrazó fuertemente a su esposa, contagiándose de su felicidad.


Cuatro meses después, los pasillos del Hospital de Konoha se llenaban del eco de los gritos de una joven Uchiha dando a luz.

-¡AH!-gritaba cerrando fuertemente los ojos dejando escapar una pequeña lágrima que cayó por su mejilla mezclándose con las gotas de sudor que bajaban de su frente.

-Vamos Akira, tú puedes hacer esto, ya lo hiciste una vez vamos.-decía su esposo en un intento de calmarla mientras dejaba que la mujer apretara su mano para desquitarse del dolor que sentía.

-¡AH! ¡Eso fue hace mucho tiempo!-seguía quejándose.-Ya no puedo hacer esto.-dijo más calmada al sentir menos dolor.

-Vamos señora, ahí viene. ¡PUJE!-le dijo la enfermera y otra oleada de dolor atacó a la joven Uchiha. Esta grito pero pujó y segundos después se podía escuchar el llanto de un bebé recién nacido. –Felicidades,-dijo la enfermera con una sonrisa mientras alzaba la bebé en brazos.-es una niña muy saludable.

-Déjame verla.-dijo Akira algo agitada.-Eres hermosa,-dijo cuando tuvo al bebé en sus brazos y lo abrazó. –Bienvenida al mundo, Hanako.-dijo con una sonrisa mientras su esposo se acercaba a ella para contemplar a su bella hija.

-Me la llevaré para bañarla, pronto se las dejaré.-dijo la enfermera cogiendo a Hanako en brazos.-Tú tienes que descansar,-se dirigió a Akira.-Te darán de alta en uno o dos días cuando estés recuperada. Mientras tanto, el bebé se podrá quedar contigo.-dijo con una sonrisa antes de retirarse.

-Es hermosa ¿no lo crees?-decía la pelinegra tratando de sentarse.

-No te esfuerces amor, debes descansar.-le dijo su esposo calmándola mientras se sentaba en una silla al frente de su cama.

-Si muy hermosa de verdad.-dijo un señor mayor entrando repentinamente entrando a la habitación.-Que será parte de la raíz cuando aprenda a caminar.

-Danzō.-dijo el Uchiha poniéndose en pie al ver a aquel hombre.- ¿Vienes a quitarme a mi hija?-le reclamó.

-Pensé eso pero la verdad es que no me llama mucho la atención cuidar de un bebé. Además necesita estar con su madre para estar saludable.-dijo mientras miraba fríamente a la mujer que se había quedado dormida en la cama del hospital.

-¿Entonces qué piensas hacer?-dijo Yusuke caminando hacia el hombre cuando dos ninjas encapuchados y con máscaras de ANBU se pararon al frente impidiéndole el paso.-Veo que viniste acompañado.-dijo mirando a los dos ninjas que tenía al frente.

-Le daré unos 5 años y después vendré por ella.-dijo dándose media vuelta. –Hasta entonces, asegúrate de criarla bien.-dijo antes de dejar la habitación, sus acompañantes siguiéndole por detrás.

-¿Se encuentra bien señor?-dijo la enfermera que acababa de llegar con el bebé en brazos, ya bañado y limpio con una cobija cubriéndole, observando el rostro serio pero preocupado del hombre.

-Sí. Estoy bien.-dijo mirando a la enfermera y recibiendo a la bebé en sus brazos. Se sentó en la silla en la que estaba anteriormente y observó a su esposa un largo rato. Cuando la enfermera dejó la habitación, le susurró a su esposa:

-Juntos la protegeremos Akira.-y mirando a su bebé, le dijo:-Estoy seguro de que me enorgullecerás como padre y serás una gran hija y una gran ninja si es lo que deseas.-dijo antes de darle un beso en la frente a su hija dormida en sus brazos y mirarla con dulzura en su mirada.


Dos años después, ocurrió la destrucción del puente Kannabi, ganando Konoha la ventaja sobre la Tercera Guerra. Para Yusuke fue triste saber que su sobrino Obito había muerto en la misión, pero junto con su hermano, y toda la familia, habían preparado un funeral para él en el Santuario Nakano. Sólo los Uchiha eran admitidos en el funeral por lo que ningún otro ninja podía entrar al Santuario.

-Pa, ¿adónde vamos?-preguntaba una niña castaña impaciente.

-Al funeral de tu primo Obito que murió hace poco en una misión.-le respondió a su hija que se encontraba sobre sus hombros.

-¿Qué es un funeral?-preguntó de nuevo la niña.

-Un funeral es cuando la gente se reúne para honrar a los miembros de la familia que han muerto, cariño.-habló su madre.

- ¿Y por qué todos van de negro?-preguntó nuevamente la niña mirando a todos a su alrededor.

-Haces demasiadas preguntas.-habló una niña de pelo negro, de unos 8 años de edad.

-Hikari no seas así con tu hermana, a su edad tú eras igual de preguntona.-le dijo su padre. Hanako rió con esto.

-Nee-chan debe dejar de ser grosera conmigo.-la castaña miró a su hermana.

-Hanako, tú no te burles que también cansas un poco con tus preguntas.-su padre suspiró. La niña infló sus cachetes haciendo un puchero, Hikari por el contrario sonrió victoriosa. Akira por su lado miraba divertida la escena.

-Van todos de negro porque ese color simboliza el luto.-respondió la madre la pregunta de su hija. La hija menor hizo una expresión dando a entender que no entendía nada de lo que decía y Akira continuó.-Cuando estás de luto, quiere decir que estás sufriendo la muerte de un ser querido, es por eso se lleva ropa negra a los funerales.

- ¿Entonces llevamos ropa negra porque sufrimos la muerte del primo Obito-san?-preguntó la castaña al fin comprendiendo. Akira miró tristemente el suelo al igual que Yusuke.

-Sí…-dijo Hikari al notar la mirada de sus padres.- ¿Alguna otra pregunta?-Hanako negó con la cabeza al ver a sus padres y decidió quedarse callada hasta que llegaron al Santuario.

Una vez dentro, Hanako miraba con detalle cada esquina del Santuario. Le pidió a su padre que la bajara y al instante en que puso un pie en el suelo, salió a explorar el lugar. Había demasiada gente allí, pero de alguna forma la niña se las ingeniaba para pasar por entre las piernas de las personas. Pero cuando iba a pasar por el último par de piernas, una mano la agarró del pequeño kimono que llevaba puesto. Observó cómo era alzada y cuando la voltearon vio que no era su padre ni su madre quien la había alzado. Era un desconocido para ella.

-¿Qué haces aquí niña? ¿Te escapaste de tus padres?-la niña simplemente se volteó a mirar hacia donde se dirigía anteriormente y vio una alfombra algo corrida de su lugar dejando visible una tabla de piedra.

-¿Qué es eso?-preguntó la niña señalando la alfombra. El hombre siguió el dedo de la niña y se tensó al ver la alfombra.

-Lo sabrás cuando sea el momento adecuado.-dijo poniendo a la niña en el suelo y tomando su mano. –Tekka.-dijo llamando a uno de los que se encontraba allí. - Vigila que todo esté bien en el escondite, y acomoda bien la alfombra cuando salgas.-dijo el hombre en un susurro pero la niña alcanzó a escuchar.

-Entendido, Fugaku-sama.-dijo el subordinado mientras se iba por el lado contrario a donde iban el líder del clan y la niña.

-¿Cuál es tu nombre?-le preguntó Fugaku a la niña mirándola.

-Hanako…-respondió esta tímidamente mientras miraba el suelo.

-¿Y qué edad tienes?-la niña solamente mostró dos de sus deditos haciéndole entender que tenía dos años.-Ya veo y ¿sabes dónde están tus padres? No deberías andar sola.

- ¡Hanako!-en ese momento Akira la cogió en sus brazos y la alzó dándole un abrazo.- ¿Dónde estabas? ¡Me tenías muy preocupada!-Seguidamente llegó Yusuke junto con su otra hija, notando la presencia de su amigo.

-Fugaku…-dijo este al ver a su amigo.

-No deberías dejar a tu hija sin supervisión, se ve que es una niña muy curiosa.-dijo Fugaku con una mirada seria.

-¿Tú la encontraste?-Yusuke se rascó la nuca nerviosamente.

-Gracias.-le dijo Akira con una sonrisa sincera.

-No es nada, ya vamos a comenzar con el funeral.-dijo el líder del clan avanzando hacia una mesa que tenía encima a una foto del fallecido Obito Uchiha.

Todos los miembros se acomodaron al ver que Fugaku se preparaba para hablar. Cuando todo estuvo en silencio, habló.

-Esta tarde estamos aquí reunidos para honrar la muerte de uno de nuestros miembros, Obito Uchiha. Él fue un gran shinobi, miembro del equipo liderado por Minato Namikaze, uno de los candidatos para cuarto Hokage. Sus compañeros fueron Kakashi Hatake y Rin Nohara. Obito murió en una misión con sus compañeros, la misión de destruir el puente Kannabi. Obito se sacrificó por salvar a sus compañeros y murió como un héroe a los ojos de la aldea de Konoha. Y también para nosotros es un gran honor tener a este gran shinobi como parte del clan Uchiha.-decía en su discurso el líder de clan, Fugaku.

Durante el funeral nadie lloró. Llorar sería mostrar las debilidades, y las debilidades eran muy mal vistas por el clan Uchiha que no se consideraba digno de ser débil ni de tener miembros débiles. Al pasar el tiempo, todos se olvidaron de Obito a excepción de sus padres. La guerra estaba llegando a su fin, pero también se dio la pérdida de uno de los compañeros de Obito, Rin, además de muchos otros ninjas que también murieron a causa de la guerra. Minato fue nombrado cuarto Hokage cuando esta hubo llegado a su fin. La aldea de Konoha estuvo a través de un período muy corto en donde hubo paz y prosperidad, pero un año y medio después de la tragedia cuando el hijo de Minato estaba por nacer, el Kyubi fue liberado sobre la aldea de la hoja.

Esa noche de luna llena, la aldea fue cubierta por la destrucción.

-Papá, mamá ¿a dónde van?-decía una niña de unos tres años.

-Tenemos que asistir al Hokage.-dijo el padre.-Hikari cuida de tu hermana.-dijo finalmente antes de que ambos se retiraran del lugar. El tiempo pasaba y ambas niñas miraban a través de la ventana.

-Hikari, tengo un mal presentimiento de esto.

-Lo sé, yo también.-dijo la niña que recién se había convertido en Genin.-Pero ahora lo único que nos queda es esperar a que papá y mamá regresen.-suspiró alejándose de la ventana.-Vamos a dormir.

-No tengo sueño.-Hanako seguía mirando a través de la ventana cuando vio en una rama de un árbol a un hombre encapuchado con una máscara naranja decorada con algunas líneas curvas de color negro. -¡Hikari, hay un hombre allí!-gritó asustada la niña buscando a su hermana, pero cuando regresó la mirada a la rama, el hombre ya no estaba.

-¿Hanako?-dijo la pelinegra llegando al lado de su pequeña hermana.-Allí no hay nadie.

-Pero había alguien lo juro.-suplicaba la castaña a su hermana para que le creyera.

-Vamos a dormir.-fue lo único que dijo antes de volver a su habitación. La castaña miró una vez más hacia la ventana, mirando el mismo panorama que no cambiaba. Suspiró resignada y caminó hacia su habitación detrás de la pelinegra.

En esa destrucción, el cuarto Hokage, Minato, murió junto con su esposa Kushina salvando a su hijo Naruto, quien se convirtió en ese momento en el Junchuriki del Nueve Colas.

El tiempo pasó y los Uchiha habían sido culpados por el ataque del Kyubi. Por lo tanto fueron trasladados a las afueras de la aldea. Sin embargo, aún los Uchiha no notaban que estaban bajo vigilancia de ANBU.

Hanako había cumplido los cinco años de edad y le rogaba a su padre que quería ser una ninja al igual que su hermana que había cumplido los 11 años y recientemente había realizado el examen de ascensión a Chūnin y lo había aprobado, siendo promovida.

-Por favor, papá. ¡Yo quiero ser igual de fuerte que Nee-chan!-le rogaba con ojos de cachorrita.

-Espera a ser un poco más grande.-su padre le daba suaves golpecitos en la cabeza.

-Si tú no me vas a entrenar, entonces entrenaré yo solita.-la niña le arrebató un kunai a su padre e intentó lanzarlo hacia un árbol, pero este quedó estampado en el suelo cuando la niña lo tiró. Su padre rió ante esto y le repitió:

-Espera a ser un poco más grande, no seas impaciente.-recogió el kunai del suelo y lo guardó antes de comenzar a caminar.-Vamos a casa.

-Iré después.-dijo la castaña sentándose en el pasto cruzándose de brazos. Su padre solo la miró fríamente siguiendo su camino.

-No te tardes.-fue lo único que dijo antes de desaparecer por entre los árboles.

Al ver que su padre se encontraba fuera de su vista, la castaña se puso en pie dispuesta a caminar por allí.

-Yo quiero ser fuerte. Quiero poder enorgullecer a mi padre al igual que Hikari lo hace. ¿Por qué él no me deja hacerlo?-pensaba en voz alta la niña.

-Porque tú aún no le demuestras que eres capaz de hacerlo.-respondió una voz detrás de la niña ocasionando que esta se sorprendiera y se diera vuelta rápidamente.

-¿Quién eres?-preguntó la niña mirando a un hombre alto y envejecido por la edad, parcialmente escondido entre la sombra de los árboles.

-Mi nombre es Danzō.-dijo el hombre acercándose y saliendo de las sombras. –Quiero que te unas a mí y seas parte de nuestra organización. Si es lo que quieres yo mismo te entrenaré y te convertiré en una ninja más fuerte que tu hermana.

-¿Más fuerte?-preguntó la niña interesada.

-Pero si vienes, conmigo significaría dejar atrás a tu familia, cortar los vínculos con todos tus amigos, pero a tu edad no es como si tuvieras muchos.-dijo el hombre con un rostro sereno.

-Yo no quiero dejar a mi familia.-dijo la niña decidida.

-¿Y si te dijera que tu padre no está dispuesto a entrenarte? ¿Si te dijera que él envidia de lo que tú eres capaz? –Danzō frunció el ceño.-Los Uchihas son muy envidiosos cuando se trata de que alguien se vuelva más fuerte que ellos, sólo algunos son diferentes y tu padre no es uno de esos. Si quieres ser fuerte, tu única opción es venir conmigo, a menos que quieras entrenar por tu cuenta sin ninguna ayuda.

-Mi padre no es como tú dices.-dijo con una voz quebrada.- Él quiere que yo me haga tan fuerte como mi hermana.

-Tan joven y tan ingenua, Hanako.-la chica se tensó al escuchar su nombre.-Eres un diamante en bruto que no muestra su potencial, y con tu padre jamás lo mostrarás, porque él tiene miedo de ver lo que eres capaz de lograr. Si no le muestras que puede estar orgulloso, jamás lo estará. A tu padre, como a cualquier otro Uchiha, lo único que le interesa es el poder.

-¿Y cómo me hago más fuerte?-preguntó con lágrimas amenazando por salir de sus ojos. El hombre sonrió y se acercó a ella.

-Eso tendrás que descubrirlo tú. Saca a la luz tu poder, Uchiha. –dijo antes de desaparecer de la vista de la joven. Hanako sentía un escalofrío recorrer su espalda y notó como comenzaba a anochecer. Sabía que la esperaban en casa pero ella aún no quería regresar. No quería ver a su padre a la cara antes de atacarle con preguntas. Lo único que hizo fue dejarse caer al lado del tronco de un gran árbol.


Regresaba del paseo que había dado con mi hija. Cuando estuve en la puerta de mi hogar, Akira salió con una expresión llena de preocupación preguntando en donde estaba Hanako.

-Quiso quedarse un rato más en el bosque, pronto volverá.-dije confiado, pero en lo más profundo de mi ser, admitía que tenía un mal presentimiento y estaba preocupado.

-Eso espero.-dijo mi esposa fríamente, molesta por haber dejado a Hanako sin supervisión en el bosque.-Tenemos visitas.-dijo entrando a la casa. Yo me sorprendí ya que desde la muerte de Obito, mi hermano jamás volvió a visitarme y él era el único que lo hacía. Cuando entré, lo vi. Era mi amigo Fugaku en compañía de su hijo mayor, Itachi.

-Me alegra de que por fin vinieras, Yusuke.-me saludó mi amigo poniéndose en pie al verme entrar al igual que su hijo.-Itachi él es Yusuke, uno de mis mejores amigos, y compañero mío en la Fuerza.

-Es un gusto Itachi, tu padre me ha hablado mucho de ti.-le sonreí. Él asintió con su cabeza.

-El gusto es mío, Yusuke-san.-dijo educadamente.

-Es muy educado, lo tienes bien criado Fugaku.-le dije de broma al castaño quien sonrió con aires de superioridad.

-Debe aprender a comportarse para cuando asuma su puesto como líder del clan.-aseguró Fugaku.

-¿Qué edad tienes?-le pregunté al pequeño pelinegro.

-Ocho.-me contestó.

-Y ya despertó su Sharingan.-anunció su padre orgulloso.-Estoy seguro que será muy fuerte, recién se convierte en Genin pero en un par de años hará el examen de promoción a Chūnin.

-Me alegra.-dije con una falsa sonrisa. -¿Y cómo está Sasuke?

-Bien está en casa con Mikoto.

-¿Cuántos años tiene el pequeño?

-Recién cumplió sus dos años, vaya que se ha vuelto un niño curioso, me recuerda un poco a Hanako.-dijo el líder del clan con una leve sonrisa. –Hablando de eso, ¿no está ninguna de tus hijas?

-No, Hikari anda en una misión y Hanako daba conmigo un paseo y decidió quedarse un rato más en el bosque.

-Está por anochecer, ¿no crees que deberías ir a buscarla?-inquirió Fugaku frunciendo el ceño.

-Ella dijo que volvería y tengo fe en ella. No es ninguna debilucha que anda desprotegida.

-Pero tampoco es una hábil ninja que puede protegerse por sí misma. Ve a buscarla, vámonos Itachi.-dijo el líder comenzando a caminar en dirección a su casa.-Nos vemos Yusuke.

Yo los miré retirarse hasta que se perdieron de vista.

-Fugaku tiene razón.-dijo mi esposa apareciendo detrás de mí.-Será mejor que vayas a buscarla antes de que algo malo le suceda. Yo suspiré y la miré.

-Volveré pronto.-dije antes de correr hacia el bosque.


Miraba el cielo comenzar a oscurecerse acostada sobre el pasto. En mi mente aún estaba fresca la conversación que recién había tenido con Danzō unos minutos atrás. Respiré lentamente, cerrando los ojos e inhalando el aire puro del bosque. Abrí los ojos encontrándome con un hombre con vestimenta negra y una máscara anaranjada. Me incorporé rápidamente poniéndome de pie, y alejándome todo lo que podía.

-Pareces asustada.-habló el hombre con una voz profunda.-Parece que no me recuerdas.

-¿Quién eres?-le pregunté aturdida.

-No pude evitar escuchar tu conversación con Danzō.-dijo ignorando mi pregunta. –Olvida todo lo que te dijo, él no sabe nada de los Uchiha. –comenzó a acercarse.

-¿Y tú sí?-le indagué curiosa.

-No puedo decir que no.-se detuvo. –Si no me equivoco, tú quieres ser una ninja pero tu padre no quiere entrenarte.

-Danzō me dijo que lo que tenía que hacer era demostrarle a papá de lo que soy capaz para que se sienta orgulloso de mí. Pero para eso tengo que sacar mi poder a la luz, pero no sé qué quiso decir con eso…

-Yo sí.-dijo el enmascarado.-En los años que he vivido, he aprendido que un Uchiha despierta su poder cuando se encuentra en una situación de vida o muerte.-dijo sacando un kunai de su portaherramientas.-Solo tenemos que hacer que eso suceda.-dijo antes de desaparecer.

Me estremecí al no poder verlo y la oscuridad que se propagaba en ese instante no ayudaba mucho. Sentí algo detrás de mí pero no vi nada, miré hacia arriba y noté que algunas hojas se movían diferentemente, no por causa del viento. Cogí una piedra y la lancé, pero esta se desvió al golpear otro objeto. Te encontré, pensaba en mi cabeza, ¿pero ahora qué? No podía hacer nada, simplemente mirar.

-Eres diferente.-escuché decir y el misterioso hombre salió de entre las sombras.- ¿Acaso eres de tipo sensorial? –saltó para caer justo en frente de mí. Yo le miré con temor. –Es posible.-en ese momento sentí un gran dolor en mi estómago y salí volando del lugar. Caí fuertemente contra el suelo y unas lágrimas salieron producto del impacto. Me levanté mirando al hombre.-Eres una niñata, jamás serás fuerte. Todas esas fantasías jamás se harán realidad, te darás cuenta cuando conozcas verdaderamente el mundo en el que vives. Aquí no hay sueños, solo realidades.

-Tú no sabes nada, yo voy a ser fuerte.-dije levantándome del suelo y mirando con coraje al hombre que tenía frente a mí, mientras limpiaba un hilito de sangre que caía de mi boca.

-Oh…esto es interesante.-dijo con un deje de diversión en su voz.-No todos los días ves a una mocosa despertar el Sharingan a tan temprana edad.-Veía la diferencia, era capaz de ver el chakra de la persona frente a mí. ¿Era esto el poder del Sharingan? ¿Era esto lo que mi padre trataba de describir cada vez que le preguntaba acerca del poder ocular del clan? Ahora lo entendía, ahora podía verlo a pesar de la oscuridad de la noche. El hombre arrojó un kunai en mi dirección pero logré moverme un poco hacia atrás para esquivarlo. El cuchillo cayó a mis pies y cuando regresé mi mirada hacia el frente, el enmascarado ya no estaba. Cogí el arma en mis manos y me preparé para otro ataque. Sentí de nuevo su presencia detrás de mí, me volteé y vi su ataque llegar sin embargo no tuve tiempo para reaccionar y cerré los ojos esperando el golpe. Sentí un dolor agudo en mi pecho y nuevamente salí disparada hacia atrás. Esta vez choqué contra el tronco de un árbol, y por un momento no estuve segura si lo que escuché crujir fue la madera del árbol o los huesos de mis costillas. Levanté lentamente mi mirada hacia mi oponente, desactivando el Sharingan.

-Si dices que llegarás a ser fuerte, entonces…-se acercó a mi oído y me susurró:-demuéstralo.-Y desapareció con la brisa del viento. Yo comencé a cerrar los ojos lentamente, a penas logrando vislumbrar una figura acercándose rápidamente a mí.

-¡Hanako!-logré reconocer esa voz.

-Papá…-logré decir suavemente antes de ser consumida por la oscuridad.


Bueno ¿qué tal? Tal vez parezca un poco aburrido al principio pero lo que sucedió es muy importante para el desarrollo de la historia y lo entenderán cuando lean los próximos capítulos :) trtaré de actualizar pronto. Esta época son fiestas navideñas y de fin de año... así que lo más probable es el próximo capítulo sea publicado en dos semanas a partir de hoy que sería...

¡6 de Enero del 2014! Tengan la fecha en mente ;) prometo que para ese día estará el próximo capítulo.

Y no olviden los Reviews! ¡Quiero saber que piensan!

Alerta de Soborno: Si comentan quizás me pase por sus historias y les deje comentarios! ;)

Sayonara!